treintaiuno
penúltimo capitulo
Escupe sangre sintiendo el desagradable sabor inundar su boca. Una mano lo mantiene sobre el sueno y la otra esta en su vientre adolorido. Ni siquiera sabe en que momento esos bastardos lo llevaron a donde se encuentra ahora.
Nunca debió confiar en ellos.
— ¿Dónde... Esta?
Escucha que balbucean pero no puede entender nada. Hace el esfuerzo de mantenerse despierto, sus ojos se cierran y quiere caer al suelo, pero no, no lo hará hasta tener a Hyemin con él y estén a salvo.
— Avísale al jefe que ambos están dentro. Yo me encargaré de él, tal como lo pidió.
— ¿No deberíamos esperarlo mejor? Esta a nada de llegar.
— Obedece idiota. -golpea su frente- Dile a los demás que no hagan nada hasta que yo diga.
— Hyemin. ¿Dónde esta mi novia? -vuelve a preguntar intentando ponerse de pie- Buenos para nada...
— Ja. Este idiota sigue de pie después de tantos golpes. Veamos si... -toma algo del suelo- Con esto sigues pudiendo.
— No ganas nada... ¿Lo sabes no? -traga saliva con dificultad- Me duele todo el jodido cuerpo por tus estúpidos golpes, pero no voy a detenerme. ¿Dónde esta?
— Colma mi paciencia inútil. -dice entre dientes- Te voy a hacer pedazos, no me importa si no puedes recuperarte de esta o si pierdes la vida, te destrozaré.
.
Su cabeza da vueltas, una y mil vueltas. Mira a su alrededor encontrándose con una total oscuridad. Sus muñecas arden en el momento en que se mueve, la cuerda gruesa y rasposa daña su piel. La cinta que tiene pegada a la boca le hace sentir incomoda. Agradece no tener los pies atados o lloraría de la desesperación.
Mientras esperaba a JungKook en el auto, llegaron dos hombres colocando un pañuelo sobre su boca y nariz dejándola inconsciente, la sacaron rápido del auto y la dejaron aquí después de atarla.
La poca luz que hay en el cuarto le hace ver que solo esta ella dentro sobre un colchón seguramente demasiado viejo. Se sienta enseguida con la espalda contra la pared. Esta asustada pero mantendrá la paciencia.
Sus ojos se llenan de lagrimas para cuando escucha algo de ruido a su alrededor. Nuevamente se tumba sobre la cama y finge seguir desmayada.
— Cuidado. -susurra- Están por llegar, solo asegúrate que siga respirando.
— Ya voy. -dice en modo de queja-
Se acerca a ella colocando dos de sus dedos sobre el pulso del cuello. Se aleja volviendo con el otro hombre.
— Sigue viva, anda vayamos con el otro. -ambos rieron-
Una vez han cerrado la puerta, Hyemin se pone de pie enseguida tambaleando un poco. Esta angustiada, necesita ver a JungKook, solo él la hace sentir a salvo.
Mientras tanto, JungKook no la pasa para nada bien.
— Mi... Novia. -su cabeza pierde algo de estabilidad- ¿Dónde...?
— ¡Maldita sea! -lo patea- Joder, deja de hablar de tu novia ya me tienes harto.
— A mi también. -mete ambas manos a sus bolsillos-
— ¿Qué te parece si...?
— Llegaron. Están aquí idiota. -mira por la ventana- Rápido, ponte de pie bastardo. -empujan el cuerpo de JungKook sobre el suelo-
— Agh. -se queja del dolos intentando ponerse de pie en sus pocas fuerzas-
Logra hacerlo aún cuando su cabeza da vueltas, su cuerpo le duele y esta a nada de desmayarse. Traga saliva pesadamente sintiendo el desagradable sabor de su sangre. Con una mano contra su vientre adolorido espera a la persona que desde hace rato llevan mencionando.
Forzando su vista para poder ver a la persona que va entrando por la oscuridad, consigue distinguir de quien se trata. Sus manos se hacen puño y contrae su mandíbula.
Él de nuevo.
— Jeon JungKook. -llega a donde se encuentran y donde se puede ver su rostro con claridad- Cuanto sin verte.
— Señor Im... -suena débil-
— Recapitulo... Jeon JungKook. Hijo de un alcohólico problemático, con problemas de agresividad. Recluto de la cárcel de Busan por haber agredido a su familia al punto de casi matar a su madre una noche hace diez años, pronto a cumplir su sentencia y ser dejado bajo libertad condicional, sin derecho a salir de Busan por tres meses... JungKook. Un chico en sus veintitantos años, graduado de la universidad más pequeña de Busan bajo el papel de arte y pintura. -soltó una risa- Perdón, volveré a decirlo.
— Basta. -dice con la mirada fija en el suelo-
— ¿Dijiste algo? No recuerdo haberte dado el permiso.
— Dije que basta. -suena más firme alzando la vista- ¿Qué gana queriendo humillarme?
— No se trata de mi, JungKook. -suspira y niega- Solo te estoy recordando lo poco que eres para que recuerdes que no eres apto, digno para mi hija porque parece que lo has olvidado.
Dando un paso a él los otros dos chicos lo toman uno de cada brazo, deteniéndolo. Los ojos de JungKook están cristalinos, le ha dolido escuchar todo eso.
— No permitiré, escucha bien. -alzo su dedo índice- No permitiré que mi hija se meta con un don nadie. Un padre bastardo con problemas de adicción y agresividad. Yo no se que mañas tengas o si le harás lo mismo a mi hija así como lo hizo tu padre.
— Yo no soy como él... -negó- Yo no soy como ese hombre. -lo miró fijamente- Nunca lastimaría a Hyemin, yo no soy como él... -las lagrimas cayeron por sus mejillas- Yo la amo.
— ¡Por Dios! Solo mírate, eres un total chantajista. -se acerca a él- ¿Porqué te aferras a algo que no puede ser? Deja a mi hija en paz. Lárgate, vete lejos. Deja que ella conozca a alguien que si la merece, alguien digno de ella, de buena familia, algo que ofrecer.
— ¿Ya termino? -rio por la nariz- Fui paciente... Fui perseverante. Deje a su hija, le rompí el corazón haciendo caso a todo lo que usted y su esposa dijeron sobre mi. Pero no pude, porque la amo y no soy él único que siente eso. Ustedes son sus padres pero no saben todo lo que ella necesita. Lo mucho que los necesito y ustedes solo pensando en el que dirán y esas mierdas clásicas de padres conservadores, estrictos e ignorantes.
El señor Im abrió su boca ofendido.
— Creen que el dinero lo es todo, que el dinero hará feliz a su hija mejor que nada... Pero realmente lo que hace feliz a su hija es tener a alguien que la ame, la escuche y le diga lo mucho que la ama. ¿Alguna vez le pregunto que quería? ¿O qué le hace feliz? ¿Sabe siquiera que comida es su favorita?
Se quedó callado.
— Por Dios... Y quiere hacerme quedar como el malo en la historia.
— ¡No tienes derecho ni posición! -alzó la voz- Y como se que no lo harás a las buenas... Entonces será a mi manera.
Pocos minutos atrás.
Desesperada a poder desatar sus manos y poder abrir esa puerta la tienen mal. Ha escuchado todo... Las lagrimas bajan y bajan una y otra vez por sus mejillas escuchando todo lo que su padre le ha dicho a JungKook.
Le lastima a ella así como a él.
No puede quitar la cinta de sus labios, pero ahora no esta tan adherida a sus labios. Sus manos atadas por detrás de su espalda son las que le impiden hacer todo.
Ni siquiera presta atención al dolor que tienen sus muñecas. Ruega para que su padre se detenga... Es ahí, justo en el momento en el que solloza desesperada y a punto de rendirse, que entra alguien por la puerta.
Anonada le observa quedándose estática.
— Mamá. -dice con dificultad por la cinta-
—cierra la puerta- Solo mírate. -Hye solloza justo cuando le quita la cinta- ¿Todo esto por un chico cualquiera?
— No vas a entenderlo... -se acerca a ella- JungKook es más que un chico para mi. Él, solo es él todo lo que quiero, no me importa su dinero ni nada.
— Estas demasiado equivocada Hyemin. Así que iremos a casa. Te sentirás mejor mañana.
— ¿Dónde esta JungKook? Quiero ir con él, nos iremos no tienen porqué preocuparse.
— Tu padre se esta encargando de eso, y no insistas hija, ven, nos iremos pero... -la interrumpe-
— ¿Qué acaso vale más lo que papá quiere a lo que hace feliz a tu hija? -su madre se queda callada- Mamá, siempre ha sido lo que papá quiere... Ya estoy cansada, es mi vida, JungKook me hace feliz... Aparte...
— Tu padre siempre ha dado todo por la familia, no seremos malagradecidas Hyemin. -niega- No somos nada sin él.
— Estas mal, saldremos a delante sin él. Se que tampoco quieres esto, por favor. -sollozo- No me veo sin él a mi lado, amo a JungKook y no sabes cuanto. Él me hace feliz, esta vez no me equivoco mamá.
—sus ojos se llenaron de lagrimas- ¿Qué si es así? ¿Qué si te estas equivocando? Cualquier hombre llega, te ilusiona y se va.
— No es así, él no es así. Ambos estamos dejando todo por el otro, no soy la única que arriesga.
— No lo sé, tu padre se va a molestar demasiado y...
Se detiene cuando se escucha la voz fuerte de su padre. Hace que Hyemin se de la vuelta para quitarle la cuerda. Le sonríe un poco y asiente haciendo latir aún más fuerte el corazón de ella.
— Esta bien. Haré lo que pueda, pero quédate aquí, ¿escuchaste?
— Si.
Sale del cuarto caminando por detrás de la pared hasta llegar donde están todos. JungKook, su esposo y los dos hombres.
— ¡No tienes derecho ni posición! -alzó la voz- Y como se que no lo harás a las buenas... Entonces será a mi manera.
— Hyewon. -dice con miedo llamando la atención de su esposo, quien al verla la ve molesto- Ven un momento por favor.
— Estoy ocupado, vete.
— Detente. -sonó firme-
— ¿Qué? -le miró incrédulo-
— Que te detengas, para con todo esto ahora. -él negó sin poder creerlo- ¡Se trata de nuestra única hija! -llora- No quiero perderla. Dejémoslos en paz.
— ¿Te has vuelto loca mujer? -se acerca a ella- ¿Qué crees que haces? Sigue con el plan, llévate a Hyemin ahora.
— No. -habla decidida- De hoy en más no será lo que tu quieres Hyewon. Se trata de mi hija, porque yo si la amo y quiero que sea feliz.
— ¡Mi hija no se mezclara con... Un bastardo como él! -volteo su cabeza para mirar a los hombres que están con él- Ahora. Terminemos con esto.
— ¿Qué? -toma el brazo de su esposa- ¡No, suéltame! ¡¿Qué crees que estas haciendo?!
Soltaron a JungKook para empujarlo en busca de hacerlo perder el equilibrio, aunque se mantuvo de pie. Trago saliva nervioso cuando comenzó a darse cuenta de lo que esta sucediendo. El señor Im lleva a su esposa a la fuerza hacía la salida. Mientras que uno de los hombres saca un arma.
— Fue un gusto chico. -sonrió-
— ¡JungKook! -gritó- ¡Deténganse! -llega deteniéndose cuando ve el arma, sus padres regresan enseguida alarmados-
— ¿La soltaste? -preguntó molesto-
JungKook se movió queriendo ir a ella pero fue detenido por ambos chicos nuevamente. Dándose cuenta de lo asustada y mal que esta Hyemin, se prepara para poder juntar fuerzas y luchar para soltarse.
— No puedo creer que... -miró a su padre- ¿Esta es tu ultima opción para deshacerte de él? ¿Enserio papá?
— Hyemin, nunca me entenderás. Estarás mejor sin él, te costara pero...
— No. Es que eres egoísta, esto no se trata de ti papá... Y con esto solo haces que quiera ir lejos, lejos de ti. -sollozo- Yo... -suspiró, mirando nuevamente a JungKook toma el valor para terminar la frase- Estoy embarazada.
Dijo sin alejar sus ojos de él.
— ¿Qué? -dice su padre al tiempo en el que su madre cubre su boca sorprendida-
— Estoy embarazada así que no me alejen de JungKook. No me alejen del padre de mi hijo.
Su mirada se pierde estando en shock por lo que recién acaba de escuchar. La mira finalmente sin poder creerlo, las lagrimas inundan sus ojos y no tarda en forcejear tomando desprevenidos a ambos chicos, soltándose y corriendo a ella viéndose interrumpido por el fuerte ruido proveniente de la pistola. Aturdiendo los oídos de todos.
— ¡No, JungKook! -corrió a él-
— ¡Idiotas, ¿qué han hecho?! -grita yendo con su esposa a donde Hye-
Corre a él terminando la corta distancia que les quedaba. Cayendo al suelo de rodillas, JungKook termina sobre el suelo totalmente. Su llanto se hizo más fuerte cuando lo tuvo enfrente. Con una herida de bala en la espalda.
Le han disparado.
— ¡Idiota le disparaste! -dice el chico asustado- Mierda.
— Maldita sea. -siseo soltando el arma-
— No, no JungKook. -toma su mano- Lo siento. -cierra sus ojos con fuerza- Kookie.
— ¿Porqué lo sientes? -sonríe un poco y después hace una mueca de dolor- ¿Es... Verdad? ¿Estas...?
— ¡Llama una ambulancia, apúrate! -grita su madre jalando del brazo a su esposo en estado de shock, todo se salió de control más una vez que ambos hombres se van corriendo abandonando el lugar- ¡Solo mira lo que has hecho!
—asintió- Es verdad... -JungKook sonríe- Por favor, no me dejes... -solloza- No podré hacerlo sin ti.
— No voy a dejarte... -habla débil- Tengo... Demasiado sueño ¿sabes? Pero no voy a dormir... Porque... -trago saliva- Quiero conocerlo. Quiero...
— Basta, no hables, no te esfuerces más. -acaricia su cabello- Iremos al hospital y a Busan, ¿si?
Él asiente desganado. Sus ojos se cierran pesadamente pero se esfuerza para no dormir, en cambio se mantiene despierto por la nueva razón que comienza a crecer en el vientre de Hyemin.
.
Caminando lado a la camilla con la mano de JungKook a la suya, se adentran al pasillo de urgencias donde ahora el chico será atendido de inmediato. Los padres vienen detrás de Hyemin, algo sin importancia ahora porque solo quiere estar lado de su novio.
— Kookie. -él la mira, esta más pálido que hace un rato-
— Señorita, le pedimos que desde este momento se quede aquí, el doctor vera enseguida al chico. -dice un enfermero-
—negó- No, no yo tengo que ir con él... Por favor.
Negando con un rotundo no, se vio obligada a no hacerlos esperar más. En llanto dejo la mano de JungKook no sin antes darle un leve apretón.
— Te amo.
Movió sus labios en busca de responder a ello pero simplemente las palabras no salieron.
— Esta perdiendo mucha sangre, debemos irnos.
Apresurados se fueron adentrándose a las puertas de cristal con un letrero en grande encima diciendo "urgencias" en color rojo.
Hyemin lloró aún más sintiendo su pecho contraerse, no compara lo que siente con nada en este momento. Su cuerpo se tambalea un poco haciendo a sus padres preocupar.
— Hija. -se acercan-
— No. -alza su mano- No se acerquen. Ustedes... Ustedes provocaron esto. -los miró- Estaba tan feliz... ¡Y ahora no se si él salga vivo de este lugar!
— Hyemin. -su madre la tomo en brazos cuando perdió el equilibrio- Hija, tranquilízate, por Dios estas embarazada, piensa en tu salud.
Siguió llorando hasta que unos enfermeros se acercaron a petición de su padre para que pudieran darle un tranquilizante o algo. Fue difícil alejarla de la sala de urgencias pero finalmente lo lograron.
Dándole la espalda a sus padres, descansó sobre una camilla y lloró en silencio.
— Hyemin. -abrió la cortina- Dios mío.
— Baekhyun. -en cuanto lo vio él fue a ella para abrazarla- Oppa. JungKook... Él esta herido, él...
— Tranquila, estoy aquí... Tranquila. -miró a los padres de la chica- Él saldrá bien de esta, es fuerte y te ama demasiado. Deja de llorar.
— No te vayas, no me dejes sola. -él asintió haciéndola sentir más tranquila- Diles que se vayan.
— ¿Estas... Segura?
— Llamaré a la policía si no se van, no quiero verlos. Ellos tienen la culpa. -sollozo-
—asintió- Esta bien, pero deja de llorar.
— No hace falta. -se pone de pie el padre- Nos iremos si así lo quieres. -la señora Im con lagrimas en sus ojos se puso de pie- Adiós.
— Ya váyanse. -susurró- No quiero volver a verlos.
— Hija. -su madre sollozo- No digas eso.
— Por favor. No le hace bien tenerlos aquí. -dijo Baek y ellos se fueron- Mierda. -cerró sus ojos- Tu padre me da escalofríos, pero ahora su mirada era diferente. ¿Acaso quería llorar?
— Quiero ver a JungKook. -quiso levantarse-
— Escucha Im Hyemin. -la detuvo- No se que demonios sucedió, pero JungKook no saldrá rápido de ese lugar, así que tendrás que ser paciente y tranquilizarte. Estas pálida.
— Da igual. -cierra sus ojos recostando su cabeza sobre la almohada- Solo quiero a JungKook. Si él se va, si él me deja sola, si nos deja solos yo... No podré. -su voz se rompió- No puedo siquiera imaginar que será de mi sin él. Tiene que estar bien, tiene que conocerlo, tenemos una vida por delante... JungKook tiene que vivir.
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jeje, les prometí que el viernes lo terminaba pero hasta hoy sábado pude, espero estén teniendo un buen fin de semana, yo si jeje
besos y abrazos, les amo mucho
gracias por leer, comentar, votar y seguirme
escribí este cap con canciones bien depres jajaja, disculpen si no es de su agrado
nos leemos pronto
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