epilogo





meses después 



Es increíble como el tiempo pasa y con ello ver como todo lo que llegamos a vivir lo hemos superado juntos, como la familia que somos. Recuerdo perfecto la vez que JungKook llegó al departamento creyendo que se había confundido al verme dentro, ahora todo eso es una anécdota y algo con lo que reír pero pensar que esto fue hace unos dos años me es difícil de digerir. 

Los problemas que pasamos, mi embarazo y no hace mucho el parto. 

Hemos pasado esto de la mano por más difícil que llego a ser. Y sí, no hace más de tres meses di a luz a una pequeña niña. Mi bebé, nuestra princesa. 

No hay palabras para poder describir la felicidad que ahora hay en nuestras vidas. JungKook dice que ella y yo somos lo mejor que tiene, no nos compara con nada del mundo. 

Mi guapo prometido estuvo en todo momento conmigo el día de traer al mundo a nuestra hija. Supo como tranquilizarme, me dio comprensión y amor cada que lo necesite. Incluso estuvo dentro del parto tomando mi mano. 

Un recuerdo hermoso para ambos fue el ver a nuestra hija y el escucharla llorar. Todo en ese momento valió la pena, todo simplemente tuvo sentido, como para él y para mi. 

— ¡JungKook! -alcé la voz aunque se que en este momento no es muy conveniente- 

— ¡Ya voy, ya voy! -lo escucho correr de la cocina a nuestra habitación- Listo. 

Me entrega el biberón caliente y enseguida se lo doy a beber a mi hija que llora desde hace unos minutos gracias a la hambre nocturna. Sus ojos totalmente iguales a los de JungKook están brillosos y llorosos haciéndolos lucir más hermosos de lo que ya son. 

— Moría de hambre. 

—sonreí- Es igual de comelona como tú. -me siento en el sofá que tenemos especialmente para sentarnos y dormirla o para que yo la pueda amamantar- 

— Me gusta eso. -se sienta lado mío- 

Ambos miramos a nuestra hija comer mientras va cerrando sus ojos de a poco quedando dormida en mis brazos. Realmente ya estoy cansada de tenerla con el mismo brazo así que JungKook me ayuda y la toma ahora él, aunque no es pesada me canso. 

— Jeon Heerin. 

Sonreí al escucharlo.

— Eres una dormilona, igual que tu madre. -golpeó su brazo al escucharlo- Acéptalo, se la pasa dormida, solo despierta para comer. -rio- Me encanta que sea igual a ti. 

— Ash, cállate. Sabes perfecto que es más parecida a ti. -recargue mi rostro contra su hombro, acurrucándome a su lado- Vamos a la cama, Heerin esta dormida ahora. 

— Hyemin. -me mira sorprendido- Traviesa. 

—rodé los ojos- Basta, hablo de ir a dormir JungKook. Tú y tus cosas, anda. 

Ríe bajo para no despertar a la pequeña bella durmiente y se pone de pie para llevarla a su cuna lado a nuestra cama. Yo me encargo de arroparla bien para acomodarme en la cama y dormir. JungKook no parece tener nada de sueño, no como yo. Así que solo se acuesta a mi lado y me mira fijamente mientras yo me acomodo. 

— Duérmete. 

— Heerin se ha llevado todo mi sueño. Me quedare despierto cuidando de ambas. -sonreí al escucharlo- Descansa, cuidas de ella durante el día, ahora lo haré yo. 

— Mañana tienes que trabajar, el que debe descansar eres tú. -niega con la cabeza y me abraza, yo gustosa respondo a él y me acorruco en su pecho- 

— No te preocupes por mi. Mañana será otro nuevo día. 



.



Tengo en brazos a mi hija que no deja de meter uno de sus juguetes a su boca, lo agita con sus manos y balbucea cosas. No me he separado de ella desde que desperté. Hoy es el día y quiero que este conmigo. 

Por su parte, JungKook se fue temprano incluso antes de que yo despertara. Dejo una carta en la mesa donde escribió: 

"Muero por verte vestida de blanco. Nos vemos más tarde, te amo." 

El día de nuestra boda llegó y ambos no podemos creerlo. 

Trabajamos tanto y nos esforzamos tanto, todo para tener una boda digna. Nada grande, nada extravagante pero hermosa y significativa para ambos. 

Mis manos tiemblan y me siento ansiosa de solo pensar que dentro de unas horas caminaré al altar vestida de blanco, como una vez soñé de niña. Solo que esta vez muchas cosas cambian a comparación de ese sueño. 

No iré de la mano de mi padre y eso sinceramente me duele un poco. Digamos que el tiempo ha sanado mi corazón, pero de un tiempo para acá desearía que conocieran a mi hija y que fueran los abuelos que quiero que sean para ella. 

No los he visto por más de casi dos años. 

Pensé que regresarían cuando JungWon quitó la denuncia, pero al parecer ellos están mejor sin mi, así que debo estarlo también. 

— Terminamos con todo. -dice mi estilista- Hora de ponerte el vestido. -dice con emoción- 

— ¿Tan rápido? 

Me miro al espejo. Me veo bien, me siento bonita y especial, aunque nada comparado cuando veo el anillo que lleva mi dedo, ese pequeño detalle me hace sentir lo mejor del mundo. Más al recordar de quien viene. 

— Dame a la chiquilla. -Baek llega quitándome a mi bebé- 

— Heerin, Heerin. -repito su nombre porqué parece que se llama "chiquilla" para mi mejor amigo- 

— Ve y cámbiate. Yo la cuidaré, ama estar con su tío. 

Entré al baño donde me ayudaron a colocarme el vestido las personas que he contratado para el maquillaje y esas cosas. Aunque tampoco es que necesite la ayuda del mundo. El vestido es liso y muy liviano para ponérmelo yo sola.  

Compré el vestido con ayuda de Baekhyun, su novia -sí, ese chico tiene novia y pensé que moriría solo- y la madre de JungKook. 

Mi suegra es como un ángel, idéntica a JungKook en su manera de ser, una hermosa mujer. 

— Ya sal Hyemin, por Dios, eres una tardada, tú hija ya... -salgo del baño nerviosa por la reacción de mi mejor amigo- Hye. 

— Estoy tan nerviosa que siento que no me veo bien. -hago una mueca- No lo sé es... -mis ojos se llenan de lagrimas por alguna razón, estoy tan sensible y es solo por una razón- Perdón. 

— Oye, oye. -viene a mi con mi hija en sus brazos- Estas hermosa, eres la novia más bonita hoy. -yo solo asiento- Hyemin. Vas a casarte con quien más amas hoy. Sonríe. 

— Estoy feliz, lo estoy. -mi voz se rompe- Pero... No es como quería que fuera Baek. -limpie mis lagrimas- Mis padres no están aquí. 

— No los necesitas. -suena algo duro- Mira a esta chiquilla, mira a tu pronto esposo. -sonreí- Es lo único que necesitas, no más. Así que deja de llorar, quienes realmente te aman estarán dentro de esa boda. 

—suspiré y me tranquilice- Tienes razón, dejaré de pensar en ellos y disfrutaré de mi día. 

— Así es, ahora apúrate que tu noviecito debe estarse muriendo por verte. 



.



Voy dentro del auto con Heerin, mi mejor amigo y su novia. Vamos ya destino al jardín, donde será la ceremonia de bodas y la fiesta. No he podido llamar a JungKook ni mensajearle pero debe estar ya en el jardín. 

Caminaré sola al altar y sinceramente es eso lo que me tiene más nerviosa. 

— Heerin, déjame. -escucho a Baek por lo que su novia y yo reímos- Tu hija es igual que tú. Es una bebé y no suelta cabello. 

— Es divertido molestarte. -me mira ofendido- 

El auto se detiene indicando que hemos llegado. Baek baja primero, ayuda a su novia y después a mi. Están a nada de entrar y lo detengo. 

— Esta bien Hyemin, te ves bien, adentro ya hay gente, no pasa nada, tranqui. 

— Estoy tranquila tonto. -suspiré- Solo llévate a Heerin y déjala con su padre. Entraré después de la señal, ¿verdad?

— Si señora. -toma en manos a mi hija- 

— No me digas señora, ya vete. -se fue echando risas por mi molestia- Mocoso. 

En cuanto entrar no me queda más que esperar la "señal" para que las puertas se abran y me prepare para entrar. JungKook debe estar tan emocionado de que se abran esas puertas como yo. 

— Hyemin. -hablan a mis espaldas- 

— ¿Si, qué pasa...? -las palabras quedan en el aire cuando le veo de pie frente a mi- ¿Qué?

— Hija. -mi madre se acerca pero doy un paso hacía atrás- Hyemin, hija yo... 

— ¿Tú qué? -hago puños mis manos- ¿Enserio mamá? -miro a mi alrededor- ¿Qué acaso vienes sola? ¿Es otro de sus shows para evitar que me case o algo? 

—las lagrimas se acumularon en sus ojos y negó- Supe que hoy te casas y... Quería verte. 

Mierda. No quiero llorar, no ahora pero es imposible, después de tanto la tengo aquí enfrente mío. 

— Querías verme... ¿Después de tanto tiempo quieres verme al fin? ¿Qué necesitas? ¿Qué quieren de mi? Estoy bien sin ustedes, no los quiero ver cerca. 

— Escúchame. Todo tiene una explicación. Sabes perfecto que no estuve de acuerdo con tu padre al final, lo sabes. Estoy aquí porque te amo hija, no sabes cuanta falta me has hecho en todo este tiempo. 

— Deja de lastimarme. -limpie mis lagrimas- Estoy a nada de entrar por esa puerta y casarme con JungKook. No lo arruinen. 

— No estoy más con tu padre. Lo abandoné. Lo dejé porqué me obligaba a tenerte lejos, porqué no me dejaba volver, verte y conocer a tu bebé. -sollozo- Te explicaré todo hija solo... -se acercó a mi hasta que tomo mi mano- Permíteme hoy estar contigo. 

— Mamá. -cerré mis ojos con fuerza- 

— Lo siento, lo siento. -me abrazó y ese simple gesto me hizo sanar y perdonar, lo puedo ver y saber, ella esta arrepentida, ella vino a mi porque me ama- 



.



— Mi hermosa bebé. -dejo un beso en su regordeta mejilla- ¿Dónde esta tu mami eh? 

 — Como si te fuera a responder. 

—volteo a mirarlo con cara de pocos amigos- Cierra la boca que te saco de mi boda Byun Baekhyun. 

— Ya, tranquilo estoy jugando. -rodó los ojos al escucharlo- Algún día va a poder responderte. 

— Basta. -rieron- Mejor ve y revisa que todo vaya bien con Hyemin. 

— No va a dejarte plantado JungKook. 

— Dije que vayas. Y eso ya lo sé, solo ve y revisa que todo vaya b... 

La música comienza haciéndolo callar. Es demasiado tarde para que Baek vaya a Hye por lo que mejor toma cada quien su lugar. JungKook acomoda el vestido que lleva puesto su hija -el cual es casi idéntico al de su madre- para prepararse y esperar juntos a la mujer. 

Las puertas se abren y sus ojos se abren casi por completo al ver con quien va del brazo. 

La señora Im viene con su futura esposa y ambas parecen estar felices. Mira rápido al amigo de Hye quien parece tener la mandíbula en el suelo. 

Decide no hacer nada y mostrarse feliz al darse cuenta de la sonrisa de ella. "Eso quiere decir que esta bien." 

Olvida esa pequeña sorpresa. La música de fondo y el ver a su casi esposa de blanco le hace comenzar a derramar lagrimas. 

No puede creer lo hermosa que es y que él es el afortunado de tenerla. 

Le sonríe cuando sus miradas chocan y es el mejor recuerdo de este día para recordar por el resto de su vida. Vestida de blanco, hermosa, feliz y camino a donde se encuentra para juntar su vida a la suya. 

Al llegar a él toma su mano y solo le sonríe un poco a la madre de la mujer que ama, quien ahora derrama lagrimas al ver a la pequeña Heerin de casi un año en brazos de su padre. 

— ¿Puedo? -pregunta con algo de miedo y JungKook no duda en aceptar entregándole a la pequeña- 

Sin querer estorbar, toma a la bebé y se retira sentándose en una de las primeras filas lado a Baekhyun, quien solo la saluda. 

Volviendo a lo suyo. De la mano se ponen de pie frente a la persona que esta por casarlos. Así de esta manera y con una sutil música de fondo, comienza la ceremonia. 

No pudo mantener la mirada demasiado en el Padre, mayormente sus ojos están sobre ella, dándose cuenta de lo nerviosa que esta y de lo mucho que lloro allá afuera, seguramente con su madre. 

— Ahora solo me queda preguntarles. ¿Aceptan? ¿Aceptan a unir sus vidas en santo matrimonio, hasta que la muerte los separe, en la salud y en la enfermedad, en las buenas y malas, a ir de la mano contra el mundo, amarse y respetarse? 

— Acepto. -dice sin pensarlo- 

— Acepto. -dice ella después- 

— Con esto dicho, ante los ojos de Dios y los aquí presentes. Están finalmente casados. Señor Jeon... 

— Oh, no hace falta que lo diga, se que hacer. -le interrumpe tomando de la cintura a Hyemin para besarla-

Unas cuantas risas y muchos aplausos se escucharon por todo el lugar. Termina con el beso mirando a una risueña y feliz Hyemin. 

— Eres impredecible. -rodea su cuello- Estamos finalmente casados. 

— Lo estamos. -junta su frente con la de ella- No creí que lo lograría. 

— ¿Lograr qué? 

— Ganar tu corazón. -deja un casto beso en sus labios- Te amo esposa. 

—soltó una corta risa- También te amo Kookie. 




.




Lo veo caminando hacia mi con una bebida en cada mano. Me sonríe y me lo entrega. Nos giramos para poder ver la linda vista que nos brinda el atardecer. El aire revolotea nuestro cabello y no podría sentirme más relajada. 

— ¿Tu madre, dónde estuvo todo el tiempo?

— Mi padre la llevó con él cuando la policía comenzó a buscarlos a una ciudad no muy conocida, a unas cuatro horas mas o menos. No se bien pero logro dejarlo, lo pensó tanto por todo el poder que tiene mi padre y por sus amenazas. 

— ¿Quieres que... Sea parte de tu vida? 

— Mmmh. -se quedo pensativa, no habían tenido momento para hablar sobre esto, tampoco querían hablar de algo así durante su luna de miel- Ella me ha demostrado poco a poco que si esta arrepentida y que quiere estar en mi vida. Papá era quien la llenaba de malas ideas. Es ella ahora y respondiendo tu pregunta: Si. Quiero que mi hija conviva con su abuela. 

—sonrío y tomo mi mano- Entonces esta perfecto. 

— ¿Enserio? 

— Amor. -acarició su mejilla- Es tu madre, Heerin es tu hija también, no puedo oponerme a algo así, aparte no es que quiera hacerlo. He visto también ese cambio en ella. Me alegra que haya regresado. 

— ¿Qué curioso no? Nuestros padres son los malos en la historia, nuestro padres hombres. -ríe al escucharme- 

— ¿Qué es esto, una historia de un libro? 

—me encogí de hombros- Si bien no la tuvimos facil. Aquí estamos. Casados, juntos... Felices. Ahora solo centrémonos en eso. En ser felices, en criar a nuestra hija, ser una familia, estar juntos siempre. 

— En adoptar un perro. 

—reí- ¡JungKook! Ya hablamos de eso. 

— ¡Quiero un perro, amor! -me abraza por detrás y esconde su rostro en mi cuello- Heerin esta de mi lado, ya somos dos. 

— Olvídalo JungKook, yo seré quien limpie sus desgracias. -bufó- 

— Esta bien, esta bien. -deja un casto beso en mi mejilla- Solo... Quedémonos así. -cierra sus ojos y recarga su mentón sobre mi hombro- 

— Es hermoso, ¿no? -acaricio su mano- 

— Uhm. -hace una pausa- Hyemin. 

— JungKook. 

— Gracias. Por demostrarme que merezco ser feliz, que soy merecedor de tu amor, que no soy ni seré como mi padre, como todos solían decir. 

Le miro conmovida y con tristeza, siempre se tacho así, por como decía la gente que sería, por el parecido a su padre y demás. Es un alivio saber que no se siente más con esa carga.

— No se que haría sin ti. No se que haría sin tus buenos días. Sin tu amor. Sin tu dedicación. Sin la hija que me diste. Sin tu existencia. No sería nada, la vida no tendría sentido. 

— Amor. -mi voz suena temblorosa- 

— Daré lo mejor de mi hasta mi ultimo suspiro para hacerte feliz, para que no les falte nada a ti y a nuestra familia. Lo prometo, mi niña. 






fin del epilogo



°°°°°°°°°°°°°

finalmente doy concluida esta historia, ya les saldrá como historia completa aunque puede que más adelante les traiga un capitulo especial o extra

les amo tanto

gracias por su amor, paciencia, comentarios, votaciones, por sus follows, por simplemente leer mi historia. 

eternamente agradecida.

ig. doannisoon__

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top