dos



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- ¿Que voy hacer? -dijo la chica mientras presionaba un cojín en su rostro, ¿acaso estaba llorando?- 

Camine por el lugar tratando de pensar en un plan, pero mi cabeza ahora no dejaba de pensar en que me vieron la cara de estúpido. Y a una chica también. Peor, una chica. 

- Mas bien, ¿que vamos a hacer? No fue la única que es victima de esto. 

Me miro molesta. Que fastidiosa, todo le molesta.

- Deje de quejarse, y mejor hagamos algo. Vamos con el administrador del edificio. 

Camine a la puerta, pero la chica me detuvo. 

- Espere, no saldré así. -rodé mis ojos- Siquiera déjeme pongo un abrigo. 

Se dio la vuelta y entro al cuarto. Suspire agotado, tantas cosas en mi cabeza, y ahora esto. ¿Porque era la persona mas desafortunada en corea? Mis amigos se rieran de esto. 

La chica volvió con una sudadera, tomo su teléfono y se puso los zapatos. Sin cruzar alguna palabra, subimos al ascensor y fuimos a la recepción. Dijimos nuestro problema, y enseguida apareció el encargado. Quería golpearlo cuando se escuso diciendo que hubo un problema con los papeles de la renta, no soy tonto, es claro que lo hicieron adrede malditos. 

- Lo que sucedió es que, al momento de hacer los papeles y rellenar la información, la persona la cual lo hizo, marco aquí. -nos mostró las hojas- La opción de, compartida.

- ¿Compartida? -dijimos al mismo tiempo-

- Si, ¿saben lo que es un roomie? 

Ambos nos miramos, era claro que lo sabíamos, hoy en día todos tienen roomies, pero yo no quería uno, quería un departamento para mi solo, y no pensaba compartirlo con una enana desconocida. 

- ¿No hay otro departamento? Ninguno sabia de eso, no quiero un roomie.

- Ni yo. -incluso su voz es irritante- 

- Miren, lo lamento, no hay mas departamentos y si lo hay son los lujosos y prestigiosos. Su única opción es ser roomies. Después de que pasen los dos meses del pago, uno podrá irse, o veremos si otro departamento se desocupa. 

- Lo que me faltaba. -pase la mano por mi cabello estresado- 

Después volvimos. Tuve que contenerme y no darle un buen golpe, no saben hacer bien su trabajo. 

La chica saco dos botellas de agua y me dio una. Bebí de ella y me senté en una silla. Ella hizo lo mismo, la encontré mirándome. 

- ¿Que? 

- Tenemos que arreglar esto. Si bien, ambos pagamos, no seria justo que uno se fuese. 

Bueno, siquiera es madura en estas cosas. 

- ¿Es menor de edad? -pregunte-

-pareció darle gracia, ya que rió- No. ¿Parezco una? 

No conteste. Me removí algo incomodo en la silla y la mire fijamente, no me intimidara. 

- No tengo donde vivir. No puedo irme. -me cruce de brazos-

- Yo tampoco. -bebió de su botella de agua- ¿Porque cree que rente el departamento? 

- Mis padres no viven aquí. No le daré explicaciones de mi vida. No tengo donde vivir. 

- ¿Tiene amigos?

- ¿Usted tampoco? -me miro molesta-

- No daré explicaciones. -puso sus codos sobre la mesa- Sonara tonto, pero no hay de otra. 

- ¿Que? ¿Viviremos juntos? -fui sarcástico-

- Si, seremos roomies. -dijo no muy feliz, a mi tampoco me emocionaba- 

- ¿Esta loca.? -la mire sorprendido- ¿Es capaz de vivir... con un chico? 

- ¿Tengo otra opción? ¿Tienes otra opción? 

Me quede callado, pensando en su idea, si había pasado por mi cabeza, pero me negaba, pensé que ella no querría, pero nada que es ella. No debería hacer eso con todos los chicos. No sabe si es un acosador o le hace daño. Creo que yo no tengo la pinta de eso, aun así. 

-suspire- Bien. Acepto su propuesta, pero. -me miro atenta- Tendremos reglas, que hay que cumplir, si o si. No le diremos a nadie, y.. -me interrumpió-

- Solo hay un cuarto. -lo menciono como si no fuera la gran cosa, claro que lo es- 

Mierda. Lo que me faltaba. Esto ya no puede empeorar.

- Pero... -se puso de pie- Hay un cuarto de lavado, es espacioso. -dijo mientras caminaba y abría la puerta- Puedo dormir aquí. -sonrió levemente-

Vale, si, eso fue amable de su parte, pero no. Ella ya esta dentro del cuarto y no la sacare. 

- No. -me miro confundida-

- ¿Porque no? -entro al cuarto- Mire, hay espacio para mi cama, pondré mi escritorio aquí, las cosas de lavado las pondremos en el patio trasero. Aunque es pequeño. 

- No niña. -se cruzo de brazos- Ya tiene sus cosas en el cuarto, déjelo así, yo dormiré aquí. Y fin de la situación. 

Ella iba a reclamar, pero me di la vuelta. 

- Ahora, iré por mis cosas, solo por unas. Y usted. Haga las reglas que quiera, al volver, las veré y agregare unas. 

- Claro que no, iré a dormir. -era amable cuando quería- 

- Que perezosa. 

.

Toque la puerta, estuve esperando unos cinco minutos quizá. Seguro dormía la chica esa. Después deje de quejarme, yo tengo la contraseña también. La puse y entre, deje mis zapatos en la entrada y deje mis dos maletas lado al sofá. 

- Niña. -había olvidado preguntar su nombre- Oye. -toque la puerta.- 

Enserio que chica, ya son las trece de la tarde.  Decidí abrir la puerta, y comprobé mi teoría, estaba dormida. Abrazaba una almohada y su cabello estaba en su rostro. Sonreí con burla, se miraba chistosa. 

Comenzó a moverse en la cama, salí rápido y me senté en el sofá. No paso mucho para que ella saliera, sus ojos estaban abiertos muy poco, y acomodaba su cabello. 

- Volviste. -se dejo caer en el sofá- 

- Enserio, es tan floja. -pareció no importarle, no reclamo- Y ya le dije, no me hable de usted niña.

- No me digas niña, niño. -me miro irritada- Aparte, creo que tenemos la misma edad. Nací en el noventa y nueve. 

- Soy mayor. 

- Tss, ya, no hace falta, llámame como quieras. 

Fue a la cocina, la escuche quejarse y ir al cuarto, salio con la misma sudadera que antes y dijo que iría a comprar comida. Deje que fuese sola, aun es una extraña para mi realmente. 

Yo haría algo productivo, no como ella. Escribí en mi teléfono algunas reglas, la chica volvió rápido. Dejo una bolsa algo pesada sobre la mesa. Me puse de pie y mire de lejos sus compras. Saco una sopa instantánea y se la llevo. 

Su teléfono comenzó a sonar, estaba sobre la mesa, por lo que mire el nombre, un tal "Baekhyun" con corazón, la llamaba. 

- Tu novio te llama. -nuevamente me miro irritada- 

Lo tomo y contesto. No me interesaba que decía, hasta que alzo la voz. 

- No, no puedes venir. -hizo una pausa al hablar- Baek... No. Escucha, te cuento después. No es que no quiera que vengas. 

Me acerque a la cocina, fingiendo ir a beber agua o algo. La persona con la que hablaba le colgó la llamada, por lo que ella miro con tristeza la pantalla de este. 

- Dentro de la bolsa hay comida. Come algo. -dijo sin verme y se fue a su cuarto- 

Ambos teníamos que arreglar esta situación. 




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¿que les esta pareciendo?

esta historia no tendra mucho mas de unos veinticinco cap

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