UZI POV

Me encontraba algo aburrida.

No era un día interesante, y se suponía que debía ir a la universidad, pero me retuvieron de aquello porque puede o puede que no me haya desmayado en clase de robótica..

Tres veces.

Ni siquiera es cerca de las veces que me desmayaba en secundaria de todos modos, están siendo exagerados.

Tuve que mentirle a Lizzy sobre por qué no había ido, también. Todavía no quiero que vea esa parte monstruosa de mí..

Miré la fecha.

Veintitrés de octubre. Suspiré.

Estaba tan cerca.

¿Por qué escogiste un día tan cerca de Halloween y mi cumpleaños para morir, ma? ¿De verdad no podías esperar un poco?

Voltee a ver mi cama. Encima de ésta, se encontraba Cyn. Ella estaba jugando con su magia, creo. Si ese trazo brillante color dorado es su magia, entonces eso era lo que ella estaba haciendo.

Una distracción..

Sep, eso necesito. Una distracción sana.

—Hey, Cyn.— La llamé, parándome de mi silla para caminar hacia ella. Trepe a la cama, y la observé guardar su magia. ¿O desaparecerla? Como sea, se vio como si la magia fuera parte de ella.

Ella subió una ceja. —¿Si?

—¿Cómo haces eso?

—¿Hacer qué?

—Magia.

Me tomé mi tiempo para volver a hablar.

—Dijiste que eras como el corazón de mi poder, ¿no? Que ahora era como una bruja. ¿No hay alguna forma en la que pueda aprender magia? O sea, suena estúpido y-

—Es estúpido.

Rodé los ojos. —Ajá, pero necesito una distracción.

El trazo inusual de magia volvió a aparecer en la punta del dedo de Cyn, y lo envolvió a mi alrededor.

Sentí escalofríos mientras lo hacía, pero me negué a demostrarlo.

DIOS.

Se sentía como si estuviera sosteniendo una descarga eléctrica.

Por un momento me pregunté si iba a doler, pero al parecer no.

—¿Cómo te sientes?— Me preguntó.

Y esa pregunta sonaba.. De un modo, irreal. Todo lo hacía. Me tomo un minuto completo para recuperarme de la repentina sensación que tenía en todo mi cuerpo. Era abrumadora.

—Como si me hubieran tratado de revivir tres veces y ninguno de esos intentos hubieran tenido éxito.

—Ah, entonces perfecto.

Creo que ya me estoy arrepintiendo, ayuda.

—¡¿"Perfecto"?! ¡¿Qué tipo de drogas tiene está-.. Cosa?!

—Nada, nada. Simplemente son efectos secundarios que tienes ya que no estás nada acostumbrada a tener básicamente.. Decir poder se siente raro, ¿verdad?

—Oh, si, no sé por qué no le pusieron un mejor nombre, ¿no? La RAE no sirve para nada.

—Je, real.

Cabizbaja, sonreí. Esto sería un experimento interesante.

—Bueno, veamos que puedo hacer con esto.

Okay, okay, sé que no debería de estar emocionada sobre esto porque Cyn probablemente sea malvada o algo así PERO, ¡ahora sé como volverme invisible y manipular cosas!

Boom, no tengo que levantar de la cama para traer mi guitarra y/o libreta de componer. ¡Chúpatela, magnetismo!

No tengo ni idea de qué es lo que acabo de decir.

Bueno, ya. Tengo que dejar de cegarme con esta.. Magia. También sé que no todo es color de rosa y hay un porqué de todo esto. No creo que Cyn me otorgue esto simplemente porque sí.

—Hey, ¿Por qué me dejaste tener este poder en primer lugar? Ni siquiera sabes qué voy a hacer con ello.

—Pues, Primero, el poder es limitado, segundo, no es suficiente como para hacer encantaciones o alzhéimer. Jeje, soy graciosa, ¿verdad? eso fue sarcasmo, ¿si se notó?

—Si.

—Y tercero, porque tiene un precio. Como dije al principio.

Qué.

—¿Perdón?

Enderecé mi espalda, frunciendo el ceño.

—Nunca me dijiste que habría algún tipo de precio, ¿qué quieres de todas maneras?

Ella me veía como si estuviera analizándome. Analizando mis expresiones, comportamiento.

Me juzgaba. De una.. Rara. Manera.

—De hecho, la primera vez que te ayude a usar tus poderes, en esa «cita» con tu colega vampiro, te aclare y advertí que el uso de ésta magia tendría una consecuencia, por lo tanto un precio. Ignoraste mis palabras y accediste a mi ayuda sin ningún pero.
No entiendo la razón de tu problema.

Tragué saliva.

Ella tenía razón.

Pero seguía sin responder mi segunda pregunta.

—¿Qué es lo que quieres a cambio?

Me perturbaba cada vez que tenía que hacer contacto visual. Se sentía tan.. Nauseante.

¿Ya me tomé mis pastillas?

—Bueno, el trato que pactamos siempre da dos opciones.
El precio, que es de mi elección.
O en su contrario, las consecuencias.

Crucé mis brazos, como para protegerme. No me gustaba a donde iba esto, y me daba mucha mala espina.

Este hormigueo en mis manos desplazándose a mis pies..

Yo había tomado mis pastillas, ¿verdad?

—El precio que yo doy es algo bastante sencillo que puedes intercambiar. No tiene nada que ver con sangre, o dinero. A mi no me interesa aquello.
Verás, desde hace tiempo que carezco de un cuerpo físico en el que poder tocar, sentir y demás. Y no me vendría nada mal el tuyo.
Es sano y estable. Al menos lo suficiente. Pero creo que podrías mejorar en tu alimentación, honestamente.

Sus palabras me daban nauseas, me desconcertaban y no me dejaban enfocarme. ¿Había tomado las pastillas? Mis pastillas, mis pastillas...

Las había tomado, ¿verdad? ¿No?

Intente calmarme, intente concentrarme en mi respiración y el latir de mi corazón. Eso era todo lo que importaba. Nada más.

—No voy.. A darte mi cuerpo. ¿Por qué crees que lo haría?

Escuchar mi propia voz, ahora resonando en un susurro ronco me hizo tratar de revisar mi pulso.

Dependía de esas pastillas más de lo que yo consideraba.

—¿Quieres recibir las consecuencias de no pagar el precio? Te advierto que esa magia no se mantendrá estable si no tienes donde almacenarla, por lo que al no usarla desatara cosas no.. Muy bonitas.

Su voz tan tranquila y plena venía consigo un pitido insoportable, pero pude descifrar lo que decía.

Estaba lo suficientemente consciente de que nada bueno vendría de confiarle mi cuerpo a algo que es de manera definitiva malo.

Asentí frenéticamente, pero me mareó aún más.

Mis labios se sentían secos.

Nunca me tragué las pastillas, ¿verdad?

Dejé ir el aire que estaba sosteniendo, cayendo abruptamente a la cama.

—Mira, te dije, y no lo voy a volver a decir. No. Puedo. Ir. No me importa lo que sea que pase mañana, no iré. Tengo compromisos más importantes.

Él me volteó la espalda, sentándose en su escritorio para empezar a escribir en su computadora.

No sabía qué era lo que escribía.

Pero por ahora no importaba.

—Pero-

—Pero nada. Te digo que no puedo. Estoy muy estresado como para que vengas a dejar caer la última gota del vaso.

Tragué saliva, lamiendo mis labios resecos.

—Puedo.. Puedo darte algo a cambio.

Realmente no quería hacer esto.

No.

Quería.

¿Entonces por qué iba y lo hacía?

Soy tan estúpida.

Fue mi culpa.

—¿Oh, enserio? ¿Qué podrías intercambiar que fuese tan preciado a cambio de mi presencia en ese estúpido teatro tuyo?

Dolía tan sólo hablar.

Pero no tuve, porque antes de que siquiera pudiera dar mi "oferta", sus manos ya estaban invadiendo sin permiso alguno debajo de mi ropa.

Recuerdo varias de las cosas que dije mientras él seguía en su juego con mi cuerpo. Mordiendo, chupando, devorando.

Como si fuera un platillo entregado en bandeja de plata.

Recuerdo mi débil voz mientras intentaba que parará.

Y también recuerdo haber despertado sola.

Cada parte de mi cuerpo tocado de una forma vil y despiadada.

Las llamé marcas.

Cada una peor que la anterior, enmarcando cada uno de mis errores.

Mis errores.

Soy una estúpida, e idiota. E imprudente, no sé por qué dejé que él hicier-

Él irá, ¿verdad?

Él irá a mi presentación, ¿no?

Tiene que ir.

Yo..

Yo no podría..

Mi cuerpo dolía.

Dolía como el infierno.

¿Dónde está Cyn?

...

Silencio.

No había rastro de ella por ninguna parte, pero podía sentirlo.

Podía sentirlo denuevo.

Cada toque, ardiendo contra mi piel denuevo.

Como si fueran recientes denuevo.

Como si él lo hubiera hecho denuevo.

No, no, no.

No otra vez.

Por favor.

Sola en la cama, sintiéndome como basura.

Porque lo soy.

Estoy tan usada, tan sucia.

Ya ni siquiera quieren acercarse a mí.

Esos momentos en los que no podía tragar saliva de lo desgarrada que estaba mi garganta.

Lo sentía todo denuevo.

Y dolía.

Tanto que he hecho para superarlo.

A él.

Ello.

Y una vez más, quiero hacerlo.

Aún si sé que volverá a ser lo que era antes.

Una adicción.

Mirar denuevo el techo iluminado por la ventana me daba nostalgia.

Suspiré.

Me molestaba.

Era insoportable.

No podía seguir con esa sensación por todo mi cuerpo.

Antes de que lo supiera, ya estaba escarbando entre las cajas de cosas viejas hasta encontrar esa bolsa de plástico negro.

Observar el fuego calentar su alrededor metálico me daba una retrospectiva a lo que iba a suceder.

Y pude salir de mi trance traumático una vez logré sentir mi piel retorcerse ante el encendedor presionándose contra uno de esas manchas que me seguían como parásito.

Había quemado, una vez más, mi torso.

Como él lo había hecho.

Despiadadamente.

Y después mi cuello. Ese mismo sitio donde.. Ellos. Habían tratado de comer mi carne como si les perteneciera.

Dolía. Dolía aún más. ¿Así dolió la primera vez? Estoy exagerando. La he pasado peor.

Pero lo dude un poco cuando escuché la puerta abrirse, y alguien correr a mí.

—¿Uzi? ¿Qué pasó? ¿Recaíste?

Mis ojos no lograban enfocar lo que tenía en frente, pero sabía que esa voz tan conocida para mí era de Jo. El único toque puro que había recibido en toda mi vida hasta ese momento.

Tal vez si dolió mucho. Porque simplemente caí al piso no muy distante, ya que estaba sentada en éste.

Cerré la puerta detrás de mí, suspirando ante la presencia de una clara migraña.

—Tal vez debería hablarle a N sobre Cyn. Puede que él sepa que me está pasando..

Algo que ya no hacía mucho era pensar en voz alta, la soledad me enseñó a hacer aquello.

Me preguntaba qué era lo que N pensaba de mí después de esto.

¿Pensara que soy patética? ¿Frágil? ¿Dramática?

Probablemente todas.

Y es que lo soy.

Soy vulnerable, emocional y todo eso que odio.

¿Por qué no pude poner una máscara sobre mi cara y pretender que todo está bien?

No es nada difícil. Estoy siendo egoísta al obligar a N a "consolarme" solo porque estaba sintiéndome mal. Tal vez él se estaba sintiendo peor, y/o lo mio no es nada serio y solo estoy exagerando.

Solo estoy exagerando.

Yo solita fui.

...

Me senté en la silla de mi escritorio, abriendo mi cuaderno para componer.

Intente escribir algo. Lo que sea.

"I hate to make this all about me.

Siempre encontraba una forma u otra de hacer canciones con mis problemas, pero..

But who am I supposed to talk  to?"

No lograba hacer aquello.

Tache lo que había escrito, cerrando el cuaderno y recostandome contra el respaldar de la silla.

Me encogí en una bola, mis manos yendo a esconder mi cara y por consiguiente, jalar mi cabello.

¿Por qué soy incapaz de pedir ayuda? ¿De verdad soy tan inútil que no puedo hacer algo tan sencillo como eso? ¿Por que el simplemente levantarme de la cama es algo tan difícil?

Tal vez debería solo.. 

Dejar de existir.

Y facilitaría la estancia de todos en la tierra.

Las pastillas-

—¿Puedo entrar?

Escuche, de una voz familiar pero inesperada.

Voltee con la silla para confirmar la identidad de esta persona.

Me encogí de hombros, evitando el contacto visual.

V entró al cuarto.

Y se sentó en la cama.

Sentí como la silla en la que estaba se movía, y me arrastró cerca de la chica.

Sabía que era su magia moviendome; por lo que no  comente en aquello.

—¿Quieres contarme lo que te pasa?

No quiero responder. Tampoco quiero contarle.

—.. No.

Ella frunce el ceño.

—Sabes, puedo simplemente ver tus memorias para averiguarlo.

Ella descubriria a Cyn.

No estaba preparada para eso.

—No, no. Preferiría que no.. Hagas eso. Yo-.. Umh. Es simplemente difícil hablar sobre ello.

Ella asintió.

—Y no sabría por donde empezar...

—Tal vez podrías empezar por.. ¿Lo que hiciste en tu cuello? Parece.. ¿Una quemadura?

Lo cubrí con mi mano.

—Malos recuerdos. De alguien que me lastimó.

Suspiré.

—Escucha, yo.. Si no puedo contárselo a N, que es mi mejor amigo, no creo poder contártelo a ti.

La mire acariciar su nuca con un tanto nerviosismo. No me causaba una gran impresión, pues nunca había visto tal expresión en su rostro.

—Bueno, uh.. Puede o puede que no haya visto lo que te pasó.. O al menos lo que contaste cuando estaba borrando y modificando los recuerdos de uh- Jollie.. Y quería corroborarlo con tu afirmación.

Mis ojos se abrieron como platos.

N.

¿Qué pasa si le dice a N?

No.

No, no, no.

Aclaré mi garganta.

—¿Vas a-.. Vas a contarle sobre esto?— Sentía mis manos temblar. El remolino de emociones todas a la vez alrededor mio como si fuera alguno tipo de tornado como yo de causante.

Claro, porque yo era la culpable de todo.

Siempre lo era. No importará que hiciera o dijera. Siempre lo era.

—.. No.

Eso me paró por un segundo.

—¿Qué?

Ella evitaba el contacto visual, y la vi arrugar la cobija de la cama.

—Quiero que tú seas quien se lo cuente.— Un largo suspiro vino después de ello. —Ya he hecho más que suficiente para arruinar todo.

Fruncí el ceño.

—¿Qué te hace pensar que voy a contarle?

Ella se levantó y caminó hacía la puerta.

—No lo sé.

Y así desapareció de la escena.

Observe la puerta, simple y sencillamente en un trance.

Todo esto me había dejado de una manera.. Exhausta. No sabía cómo explicarlo.

No tenía la motivación suficiente de incluso salir de la silla.

Me acurruque en mi lugar y trate de ganar algo de energía.

¿Por qué se siente tan difícil ahora?

Era como si.. Todas mis emociones se hubieran disipado en menos de un segundo. Esfumandose de mi vista.

Me sentía vacía.

(2360 palabras!!)

¡¡Regalo de año nuevo!!

Um... Puede que haya desaparecido por un tiempo. No lo sé 😃

JAJAJSJAND mentira, lo siento mucho por hacerlos esperar; mi estabilidad emocional y salud mental estaban bajo tierra y tenía que recuperarme para escribir apropiadamente.

Jeje.. No esperen la próxima semana otro capítulo, estoy con the writer's curse.........

BUENO espero que pasen un feliz año nuevo y que hayan disfrutado este capitulo!!!

BYEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE