Capítulo 5
-Creí que no vendrías- Reconocería esa voz en cualquier parte. -Aunque seas algo molesta, Extraño tu compañía ¿sabes?
-Peter... ¿Por qué cuando me desmayé no te vi? - Peter quedó algo atónito por la pregunta, pero lo disimulo rápido con una sonrisa algo burlona. Creo que me quiere ocultar algo.
-¿Te desmayaste? Bueno.... Supongo que no siempre podrás verme.
- ¿No te diste cuenta?
-No. Creo que me quede dormido.
- ¿Cuándo estoy despierta tu estas durmiendo?
-Claro. ¿Llevamos más de un año conociéndonos y aun no sabias que también ocupo descansar?
-Tu nunca me lo dijiste.
-Tu nunca me preguntaste. - Aun parece que trata de ocultarme algo. Antes de desmayarme recuerdo haber visto una luz verde de la cual los otros también comentaron. Creo que el tiene algo que ver con eso- Y dime preciosa. ¿Por qué te demoraste tanto en venir? - Peter me acorralo contra un árbol, parecía que trataba de demostrar su "dominancia varonil", a lo cual yo le voltee el juego acorralando a él contra el árbol.
-Me temo que estas muy distraído. -Di una pequeña risa burlona con los ojos entrecerrados, al abrirlos me percate de que Peter me estaba observando fijamente. Su mirada era algo seria, pero sin ser agresiva. Me aparté de él con lentitud a lo cual el copio la misma acción. -B-bueno. Quería hablarte de algo.
- ¿Qué pasa?, ¿Aún no has llegado al pueblo?
-No es eso. De hecho, todo el día de hoy estuve investigando en el... Solo que... Leí un libro de cuentos de hadas...
-...Y.?
- Y.... Cuando los llamaste héroes. ¿Te referías a que en verdad son los héroes de los cuentos de hadas? - Peter me dio una sonrisa burlona como respuesta.
-Tienes alguna prueba que respalde esa teoría?
-N-no, pero tengo el presentimiento de que se trata de los mismos personajes de los cuentos de hadas...así como tu...- Peter borró su sonrisa burlona para cambiar a una expresión más seria. No le gustaba que lo comparara con el Peter Pan de las películas y los libros.
-Mira preciosa. Si la próxima vez que duermas ya tienes una evidencia de que en verdad lo son. - Peter comenzó a caminar hacia mí para después tomar suavemente mi mentón moviéndolo a la dirección de su rostro. -Quiere decir que estamos en el lugar correcto. – Comenzó a acercarse lentamente hacia mi oído. Podía sentir el calor de su respiración en mi cuello hasta mi oído. – Ya casi es hora de que despiertes preciosa- Dijo esto con la misma voz seductora con la que me había estado hablando. Comenzó a alejarse lentamente de mi sin antes depositar un beso en mi frente.
-Amelia ¿Estás despierta? - Regina se encontraba afuera de mi habitación mientras tocaba mi puerta.
- ¿Q-que? - Estaba adormilada todavía. Aún tenía muy fresca la memoria de todo lo que Peter hizo... detesto cuando juega así conmigo.
-Perdón por despertarte. Ya me tengo que ir a la alcaldía y no quería dejarte aquí sola y mucho menos cuando no conoces el pueblo.
-A-ahora salgo, solo me arreglare un poco.
-Está bien, te esperaré abajo. - La escuche alejarse de mi puerta.
Me puse mis zapatos, mi chamarra y me acomodé un poco el cabello antes de salir de la habitación. Me dispuse a bajar las escaleras para encontrarme a Regina la cual se encontraba en los pies de esta. Salimos de su casa de camino hacia su auto para que a si me pudiera dejar en el café.
-Amelia. En unas horas más vendré a verte, los alguaciles ya fueron a buscar tus cosas. Cuando regresen vendremos a dejarte tu cosa.
-Está bien Regina. Muchas gracias.
Regina me dejó en la entrada de la cafetería. Me baje de su auto y Regina me detuvo para decirme algo.
-Puedes pedir tu desayuno en la cafetería junto con tu bebida. No tendrás que pagar por nada, pero tampoco abuses de la cantidad de comida.
-Está bien Regina. Muchísimas gracias.
-Está bien linda. Diviértete.
Regina se fue y me dispuse a entrar a la cafetería. Adentro me encontré con Henry y decidí sentarme con él.
-Hola Amelia.
-Buenos días Henry.
Pedimos algo de comer y luego decidimos ir a la biblioteca. Le dije como excusa que ocupaba ver algunos libros para no atrasarme en mis estudios. Si tengo que conseguir información sobre el pueblo no hay nada mejor que en su propia biblioteca. cuando llegamos nos encontramos con el letrero de cerrado junto con una nota diciendo que podíamos encontrar a la bibliotecaria en una tienda de empeños en el pueblo. Henry nos llevó hacia aquella pequeña y algo tétrica casa de empeños en donde se encontraba la bibliotecaria.
-Buenas tardes chicos ¿Se les ofrece algo?
-Disculpe la pregunta, pero ¿Usted es la señora Gold? Es que, en el letrero de la tienda dice "Mr. Gold Pawnbroker & Antiquities Dealer" y creí que nos encontraríamos con el Señor Gold.
-No te preocupes señorita, yo soy la Señora Gold, el Señor Gold... ya no se encuentra con nosotros. -Dijo esto último con algo de melancolía e incomodidad, enseguida me había lamentado de hacer esa pregunta tan estúpida.
-Lo-lo lamento mucho, no quería incomodarla Señora...
-No te preocupes linda. No lo hiciste con una mala intención, y por favor. Llámame Bella.
Después de eso solo asentí con la cabeza y comencé a ver los distintos objetos de la tienda mientras Henry hablaba con ella. Todo parecía como si proviniera de otra época, algunas de las cosas que tenían eran tan antiguas que ni siquiera sabía que eran.
-Amelia. Dice Bella que ahora viene con nosotros. - Después de unos minutos salió Bella de una puerta que estaba detrás del mostrador.
-Antes de ir a la biblioteca, tengo que ir al bosque con unas flores para un jarrón que tengo en la biblioteca. Tenía planeado ir por ellas mañana, pero aprovechando la situación me gustaría ir de una vez. ¿Quieren venir conmigo?
-Claro Bella, por mí no hay problema. ¿Qué dices Amelia?
-Vamos. Por mí tampoco hay problema.
Salimos los tres de la tienda para dirigirnos al bosque. Caminamos por unos minutos hasta que encontramos un arbusto con rosas blancas. Ayudamos a Bella a recolectar algunas de las rosas hasta que ella me pidió que fuera por unos claveles que estaban no muy lejos de nosotros. Mientras tomaba algunas de las flores comencé a escuchar unos ruidos extraños cerca de nosotros, me fui acercando con miedo hasta que vi como un simio con alas se estaba peleando con otro animal que parecía ser de su misma especie. Al reconocer que ellos eran idénticos a la criatura que me atacó en el camino me comencé a alarmar con mayor intensidad. Cuando las criaturas aladas notaron mi presencia, comencé a correr hacia la dirección en donde se encontraban Bella y Henry.
-Amelia ¿Que paso? ¿Estás bien?
-Vi-vienen u-unas cosas con-con alas!!
Por el miedo comencé a tartamudear, al principio no me entendieron bien lo que quería decir hasta vieron a estas criaturas detrás de mí. Bella Nos gritó que corriéramos mientras que ella hacía una llamada. Nos encontrábamos en ese momento corriendo por nuestra vida hasta que lamentablemente Henry se tropezó con una piedra. Bella y yo lo ayudamos a levantarse mientras lo llevamos a un pozo que estaba cerca de nosotros para que él se apoya en él.
-Tranquilos chicos, la ayuda ya viene en camino.
-Gracias Bella. Parece que ya los perdimos. ¿Como estas Henry? -Pregunte algo agitada y cansada a la vez que preocupada.
-Bien solo.... Me duele el pie.
-Henry. No nos mientas, si te duele mucho nos puedes decir.
Henry se quedó callado mientras veía hacia abajo. Tome la decisión de revisarle el pie ya que no nos quería decir nada. Le bajé un poco su calcetín para poder examinarlo mejor hasta que vi que estaba algo hinchado y morado, era muy alta la posibilidad de que se halla desguinzado. Arranque un gran pedazo de tela de mi blusa para que funcionara como una venda improvisada para Henry.
- ¿Sabes cómo tratar un esguince?
-No muy bien, pero fui a un pequeño curso de paramédicos y se una que otra cosa.
Después de terminar de vendarle el pie, escuchamos como el grito de aquellas criaturas se acercaba cada vez más rápido hacia nosotros. Los tres nos volvimos a asustar, por la reciente herida de Henry no nos podíamos mover muy rápido y esas criaturas estaban muy cerca de nosotros. Comencé a sentirme algo mareada como el día de ayer. Estaba comenzando a ver una luz verde y antes de que me pudiera sentir peor para por fin desmayarme, vi como Emma junto con David llegaron a nuestro rescate.
- ¿Todos se encuentran bien? -Preguntó David algo alarmado mientras que Emma estaba apuntando a esas criaturas voladoras con su arma.
-Gracias al cielo que están aquí. -Dijo Bella algo aliviada por su presencia.
-Salón del bosque lo más rápido que puedan.
-Pero Henry puede caminar rápido. Se lesionó.
-Espérenos en el auto. Está justo derecho si se van hacia la izquierda. -Emma nos gritó esto último sin perder la mirada de sus objetivos.
Bella tomó a Henry de un brazo apoyándolo en su hombro, cuando me sentí completamente mejo, comencé a hacer lo mismo para salir rápido de aquí hasta el auto. No teníamos mucho caminando cuando me di cuenta de que mi pulsera ya no la tenía puesta, se me habrá caído cuando llevamos a Henry al pozo. Les pedí a Henry y al Bella que se adelantaran un poco mientras iba por mi pulsera. Me fui corriendo lo más rápido que pude hasta que logré ver mi pulsera mientras se escuchaba un horrible caos de fondo. Después de tomar mi pulsera me dio un poco de curiosidad saber cómo estaban Emma y David. Me escondí detrás de un arbusto para presenciar un poco la pelea cuando vi algo que me dejó completamente perpleja. Las armas de ellos estaban en el suelo, David estaba usando una espada y Emma estaba lanzando como algún tipo de rayo de luz hacia las creaturas. Ahora todo estaba más claro para mí, En verdad eran los personajes de los cuentos de hadas y eso me dejaba en claro que la magia existía. Logré reaccionar antes de que me vieran y comencé a correr hacia donde estaban Henry y Bella. Al llegar con ellos tome el brazo de Henry una vez más y nos dirigimos hacia el auto de Emma en donde metimos rápidamente a Henry mientras bella y yo no quedamos afuera a tomar algo de aire.
- ¿Estas bien linda? ¿Lograste encontrar tu pulsera?
-Si, es solo... Me impresionó ver esas criaturas.
-Ay! linda. Perdón por hacerlos que me acompañaran. Los arriesgo mucho y ya no pudimos ir por los libros que ocupabas.
-No te preocupes Bella. No fue tu intención y nunca llegamos a sospechar que estas cosas aparecieran.
-Está bien linda.
Después de unos minutos, llegaron Emma y David algo agitados. Nos subimos todos al auto y Emma nos llevó al hospital del pueblo para que pudieran atender a Henry. En el camino hacia el hospital, David hizo una llamada a la que parecía ser Regina para que fuera al hospital. Al llegar, David cargo a Henry y junto con nosotras detrás de ellos entramos al hospital. Después de que atendieran a Henry, Regina llegó y se fue a hablar con Bella y con David mientras Emma se encontraba con Henry, dejándome prácticamente sola. Mientras los esperaba comencé a mirar mi pulsera mientras pensaba en aquel desmayo y como casi lo hacía otra vez, en las dos ocasiones vi una luz verde, solo que ahora creo que esa luz comenzó a salir de mis manos. Esta vez estaba más consciente que ayer. ¿Qué está pasando conmigo? ¿Con todo esto? ¿Por qué Peter me eligió? Comencé a divagar en mi mente hasta que vi llegar a Regina, David y Bella.
- ¿Cómo está Henry? -Me preguntó Regina con un rostro de angustia. Supongo que se preocupa por la familia de los empleados.
-No ha llegado nadie a hablar conmigo, pero parece que se ve bien.
- ¿Y tú como estas? Bella me contó que casi te desmayas otra vez. ¿Ya te reviso un doctor?
-Estoy bien, gracias Regina.
Al terminar de hablar Emma se acercó con nosotras para hablar más que nada con Regina, dejándome una vez más, sola.
-Te ves triste. ¿Estás bien? - Henry se acercó a mí con unas muletas y unas vendas en su pie.
-Y tú te ves....
-Mal ¿cierto? -Reí un poco por su comentario.
-Yo diría que te ves algo indispuesto-Ambos nos reímos un poco hasta que Henry se sentó en una de las sillas que estaban aun lado de mí. - ¿Como te sientes? ¿Qué te dijo el doctor?
-Me dijeron que solo me lo doble un poco y por la fuerza con la que fue se inflamo, también me dijeron que gracias al vendeja que hiciste en el bosque, fue más fácil tratar mi pie. Gracias por eso.
-No hay de qué amiguito. ¿No te dijeron en cuanto tiempo te recuperas?
-Me dijeron que en unos días, y con ayuda de algunos medicamentos estaría como nuevo.
-Me alegro mucho por ti Henry. -Me acerque hacia él para darle un abrazo el cual duró no más de un minuto.
-Henry, ya nos tenemos que ir. Ya está anocheciendo y será mejor que nos vayamos.
-Amelia, nosotras también ya nos vamos.
-Adiós Henry. Hasta mañana.
-Que descanses Amelia.
Regina y yo salimos del hospital y nos subimos a su auto. Cuando comenzó a conducir me dijo que ella estaba muy cansada y que llegaría a dormir y que había una pizza en la mesa por si tenía hambre. En cuanto llegamos, dicho y hecho, Regina se fue a encerrar a su cuarto sin antes decirme que había una sorpresa esperándome en mi habitación. Después de que ella se fuera, tome dos rebanadas de pizza y las subí a mi cuarto. En cuanto abrí la puerta me encontré con la sorpresa de ver mis maletas encima de mi cama, me lancé hacia la cama para tratar de encontrar mi dinero, mi identificación, mi ropa, mi teléfono.... ¡MI TELÉFONO! Casa en el instante en el que lo encontré trate de encenderlo, pero este no tenía batería así que lo deje cargando para revisarlo en la mañana. Al ver toda mi ropa decidí ducharme para relajarme un poco y poder dormir a gusto. En cuanto termine de secarme el cabello me adentre en las cobijas de mi cama para ya finalizar este día. Una vez más, al abrir mis ojos me encontraba en aquella isla de mis sueños, solo que ahora estaba en el bosque, sentada en un tronco frente a una fogata apagada. Pareciera que era de noche incluso en mi sueño. Vi como Peter se acercaba hacia la fogata y la encendía con lo que pareciera ser magia.
-Esta vez llegaste temprano. ¿Ya tienes mi información? -Me pregunto mientras se sentaba a mi lado.
-Ehh...
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Hola. Hoy les dejo un capitulo mucho mas largo de lo habitual por tardarme tanto en subir este capitulo. Les agradezco mucho las espera y tratare de comenzar a publicar capítulos más seguido. Sin mas que decir. Hasta luego
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