Capítulo 12

Henry me veía con una gran mirada de intriga mientras esperaba alguna palabra de mi parte. Sin duda alguna, lo dejé preocupado.

-Antes que nada, permíteme contarte una historia. -En cuento dije esto, pude ver como Henry se acomodaba en su silla para después ponerme atención. -Yo vengo de un internado para mujeres en Nueva York. Hace un año, en ese lugar, comencé a notar algo que no estaba antes. Un ser, un espíritu, una presencia que estaba conmigo, solo que no lo sentía como algo malo, había dejado de sentirme sola. Al poco tiempo después, comencé a tener una serié de sueños en donde me transportaba a este pueblo, y fue cuando vi a-Al casi pronunciar su nombre, provoco una extraña sensación que pasaba como una corriente eléctrica en mi espalda. Fue como una advertencia automática de que debía guardar la identidad de Peter, o al menos por algún tiempo más. -A mi amigo. Después de tener algunos días soñando con el pueblo, comencé a soñar con este chico en un lugar lleno de una gran y bella naturaleza. Fue cuando pude conocerlo mejor. Él me comento que alguna vez estuvo con vida, pero quería arreglar las cosas que provocó antes de que muriera, y fue cuando me mando hasta aquí para poder ayudarlo. Supongo que a eso se debe la razón por la cual pude entrar al pueblo. Al final de cuentas, es como si dos almas estuvieran en un solo cuerpo.

Henry se tomó unos momentos para analizar y procesar todo lo que acababa de contarle. Entendería perfectamente si comenzaba a verme nuevamente como la villana. Pero ahora solo mantenía la fugaz esperanza de que pudiera confiar en mí nuevamente.

-No lo sé Amelia, yo...

-Por favor Henry. Te prometí que te diría la verdad, y estoy disputa a contarte el resto si podemos resolver esto juntos. -Permaneció una vez más en silencio mientras yo esperaba alguna respuesta de su parte.

- ¿En qué te puedo ayudar? -Automáticamente, en mi rostro se dibujó una gran sonrisa al escuchar su respuesta. Henry estaba confiando en mí una vez más.

-Necesito que me ayudes a soñar con él nuevamente y aclarar mejor toda esta situación.

- ¿Dices que él tiene algo que ver con la magia?

-Él es precisamente la razón por la que no puedo recordar que alguna vez la hice. -Henry ahora me veía con algo de confusión. -Él es quien la ha estado haciendo.

- ¿A eso te referías con que alguien te usaba?

-Exactamente. Parece que gracias a que él está en mi cuerpo también tiene la capacidad de utilizarlo y aparentemente puede usar su magia.

- ¿Él puede usarte cada que quiera hacerlo?

-Aún no lo sé. Por ahora solo me he dado cuenta de estas dos ocasiones, pero la verdad no tengo idea de cuantas veces o ha hecho. -Realmente aún no entendía bien el cómo funcionaba su posesión en mi cuerpo.

- ¿Crees que la razón por la que no lo has podido ver, sea porque te está usando para hacer magia?

-Más bien creo que se deba a que una de las últimas veces que lo vi, tuvimos una discusión. Así que, es muy probable que aun este resentido conmigo.

- ¿Cómo podemos cambiar eso?

-Ese es otro problema. La última vez que lo vi, fue el día de la cueva. Después de desmayarme.

- ¿Crees que fue posible que lo pudiste ver gracias a que quedaste inconsciente?

-No creo que fuera por eso. Es la primera vez que lo veo después de desmayarme. Esto me suena más a un accidente a que fuera intencional.

- ¿Qué quieres decir?

-Cuando lo vi, todo el panorama se había vuelto algo lúgubre y con una densa niebla. El sitio había perdido su color y él estaba alterado, como si algo malo estuviera pasando.

- ¿Dices que todo estaba cambiado? -Me limite a hablar para solo asentir con la cabeza. - ¿No crees que eso tenga que ver con algo que allá pasado por fuera?

- ¿A qué te refieres?

-Es probable que tengan ese problema con algo por lo que estés pasando. Después de todo, están compartiendo prácticamente el mismo cuerpo, ¿No te has sentido extraña últimamente?

-Solo la cuestión de mi parásito.

- ¿No crees que ese mismo parásito esté afectando a tu otra parte?

- ¿Pero de ese modo? No lo sé. Él se veía temeroso a algo más grande que eso. -No podía entenderlo, ¿Cómo una enfermedad podía afectar toda la isla? Una vez más, nada de esto tenía sentido. -Creo que será mejor si vemos otro punto, esto no nos llevará a nada.

-Está bien. ¿Cuál crees que sea la razón por la que ha estado usando magia?

-No lo sé, podría ser por alguna razón personal.

- ¿No has notado algún patrón o algo que crees que lo pueda provocar?

Comencé a imaginar un sinfín de razones por las cuales allá podido salir y dejarme entrar por accidente, hasta que comencé a ver similitudes.

Cundo llegué al pueblo, me estaba persiguiendo una de las creaturas que nos atacó a Henry, Bella y a mí, y justo antes de que pudiera entrar a la cafetería me desmaye. En la ocasión de la cueva, se comenzó a derrumbar el techo y antes de que callera el trozo más grande, me volví a desvanecer. Fue entonces cuando lo entendí.

-Él salía para salvarme.

- ¿Para salvarte?

-En las dos ocasiones salió porque necesitaba su ayuda. Él quiere mantenerme con vida.

- ¿Tú crees que lo haga para mantenerlos a los dos con vida?

-Algo parecido supongo.

- ¿Y crees que haciéndote daño hará que él salga y luego te deje verlo?

-Eso espero. Es posible que si hacemos algo de manera abrupta, salga de emergencia y me deje verlo otra vez.

-Perfecto. Ahora ocupamos un plan. ¿Cómo lo haremos?

Comencé a idear una forma para hacerme daño sin llamar la atención en el hospital. Tenía que ser algo discreto como para que pudiera ingresar sin ser detectado. Algo inocente, pero que haga daño.

- ¿Crees que puedas traer algo pequeño para dañarme?

-Tendría que revisar. Solo que tendríamos que aplazarlo para mañana.

-Creo que podemos esperar

-Aún no nos tenemos que precipitar tanto. ¿Cómo sabremos que funcionara? ¿Qué pasaría si solo sale para salvarte y no te deja entrar?

Tenía razón en ese punto. ¿Qué causo que me dejara entrar? Tenía que buscar diferencias de la primera vez en la cafetería con esta segunda en la mina. Con la cafetería fue para salvarme de una creatura, y con la mina fue para evitar que una gran roca me aplastara. En todo caso, en la primera vez gasto más energía al derrotar una criatura, así que el cansancio no es una razón. Probablemente sea por algo del panorama o algo parecido.

-Cuando dijiste que viste como hacia magia ¿Te vio o supo que estabas cerca?

-Supongo que sí. Estaba algo obscuro, y supongo que vio la luz de mi linterna.

-Entonces ¿Se podría decir que te vio?

-Eso creo.

Parece que reacciona con la presencia de los demás. Henry dijo que cuando me encontraron afuera de la cafetería, ya estaba desmayada, pero en la mina vio a Peter destruir el trozo del techo para después desvanecerse.

-Creo que la clave está en alarmarlo para salir y para irse.

-¿Cómo?

-Cuando te vio, tuvo que regresarse de emergencia y por eso se descuidó.-Dibuje una sonrisa en mi rostro. Por fin teníamos una manera más acertada para verlo.

-¿Entonces me tiene que ver para irse rápido y descuidarse?

-Creo que no. Si te ve y ve mi cuerpo dañado, es más probable que te lastime a que provoques que se vaya.

-¿Qué podemos hacer entonces?

Comenzó a imaginar como podíamos hacer que se fuera hasta que se me ocurrió una idea.

-Cuando me hablaste de las aventuras de tu familia, mencionaste un polvo que hacia que las personas se durmieran profundamente. ¿Crees que puedas conseguirlo?

-Tendría que investigar, pero no estoy muy seguro.

-Si no lo encuentras, ¿Me podrías mandar un mensaje? Para pensar en algo más.

-Claro, yo te avisó.

En cuestión de segundos, el mismo enfermero que me ha estado atendiendo, llego para decirle a Henry que la hora de las visitas había terminado. Después de despedirnos, el enfermero me entregó mis pastillas para dormir, lo cual dio efecto en un par de minutos.

Al día siguiente, desperté con las ansias de ver a Henry y ejecutar el plan. El resto del día transcurrió como de costumbre: después de desayunar, me entregaron mi primer medicamento del día junto con un vaso con agua, seguido de eso, un par de horas viendo la televisión y un rato con mi teléfono para después entregarme mi comida junto con la segunda pastilla del día para después dar apertura a la hora de las visitas.

No tardo mucho para que el enfermero llegara anunciando la llegada de una visita, dejando entrar a Henry detrás de él. Al momento de verlo se dibujó una pequeña sonrisa en mi rostro, por lo cual él reaccionó de igual manera imitando mi acción hasta que se fue el enfermero.

-Dime, ¿Lo conseguiste?-Pregunte mientras me llevaba un trozo de gelatina a mi boca.

-Si, también traje esto-De un bolsillo de su gabardina, saco un pequeño sacó de tela junto con una pequeña navaja la cual a simple vista parecía inofensiva.

-¿Cómo los conseguiste?

-El polvo viene de la tienda que era de mi abuelo y la navaja es de mi madre, pero estoy seguro de que me regañara en cuanto sepa que ya no la tiene.

-Bueno, tenemos que darnos prisa en todo caso.

Me apresuré a terminar mi gelatina mientras Henry le ponía el seguro a la puerta y cerraba las cortinas. Al terminar, aleje mi plato y la mesita, para darle espacio a Henry.

-Tengo un mal presentimiento de esto.

-No te preocupes Henry. Si algo sale mal, le podemos avisar a un doctor que me lastime por accidente. Después de todo, estamos en un hospital.

-Tienes razón.

-Recuerda que te tienes que esconder debajo de la camilla después de hacerlo, si no él te lastimara y no tendrás tiempo de noquearlo.

-Si-Henry se dispuso a sacar la navaja y un pequeño saco de su bolsillo mientras abría la navaja.-¿Estas lista?

-Eso creo-Comencé a mentalizarme sobre el dolor que estaba a punto de experimentar para tratar de no gritar al momento de sentir como la navaja me atravesara el estómago. Sin duda alguna, esta sería una experiencia bastante dolorosa.-Hazlo cuando qui...-Antes de que pudiera terminar mi frase, Henry me apuñalo en el estómago. Como pude, me cubrí la boca para evitar hacer un gran escándalo y así alertar a los doctores. El dolor reaccionó como una quemadura punzante, para después continuar con un dolor intenso e insoportable.-Escondete...-Masculle. Después de decir esto, Henry se escondió abajo de la camilla, dejándome aparentemente sola.

Comencé a hacer presión en la herida para detener un poco el sangrado, hasta que comenzó mi mareo para después desmayarme.

-Peter-

Me encontraba descansando cuando repentinamente sentí como un gran dolor se hacía presente. Algo estaba completamente mal y tenía que salir a arreglarlo.

Al tomar posición del cuerpo de Amelia, aquel dolor se intensificaba en el estómago. Agache mi cabeza para ver lo que me causaba tanto dolor, hasta que pude ver una navaja clavada atravesando el estómago de Amelia. 

Como pude, retire la navaja y cure la herida. Respire con alivio después de curarlo, cuando de pronto alguien que conocía salió de abajo de la cama.

-¿Henry?-Al decir su nombre, cambio su mirada nerviosa a una de terror, y en cuestión de segundos me lanzó a la cara algún tipo de polvo que provocó que me desmayara.

Al despertar, me encontraba nuevamente en mi amada isla, la cual permanecía con una atmósfera gris y con una densa niebla.

-¿Peter?

-Amelia-

Mencione su nombre al encontrarlo una vez más de espaldas. Tardo un poco para voltear a verme y en cuento lo hizo, solo pude centrar mi mirada hacia sus penetrantes ojos verdes, habia olvidado lo mucho que me gustaba verlos.

-¿Qué haces aquí?

-Vine a hablar contigo.

-La última vez, te pedí que te fueras, y ahora te pido lo mismo. No ha cambiado nada.-Peter comenzó a alejarse de mí adentrándose aún más al bosque.

-Espera.-Comencé a caminar tratando de igualar su paso.-Trato de saber que es lo que está pasando aquí.

-¿A si? ¿Y qué quisiera saber la señorita? ¿Acaso algo ya no es perfecto para ella?

-Eso es justamente lo que quiero averiguar. ¿Por qué me evitas tanto? ¿Porque paresias asustado la ultimas ves que nos vimos?-Comenzó a acelerar su paso a lo cual tuve que imitar su acción.

-Eso no te importa ahora. Te dije que esperaras

-¿Por qué eres así? Antes éramos un equipo, habíamos quedado en que íbamos a confiar entre nosotros. ¿Tú ya no confías en mí?-Al escuchar esto último, detuvo su apresurada caminata manteniéndose aun de espaldas.-Trato de recuperar a una gran persona que a pesar de su carácter y temperamento, ha estado para mí cuando lo necesite, me ha apoyado, me ha escuchado y me ha compadecido. Te lo ruego, dime que es lo que paso. ¿Qué hice mal contigo? ¿Cómo arruine lo nuestro? ¿Por qué no me hablas?-Al mencionar esto último, algunas lágrimas comenzaron a caer sobre mi rostro- ¿Ya no valgo la pena para ti?-Me quede un momento en silencio esperando la respuesta de Peter, pero al regalarme una vez más su silencio, comenzaron a caer a un más lágrimas de mis ojos.-No quería perderte a ti también.-Me giré para comenzar a caminar de regreso al punto en donde nos encontramos, cuando de repente, sentí la calidez de unos brazos rodeando mi pecho.-Peter... yo...

-Nunca me alejaré de ti-En cuanto dijo esto, pude sentir como recargaba su cabeza sobre mi hombro, haciendo aún más fuerte su agarre hacia mí. Comencé a soltar más lígrimas mientras ponía mis brazos sobre los suyos. 

Por fin sentía que lo había recuperado. Como si me estuvieran regresando algo que me habían quitado. Añore por mucho tiempo la calidez que desprendía, gracias a eso, pude sentirme como en casa.

Peter comenzó a soltarme para después darme la vuelta, quedando de frente nuevamente. Con un brazo me tomo de la cintura mientras con el otro tomo mi mentón. Reaccione poniendo mi mano sobre su mejilla acariciándola con lentitud y cariño. Comenzamos a acercarnos poco a poco hasta quedar unos pocos centímetros de distancia entre nuestros labios.

-Peter-

Habia esperado tanto el momento en el que pudiera escuchar su voz, tocarla su suave piel y sentir su tan agradable calidez al abrazarla. En todo este tiempo en el que he tenido que evitarla, en mi mente solo tenía la esperanza de poder verla una vez más.

Solo podia pensar en la idea de contarle toda la verdad, de porque la he estado evitando. No la odio ni estoy enojado con ella. Es para seguir con este estúpido plan y evitar que la lastimen. Pero ahora solo quiero apreciar este breve momento que tengo con ella.

No pude evitar abrazarla en cuanto la escuché llorar.  Todo esto era culpa mía, pero de cierto modo, solo pensaba en hacerle saber que jamás me iría de su lado.

Después de abrazarla y verla directamente a sus ojos, no pude evitar dejarme llevar por el momento. Solo estábamos a unos pocos centímetros de nuestros labios, y cuando estaba dispuesto a romper esta tensión entre nosotros, algo se hizo presente en la atmósfera. Fue cuando baje de las nubes y recordé el peligro que nos asechaba. Mi sombra venía en camino y si nos veía de este modo, todo podía empeorar. Tengo que esconder a Amelia.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top