Científicos de todas partes del mundo trabajaban sin descanso para dar los últimos detalles a un proyecto que cambiaría la vida de muchas personas, ya fuera para bien o para mal. El resultado no era relevante, al menos para ellos

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Hoy era un buen día en Madrid, soleado a pesar de que recién había terminado el verano y era inusual este tiempo por eso muchos eran los que aprovechaban para disfrutar de los últimos días así porque pronto llegaría el frío.

Ronin iba junto con su amiga Lea camino a la Universidad, ambas tenían 17 años cumplidos una a mediados de verano y la otra a inicios, aunque las dos iban juntas a la misma Universidad, estudiaban carreras distintas, Lea hacía diseño de moda y Ronin historia del arte. Nada más llegar cada una se fue a sus clases.

Durante el descanso Lea se iba con sus compañeras de clase a comer y a veces trabajar en sus proyectos para sus clases y Ronin se la pasaba leyendo mientras comía escuchando músicas, a pesar de ser muy buenas amigas, en la Universidad no se cruzaban ni en el tiempo de descanso, sin embargo sus personalidades tan distintas era lo que las convertía en inseparable ya que fuera eran inseparables, se complementaban la una a la otra, casi parecían hermanas más que amigas.

Nada más terminar las clases cada una se fue por su lado porque ese día no se verían debido a una reunión familiar que Lea tenía en la casa de sus tíos y Ronin regresó directa a casa, su padre estaba preparando la comida, lo cual era raro porque todos los días comía en el trabajo y hasta la noche no llegaba.

-Hola cariño-dijo su padre

-Hola papá. ¿Qué haces aquí?-preguntó Ronin

-Me dieron el día libre, hubo problemas en las instalaciones y para arreglarlas nos dieron descanso a todos-contestó su padre

-Eso está genial, así tendremos una comida padre e hija-expuso Ronin

-Si y que tal la Universidad-dijo su padre

-Bien, por una vez no tenemos trabajos-dijo Ronin

-Imagino saldrás con Lea-preguntó su padre

-Hoy no, tiene una reunión familiar-

-De acuerdo, quizás podamos hacer algo juntos-dijo su padre

-Eso suena bien papá pero estoy algo cansada, iré a mi habitación a leer un poco tumbada en la cama, otro día mejor-argumentó Ronin

-Como quieras cariño-dijo su padre

Después de una comida en la que ambos se contaron como les había ido el día, Ronin se fue a su habitación, cogió su libro favorito y se metió dentro de la cama, luego se puso sus casos, con música se concentraba mejor en la lectura

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En un lugar desconocido, en las instalaciones de un laboratorio secreto todas las pruebas se realizaban con base a lo previsto al inicio del proyecto, donde miles de fichas eran repasadas por el personal autorizado, en especial las de tres posibles candidatos, los cuales reunían las cualidades indicadas para su proyecto pero de ellos había dos de ellos que sobresalían por razones que ninguno era capaz de entender, al menos en ese momento.

-Hemos de estar seguros del resultado antes de iniciar la prueba final-dijo un científico ruso

-Somos conscientes de ello-replicó con molestia uno de los responsables del proyecto

-Iniciamos las simulaciones-dijo un científico alemán

-Desde luego-dijo uno de los responsables del proyecto 

-Cuando tengamos los resultados podremos descartar a más de los chicos-dijo un científico inglés

-Esperaremos antes de eligir a los más aptos-argumentó el primero de los responsables del proyecto

Días después de la reunión con los dos responsables del proyecto XPDO-218, los científicos del equipo ruso ya tenían los resultados y habían llegado a la misma conclusión, solo dos de los sujetos reunían las cualidades para el éxito.

-Hemos terminado con las simulaciones-dijo uno de los científicos rusos

-Y fue como lo esperábamos-preguntó el primero de los responsables del proyecto

-Si, tal cuál-expuso otro de los científicos rusos

-Bien pues cuántos candidatos tenemos-dijo el segundo de los responsables del proyecto

-Dos-dijo el último de los científicos rusos

-¿Cómo puede ser? Teníamos a miles de candidatos-soltó el primero de los responsables del proyecto

-No sabemos-murmuró el tercero de los científicos rusos

-Existen riesgos-expuso el primero de los científicos rusos

-Si lo sabemos pero inicie la prueba final-dijo el segundo de los responsables del proyecto

-Que pasa si...-preguntó el tercero de los científicos rusos

-Nada, traiga nos las fichas de los sujetos-dijo el primero de los responsables del proyecto

El equipo de científicos rusos compuesto por tres hombres reunieron los expedientes y como habían pedido se los entregaron a sus jefes, habían estado desde bastante tiempo investigando sobre todos y cada uno de los candidatos en especial, los dos que sobresalían por encima de los registros.

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Como hacía cada día, Zac iba a la playa a surfear antes de ir a trabajar, era una de las ventajas de vivir en Los Ángeles, tenía 19 años y pronto cumpliría los 20, hacía dos años que había terminado el instituto, ahora trabajaba como ayudante de entrenador de baloncesto, eso era lo que le gustaba.

-Buen día de surf-dijo Zac agarrando a sus amigos Leon y Mikel en señal de camaradería

-Excelente diría yo-repuso Mikel

-Desde luego hermanos-contestó Leon

-Hora de trabajar-

Luego de dejar su tabla en la vaca del coche, se puso la ropa y fue a despedirse de sus amigos pero entonces Zac cayo al suelo inconsciente.

Se despertó unas horas después en una camilla, miró a su alrededor y vio a una mujer vestida de paramédico, tenía que estar en una ambulancia.

-Tranquilo joven, relájese-dijo la mujer

-¿Qué me ha pasado? No siento las piernas-preguntó Zac preocupado

-Te han disparado pero te pondrás bien-contestó la mujer

Le inyectaron el contenido de una jeringuilla y Zac volvió a perder el conocimiento. Mientras reaccionaba pudo alcanzar a escuchar: - Sujeto 1: Encontrado y estabilizado -, luego todo se volvió negro.

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Después de varias horas leyendo Ronin salió de casa para dar un paseo pero cuando iba a regresar a casa un hombre trató de robarla y acabó herida en el estómago, inmediatamente se desplomó en el suelo sangrando.

Algunos de los que habían presenciado el incidente llamaron a una ambulancia y enseguida llegó, metieron a Ronin dentro y se la llevaron.

- Sujeto 2: Posible fallo y herida -

Los tres científicos del equipo búlgaro trasladaron a ambos sujetos en estado inconsciente a la sala de interpolación subversiva e iniciaron el proyecto XPDO-218

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Zac caminaba por la calle, miraba todo pero no lograba saber dónde se encontraba y que había pasado, lo último que recordaba era estar en una ambulancia herido de un disparo, como había llegado a dónde quiera que estuviera.

Zac iba vestido con ropa negra y tenía un piercing en la parte superior de la oreja derecha, algo raro porque él no tenía ninguno, como podía ser que ahora si, ¿cuanto tiempo había pasado desde lo último que recordaba?.

Camino varios minutos por las desiertas calles sin saber a donde ir hasta encontrarse con una chica tirada en el suelo, en medio de la calle, vestía ropa gris y debía estar inconsciente porque no reaccionó cuando Zac la llamó.

Aunque estaba herida, Zac se acerco a ella y comprobó que tuviera pulso, al ver que seguía viva la cogió en brazos, debía ayudarla, aunque no supiera en donde se encontraba, sería muchas cosas, un poco cínico a veces, arrogante y algo narcisista pero jamás dejaría a alguien tirado cuando lo necesitaba.

-Te pondrás bien, tranquila-dijo Zac

-¿Dónde estamos?-preguntó la chica