Capítulo 5: Perdidos.
Unos tres días después me vi obligada a dejar el santuario junto a una pequeña comisión de personas, nos dirigiamos a una pequeña comunidad a varias horas de viaje, por muy injusto que pareciese el que les quitaramos la mitad de sus suministros era nuestro deber, ellos o nosotros.
En este mundo se deben tomar ciertas decisiones, ninguna de las dos opciones son buenas. Por lo tanto, ser bueno, en este mundo, no es una opción.
Fuimos en los autos, algunos en motos, a mitad del camino el cielo se nubló tanto que parecían las seis de la tarde, una goma de uno de los autos delateros explotó, todos nos detuvimos, el aguacero no tardó mucho en caer y por esta razón más difícil fue cambiar la llanta. El cielo rugió, y allá , en la linde del bosque se asomaba la orda más gigante de muertos que jamás había visto. Los autos no nos ayudarían, estábamos perdidos.
- ¡Al otro lado del bosque! ¡rápido! - Grité.
Nos adentramos al bosque, estaba tan oscuro como si fuese de noche, los truenos, la lluvia, los muertos. Me caí más de una vez, eran muchos, nos perseguían, se podían escuchar gritos.
Ibamos a morir ese día, no había ningún pueblo cernano que nos diese refugio, los árboles eran muy altos pero con escasas ramas en las partes bajas, ellos se acercaban y después de tanto tiempo sentí miedo.
Pensé en Negan , quien seguro estaría refugiandose del frio en el santuario, pensé en que moriría feliz porque había sentido sus labios, porque no viví con miedo gracias él quien me salvó de una muerte inminente hace ya tanto tiempo, recordé sus manos recorrer mi piel y me maldije a mí misma, lo maldije a él, porque nunca me amaría como yo deseaba que lo hiciese, porque no abandonaría todo por mí y eso era lo que yo anhelaba.
Y justo cuando pensé que no me quedaban más fuerzas para seguir huyendo; frente a mí visualicé un árbol con las suficientes ramas como para ser escalado, haciendo uso de mis manos y pies subí lo más alto que pude. Cuando pensé que la situación no Podía empeorar más comenzó a granizar.
- Maldita sea...- murmuré.
El mundo parecía estar totalmente en mi contra el día de hoy, abracé mis piernas y cerré los ojos esperando que esta pesadilla terminaba. Mi cuerpo experimentó muchos calambres y escalofríos, el invierno había llegado de la peor manera.
Llovió durante todo el día, y cuando la tormenta se había calmado lo suficientemente era bastante tarde como para arriesgarme para ser mordida en la oscuridad de la noche.
Ignorando el hambre que hacía mella en mi miré el cielo, aún de noche se podían distinguir las grandes nuves grices, no había luna, no había estrellas y tampoco habían señales de la orda, sólo algunos muertos errantes que por separados no inflingian ninguna amenaza pero que juntos podrían acabar conmigo.
No dormí durante toda la noche, cada vez que cerraba nos ojos escuchaba ruidos que me espantaban y lograban hacerme abrir los ojos. Posiblemente era mi imaginación...o tal vez no.
Al amanecer bajando de las mojadas ramas revalé y caí fuertemente contra el suelo, a pesar de esto me pude levantar y caminar...pero ¿hacía donde? Era muy peligroso volver por donde vine. Miré a mi alrededor, caminé en la dirección contraria a la que llegué, saqué un cuchillo de mi bota para defenderme, mi suerte se acababa cuando la lluvia volvió, aunque no tan fuerte como el día anterior, escucho una voz, un llamado, me detengo y miró hacia arriba.
El chico que canta.
Se le ve fatigado y hambriento al igual que yo. Baja del árbol y consigo visualizarle mejor, no está herido, eso es bueno.
-Vámonos... - le digo.
Luego de unos minutos de caminata se atreve a hablar.
-Deberíamos aprovechar esto, deberíamos escapar. Sabes que la vida en el santuario no es la mejor, al menos para mi , tu no tienes nada que perder, pero yo, bueno. - Se rasca la nuca.
Tenía la oportunidad de irme, de buscar a mi familia, al menos de verlos aunque sea convertidos, la libertad estaba tan cerca, la tenía en mis manos, pero, ya no...no deseaba irme. No quería irme del lado de Negan, Es más, quería volver lo más rápido posible y verle, sentirle, besarle. ¿Había sido su afecto algún método de manipulación para que yo no intentara huir? Posiblemente, aunque yo no lo sintiera así. Quería volver a casa, quería volver con Negan.
- Tenemos que volver - Dije- No te preocupes por tu seguridad, yo velaré porque no te pase nada. - miré la manga de su sueter. - ¡Te han mordido!
- No, no, me he cortado con una rama. Estoy bien. - Aclaró rápidamente.
- Bueno, sabes, ya que que moriremos juntos de hambre antes de volver, deberías decirme tu nombre. - Comenté.
- Oh, lo siento - Se disculpó - Me llamo William.
Gracias por leer, si les está gustando por favor dejen sus estrellistas y comentarios.
También pueden dar ideas para futuros acontecimientos.
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