Capitulo 5: Reencuentro

Era un día tranquilo en el pueblo de Ginko, un pueblo principalmente de campesinos ubicado en la frontera del país de la hierba, el poblado en si no solía ser considerado en las rutas de los comerciantes o clientes que iban hacia Kusagakure pero el día de hoy en las inmediaciones del mismo un pequeño grupo de individuos aguardaba pacientemente su momento de entrar al mismo.

Ocultos entre los árboles del bosque circundante se hallaba un grupo de anbus procedentes de la aldea de la hoja, habían estado persiguiendo a su blanco desde hacia ya 3 días cuando se le había visto caminando en dirección de este pueblo, según con la información recopilada su blanco recién terminaba una misión de asesinato en contra de un comerciante que solía inflar demasiado sus precios, realmente este no era un motivo para asesinarle pero bueno ellos que iban a saber de la ética de un mercenario como el.

La tarde caía sobre la aldea y le vieron caminaba tranquilamente por las inmediaciones de la aldea en dirección de un bar de dudosa reputación que se encontraba a las afueras del mismo sin duda los hábitos de todos los mercenarios solían ser recurrentes entre ellos, el líder del grupo un hombre con mascara de perro sobre la que se apreciaba su cabello gris diviso al blanco y confirmo su aspecto.

Cabello rubio y ojos azules, vestía un pantalón shinobi color negreo y una camisa lisa en color café claro debajo de la cual se apreciaba un torso bien trabajado a la distancia su equipo parecía consistir en su estuche que cargaba al lado derecho de la cintura y esa katana colgando al lado izquierdo, esperaban el momento preciso para atacar después de todo habían escuchado historias sobre lo que pasaba cuando se le atacaba de frente.

El tipo entro al bar y el equipo decidió esperar después de todo no sabían que podrían encontrarse en ese sitio y una pelea innecesaria no era realmente lo que querían en este momento, la noche era tibia y en el cielo una luna llena se escondía detrás de las pequeñas nubes que trataban de cubrirla.

-(preferiría que fuese luna nueva eso ayudaría a nuestra misión ni hablar tendremos que esperara a ver cuando sale o hasta que se haga mas tarde para entrar por el, bueno al menos podré leer un poco mas)- pensó algo alegre el líder anbu mientras sacaba una conocida novela de portadas naranjas.

La noche seguía su curso debía ser casi la una de la mañana cuando la puerta del bar se abrió y el rubio salio del local con una enorme sonrisa en el rostro y arreglándose aun los pantalones –(esa chica si que sabia como consentir a un hombre)- pensó el sujeto ajeno a quienes le vigilaban o al menos eso parecía; las calles estaban vacías y el ojiazul caminaba rumbo a su actual residencia claro bien pudo quedarse en ese bar, no era que no le agradara la idea era solo que prefería irse a un sitio mas limpio a dormir.

Entre las sombras las figuras de los anbu se movían sigilosos en espera de la señal para atacar y aprender al ojiazul, quien caminaba despreocupado pero sin dejar de sonreír por dentro – (me pregunto cuando me van a atacar estos tipos a este paso yo voy a tener que dar el primer paso) – pensó malicioso mientras imágenes mentales de lo que podía hacer desfilaban por el arrancándole una sonrisa.

Se detuvo en medio de la calle de pronto, los anbu desconcertados esperaban algún movimiento mas nunca imaginaron eso – ya me harte de que me sigan ¡ahora mismo voy a matarlos a todos!- grito al viento mientras se movía en la dirección del anbu mas cercano.

De prisa todos acudieron tras ser descubiertos solo para hallarse frente a la escena de su compañero atravesado por el pecho por la katana de aquel mercenario, su mascara rota dejaba ver sus ojos abiertos de la impresión mientras su asesino sonreía, de un movimiento saco la espada y el cuerpo sangrante cayo al suelo

-uno menos me faltan 4 no es así anbu_san- dijo cruelmente mientras los anbu se lanzaban sobre el

Era una batalla feroz e increíblemente el tipo los estaba manejando como un montón de novatos usando solamente esa espada que parecía cortar todo lo que le lanzaran fuese arma o jutsu casi como si no fuesen nada para el.

En el pequeño callejón al otro lado de la pelea un anbu yacía inconciente en el suelo con una hemorragia abundante fluyendo por el corte en su costado derecho, a su lado un sonriente rubio miraba la hoja de su espada manchada de sangre, -montón de incompetentes, por eso nunca debes perseguirme o uno de mis genjutsus se encargara de ti me pregunto cuanto irán a aguantar antes de que sus mentes se pierdan y empiecen a atacarse entre si, bueno que mas da este jutsu me encanta jajajaja ya veo porque era algo prohibido aunque había esperado mas de su capitán no crees anbu_san – dirigió su mirada hacia el inconciente Ninja y levanto su espada; segundos después el callejón estaba cubierto de sangre tras la cabeza cercenada.

Con los demás anbu, el líder notaba algo raro por mas que atacaban a su oponente este simplemente no se cansaba es mas ahora parecía que era mas fuerte , de pronto todo pareció volverse borroso y tras parpadear noto que se hallaban todos quietos en la calle justo donde había estado el mercenario hace un minuto.

-¿que rayos acaba de pasar taichou?- pregunto un anbu con mascara de oso al líder que parecía algo confundido como todos

-debe haber sido ese genjutsu del que se nos advirtió- dijo al fin aclarando algo de esta confusión –diablos ese jutsu si que sirve, oigan ¿donde esta usagi (conejo)?- ; todos notaron la ausencia de su compañero y temiendo lo peor corrieron a su posición antes del ataque.

Frente a ellos estaba una escena bastante perturbadora, uno de los muros estaba bañado en sangre que aun escurría hacia el suelo mientras su compañero anbu yacía en el suelo con lo que parecía ser una herida en un costado.

-tori (pájaro) revísalo- ordeno el capitán a lo que el anbu especialista en medicina acudió de inmediato en ayuda de su compañero.

-esta bien taichou la herida en su costado parece haber sido cerrada con alguna clase de jutsu medico desconocido, por ahora solo esta inconciente- dijo dando el diagnostico mientras seguía revisando la ahora cicatriz en su costado

-sabia que usagi era duro pero mira que sobrevivir a esta perdida de sangre- ,- esta sangre no es de el uma (caballo), nadie sobrevivirá a una perdida semejante de sangre- dijo de nuevo el Ninja medico mientras su compañero seguía inconciente.

"tumb" (que efecto de sonido verdad)

Los anbu giraron esperando el ataque pero en vez de eso se toparon con un cuerpo en medio de la calle, un cuerpo sin cabeza tendido en el suelo, la sangre aun goteaba del cuello donde la cabeza había sido cortada – Yamanaka Shigo, Ninja renegado de la aldea de Konoha… muerto o debería decir asesinado jejejejejeje- dijo una voz proveniente de todos lados casi como un eco resonando en una cueva.

Esa risa al final había resultado algo escalofriante y los anbu estaban ahora espalda con espalda ante la aparición de este posible enemigo –ne… acaso están asustados anbu_san o será solo que están molestos porque me les adelante- dijo tranquilamente esa voz ahora proveniente de una azotea.

Loa anbu giraron de inmediato hacia el extraño topándose con el, la luz de la luna llena comenzaba a filtrarse por entre la nube que ahora se abría ante ella casi como si quisiera iluminarle; era un hombre de casi 1.70 m que usaba un pantalón negro con una línea morada con un patrón como de fuego a lo largo del exterior en cada pierna, con un cinturón ancho de hebilla lisa y sin símbolo alguno , con una camisa de manga corta igualmente negra solo que esta tenia una línea roja que iniciaba a medio pecho y subía hacia el cuello volviéndose mas ancha y dirigiéndose a los hombros, se apreciaba a través de la ropa que estaba en buena forma, en su costado izquierdo colgaba atada por una cadena a su cinturón una katana de por lo menos un metro de largo de mango negro adornado con líneas rojas que fluían de la base del mango de color dorado hasta la parte superior de forma hexagonal igualmente en color dorado, la funda parecía adornada con una figura alargada en color rojo de lo que podría ser un lobo o quizá un zorro.

Los ojos de los anbu lo escanearon con cuidado no viendo ningún otra arma visible ni siquiera el clásico porta kunai, su rostro permanecía oculto bajo una bufanda y un sombrero de paja algo viejo y roto, el viento soplaba tranquilamente sintiéndose extrañamente frío como si la sola presencia de este desconocido bajase la temperatura del ambiente, la bufanda del extraño se mecía en el viento hacia la derecha era larga de color rojo sangre dejando ver sus bordes igualmente morados, a los ojos de los presentes este sujeto era algo espeluznante eso era claro ya que el escalofrío en su espalda se negaba a desaparecer, los ojos del anbu de mascara de perro se abrieron como platos cuando vio esos fríos ojos azules de pupila rasgada reconociendolo al instante.

-(es el , después de tanto tiempo al fin lo volvemos a encontrar tenemos que atraparlo y llevarlo a Konoha)- pensó rápidamente pero se tenso en su lugar cuando la mano derecha del ahora reconocido "demonio" se levanto en el aire revelando la cabeza de su objetivo.

Sus ojos estaban abiertos de sorpresa un claro indicativo de que ni siquiera se había dado cuenta de cuando había sido asesinado, mas de uno de los ninjas podría haber jurado que este sujeto (bien si quien lee esto no se ha dado cuenta que es Naruto entonces tiene un problema) estaba sonriendo debajo de esa bufanda tan peculiar, - creo que esto es de ustedes aquí tienen atrápenla- y sin mas la arrojo al aire

Los anbu fijaron su atención en la cabeza que callo junto a ellos a poco mas de 3 metros salpicando un poco de sangre en el suelo, no debieron distraerse más de 5 segundos pero al volver a buscar al asesino se toparon con nada, -yo solo quiero esto- dijo tras ellos y se voltearon para verlo recogiendo la espada del ahora muerto Shigo junto con una pequeña bolsa que ataba tranquilamente a su cinturón, se volvió de nuevo a ellos, sin avisar se volvió un borrón cuando se precipito contra el grupo de la hoja.

Se detuvo de golpe justo frente a ellos y con una alegre vos simplemente ataco sus manos se movieron deprisa, casi no se veían y antes de que alguno de ellos pudiese responder dejo ir su técnica

- Ninpo: Kurai shin'en (arte Ninja: abismo oscuro)- y todo para los anbu se volvió negro.

Se sintieron caer al vació para después hallarse rodeados de nada mas que oscuridad era claro que se trataba de un genjutsu si ese era el caso entonces porque no eran capacees de deshacerlo, lo intentaban todo mas era inútil simplemente estaba atrapados y a su merced.

De vuelta al callejón los anbu permanecían inmóviles en su posición detrás de sus mascaras sus ojos abiertos mirando al vacío, Naruto camino tranquilamente hacia el líder y lo miro unos segundos antes de sumergirse en la oscuridad.

En medio de esta negrura el peliplateado trataba de comprender porque no podía ver através del genjutsu o deshacerlo y la verdad esto se estaba volviendo bastante frustrante, comprendía muy bien que lo que usaba ese Yamanaka era un genjutsu mezclado son la manipulación mental de su clan enviado directamente a su cerebro por ello era tan difícil de distinguir y de romper pero esto…esto era imposible.

-hola de nuevo anbu_san o debería decirte Hatake Kakashi- dijo la voz relajadamente viniendo de todas partes de nuevo era como estar en una cueva solo que esta vez en verdad se sentía en una.

-ni creas que me vas a sacar información prefiero morir que traicionar a mi aldea- dijo firmemente el peliplateado esperando el ataque

-quien dijo algo de eso eh… bueno esode la informacion no es lo que me importa en este momento y la verdad matarte tampoco es lo que quería hacer- dijo tranquilamente mientras se materializaba frente a Kakashi

-si no vas a tratar de sacarme información o matarme entonces ¿que quieres?- pregunto tras permanecer en silencio por tensos minutos

-se muy bien que quieren que vuelva a la aldea, para que no lo se, pero te diré esto siempre quise ser un Ninja eso y algunos asuntos pendientes me hacen tener que ir a mi hogar dile a tu Hokague que pronto iré de visita y que le mando mis saludos y mejores deseos, dile que van de parte de Naruto Ishura, y no te preocupes este genjutsu solo sirve para inmovilizar se disipara en unos minutos pero para entonces ya no estaré aquí nos vemos después Kakashi- y sin mas desapareció en la oscuridad.

Pasaron unos instantes para que el grupo de ninjas finalmente pudiera moverse, estaban algo desconcertados esta era la primera vez que algo así les pasaba pero el mas pensativo era el mencionado peliplateado –( que clase de genjutsu era ese ni siquiera mi sharingan pudo ver a través de el, creo que Kurenai mataría por saber algo así, ahora será cierto que va a volver y que son esos asuntos pendientes maldición tengo que contarle esto a sensei pronto)-pensó algo aturdido aun del cuerpo parecía como si hubiese dormido algunas horas en una mala posición.

-taichou… no veo rastro es mas parece como si nunca hubiera estado aquí- todos los anbu apenas lo creían se suponía que kuma (oso) era un granrastreador y no parecía percibir rastro alguno de ese sujeto – quizá uso el sunshin-, -también pensé eso pero no hay ni rastros de chakra mas bien creo que se fue a pie- los anbu cuchicheaban sobre como era eso posible ese sujeto los había hecho ver tan mal casi como simples novatos, al fin Kakashi decidió que estaban perdiendo tiempo

-bueno basta de estos será mejor que tomemos el cuerpo y partamos a la aldea el camino es largo y tenemos que aprovechar la noche para no llamar la atención de las patrullas de kusagakure- , - Hai Taichou- respondieron al unísono y tras sellar el cuerpo el grupo de anbu comenzó el camino de regreso a la aldea de la hoja.

De entre las sombras de callejón pareció materializarse un cuerpo no era otro mas que Naruto quien salía de las sombras como si hubiese fundido en ellas, estaba feliz parecía que al fin había dominado esta técnica de espionaje, sonrío y camino lentamente hacia el bar del que había salido el renegado hacia rato.

-(bueno al fin pude dominar esto gracias por ayudarme a desarrollar estas técnicas Kurayami_chan)- dijo el sonriente rubio en su mente a su segunda inquilina

-fue un placer ayudarle en su aprendizaje Naruto_sama- respondió alegre la peliblanca mujer levemente sonrojada por el agradecimiento de su portador

-(de nuevo con eso del sama que te he dicho de eso no me gusta que me llames así me hace sentir raro)- dijo de nuevo mientras seguía caminando en la noche

-de ninguna manera usted es mi Amo y merece ser tratado con respeto de mi parte- respondió ella solemnemente al argumento del ojiazul

-déjala ya Naruto_kun no creo que vallas a lograr hacerla cambiar de opinión, no amenos que estés dispuesto a "castigarla" – dijo la zorra uniéndose finalmente a la platica diciendo lo ultimo con cierta lujuria en su voz mientras mandaba un par de imágenes mentales de su carcelero y la peliblanca mujer en ciertas situaciones "edificantes" como ella decía.

-(demonios Kyu_chan deja de mandarme esas imágenes)- reclamo el rubio solo para recibir de nuevo las mismas imágenes solo que esta vez en vez de la peliblanca se trataba de cierta pelirroja demonio –( ¡Kyu_chan!)- grito en su cabeza para recibir solo risas de parte de la pelirroja mientras el otro inquilino la ahora conocida como Kurayami estaba extrañamente sonrojada.

Decidió ignorar las bromas de su demonio interior y se dispuso a completar su pequeño trabajo de ultimo momento la verdad los anbu habían echo de esto algo interesante pero fuera de eso había sido un trabajo bastante aburrido, camino unos minutos y al fin estuvo frente a su destino el mismo bar de mala muerte del que había salido su objetivo.

Entro al bar tranquilamente atrayendo la atención de mas de uno de los clientes que miraban curiosos al chico que traía 2 espadas con el, no le presto mucha atención a los tipos que le lanzaban miradas codiciosas a sus pertenencias, camino decidido hacia la barra donde un hombre alto de 1.80 algo calvo y malencarado lo recibió con una sonrisa en el rostro al ver lo que traía consigo

-volviste pronto Ishura_san- dijo feliz el hombre al ver al chico rubio tomar asiento en la barra

-no fue nada difícil Taeko, solo era un creído con un buen jutsu nada mas, por cierto aquí tienes- y puso la espada que tomo de Shigo en las manos del cantinero

-mil gracias Ishura_san, desde que vi esta espada supe que era la que mi tío cargaba con el, fue una pena que muriera en esa misión pero mas aun que ese tipo se quedara con su arma, sabias que es una reliquia de familia- dijo alegre el hombre mientras guardaba el arma tras la barra

- si ya me lo habías mencionado cuando me pediste que la recuperara por ti- respondió relajado Naruto mientras se quitaba el sombrero y rascaba su cabeza, le gusta mucho este sombrero pero era tan viejo que las pajas que se le caían comenzaban a picarle en la cabeza.

-por cierto en cuanto a lo que te iba a pagar tendrás que darme algo de tiempo ando algo corto de efectivo es que hay mucho parasito que nunca quiere pagar sus cuentas- dijo fuertemente haciendo toser a mas de uno de los presentes que simplemente le ignoraban

-no tienes que preocuparte por eso, el buen Shigo hizo el favor de pagarme por ti-dijo alegre mientras le enseñaba la bolsa del tipo llena con piedras preciosas –ese sujeto debe haber robado alguna joyería-, termino diciendo el rubio mientras volvía a poner su bolsa en su lugar.

Mas de uno de los presentes se sintió mas que atraído por ello de seguro eso valía una pequeña fortuna, no solo ellos le miraban mas de una de las "camareras" miraba al rubio con un sonrojo en la cara al verlo sin la bufanda que también se acababa de quitar, uno podría jurar que un par de ellas tenia corazones en los ojos.

-bueno bien por mi supongo, pero aun así te tengo este pequeño presente- y puso sobre la barra un pequeño tazón humeante lleno de…

-¡RAMEN! cielos Taeko tu si que me conoces- con una gran sonrisa el rubio tomo sus palillos listo para comer cuando fue bruscamente girado por alguien –oye ¿que te pasa? no ves que iba a cenar-

-escucha niño danos esas joyas, la espada y no te pasara nada- dijo el tipo un mastodonte musculoso de 1.90 barba de candado y pañuelo atado en la cabeza tras el un grupo como de 8 tipos miraban al rubio todos ellos armados con botellas palos y uno de ellos con una silla.

El rubio los miro y una sombría sonrisa se extendió por su cara mientras tronaba suavemente los dedos de sus manos, de un movimiento el tipo salio volando hasta caer de espaldas contra una mesa los demás miraron al rubio con su puño derecho extendido hacia el frente y con una sádica sonrisa en su cara.

-oye Ishura_san, todo esta noche corre por cuenta de la casa como agradecimiento por recuperar la espada esta bien , solo no te pases demasiado si- dijo ya resignado el cantinero a lo que Naruto solo lo volteo a ver mientras su sonrisa se extendía mas por su cara

-muchas gracias Taeko… bien montón de imbeciles vengan ¡vamos a divertirnos!- y se dispuso a recibirlos con los brazos extendidos listo para todo.

Muy tarde comprendieron los sujetos que habían cometido un error y que esta seria una muy, muy, muuuuy dolorosa noche, después de todo habían decidido atacar a Naruto Ishura…

El Kuro shippu (huracán negro