Esto se me vino a la mente y no pude evitarlo

Espero que les guste~

Nota: No tiene nada que ver con el capitulo anterior

Nota-2: Si algo más se me ocurre de este Anime, ira en este libro ^_^

La verdad, cuando el cuervo voló hacia ellos para que vallan a matar a otro demonio, realmente no esperaban que este decidiera usar su truco de sangre después de que le cortaran la cabeza y hubiera alcanzada a Inosuke. Así que ahora, Tanjiro estaba tieso en su lugar, viendo con los ojos bien abiertos a su amigo transformado. Era pequeño, menor de 6 años quizás, con unas vendas puestas como si fueran una especie de pañal y con su adorada máscara puesta, la cual parecía haberse encogido con él por alguna razón.

-¿Inosuke?- llamo y el pequeño se volteo a verlo. El pelirrojo se arrodillo en el suelo, mostrando una suave y amable sonrisa, sin querer que su amigo corriera o algo así. Dudo en que decir, no podía oler miedo y desconfianza, solo curiosidad, pero no quería arriesgarse. Una idea se le vino a mente y rebusco entre sus cosas, sintiendo la mirada curiosa sobre él. Saca un Onigiri envuelto, desenvolviéndolo y extendiéndoselo hacia el más pequeño. Inosuke se apresura a acercarse, arrebatando en Onigiri y levantando su mascara para empezar a comer, sus ahora regordetas mejillas llenándose de arroz rápidamente.

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Mostrar a su compañero rubio el estado actual del chico salvaje va tal y como lo espera Tanjiro: como todo un desastre. Zenitsu empieza a reírse a carcajadas apenas lo ve, fuerte y burlón, lo que obviamente molesta al más pequeño, quien no dudo acercarse a grandes pasos y da un fuerte salto, gruñendo con enojo mientras le da un cabezazo al rubio justo donde más le duele. El pelirrojo hace una mueca de dolor, viendo como su amigo se retuerce en el suelo con lagrimas en los ojos y cubriendo su entrepierna con ambas manos, Inosuke gruñendo como una animal y agitando los puños con obvio enojo. Él solo puede suspirar con resignación, siente que será un largo viaje a continuación.

Mostrar a Nezuko es mucho más fácil. Habían encontrado una finca no muy lejos, siendo recibidos por una amable mujer que les ofreció una habitación y comida, sin siquiera preguntar por el infante que llevaban con ellos. Después de comer, darse un baño, ponerse ropa limpia mientras las suyas son lavadas y ser revisados por un medico, se disponen a acomodarse para dormir. Tanjiro estaba acomodando los futones, vigilando de reojo a Inosuke corretear por la habitación, cuando escucha la puerta de la caja abrirse y no puede evitar voltear a ver, sonriendo al ver a su hermana salir lentamente de allí y pararse aun en forma de niña, estirando los brazos. Nezuko parpadeo, volteando a ver con curiosidad al pequeño que se había tenido en seco al verla. Ambos se miran en silencio, como si se estuvieron analizando de alguna manera, hasta que de repente Inosuke levanta los brazos con un grito de guerra y se lanza hacia ella, gritando un sonoro "¡Pelea conmigo!". El pelirrojo hace el amague de levantarse para separarlos pero se detiene en seco al oler la alegría que viene de ambos, luchando entre ellos y rodando por el suelo. Él sonrío con cariño, viéndolos jugar a su manera, ignorando un poco como el rubio llora tras él por la falta de atención de "Nezuko-chan".