Bill miro al par de gemelos. Observó la mirada preocupada de Mabel. El dolor de sus amigos al ser vencidos por esos mortales.

Mabel miro el dolor de su al rededor. Miro la valentía de su hermano ahora que ella estaba a su lado. Miro a la mirada ahora inexpresiva con una pizca de dolor en los ojos por parte del demonio.

Nadie más podía ver sus miradas. Nadie más podía comprender su dolor. ¿Cómo?
Una mortal enamorada de un demonio que destruyó todo el mundo.
Un demonio todo poderoso que destruyó el mundo enamorado de una mortal.
Que cínica es la vida.

Ford vio a lo lejos a sus sobrinos. Dipper sorprendía, pero Mabel...era impresionante. En poco tiempo ella había logrado reanimar a su hermano, y vencer a muchos monstruos. Ford comprendía que lo que necesitaba no era toda la inteligencia del mundo, si no a su hermano.
Stanley yacía en el suelo, triste, y orgulloso.
Wendy y Soos alejaban a los monstruos de los gemelos.
Guideon ayudaba a los susodichos.
Pacífica apoyaba con sus padres, deteniendo las entradas.
Robbie estaba escondido, ¿qué más da?
El viejo magucket reía mientras con un monstruo mecánico atrasaba a los demonios.

El mundo era un desastre que mejoraba gracias a varias personas.

Mabel sollozó.
Un fuerte disparo sonó en la habitación.
Todos quedaron en silencio. Los demonios eran arrastrados a un agujero negro.
Mabel mantenía la pistola que Dipper le dio frente a ella, aún apuntando.
Dipper sonrió.
Bill se quedo tieso.

Bill sintió la sangre caer.
Se acabó.
Moriré.
No me amó.
No seré feliz.
Estaré solo.
Lo siento.
Gracias.

-Adiós, Shooting star-.

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Han pasado 30 años desde entonces. Dipper mantenía abrazado un suéter rosa,con una estrella fugaz en el, frente a tres tumbas.

-Dipper Pines, te estamos esperando- llamó la voz de su hermosa esposa
-voy, Wendy-.

Así es. Después de años de sufrimiento, Dipper y Wendy se casaron. ¿Y cómo no? Tuvieron tres hijos.

-dile a los niños que entren al carro, iré en dos minutos-.
Wendy lo abrazo. -Lamento esto, Dipper-.
-está bien. Ella estaría feliz de esto- sonrío.
-Mabel siempre está feliz de todo-.
-de casi todo- corrigió el gemelo de la chica.
-de casi todo- repitió la pelirroja.

Wendy sonrió con dulzura, y beso a Dipper.
Dipper correspondió.

-¡Dipper! ¡Lamento llegar tarde!- gritó la voz de ella.
-¡Mabs! Tonta, ¿cómo pudiste retrasarte dos horas?-.
-oh, tú sabes- rió -cosas de demonios-.

Mabel llevaba 28 años sustituyendo a Bill.
Obviamente porque fue obligada. Pero a diferencia de aquel chico rubio, ella mantenía su forma física. Y claro, no hacía el mal.
Lo que ella gustaba de aquel trabajo es que veía a Bill como un divertido fantasma todas las noches. Uno que la amaba y cuidaba, y enseñaba todo lo que necesitaba.

"Eres una mentirosa, Shooting star", oyó la chica una voz en su cabeza.
Miro a las tres tumbas. "Stanley Pines", "Stanford Pines", "Bill Cipher".
Sonrío enternecida.

Oh maldición. Amaba a ese triángulo.