Natalia Alejandra Black tuvo una adolescencia difícil. No porque fuera hija del diablo, de hecho, ni siquiera sabía quién era su padre. Lo complicado para ella comenzó cuando descubrió que su padre no estaba muerto y el mismo día, también descubrió su lado metamorfo.

Gloria: ¡Tienes que calmarte!

Nat: ¿¡Por qué no me lo dijiste!?

Gloria: Él era un mujeriego, sabía que no se haría cargo de ti.

Nat: ¡No le diste la oportunidad!

Natalia comenzó a temblar y sintió como si todo ardiera. Cayó de rodillas por el dolor que sentía, hasta que finalmente el dolor cesó, y se dio cuenta de que se había transformado en un lobo gigante.

Tres años después, en su cumpleaños número dieciocho, hizo sus maletas, tomó las fotos y cartas que su madre le había mostrado de su padre y se dirigió a Los Ángeles en busca de Lucifer Morningstar, su padre.

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Un par de años después, en su cumpleaños número veinte, Natalia conoció al amor de su vida, Nora Estefanía Salvatore, una vampira de ciento noventa años que huía de su pasado.

A pesar de conocer las cosas que había hecho Nora y el hecho de que los cazadores la buscaban, esto no asustó a Nat; al contrario, le dio más razones para querer estar a su lado.

Nat: Cásate conmigo, por favor...

Apoyada en una rodilla y sosteniendo una caja de terciopelo que contenía un anillo con un diamante, Nat le prometió a Nora que la protegería y amaría hasta que el sol o la muerte apagaran sus días, y Nora aceptó.

Con el corazón en la garganta, invitó a su padre a su casa, ya que su madre aún estaba de luna de miel con su recién esposo, Charlie Swan, y no podía ir hasta Los Ángeles.

Con la aprobación de sus padres y Nora a su lado, las novias planearon la boda de sus sueños en menos de dos meses y finalmente se casaron.

A los pocos meses de su boda, Nora le dio la noticia a Natalia de que estaba embarazada. Si bien era imposible para un vampiro, después de muchas pruebas que dieron positivo y dos llamadas una a su padre y la otra a su tio.

Amenadiel: ¡Felicidades, vas a ser madre!

Un golpe sordo y un grito de Nora se escuchó a través de la llamada... Si Natalia Morningstar Black se desmayó.

Nueve meses después, Nora dio a luz a una sana niña a la que llamaron Sarah Gloria Black Salvatore, en honor a su tía y madre, quienes cuidaron de Natalia cuando era pequeña.

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Pasaron unos cuantos años huyendo de los cazadores, intentando mantener a la pequeña Sarah a salvo. Cuando se detuvieron en España para celebrar el quinto cumpleaños de Sarah, se llevaron una sorpresa.

Nora: Estoy embarazada.

Nat: ¿Estás segura?

Nora: Por supuesto, tengo náuseas y antojos. La única explicación es que estoy embarazada.

Sarah: Tendle un helmanito!?

Natalia se desmayó, y al despertar, comenzaron los preparativos para regresar a Los Ángeles.

Ocho meses después, en una noche de luna llena, nació el pequeño Noah William Black Salvatore.

Sin embargo, después del nacimiento de Noah, las peleas entre Nat y Nora comenzaron.

Nat: ¿A dónde vas?

Nora: ¡Lejos de ti!

Nat: ¡Solo te pedí que pasaras tiempo con tus hijos!

Nora: ¡Ellos no son mis hijos!

Esas fueron las últimas palabras que Natalia escuchó antes de que su esposa desapareciera.

Sarah: Mamá, ¿a dónde fue mami?

Nat: Mami tuvo un accidente, cariño...

Natalia se sentía terrible, le había mentido a su hija, al igual que su madre había hecho con ella. Pero era la única opción, no podía decir la verdad de que su madre los había abandonado. No sabía qué hacer, no podía regresar a Los Ángeles, era demasiado peligroso. Así que decidió hacer lo mejor: llamar a su madre, con quien no había hablado en años.

Gloria: ¿Hola?

Nat: Hola, mamá...

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✨️🐓Con Mucho Love GayoJack🐓✨️