---𝐻𝑢𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠 𝑦 𝑙𝑎 𝑐𝑟𝑖𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎---

Tom y su hermana Martina se encuentran caminando rumbo al colegio, porque el colectivo que siempre suelen tomar, estaba demorando mucho más de lo esperado, por esa razón optaron subirse a otra línea, la cual los dejó a unas ocho cuadras de la escuela –¿Tom, estás seguro de que estas bien para regresar a la escuela?- preguntó la niña, ya que se encuentra preocupada por su hermano mayor, recibiendo unas caricias en el cabello como respuesta –No tienes que preocuparte por mí, estoy mucho mejor, papá siempre dice que ante cualquier dificultad, siempre hay que seguir avanzando- mencionó el rubio con un tono tranquilo. Los dos hijos del doctor Swiketsky, siguieron caminando hasta estar a tres cuadras de distancia con la escuela, Tom se detuvo en seco, confundiendo a su hermana, al ver que en la cuadra de enfrente de ellos se encuentra aquella extraña mujer, pero a diferencia de en otras ocasiones, posee un mirada triste, pero eso no le importa al rubio, él quiere respuestas, pero no puede hacer nada frente a su hermana –Tom ¿Qué ocurre?- preguntó Martina con confusión, ya que no sabe el motivo por el que su hermano se detuvo –No, no es nada, solo es que pensé ver a una profesora- mintió el rubio, mientras ve a su hermana, para luego notar que efectivamente la mujer ya no se encontraba.

Los dos continuaron con su camino, y en cuestión de unos pocos minutos llegaron a su destino, pero esta vez a diferencia de otros días, el rubio se despidió de su hermana con un beso en la frente, para luego retirarse, acción que confundió a la niña, aunque no decido darle mucha importancia a lo acontecido. Tom ingreso al edificio y como de costumbre la seguridad de la entrada estaba ignorando todo de su alrededor, el joven se dirigió a su aula, y al entrar se sorprendió un poco al ver a todos sus compañeros de clases, se encuentran observándolo, para luego comenzar a hablar entre ellos. El hijo del doctor Swiketsky se quedó de pie viendo a todos unos segundos, noto un poco de preocupación en todos sus compañeros, preocupados por él –"Esto es raro, pero seguramente sea por lo ocurrido el viernes por la noche, a pesar de todo lo malo que acompañe a los humanos, estos en algún caso suelen mostrar empatía hacia los demás"- dijo el rubio en sus pensamientos, para luego ver a sus amigos sonriendo, seguramente se deba a que pasaron dos días desde que Zokial les contó sobre su verdadero ser, y durante ese tiempo aún no asistió a la escuela.

-Me alegra verte de regreso Tom- mencionó la pelirroja con una pequeña sonrisa, mientras le da una palmada en el hombro al rubio.

-Mi padre quería asegurarse que esté completamente bien antes de regresar a la escuela- dijo el rubio con un tono tranquilo, mientras se sienta.

-¿Estabas enfermo?- preguntó el joven de cabellera negra, pero recibió un guiño con el ojo izquierdo, por parte de su amigo Tom.

Los tres hablaron por unos minutos, poniendo al tanto al rubio de las cosas que se perdió durante los dos días que no asistió a clases, hasta que ingresó el profesor en el aula, quien mostró preocupación por el rubio porque los directivos recibieron una llamada por parte del doctor Ezequiel Swiketsky, explicándole lo que ocurrió y la causa por la cual su hijo no vino a la escuela en esos días, aunque en realidad fueron muy pocos, cualquier otra persona necesitaría más tiempo para recuperarse de un acontecimiento como ese. El docente luego de saludar a sus alumnos comenzó con su clase, dando inicio a otra nueva jornada, pero es un hecho que las vacaciones de invierno están más cerca de lo que parece, y eso es algo que los jóvenes saben y esperan, aun mas estando en el último año de secundario, a un paso más cerca de comenzar la universidad aquellos que decidan seguir estudiando, o lanzarse al mundo laboral desde un inicio.

Las clases siguieron su curso habitual hasta el timbre del primer recreo, al momento de sonar Camila y Marcos sujetaron a su amigo y lo llevaron rápidamente a patio trasero del edificio, bajo la atenta mirada del resto de alumnos. Una vez en el patio, la pelirroja se sentó con Tom, mientras que Marcos se dirigió al kiosco para comprar algo de comer y de beber –Se ven muy animados, ¿Qué están tramando ahora?- preguntó el hijo del doctor Swiketsky, mientras ve a los ojos de su amiga, quien soltó una pequeña sonrisa –No estamos tramando nada, ya te lo dije antes de que empiece la primera clase, solo queremos ayudarte- respondió Camila con un tono tranquilo, mientras le da unas palmadas en la espalda al rubio, para luego ver al joven de cabellera negra, llegar con tres botellas de gaseosa y un paquete de bizcochos, pero alcanzó a escuchar lo que dijo su amiga. Marcos le entregó una bebida a los dos, mientras se sienta en el espacio que le dejaron en la banca, luego abrió el paquete –Camila tiene razón, luego de esa pequeña clase de historia que nos diste, nos dimos cuenta de cómo amigos debemos intentar darte una mano ¿no crees?- explicó el joven de pelo negro sin darle mucha importancia, intrigando al rubio, ya que no esperaba que estos adolescentes estén dispuesto a tanto -¿Y cómo piensan ustedes dos ayudarme?- preguntó sin mucha importancia, recibiendo por parte de ambos jóvenes sonrisas orgullosas. La joven pelirroja se puso de pie y se paró en frente del hijo de Ezequiel Swiketsky, para luego señalarlo –Con Marcos decidimos ayudarte a que entiendas lo que siente un humano, dolor, miedo, amor, felicidad, todo- mencionó Camila, mientras una sonrisa orgullosa decora su rostro, pero parece que su pequeño plan no pareció cautivar en nada a Zokial, quien tiene una expresión aburrida –Debí suponerlo, el contarles mi historia hizo que se volvieran locos, y que empiecen a conspirar y pensar estupideces- dijo el rubio sin mucha importancia, pero sus palabras fueron como un balde de agua fría para sus dos amigos.

-Esa no es forma de hablarle a alguien que intenta darte una mano- mencionó Marcos con un tono tranquilo, pero su rostro demuestra que las palabras de su amigo lo molestaron un poco.

-Podrías fingir un poco. Y decir que te alegras de que intentemos ayudarte a entender a los humanos, desde otro punto de vista- explicó la pelirroja con un tono molesto, mientras se cruza de brazos y le frunce el ceño al hijo del doctor Ezequiel Swiketsky.

-Es verdad que podría fingir, pero sigo pensando que ustedes no están pensando en las dimensiones del asunto, esto no es una historia de ficción, deben entender eso de una vez e intentar vivir con normalidad- dijo Zokial con un tono aburrido, para luego beber un sorbo de la gaseosa que le entregó el joven de cabellera negra.

-Deja de intentar detenernos, elegimos este camino por decisión propia, y sabemos perfectamente que no es un cuento, pero tú eres un ser de miles de años que aparenta ser humano, no perdemos nada intentando darte una mano, ya que tu propia existencia pone al mundo de cabeza- mencionó Camila con un tono apagado, para luego darle un golpe en el hombro al rubio, mientras lo mira con seriedad.

-Tienes tu punto, pero viendo que ustedes dos son muy tercos, ya no intentare hacerlos cambiar de opinión- dijo Tom sin darle mucha importancia al asunto, provocando que sus dos amigos suelten una sonrisa, sorprendiéndolo un poco.

-Aprovechando que ya hemos llegado a este punto, quiero hacerles una invitación a ustedes dos, si es que quieren venir- mencionó el joven de cabellera negra, mientras se cruza de brazos, y ve al rubio y la pelirroja.

-No estoy del todo segura la verdad, la última vez que acepte una invitación tuya a algo, unos hombres armados atacaron el boliche en el que nos encontrábamos- dijo la pelirroja con un tono apagado, mientras ve acusadoramente a su amigo de cabellera negra.

-No soy culpable de eso, que iba saber yo que esos hombres aparecerían de un momento al otro, mí intención siempre fue que ustedes pasaran una buena noche, una buena primera toma de contacto- explicó Marcos, para luego soltar un pequeño suspiro mientras baja la mirada.

-Marcos, eres humano, y como tal no eres capaz de controlar las cosas de tu alrededor a tu antojo, solo puedes limitarte a elegir tu propio camino, y afrontar las consecuencias de tus decisiones- dijo el rubio, mientras intenta darle a entender a su amigo Marcos, cuáles son sus limitaciones y que no puede controlar o evitar los problemas.

-Es raro escuchar algo con esa profundidad viniendo de tu parte Tom- mencionó la pelirroja, un poco confundida, por el mensaje que está transmitiendo con sus palabras.

-Esas son las palabras que mí padre suele decirme, junto a otras frases, aunque debo admitir, que poco a poco creo que las entiendo- dijo Zokial con un tono tranquilo, mientras ve el rostro confundido de su amiga pelirroja, y el rostro sorprendido del joven de cabellera negra.

-Son palabras muy sabias la que dice tu padre, aunque en verdad no seas hijo de sangre hiciste que esas personas lo sintieran, eres muy bueno ocultándote y manipulando tu entorno a diferencia de los humanos- mencionó Marcos con un tono tranquilo, a la vez que mira de reojo a su amigo de cabellera rubia.

-Cuando vives la misma cantidad de tiempo que yo llevo en la tierra, aprendes métodos para no llamar la atención, y aparentar ser uno más del montón- se expresó el hijo del doctor Swiketsky, sin darle importancia al significado de las palabras de su amigo.

-Nos estamos desviando de lo anterior, ¿y ahora de qué trata tu invitación Marcos?- preguntó Camila con un tono tranquilo, mientras ve al joven de pelo negro.

-Ha diferencia de la otra vez, quiero invitarlos a ver mí último partido de Básquet antes del receso invernal, se reanudará la temporada en agosto- respondió el joven de cabellera negra con un tono tranquilo, para luego ver el rostro sorprendido de sus amigos.

-¿Tu juegas basquet? ¿Desde cuándo?- pregunto confundida Camila, al no tener esa información de su amigo Marcos.

-Desde los ocho años llevo jugando, de hecho, es mí pasión y del mismo modo estoy intentando que se vuelva una forma de general un apoyo económico para mí abuela- explicó Marcos con un tono tranquilo, indignando un poco a la pelirroja, pero resultó ser indiferente para Tom Swiketsky.

-¿Por qué no nos contaste que eres jugador de básquet?, el que ustedes dos me guarden secretos es molesto- preguntó la joven pelirroja con un tono tranquilo, mientras señala acusadoramente a su amigo de cabellera negra y fulmina con la mirada a Zokial.

-El secreto de Tom es mucho más complejo con respecto al mío, ya que es bastante indiferente que ustedes sepan que juego basquet, es algo que no afecta en nada a nuestra amistad- respondió Marcos sin darle mucha importancia a la pregunta, ya que él cree que los lazos de amistad no se romperán si entre amigos se guardan secretos, claro si ese secreto no daña a la otra parte.

-Le doy la razón a Marcos en este asunto, no puedes comparar la magnitud de ambos secretos, es muy absurdo- mencionó Tom con aburrimiento, mientras mira al cielo, el cual lentamente está comenzando a nublarse.

-¿Qué día y a qué hora será tu partido?- preguntó la pelirroja con un tono tranquilo, mientras ignora el comentario del rubio.

-Es esta tarde a las 19:00 pm, en el estadio de River Plate se encuentra la cancha de básquet, junto a la zona donde suelen entrenar el equipo titular de primera en los días de lluvia- respondió Marcos, para luego soltar una pequeña sonrisa.

-A las 18:00 salgo del psicólogo, no prometo nada pero trataré de ir- dijo sin mucha importancia, para luego terminar su bebida.

-Yo no tengo nada mejor que hacer, iré a verte, aunque tal vez tenga que convencer a mis padres, más de lo que me costó para regresar a clases, aunque me intriga saber por qué a pesar de aun estar asustados por lo ocurrido esa noche, pueden disimularlo muy bien- mencionó el rubio con un tono tranquilo, a la vez que se pone de pie.

Marcos y Camila se sorprendieron un poco, pero optaron por no decir nada, ya que el hijo del doctor Ezequiel Swiketsky tiene razón, y el cómo lo sabe no es un problema para ellos, ve más de lo que los humanos pueden, los tres no pudieron continuar con su charla, debido a que el timbre sonó marcando el regreso a las clases, para buena suerte de los alumnos, las vacaciones de inviernos no están tan lejos, pero aún hay exámenes que deben realizar antes. Las clases continuaron con normalidad hasta llegar a la hora de salida, pero a diferencia de otras veces el rubio no se podrá comunicar con sus padres, gracias a que hace unos días rompió su teléfono, para que tanto su amiga pelirroja, como su amigo de cabellera negra, no puedan comunicarse con el luego de presenciar lo que hizo, en el boliche y en el callejón.

-Nos vemos más tarde, si es que pueden- dijo Marcos con un tono tranquilo, mientras se despide de sus amigos con un gesto con su mano izquierda.

La pelirroja y el rubio imitaron el gesto, para acto seguido retirarse a sus respectivos hogares, Tom sintió la presencia de un espectro a pocos pasos de la parada del colectivo que lo lleva de regreso, pero pudo notar que el odio que emana su presencia es incluso mayor a diferencia de otros espectros con los que el hijo del doctor Swiketsky se haya cruzado. Aquel ente parece estar buscando al rubio, por la forma en la que se mueve, pero Zokial optó por ignorarlo por esta vez, ya que si el espectro decide manifestarse en este lugar llamaría demasiado la atención, no, seguramente eso termine perjudicando su tranquila vida, y no va a permitir eso, da igual de quien se trate. El colectivo llegó a la parada y como siempre Tom subió se dirigió al fondo, y se sentó en uno de los asientos individuales, apoyando su cabeza en la ventana cerrada, debido a que es otoño y el invierno se está acercando rápidamente, y el frío siempre es uno de los mayores problemas que tienen los humanos, pero eso al rubio no le interesa, ya que solo está sintiendo como la presencia de aquel espectro se pierde a medida de que el transporte avanza.

Tras una hora y algunos minutos el joven rubio se encuentra ya en su habitación, el viaje demoró no por el tránsito, sino porque en medio del recorrido el chofer se detuvo y bajó del colectivo para comprar algo de comer y beber, pero fuera de eso el resto del recorrido fue normal, pero los ascensores del edificio se encontraban en mantenimiento, no quedándole otra alternativa, más que el de subir por las escaleras. Zokial se encuentra acostado en su cama mirando el techo de su cuarto, ya no tiene libros que leer al haber terminado con todos, y el ver televisión lo aburre más de lo normal, debido a que los programas de entretenimiento suelen ser muy estúpidos y carente de sentido, las noticias le dan igual, ya que no producen un cambio importante en su existencia, el a asesinado más humanos en una hora de los que se llegan a reportar en las noticias durante un día, tampoco le importa la política y la economía, y menos en un país el cual estuvo gobernado por la mayor parte del tiempo por personas las cuales generaron más daños que soluciones, y el ver películas ya está descartado totalmente. El portero comenzó a sonar, para confusión del rubio, quien se dirigió a la cocina, para averiguar de qué se trata, pero la duda surgió en él, al escuchar de qué se trata de un paquete al nombre de su padre, luego de responder Tom Swiketsky decidió bajar, ya que no le importa si se trata de un engaño, siempre suelen hacer cosas como esas, y si se trata de un intento de robo, pues simplemente se encargaría de acabar con esas persona, haría un pequeño bien al planeta.

Una vez abajo, el hermano mayor de Martina se sorprendió un poco al ver que todas sus deducciones anteriores terminaron desechadas, al tratarse de un paquete, y como menciono en el portero, está al nombre del doctor Ezequiel Swiketsky, Tom tomó el paquete y se despidió cortésmente de la mujer que lo trajo hasta su edificio. Ya estando nuevamente en su casa, el rubio comenzó a analizar el paquete, notando que es de un tamaño menor a la de una caja de zapatos, pasaron unos segundos y Zokial optó por quitar todo el envoltorio, dejando ver que se trata de la caja de un celular de última generación, incluso mucho mejor en comparación al que solía tener, algo bastante valioso para pedir que te lo envíen a casa, y más tratándose de algo frágil.

-Por lo que veo, todo se encuentra bien a simple vista, pero dejare que Ezequiel, termine de revisarlo, después de todo él fue quien lo compró- mencionó el joven con cabellera rubia con aburrimiento, mientras examinaba el dispositivo.

Al pasar unos minutos Tom dejó el teléfono dentro de su caja y la colocó sobre la mesa del living, para luego dirigirse a su cuarto no tiene más que hacer hasta que sus padres regresen a casa e intentará convencerlos para poder asistir al partido de básquet de su amigo Marcos –Compraré más libros en otro día- mencionó el rubio con aburrimiento, mientras ve sus bibliotecas repleta de libros que ya leyó. Zokial se acostó en la cama, y para pasar el rato decidió hacer memoria de su vida en los últimos años, la cual es una buena vida para cualquier persona normal, no, incluso se puede decir que para el hijo del doctor Swiketsky no ha visto una familia como la que posee, en muchos años, y eso es un gran mérito, teniendo en cuenta las millones de familias que han habitado este planeta en los últimos cuarenta años.

-" 𝘗𝘰𝘳 𝘍𝘢𝘷𝘰𝘳, 𝘢𝘺𝘶𝘥𝘢 𝘢 𝘮𝘪 𝘧𝘢𝘮𝘪𝘭𝘪𝘢, 𝘦𝘭𝘭𝘰𝘴 𝘯𝘰 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘤𝘶𝘭𝘱𝘢"-

-" 𝘌𝘴 𝘶𝘯 𝘋𝘦𝘮𝘰𝘯𝘪𝘰, 𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘮𝘢𝘭𝘥𝘪𝘵𝘰 𝘋𝘦𝘮𝘰𝘯𝘪𝘰"-

-" 𝘛𝘦 𝘭𝘰 𝘴𝘶𝘱𝘭𝘪𝘤𝘰, 𝘱𝘦𝘳𝘥𝘰𝘯𝘢 𝘢 𝘮𝘪𝘴 𝘩𝘪𝘫𝘰𝘴, 𝘮𝘢́𝘵𝘢𝘮𝘦 𝘮𝘪, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘯𝘰 𝘭𝘦𝘴 𝘩𝘢𝘨𝘢𝘴 𝘥𝘢𝘯̃𝘰"-

-" ¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦́ 𝘭𝘢 𝘮𝘢𝘵𝘢𝘴𝘵𝘦?, 𝘳𝘦𝘨𝘳𝘦́𝘴𝘢𝘮𝘦 𝘢 𝘮𝘪 𝘦𝘴𝘱𝘰𝘴𝘢, 𝘳𝘦𝘨𝘳𝘦́𝘴𝘢𝘮𝘦 𝘢 𝘮𝘪 𝘢𝘮𝘰𝘳"-

-" 𝘛𝘦 𝘰𝘥𝘪𝘰, 𝘵𝘦 𝘮𝘢𝘭𝘥𝘪𝘨𝘰, 𝘦𝘭 𝘪𝘯𝘧𝘪𝘦𝘳𝘯𝘰 𝘴𝘦𝘳𝘢́ 𝘵𝘶 𝘥𝘦𝘴𝘵𝘪𝘯𝘰"-

-"𝘌𝘴𝘵𝘢𝘴 𝘮𝘢𝘭𝘥𝘪𝘵𝘰, 𝘵𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘭𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘢𝘱𝘰𝘺𝘢𝘯 𝘺 𝘢𝘮𝘢𝘯, 𝘥𝘦𝘴𝘢𝘱𝘢𝘳𝘦𝘤𝘦𝘳𝘢́𝘯 𝘥𝘦 𝘵𝘶 𝘭𝘢𝘥𝘰, 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘵𝘶 𝘭𝘰 𝘩𝘪𝘤𝘪𝘴𝘵𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘮𝘪𝘨𝘰"-

Pero el recordar los últimos años resultó ser un recordatorio de toda su vida, ya que las suplicas, insultos, gritos, todo el sufrimiento que le hizo pasar a los humanos durante milenios vino a su mente, como una especie de recordatorio, uno el cual siempre lo acompaña día a día, y es que aunque las personas no lo sepan, Zokial es una de las mayores causas de mortalidad de la historia de la humanidad, tal vez en su mayoría haya sido bajo la excusa de aprendizaje, pero el resto solo se debieron a que el rubio quería hacerlo, sin una motivación oculta, solo quería ver apagarse la luz de la vida de los humanos. El joven de cabellera rubia se sentó en la cama, mientras acaricia su frente, aunque le haya contado su secreto a Marcos y Camila, optó parte de la información, que aunque no se relevante, es información que podría haber llevado a la pelirroja y el joven de cabellera negra a tomar otra decisión, incluso tal vez por clemencia les hubiera borrado los recuerdos, o modificarlos, pero el futuro nunca es seguro, o por lo menos funciona de esa manera para los humanos. Y todos estos hechos provocaron que el hijo del doctor Ezequiel Swiketsky se hiciera la siguiente pregunta en su cabeza ¿A pesar de todo el daño que hice, merezco tener mí final feliz?, a pesar de no ser humano, es la primera vez que se pregunta algo como eso, el vivir con la familia Swiketsky lo ayudó a ver las cosas con ciertos punto de vista diferente, entendiendo mucha de las acciones que él veía de los humanos como absurdas, y poco a poco tanto como su amigo de cabellera negra, como su amiga pelirroja también le otorgaron diferentes puntos de vista.

-Es tonto preocuparme por eso ahora- mencionó Zokial, mientras suelta un largo y pesado suspiro.

Los minutos pasaron siendo ya las 16:00 pm, y el rubio sintió la presencia de su padre acercarse a la puerta del departamento, se encuentra más animado que de costumbre, ya que su aura está bastante tranquila y llena de colores vivos, esto alegró un poco a Tom, porque sabe todo el sacrificio que está haciendo el hombre por su familia. El Doctor Ezequiel Swiketsky ingreso a su casa, con un rostro tranquilo, pero sus ojos desprenden felicidad, debido a que hoy por la mañana, rápidamente tuvo que asistir a un compañero con una cirugía, la cual empezó con un estado grave del paciente, pero lograron estabilizarlo a tiempo, y resulta que antes de retirarse del hospital, le informaron al padre de Tom que el paciente se encuentra bastante mejor, pero que sigue en control por ahora.

-¿Paso algo bueno en el trabajo?- mencionó Zokial asomando la cabeza desde su cuarto, y viendo el rostro de su padre.

-Podría decirse que sí, fue un buen día, y por lo que veo llego el paquete que encargue, perdón por no avisarte en la mañana- respondió el hombre, mientras se acerca a la mesa y ve la caja lo que compro en el lunes.

-No te disculpes, pero admito que no esperaba que entreguen un paquete el día de hoy, y menos que hayas comprado un celular- dijo el rubio con un tono tranquilo, para luego salir de su habitación y recibir un fuerte abrazo por parte del doctor Ezequiel Swiketsky.

-El celular es para ti, como te robaron el otro cancele la línea, y te compre este y te abrí otra línea, es necesario que estemos comunicados- explico Ezequiel, mientras acaricia el cabello de su hijo.

-Entiendo, gracias por eso, pero también quiero aprovechar para decirte de que Marcos nos invitó a Camila y a mí, a ver su partido de básquet- mencionó el rubio con un tono tranquilo, mientras ve a su padre levantar una ceja.

-¿Marcos juega básquet?, no lo sabía, ¿pero estas seguro de querer salir, luego de lo que ocurrió en estos días?- preguntó el hombre a su hijo, debido a que a que el joven rubio nunca mostró indicios de enfermedades desde su niñez, además de que siempre a pesar de su edad se comportó como una persona muy madura.

-Si, a mí también me sorprendió que juegue ese deporte, y con respecto a tu segunda pregunta, no tienes que preocuparte demasiado, estoy bien, te lo dije hoy en la mañana- respondió Zokial a la dos preguntas del hombre que lo crio como su hijo, mientras recibe la caja del teléfono.

-Bien, creo en tu palabra Tom, ¿Dónde y a qué hora es el partido de tu amigo?- mencionó Ezequiel con un tono tranquilo, mientras se dirige a su cuarto a cambiarse.

-Es en el estadio de River Plate, a las 19:00 pm, creo que debería estar unos minutos antes, para encontrar el lugar- dijo Tom sin mucha importancia, pero en realidad si sabe, porque ya estuvo en ese lugar en el pasado.

-Gallina, es igual a tu madre, ella también es de River- mencionó el hombre con un tono aburrido, porque cuando se trata de fútbol no suele ser de su importancia a no ser de que se trate de partidos de la selección.

-Tengo pensado tomar el colectivo que se encuentra a un par de cuadras de aquí- dijo el hermano mayor de Martina, mientras ve de reojo a su padre acercándose a la habitación del fondo del pasillo.

-No, te llevaré yo y me quedaré esperando hasta que termine el partido, tu solo envíame un mensaje en cuanto termine por si no hay lugar para estacionar y tenga que alejarme- explicó el doctor Swiketsky, mientras ingresa a su respectivo cuarto para cambiarse de una vez, y poder comer algo, debido a que lleva un largo tiempo sin ingerir algún alimento.

El rubio decidió quedarse en silencio, ya que sabe que el hombre aún está preocupado, y quien no lo estaría al enterarse que posiblemente pudo haber perdido a su hijo en una noche, y esto es algo que no deja de sorprender a Zokial, ha visto tanta veces no solo a su padre Ezequiel, sino también a su hermana Martina, su madre Ana, incluso otros familiares con los que no ha establecido fuertes lazos, pero que siempre están para él, sin duda no muchas familias son iguales a esta. Tom regresó a su cama, para esperar que el tiempo transcurra un poco más, antes de prepararse para ver el partido de su amigo, quien desde su último examen ha demostrado una gran mejora a nivel académico, parece ser que sus palabras lograron darle un pequeño empujón, y que al fin tome la decisión correcta con la cual pueda ayudar a su abuela, también Camila, quien gradualmente a mejorado su aura, pero aún continúa muy dañada, lo cual sorprende cómo una persona puede ocultar todo lo que en verdad lleva dentro de ella, con expresiones, gestos, caras, aunque al final eso puede terminar muy mal para la pelirroja, y es algo que el rubio no permitirá. Al ir rememorando nuevamente su última vida, nuevas frases llegaron a su cabeza, las cuales son únicas, y escasas, al solo recibirlas durante el momento que decidió hacerse pasar por el hijo de Ezequiel y Ana, pero esto logro que una pequeña sonrisa casi imperceptible decore su rostro.

- "𝑁𝑜 𝑖𝑚𝑝𝑜𝑟𝑡𝑎 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑛𝑡𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑑𝑒 𝑣𝑒𝑐𝑒𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒 𝑙𝑜 𝑑𝑖𝑔𝑎 𝘩𝑖𝑗𝑜, 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑡𝑒 𝑑𝑖𝑟𝑒́ 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜"-

-"𝐷𝑎 𝑖𝑔𝑢𝑎𝑙 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑎𝑠𝑒, 𝑀𝑎𝑚𝑎́ 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑡𝑒 𝑝𝑟𝑜𝑡𝑒𝑔𝑒𝑟𝑎́ 𝑐𝑜𝑛 𝑢𝑛̃𝑎𝑠 𝑦 𝑑𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒𝑠"-

-" 𝐴𝑢𝑛𝑞𝑢𝑒 𝘩𝑎𝑦 𝑚𝑢𝑐𝘩𝑎𝑠 𝑣𝑒𝑐𝑒𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑐𝑢𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑒𝑛𝑡𝑒𝑛𝑑𝑒𝑟𝑡𝑒, 𝑚𝑒 𝑎𝑙𝑒𝑔𝑟𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑚𝑒 𝑑𝑒𝑠 𝑢𝑛𝑎 𝑚𝑎𝑛𝑜 𝘩𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑜"-

-" 𝐻𝑒 𝑡𝑒𝑛𝑖𝑑𝑜 𝑚𝑢𝑐𝘩𝑜𝑠 𝑙𝑎𝑧𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑎𝑚𝑖𝑠𝑡𝑎𝑑 𝑎 𝑙𝑜 𝑙𝑎𝑟𝑔𝑜 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑣𝑖𝑑𝑎, 𝑚𝑢𝑦 𝑝𝑜𝑐𝑎𝑠 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑢𝑟𝑎𝑟𝑜𝑛, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑦𝑜𝑟𝑖́𝑎 𝘩𝑎𝑦 𝑎𝑙𝑔𝑜 𝑒𝑛 𝑡𝑖 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑜𝑏𝑙𝑖𝑔𝑎 𝑎 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑡𝑎𝑟 𝑚𝑜𝑠𝑡𝑟𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑜𝑡𝑟𝑜 𝑝𝑢𝑛𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑣𝑖𝑠𝑡𝑎 𝑦 𝑑𝑎𝑟 𝑙𝑜 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑚𝑖, 𝑦 𝑒𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑠𝑎 𝑟𝑎𝑧𝑜𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑠𝑖𝑑𝑒𝑟𝑜 𝑢𝑛 𝑔𝑟𝑎𝑛 𝑎𝑚𝑖𝑔𝑜"-

-" 𝐷𝑒𝑠𝑑𝑒 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑚𝑒 𝑐𝑜𝑠𝑡𝑜 𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎𝑟 𝑎𝑚𝑖𝑠𝑡𝑎𝑑𝑒𝑠, 𝑛𝑢𝑛𝑐𝑎 𝑚𝑒 𝑟𝑒𝑙𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑜 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑠𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑖́𝑎𝑛 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑟 𝑎 𝑚𝑖𝑠 𝑒𝑠𝑝𝑎𝑙𝑑𝑎𝑠, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑡𝑢 𝑇𝑜𝑚, 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑎𝑠𝑡𝑒 𝑦 𝑓𝑢𝑖𝑠𝑡𝑒 𝑒𝑙 𝑝𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟𝑜 𝑒𝑛 𝑡𝑒𝑛𝑑𝑒𝑟𝑚𝑒 𝑢𝑛𝑎 𝑚𝑎𝑛𝑜, 𝑦 𝑡𝑒 𝑣𝑜𝑙𝑣𝑖𝑠𝑡𝑒 𝑚𝑖 𝑝𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟 𝑎𝑚𝑖𝑔𝑜"-

Esas palabras le dieron a entender a Zokial, que a pesar de todo, él también puede tener un final feliz, el disfrutar de una familia, amigos, sus dudas se disiparon por completo, aun no puede decir que esto sea un sentimiento o alguna emoción semejante a las que los humanos demuestran a lo largo de sus vidas, pero lo que si puede admitir, es que en estos momentos se siente muy bien al estar viviendo esta vida y el conocer a estas personas. Tras una hora su madre y hermana regresaron a casa y el joven de cabellera rubio decidió preparar su ropa, ya que como siempre saldrán con tiempo, para evitar el tránsito, el cual suele ser demasiado, y más estando en mitad de la semana, Tom a pesar de que podría comprarse mucha variedad de ropa, solo suele utilizar prendas similares y del mismo color, esto se debe a que en su placar se ve una gran cantidad de buzos, remeras, camisas, jeans, shorts, calcetines, calzados y pantalones, todos de estilos similares y de color negro. Luego de preparar su ropa se dispuso a encender y probar su nuevo celular, debido a que no lo hice en todo este tiempo, y debe comprobar si todo funciona como debería, el lado positivo de esto es que su teléfono anterior no tenía nada importante, ya sea fotos, videos o algún archivo, porque normalmente solo lo utilizaba para comunicarse por llamada, o por mensaje.

Una vez que el tiempo siguió avanzando, ya quedando una hora para el partido de Marcos, tanto padre como hijo se prepararon para partir, al estar listos ambos se despidieron de Ana y Martina, para acto seguido salir del departamento y dirigirse a la cochera donde se cruzaron a los vecinos del departamento del frente, quienes tienen una hija que aparenta ser un año mayor a Tom, llamada Valentina. Después de saludar a su vecinos, el doctor Swiketsky y Zokial subieron al auto, pero antes de que partieran, el rubio pudo notar que la hija de su vecinos no despegaba su vista de él, aunque tratara de disimularlo, además de que al ver el aura y otros patrones físicos, descubrió que la joven está sintiendo atracción hacia su persona, pero seguramente se deba más a su apariencia, debido a que en ningún momento han entablado una conversación. Al comenzar el viaje, Ezequiel soltó un largo suspiro al ver el tránsito, entonces con el GPS del vehículo intentó ver cuál es la ruta más rápida, encontrando dos opciones, las cuales son conocidas para el hombre, porque son casi mismas calles que toma para ir a su trabajo, pero con la diferencia de que para llegar a su destino, tienen que hacer otro tramo un bastante más largo.

-Creo que llegaremos diez minutos antes de la hora, si es que el tránsito no se complica aún más adelante- mencionó el padre de Tom con un tono tranquilo, mientras maneja.

-No tienes que preocuparte por eso, lo que de verdad le importa a Marcos es que esté presente, unos minutos no creo que le molesten- explicó el rubio sin darle mucha importancia, para acto seguido apoyar su cabeza con la ventanilla.

El viaje duró bastantes minutos, al punto de que ya habían pasado seis minutos de la hora que Marcos le dio al rubio, es por esa razón que Ezequiel dejó que su hijo baje estando en la entrada, mientras el busca un lugar para estacionar, porque no quedaba nada disponible, y no puede ocupar el estacionamiento de la cancha. Tom se dirigió a la zona donde se encuentra la cancha de básquet, y gracias a que estuvo en este lugar en el pasado, el cual por dentro no cambió demasiado, pero si por el exterior, una vez en el lugar, vio que el partido ya comenzó, además de ver a su amiga pelirroja, quien al ver a su amigo rubio optó por con gestos de saludarlo.

-Es raro verte a ti llegar tarde- mencionó la pelirroja con un tono tranquilo, mientras ve a Zokial sentarse en el asiento de su izquierda.

-Mucho tránsito, ¿Cuánto me perdí?- preguntó el rubio sin mucha importancia, para luego ver la cancha de básquet y a sus jugadores.

-Está por comenzar del segundo cuarto, como puedes ver, el equipo de Marcos está empatado, 30 puntos con 30 puntos, también te digo que él metió 10 puntos de los treinta- respondió Camila con un tono bastante alegre, mientras apunta a su amigo de cabellera negra.

Los jugadores regresaron a la cancha, y Marcos vio a sus amigos en las gradas, soltando una pequeña sonrisa porque se alegra que ambos pudieran venir, y esto lo está motivando aún más motivado para ganar el partido, y esto es algo que el rubio noto. Camila y Tom están mirando el partido mientras que de vez en cuando hablan entre ellos, sobre temas que no tienen que ver con el juego en si –Marcos, es realmente muy bueno, se nota que lleva mucho tiempo jugando- dijo el rubio mientras mira atentamente el partido, al igual que la pelirroja, que aunque no esté interesada en los deportes de equipo, si sabe diferenciar cuando alguien es bueno de verdad.

-Ustedes son sus amigos ¿no es verdad?- dijo una joven, la cual aparenta tener la misma edad que Marcos, la cual el rubio reconoció al recordarla de la noche que fue al boliche.

-Si lo somos, Y tú eres la novia de Marcos, si recuerdo bien- respondió Zokial sin darle mucha importancia, sorprendiendo un poco a la joven, y haciendo que la pelirroja recuerde.

-Me sorprende que me recuerdes sabiendo el poco tiempo que nos vimos- mencionó la novia de Marcos un poco sorprendida, porque no espero que la recuerden y mucho menos después de todo lo que ocurrió esa noche.

-Tengo muy buena memoria- dijo el rubio sin mucha importancia, mientras ve como la joven se sienta a su lado izquierdo.

-Mi nombre es Belén, un gusto- se presentó la joven con un tono tranquilo, recibiendo un asentimiento en respuesta por parte de la pelirroja y el rubio, confundiendo un poco a Belén por esa extraña actitud.

Los tres continuaron viendo el partido, Belén como era de esperarse apoya eufóricamente en cada momento, cuando Marcos posee el balón, mientras que Camila se limitó a aplaudir cada vez que el joven de cabellera negra, pero Tom se mantuvo al margen viendo a su amigo jugar con tranquilidad, pero de un momento a otro al sentir la presencia de un espectro rondando por la zona, y no cualquiera sino del mismo que sintió hoy al salir de la escuela. Zokial se puso de pie, a pocos minutos del inicio del último cuarto del partido, llamando la atención de Camila y la novia de su amigo –¿Tom a dónde vas?- preguntó la pelirroja con curiosidad, al ver a su amigo retirarse –Voy al baño, ya regreso- dijo el rubio con un tono aburrido, mientras mira de reojo a las dos jóvenes, para acto seguido retirarse de las gradas –¿Siempre se comporta de esa manera?- preguntó Belén con confusión, por la actitud tan cortante y apagada del hijo del doctor Swiketsky – Ese es su encanto- respondió Camila sin darle mucha importancia, para ver nuevamente el partido.

El rubio se encuentra caminando por los alrededores, mientras se cruza con varias personas en el amplio pasillo, a la vez que siente como el espectro se acerca rápidamente a su posición, el joven vio una puerta doble cerrada con cadena y candado, luego de comprobar que nadie lo está viendo, rompió la cadena y el candado, entrando en una sala oscura, donde se pueden ver sillas y algunos materiales de construcción. Tom cerró la puerta detrás de él, para que alguien entre en un mal momento, y tras avanzar hasta el centro de la sala, sintió la presencia del espectro a sus espaldas, soltando un pequeño suspiro, el rubio volteo para ver como lentamente el ser se manifieste lentamente, dejando ver a un niño no mayor de diez años detrás, de apariencia cadavérica, con prendas de hace noventa años.

-Debes de tener mucho odio, para buscarme tan desesperadamente, acaso no valoras tu existencia- dijo el rubio con un tono indiferente, mientras que sus ojos cambian y el lugar se vuelve aún más oscuro y siniestro.

-Monstruo, Monstruo, Monstruo, Monstruo- se expresó el espectro con una voz infantil distorsionada, mientras señala al hijo del doctor Ezequiel Swiketsky, quien no responde.

-Debiste escuchar las palabras que te dije esa noche, y no haber seguido a tu madre- mencionó el rubio sin darle mucha importancia a la presencia del espíritu de uno de los muchos niños que asesinó en el pasado.

El espectro comenzó a acercarse rápidamente con la intención de atacar al rubio y hacerlo pagar por todo el daño que le causó a él y a su madre hace tantos años, Zokial extendió su mano y sujetó la cabeza del espíritu del niño –Estoy ocupado, no quiero perder más tiempo contigo, debiste superar tu odio- dijo Tom con aburrimiento, mientras ve como el espectro, lentamente se está convirtiendo en una especie de sustancia negra, la cual terminó por desvanecerse en el aire, sin dejar rastro, como si nunca hubiera existido. El hermano de Martina, miró por última vez a su alrededor, para identificar la presencia de algún otro espectro escondido, al no encontrar nada, se retiró de esa oscura sala, mientras sus ojos regresan a los que normalmente tiene, dirigiéndose a la cancha de básquet para seguir viendo el partido de su amigo. Caminando por el pasillo, se encontró con su amiga Camila y la novia de Marcos -¿Qué hacen aquí?- pregunto el rubio al cruzarse con las dos jóvenes –El partido terminó, ganó el equipo de Marcos, por un triple que encestó en el último segundo, la verdad fue muy increíble- respondió la pelirroja con un tono tranquilo, pero vio que sus palabras molestaron un poco a Zokial, por perderse el último tramo del partido de Marcos, por la culpa de un espectro –Marco nos dijo que lo esperemos en la salida, él iba a ducharse y luego viene a vernos- agregó Belén a lo dicho por la amiga de su novio, para acto seguido dirigirse los tres a las puertas de salida del estadio, donde se quedaron esperando al joven de cabellera negra.

-Gracias por esperarme- dijo Marcos mientras se acerca donde sus amigos y su novia.

-No hay de que, siendo sincera juegas muy bien al básquet, salvaste el partido en muchas ocasiones- mencionó Camila con un tono tranquilo, mientras choca los cinco con el joven de cabellera negra.

-Sé que lograras a profesional muy pronto, tu abuela de seguro le encantará ver lo mucho que estas progresando, me alegro por ti- se expresó la novia de Marcos, mientras le da un fuerte abrazo a su pareja.

-En verdad su apoyo me dio la motivación que necesitaba- dijo el joven de pelo negro, a la vez que corresponde el abrazo, para luego ver al hijo del doctor Swiketsky.

-Lamento haber llegado tarde y encima perderme el final del partido- mencionó Tom con un tono tranquilo, dando la espalda a los tres, pero para su sorpresa Marcos se acercó hasta él y le extendió la mano derecha.

-No me importa si llegaste unos minutos tarde, o si tuviste algo que hacer para retirarte antes, lo que en verdad valoro y me importa es el hecho de que hayas venido, en verdad gracias Tom- dijo Marcos mientras una sonrisa se dibujó en su rostro, para luego estrechar su mano con el rubio.

El grupo se quedó hablando por unos minutos, pero decidieron que ya es hora de regresar al ver la hora -¿Cómo volverán ustedes?- preguntó el rubio, mientras ve a sus dos amigos –Yo regresare en taxi, después de todo vine aquí en uno, en primero lugar- respondió la pelirroja sin darle mucha importancia, obteniendo un suspiro por parte Tom -¿Quieren que los lleve de regreso?- mencionó el hermano mayor de Martina, para luego ver a los tres jóvenes frente a él –Gracias, pero esta vez voy a negarme, Belén y yo volveremos con su hermano mayor- respondió Marcos, mientras sujeta el hombro de su novia –Esta bien, gracias Tom- dijo Camila con una pequeña sonrisa. Zokial sacó de su bolsillo su teléfono para poder comunicarse con su padre, sus dos amigos notaron que se trata de uno nuevo -¿Le ocurrió algo a tu otro teléfono?- preguntó el joven de cabellera negra, mientras se acerca a su amigo de cabellera rubia –Si, se rompió esa noche en el boliche- respondió Tom sin darle mucha importancia, Marcos se acercó y tomó el celular de su amigo –Préstamelo un segundo- dijo el joven de pelo negro, mientras sujeta a su amigo y toma una selfie de los cuatro, dejando ver a las dos mujeres y a Marcos con una sonrisa, pero Tom tiene una pequeña sonrisa, aunque se lo puede ver confundido –Listo, y con esto ya tienes mí número de nuevo, a la noche te pasaré el contacto de Camila- mencionó Marcos, mientras se pasa la foto por WhatsApp y luego devolverle el dispositivo al rubio.

Belén y Marcos se fueron por su camino hasta el auto del hermano mayor de la joven, mientras que Tom y Camila se están yendo a la ubicación que le envió el doctor Ezequiel Swiketsky a dos cuadras de donde se encontraban, debido a que el hombre no consiguió un lugar más cerca dónde estacionar. Tras unos pocos minutos los dos llegaron donde el padre del rubio, quien se encuentra sentado tranquilo, Tom se sentó en el asiento delantero, mientras que Camila se ubicó en el asiento trasero del lado del acompañante –Hace unos días que no te veo, ¿qué tal estás Camila?- preguntó Ezequiel con un tono cálido, porque sabe que al igual que su hijo ella también habrá sufrido bastante lo ocurrido esa noche en el boliche –Estoy bien, gracias por preguntarme, y también por llevarme de regreso a casa- respondió la pelirroja con un tono tranquilo, mientras suelta una pequeña sonrisa. El viaje será un poco largo debido a que la casa de Camila se encuentra bastante lejos de donde se encuentran ahora mismo, pero será tranquilo, el padre de Tom puso en marcha el vehículo, comenzando con el viaje, el rubio para que no sea tan aburrido para su amiga colocó la radio, que es algo que no suelen utilizar muy seguido, o al menos cuando él está en el auto. La pelirroja al pasar los minutos y ver la relación que tiene Ezequiel con Zokial, soltó una pequeña sonrisa, porque ella quisiera tener esos lazos con su padre, algo que siempre deseó, pero a su cabeza llegó de golpe todo lo que el rubio le contó, y la tristeza la invadió, debido a que el doctor Swiketsky no sabe que su verdadero hijo en realidad está muerto, y aunque Tom haya decidido llenar ese hueco reemplazando al original, no puede evitar sentir pena por el hombre, y no puede imaginarse cuánto dolor le generará el descubrir la verdad algún día.

-¿Te está molestando algo Camila?- preguntó el rubio, al notar como el aura de la chica, comenzaba a oscurecerse nuevamente.

-No ocurre nada Tom, solo estoy pensando en otras cosas, nada con lo que tengas que preocuparte- respondió Camila, con un tono tranquilo, mientras suelta una falsa sonrisa, algo de lo que Zokial se percató fácilmente.

-Aprovechando que estás aquí, y que las vacaciones están cerca, porque no vienen con nosotros, tenemos una quinta en Pilar, a la que vamos los fines de semana de por medio, claro si es que no tienes algo planeado, se lo quería preguntar a Marcos en persona, pero Tom le enviará un mensaje más tarde ¿no?- contó Ezequiel, sorprendiendo a su hijo, quien no espero que su padre haga esa propuesta a su amiga tan de repente, al igual que la pelirroja que no espero tampoco esa propuesta.

–La verdad, nunca tengo planes para la vacaciones, me gustaría ir, le diré a mis padres, no creo que no me dejen- mencionó Camila con un tono tranquilo, aprovechando este momento para evitar el interrogatorio del rubio, quien solo se mantuvo al margen de la conversación.

El viaje continuó en silencio, pero tras varios minutos casi siendo una hora, llegaron a la casa de la pelirroja, quien bajó del auto no sin antes despedirse de su amigo de cabellera rubia con un abrazo desde la ventanilla del auto, luego de eso ingresó a su casa, bajo la atenta mirada de Tom y su padre, quienes tomaron rumbo a su hogar -¿Por qué hiciste esto?- pregunto con un tono tranquilo Tom, mientras ve a su padre de reojo –Porque esto tal vez los ayude a desconectarse, o incluso a fortalecer más sus lazos de cara al futuro- respondió el hombre con un tono tranquilo, para acto seguido acariciar el cabello de su hijo con su mano derecha, mientras controla el volante con la izquierda. Luego de treinta minutos aproximadamente, padre e hijo ingresaron a la cochera del edificio, tras bajar del autos se dirigieron al ascensor y comenzar a subir hasta su piso, al llegar y comenzar a acercarse a su departamento, ambos comenzaron a sentir un delicioso aroma a comida, aunque al rubio no lo afectó, a Ezequiel le abrió el apetito, al abrir la puerta del departamento y entrar, comprobaron que el olor definitivamente viene de su hogar, y no de alguno de los vecinos, Tom se dirigió a la cocina y pudo ver la mesa preparada y a su hermana y madre cenando papa rellena –Provecho- dijo el rubio mientras se pone alcohol en gel, y luego sentarse en la mesa -¿Cómo estuvo el partido?- preguntó Martina, mientras ve a su hermano –Fue bastante divertido y el partido terminó con la victoria del equipo de Marcos- respondió Zokial con un tono calmado, soltando una pequeña sonrisa al final.

Una vez que la familia terminó de comer y hacer los últimos preparados para afrontar el siguiente día, se fueron a dormir, y como siempre, desde que viven en ese departamento, a las 3:00 am, luego de asegurarse de que sus familiares se encuentren profundamente dormidos, el rubio se retira a la terraza del edificio, a disfrutar de la poca vista del cielo nocturno, lo cual se debe a la gran cantidad de nubes de tormenta. Tom Swiketsky estuvo mirando a la nada, hasta que sintió su teléfono vibrar en su bolsillo, al sacarlo vio que su amigo Marcos le envió un mensaje, el cual en realidad se trata del contacto de Camila, pero esto sorprendió un poco al rubio, porque no espero que su amigo se mantenga despierto hasta estas horas, pero decidió hacer lo que su padre le pidió antes de irse a dormir.

- '𝘔𝘢𝘳𝘤𝘰𝘴, 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘰 𝘱𝘳𝘦𝘨𝘶𝘯𝘵𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘴𝘪 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘴 𝘷𝘢𝘤𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘪𝘯𝘷𝘪𝘦𝘳𝘯𝘰, ¿𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘷𝘦𝘯𝘪𝘳 𝘢 𝘭𝘢 𝘲𝘶𝘪𝘯𝘵𝘢 𝘥𝘦 𝘮𝘪 𝘧𝘢𝘮𝘪𝘭𝘪𝘢 𝘦𝘯 𝘗𝘪𝘭𝘢𝘳?, 𝘺𝘢 𝘭𝘦 𝘱𝘳𝘦𝘨𝘶𝘯𝘵𝘦 𝘢 𝘊𝘢𝘮𝘪𝘭𝘢 𝘺 𝘢𝘤𝘦𝘱𝘵ó'- le escribió Tom a su amigo de cabellera negra.

-' 𝘝𝘢𝘺𝘢, 𝘦𝘴 𝘶𝘯𝘢 𝘪𝘥𝘦𝘢 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘳𝘦𝘴𝘢𝘯𝘵𝘦, 𝘮𝘦 𝘦𝘯𝘤𝘢𝘯𝘵𝘢𝘳í𝘢 𝘪𝘳, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘵𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘧𝘪𝘳𝘮𝘢𝘳𝘦 𝘮𝘢𝘯̃𝘢𝘯𝘢 𝘱𝘰𝘳 𝘭𝘢 𝘮a𝘯̃𝘢𝘯𝘢, 𝘮𝘪 𝘢𝘣𝘶𝘦𝘭𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘶𝘳𝘮𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘢𝘩𝘰𝘳𝘢, 𝘯𝘰 𝘭𝘢 𝘷𝘰𝘺 𝘢 𝘮𝘰𝘭𝘦𝘴𝘵𝘢𝘳, 𝘵𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦́𝘯 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘰 𝘢𝘨𝘳𝘢𝘥𝘦𝘤𝘦𝘳𝘵𝘦 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘱𝘰𝘳 𝘷𝘦𝘯𝘪𝘳 𝘢𝘭 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘪𝘥𝘰, 𝘯𝘰 𝘵𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘭𝘰𝘴 𝘥𝘪́𝘢𝘴 𝘶𝘯 𝘴𝘦𝘳 𝘮𝘪𝘭𝘦𝘯𝘢𝘳𝘪𝘰 𝘷𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘢 𝘢𝘱𝘰𝘺𝘢𝘳𝘵𝘦'- respondió Marcos con un mensaje, al final del mensaje unos tres emojis de un pulgar en alto.

El hijo del doctor Swiketsky se limitó a guardar su teléfono nuevamente, no iba a responder a las bromas del joven de cabellera negra, no lo hizo en los comienzos menos ahora, pero en parte se alegra de que su amigo se comporte de forma tan natural con él, "Porque esto tal vez los ayude a desconectarse, o incluso a fortalecer más sus lazos de cara al futuro" las palabras de su padre resonaron nuevamente en su cabeza. Zokial se quedó unos minutos más apreciando la vista, desde que tiene memoria, las noches siempre fueron su principal fuente de meditación y planeación, el estar en la oscuridad, lo reconfortaba como si se sintiera una con ella, al pasar los años esas sensaciones siguen manteniéndose igual, pero debe admitir que últimamente no le molesta estar un poco rodeado de luces. Cuando el celular marcó las 4:00 am, el rubio regreso a su habitación, pero no se dio cuenta que a unas ocho cuadras la misma mujer que él vio aparecer y desaparecer en muchas ocasiones, se encuentra observando el edificio en donde vive Tom y su familia, siendo más específicos la habitación del rubio, mientras una sonrisa que refleja tristeza se dibuja en su rostro.

-No puedo seguir aquí por más tiempo, ya recibí una advertencia por estar en estos dominios, me hubiera encantado verte recuperar tus recuerdos y alzarte nuevamente recuperando tu merecida posición, pero me temo que no podré presenciar tal maravilla de acontecimiento, solo deseo desde el fondo de mí corazón poder estar a tu lado cuando eso suceda- mencionó la extraña mujer, con un tono melancólico, mientras lentamente va retrocediendo, camuflándose con la oscuridad de la noche, desapareciendo.

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