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Hace muchos años, en los bordes difusos entre el mundo humano y el Infierno, se tejía una historia de amor entre dos seres de mundos opuestos: Allen Kelley, una Guardian of the Night, y Donovan, un demonio.

Allen, con su deber de mantener la frontera entre los mundos intacta, patrullaba los límites en la penumbra de la noche. En uno de sus rondines, se encontró con Donovan, cuya presencia demoníaca resonaba en las sombras. En lugar de un enfrentamiento inevitable, algo en la mirada de Donovan y la expresión de Allen sugirió un entendimiento inusual.

Aunque sus deberes los obligaban a ser enemigos, una conexión inesperada se formó entre ellos. Se encontraban en la delicada línea entre la lucha y la aceptación, atrapados en un amor que desafiaba las reglas establecidas por los mundos que representaban.Sin embargo, el destino esquivo les tenía preparada una prueba aún más difícil. En una serie de eventos desafortunados, Allen se vio forzada a enfrentar a Donovan, creyendo que él representaba una amenaza inminente. En medio de la confrontación, las habilidades de 

Guardian of the Night de Allen casi llevaron a la muerte de Donovan.

La ironía del destino jugó un papel crucial cuando, en un momento crítico, Allen, a pesar de tener el poder para destruirlo, decidió perdonar la vida de Donovan. La semilla del amor que ya se había plantado entre ellos floreció con una nueva comprensión y respeto mutuo.

Aunque su amor parecía un imposible rompecabezas de dos mundos divergentes, Allen y Donovan resistieron. Se encontraron en los intersticios de la noche y el fuego, entre las sombras y las llamas. Su unión, aunque marcada por la imposibilidad y el peligro, se fortaleció con cada desafío que enfrentaron juntos.

La llegada de Hunter, el primer semi demonio nacido de la unión de un Guardian of the Night y un demonio, fue un evento que llenó sus corazones de alegría pero también de temor. La idea de que su hijo poseía un poder que podía desencadenar consecuencias inimaginables pesaba sobre ellos, y cada día se preguntaban cómo podrían proteger a su hijo de su propio destino.
La infancia de Hunter Mayer transcurrió en un equilibrio tenso entre su herencia de Guardian of the Night y su linaje demoníaco. Aunque sus padres, Allen y Donovan, anhelaban que Hunter creciera en un entorno de amor y comprensión, el peso de su herencia dual planteaba desafíos constantes.

Donovan, siendo un demonio con fuertes convicciones y un sentido de la jerarquía en el Infierno, era estricto en cuanto a las expectativas para su hijo. La aparente ausencia de habilidades propias de un Guardian of the Night en Hunter generaba preocupación y, en ocasiones, desaprobación por parte de su padre.

A medida que Hunter crecía, se manifestaban poderes demoníacos notables: control del fuego, invocación de criaturas infernales y más. Sin embargo, las habilidades asociadas con la herencia de Allen, como la percepción de las sombras y el control sobre la frontera entre los mundos, eran menos evidentes en él.

Donovan, preocupado por la aparente falta de las habilidades de Guardian of the Night en Hunter, se volvía más estricto. Intentaba enseñarle las complejidades del Infierno, instándolo a abrazar su lado demoníaco. La tensión entre el deseo de Donovan de que Hunter fuera un digno heredero demoníaco y la naturaleza más sutil de su herencia de Guardian of the Night creaba una brecha cada vez mayor entre ellos.

Hunter, sintiéndose atrapado entre dos mundos, buscaba su propia identidad en las sombras que lo rodeaban. La dualidad de su ser generaba conflictos internos, y la presión para cumplir con las expectativas de su padre se volvía abrumadora.A medida que el tiempo pasaba, Hunter se esforzaba por entender y equilibrar sus dos herencias. Practicaba diligentemente sus habilidades demoníacas mientras exploraba lentamente las sutilezas de su conexión con las sombras. El deseo de complacer a su padre y encontrar su propio camino en la dualidad de su existencia se convertía en un desafío constante.

La adolescencia de Hunter se teñía de la búsqueda de su propia identidad, con el peso de las expectativas y el misterio de sus habilidades únicas. En las sombras de su propia confusión, el verdadero potencial de Hunter empezaba a emerger, marcando el inicio de un viaje que lo llevaría a descubrir quién era realmente y cómo podría reconciliar las dos mitades de su ser.

La búsqueda de Hunter Mayer para entender su lado demoníaco lo llevó a sumergirse en antiguos tomos y pergaminos, ansioso por desentrañar los secretos que su padre le había ocultado. Donovan, preocupado por la seguridad y el equilibrio de su hijo, optó por mantener en secreto la verdad sobre la herencia de Guardian of the Night.

En su empeño por dominar sus poderes demoníacos, Hunter se volcó en la investigación, explorando los rincones más oscuros de la magia infernal. La falta de conocimiento sobre su linaje de Guardian of the Night lo dejaba desequilibrado, centrándose principalmente en las habilidades demoníacas que dominaba más fácilmente.

La presión de satisfacer las expectativas de su padre y la falta de comprensión completa sobre su propia naturaleza culminaron en un fatídico incidente en el mundo humano. Mientras Hunter experimentaba con sus poderes demoníacos, un descontrol inesperado resultó en la trágica pérdida de su querido perro, un compañero leal que había estado a su lado desde la infancia.La noticia del incidente conmovió a Donovan, y la decepción en su rostro no pasó desapercibida para Hunter. 

El dolor de la pérdida y la carga de la culpa se sumaron al conflicto interno de Hunter, quien se sentía cada vez más atrapado en la dualidad de su ser.

Frente a la difícil decisión de cómo guiar a su hijo, Donovan, en un acto de preocupación y amor, tomó la decisión de enviar a Hunter a una escuela demoníaca en el Infierno. Creía que la enseñanza de expertos y la inmersión en su herencia demoníaca podrían ayudar a su hijo a controlar sus poderes y encontrar el equilibrio que tanto necesitaba.

Así, Hunter Mayer, con la carga de un incidente trágico a sus espaldas, se embarcó en un nuevo capítulo en la escuela demoníaca, sin conocer aún la verdad oculta sobre su herencia de Guardian of the Night. La dualidad de su existencia y la búsqueda de identidad se intensificaron en el entorno infernal, donde cada desafío se convirtió en una oportunidad para descubrir quién era realmente.

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