Capítulo.- 26
Hace minutos que Bill llego...
Danilo me llamo para decirme que alguien me buscaba abajo, dio descripciones físicas de la persona que me buscaba y vaya, que aquellas descripciones coincidían con el ojiverde, no paso mucho tiempo para que Danilo y Bill estuvieran en el sitio y así mismo a los pocos segundos de haber subido, Danilo decidido regresar a su puesto de trabajo junto con Eduany, quien hace apenas una hora habia recurrido a recoger a Jeimy del lugar en el que estaba.
Nos encontramos en la segunda sala de estar, él sentado con aquella formalidad que ha mostrado desde el día en que lo conocí, con una pierna encima de la otra bebiendo un poco de café que Jeimy le sirvió al hombre, por mi parte, no bebo nada, a decir verdad, no me apetece, el hambre apenas si es presente, más las nauseas son las que no disminuyen ni un poco.
Me sorprende que esta vez aquel hombre que yace dando pequeños sorbos al café no luzca sus típicos trajes con los que tanto acostumbraba a verlo, esta vez una camisa azul oscura con estampados de flores en esta, pantalones de mezclilla y zapatos color cafés, pero vuelvo al mismo punto, la elegancia y porte del hombre, dejan mucho que hablar.
Olvide decir que no estoy sola, Bastián y Harry estan aquí, de la misma manera Rami quien está paseándose por el sitio observando los cuadros que estan colgados, pinturas y fotografías que logramos enmarcar con el paso de estos dos años, Harry esta sentado en un lugar un tanto alejado mientras que Bastián se encuentra detrás de mí, escuchando con atención las palabras que Bill me decía o las que yo le decía a él.
─Las cosas con el departamento de policías ¿han mejorado? ─pregunta bajando la taza hasta sus piernas.
─Van por ese camino ─lo miro─. La construcción va rápido, lo primordial ahora es encontrar a los reos que se fugaron... en especial a Banner.
─Mis hombres han hecho lo posible, Lily... pero, es algo imposible buscarlo en una ciudad tan grande, además que hay conflictos que han hecho mas lento el proceso.
─Me lo comentaron ─baje la mirada hasta sus manos, observe los anillos que adornaban algunos de sus dedos y después, subí hasta su muñeca donde un reloj de oro acaparaba la atención de cualquiera─. Narian me dijo que habia un asunto que querías hablar, refrenté a ello.
─Ante eso... me gustaría hablarlo en privado, si es posible.
Sus palabras llamaron la atención de los tres hombres que estaban en el sitio, ambos miraron a Bill con demasiada atención, incluso podía ver en Rami algo de confusión y diversión que pintaba su mirada y ni hablar de Harry, que yacía con una mueca y un ceño demasiado fruncido.
Ambos vinieron por mera seguridad, no se confiaban de que me quedara sola con Bill, no quisieron poner en riesgo a Jeimy o incluso a Kilian y ahora, sé que ahora se han quedado más confusos cuando lo primordial era estar aquí y escuchar todo lo que saliera de la boca de Bill y sé que ahora mismo deberán dejar la estancia para escuchar lo que Bill quiere decirme.
Suelto un suspiro y alzo la mirada hacia Rami, quien es el que más me mira, pidiendo que no ceda ante la petición del hombre que ha vuelto a beber de la taza. Solo doy un asentimiento demasiado corto, mismo que a los tres les dio mi respuesta y sin más, Harry se puso de pie sin más que obedecer a mi petición, Bastián no dijo nada, ni siquiera un reproche y como siempre, Rami fue el ultimo en abandonar la estancia cerrando la puerta del sitio.
Devuelvo mi atención hacia Bill, quien se coloco de pie con la taza en sus manos, pero, solo segundos después la coloco en la mesita de cristal que adornaba la estancia.
A zancadas largas decidido caminar hacia donde Rami habia estado contemplando los cuadros, sus dedos pasaban por el lienzo y cortas sonrisas se apoderan de su rostro cuando terminaba de contemplarlas, después, camino hacia donde el piano de Narian, deslizo sus dedos sobre este y toco algunas teclas al azar.
─ ¿Tocas, Lily?
─No, Narian lo hace... o hacia más bien.
─Ya veo.
─Bueno, Bill... te escucho.
Me dedico una mirada que hizo que un escalofrío recorriera la planta de mis pies hasta mi cabeza, por un momento pude jurar haber perdido la noción de lo que sucedía y más aun cuando comenzó a caminar hasta mi dirección para colocarse a mi costado.
Nuevamente se habia robado mi atención, ha quitado un anillo de su dedo y solo para lanzarlo y atraparlo con su mano derecha, estaba pensativo, abría la boca para decir alguna palabra, pero la cerraba al instante como si supiera que no era la manera de decir las cosas.
Un suspiro pesado lo abandono, en ese instante decidido dejar de lanzar su anillo y solo para mirarme nuevamente, ahora mismo noto como aquella mirada se transformó en una más... serena.
─Turnar el mando completo, no estaría mal.
─ ¿Turnar? ─fruncí mi ceño.
─Los problemas surgieron, Lily... porque mi gente no sabia si obedecer a tus ordenes o a las mías, porque tu gente no sabia si obedecerte a ti o hacer las recomendaciones que mi gente les daba, ordenes que venían de mí.
─Entiendo... pero
─Y sé ─me interrumpió─. Que no es obligación tuya el que tu gente obedezca las ordenes que doy, después de todo... tú eres la líder de la ciudad.
─...
─Lily ─recargo su brazo contra el respaldo del sofá─. Tengo ideas, conozco a Banner, tuve tiempo de conocerlo y me gustaría que al menos pudiera, si tú me lo permites dar unas cuantas ordenes a tu gente, ordenes que te hare llegar a ti para que estés consciente de que las cosas que ordeno, no son más que buenas.
─Estas consciente de que no soy la única al mando, Bill ─me coloque de pie─. No dejo ni siquiera que Malek de las ordenes siendo mi pareja actual, no dejo siquiera que Narian ordene cosas a no ser que sean altamente necesarias.
─ ¿Y esto no es altamente necesario, Lily? ─al girar, él ya estaba nuevamente de pie detrás mío─. El capturar a Banner, sé que es tu prioridad ahora Lily y sé que es porque conoces la clase de persona que es, hay zonas que tu gente no pisa por seguridad a otros bandos, para evitar problemas. Al menos, Lily, me gustaría que la mitad de tu gente siguiera mis ordenes por una semana.
─Sé que es altamente necesario, Bill ─bajo la mirada por segundos, y cuando lo siento cada vez más cercano a mí, la levanto y solo para verlo sonreír un poco, esta frente a mí y no puedo negar que me siento estúpidamente ridícula estando frente a un hombre tan alto como él─. No puedo concederte lo que deseas, por seguridad de tu gente y la mía. Pero, si bien te sirve, podemos hacer un par de patrullajes juntos con algunos autos y motocicletas siguiéndonos el paso a sitios en los que creas que esta Banner.
─Claro que sí, Lily... encantado.
Justo cuando estaba por decir algo, escuche un grito proveniente de Jeimy, mismo que fue acompañado por algunas voces preocupadas de aquellos tres hombres que habían salido del lugar hace minutos. Bill frunce su ceño al igual que yo, no me da tiempo de decirle nada mas al hombre que ha hecho lo mismo que yo.
Caminamos hacia la salida del sitio y al abrir la puerta, visualizo a Jeimy correr hacia la cocina, mientras que otros cuatro hombres más se apoderaban de mi campo de visión golpeados de manera exagerada en partes de sus rostros.
Siento mi piel palidecer cuando veo a uno de aquellos nuevos hombres bajar a Chris, niña que sin pensarlo corrió hasta mí, su llanto me ha hecho preguntarme tantas cosas y pensar en uno y mil escenarios que pudieron haber pasado para que Narian y los otros tres se encuentren con golpes leves y escandalosos en sus rostros.
Me hinco hasta la altura de Chris, la abrazo, trato de escuchar que es lo que le pasa, pero no hay mucho, el susto apenas si le permite articular palabras, apenas si puede mantener la calma.
Jeimy regresa a la sala principal, con algunas bolsas con hielo y pedazos de lo que puede ser carne cruda, su rostro esta horrorizado, me imagino el impacto de la mujer por ver a estos cuatro hechos un manojo de golpes por rostro e imagino por cuerpo por sus expresiones de dolor que han mostrado.
─ ¡¿Pero que ha pasado, Narian?! ─Harry ayuda al chico a sentarse al momento en que pregunta por lo sucedido, pero veo que Narian esta de la misma manera que Chris, asustado, anonadado en su totalidad─. ¡¿Narian?!
─Alguien los estaba siguiendo ─miro a uno de los chicos hablar─. Salió de la universidad y... un auto comenzó a acecharlo, lo siguieron hasta el colegio de su hermana.
─ ¿Y ustedes lo siguieron? ─miro hacia Bill, quien de un momento a otro ha caminado hacia Narian.
─Se nos hizo demasiado extraño ─otro chico habla─. Creíamos que era alguien cercano a él, pero cuando apareció otro auto, se nos hizo raro, los seguimos hasta que llegaron a un callejón y paso lo peor, trataron de subirlos por la fuerza, no supimos quienes, estaban enmascarados.
─ ¿Por qué zona? ─Rami pregunta.
─Por la avenida ciento dos ─responde el chico del principio─. Dudo que este alguien, salimos corriendo apenas logramos escapar de ellos.
─Bastián ─llamo al chico que habia terminado de entregar las cosas que Jeimy habia traído a los presentes─. Necesito que tú y un equipo vayan a esa zona de inmediato.
─Lo que digas Lily ─Bastián, palmeo la espalda de Rami antes de abandonar la zona, Rami me miro susurrando algo que entendí de inmediato.
Fue detrás de Bastián corriendo para alcanzarlo antes de que este saliera por completo del edificio y pronto de la calle yendo a otro sitio.
No dejaba de abrazar a Chris, no lo hacía... porque a pesar de no ser yo quien estuviera en esa circunstancia sé lo que es sentir ese miedo, ese pánico que no te deja ni siquiera asimilar las cosas... me queda claro que tal vez, fue Banner quien hizo esto con el solo propósito de que dejáramos de buscarlo como una amenaza que no servirá de nada, no lograra que deje de buscarlo porque ahora más que nunca, lo quiero aquí frente a mí.
─Lily ─la mano de Bill toca mi hombro, alzo la mirada y lo veo hincado frente a mí─. Puedo pedirle a Christian y a otros más que recorran esa zona, tal vez y logremos encontrar aun a los responsables, si los chicos vieron las placas de los autos.
─No tenían placas ─Narian por fin articula aquellas palabras─. Al menos no las vi.
─No, no tenían placas ─menciona uno de aquellos chicos─. Eran Cadillac, modelos CTS blancos con cristales polarizados.
─Con eso me basta ─Bill menciono─. Te comunicare si sé algo ¿de acuerdo?
─Gracias, Bill...
─No es nada ─me dedico una ultima sonrisa antes de colocarse de pie, al mismo tiempo miro a Narian quien estaba atento mirando cada acción que hacia Bill al sacar su celular.
─Voy contigo, Bill ─Harry menciona─. Creo tener una idea de donde puede estar Banner.
─Tu ayuda me servirá de mucho, Harry... Lily ─lo mire─. Te llamo más tarde, procura que los chicos no salgan por ahora, por mera seguridad.
─Lo tendré claro, Bill...
Llevo su celular a la altura de su oreja y a los pocos minutos de haberse alejado lo suficiente, comenzó a hablar con una persona, dando órdenes, mismas que indicaban en la búsqueda de dos autos Cadillac con la descripción que habia dado aquel chico que hasta ahora, no deja de mirarme.
Harry se despide de mi prometiendo venir más tarde y en ese momento que entra con Bill al ascensor, se cierran las puertas y Narian suelta un suspiro demasiado pesado.
─ ¿Cuántos eran? ─miro al chico de cabello negro que lleva aquella bolsita con hielo a la altura de su mejilla izquierda.
─Los suficientes como para llevarlos a ambos... Sentimos no haber llegado antes, Jackson.
─Llegaron y fue lo mejor, Emilio ─Narian mira al chico de nombre Emilio, mismo del cual recordé perfectamente su nombre, mismo que ahora, ha bajado la mirada para quedarse en completo silencio junto con sus otros dos compañeros.
─Les agradezco lo que hicieron ─les hago saber obteniendo pequeñas sonrisas por parte de ellos─. Creo que por ahora, será mejor que no salgan por unas horas de aquí, los llevare a presentar denuncias y
─Sra. Jackson ─un chico moreno habla─. No hace falta, creo que... la justicia se hará por sus manos, dudo mucho que ahora con lo que paso con el departamento de policía se logre hacer algo... solo, por mi parte le pido que este suceso no se repita, no al menos con nosotros.
─No se repetirá ─sueno segura de mi misma, ante mi respuesta, Narian succiona sus labios─. Hare lo posible por poner seguridad fuera de la universidad, pueden contar con ello.
─Gracias ─respondieron los tres al
unisonó.
***
Narrador
La noche ya habia caído, nuevamente centrada en un misterio que no habia dado las respuestas a las personas que necesitaban de ellas, tan solo habia un disturbio por parte de ambos líderes, uno líder de Suecia y otra mujer líder de la ciudad.
Autos de policía habían ofrecido su ayuda para dar con el paradero de esas personas y aunque tan solo eran pocos los que cumplían con ese deber, la líder de la ciudad estaba más que agradecida con ellos.
Pero él, él estaba tratando de armar cabos, no habia sido él quien hiciera aquella movida que habia puesto en riesgo su integridad y la de sus trabajadores, esa persona que habia hecho ese movimiento tan estúpido, los puso en un peligro eminente de que Lily Collins y su sequito, dudara de quien era en realidad Bill Skarsgård.
Tuvo que fingir como de costumbre, quizás un poco más, quizás hasta tuvo que aceptar la compañía de una de las personas que habia causado un severo daño en el pasado, tal vez y tuvo que soportar, resistirse a esas ganas tan abruptas de llenarle los testículos de pólvora, las manos, el cuerpo y al final si sobrevivía su rostro.
─... se piensa que la jefa del NYDP Meiler Scott, fue asesinada el mismo día de su secuestro, acto que se llevó a cabo por el famoso traficante de drogas y armas Andrew Banner, hombre que se fugo con otros sesenta reos de la NYDP tras una explosión que aun se desconoce su procedencia... Mucho se ha especulado sobre si en verdad Andrew Banner es el verdadero causante del asesinato a la mujer a la cual, se le estuvo buscando por bastante tiempo hasta que por fin, esta misma tarde dieron con el cuerpo de la ex jefa del departamento de policías ─Bill, presto mas atención a lo que la mujer del noticiero decía, tanta que tomo el control remoto y subió el volumen de esta─. El actual jefe, Derek Obel, ha estado al tanto del asunto, no ha querido decir nada al respecto del terrible asesinato de la mujer...
Bill, mantenía una postura nada relajada sobre asiento, su pierna se movía con rapidez, como si se tratara de un tic nervioso que lo habia controlado desde que la mujer comenzó a mencionar sobre el descubrimiento del cuerpo de aquella mujer, si bien sabia que Banner la habia asesinado, también sabia que en cualquier momento él comenzaría a cometer más crímenes y quien sabe, hasta recurrir a Collins para aliarse con ella y darle la espalda a él.
Stella, se acercaba hasta él con un vaso enano de boquilla ancha, lleno a la mitad de un adorado whisky que para Bill, era más que delicioso, con este ya eran seis vasos los que tomaba, estaba desesperado, estaba un poco confundido sobre todo el asunto que se habia presentado gracias a los disturbios de esta tarde, no quería ser descubierto y alguien ajeno quería que Bill fuese el primer sospechoso en la lista de Collins.
─ ¿Bill? ─la voz de su amigo Christian inundo sus oídos, hizo un gesto con su mano indicando que guardara silencio, seguía prestando atención a las noticias, hasta que estas terminaron pasando otras que no eran tanto de la importancia del hombre que habia tomado el vaso entregado por Stella.
─Retírate ─menciono con voz grave, misma de la cual extrañaba escuchar a Stella, sabia que estaba ebrio, sabía que el licor haría de las suyas para acabar con él por completo.
La chica, obedeció sin poner resistencia, en cuanto a Bill, estiro al control y apago el televisor, fue todo lo que hizo antes de beber de un solo sorbo aquel whisky, un gesto se poso en su rostro, sus facciones fueron toscas y su cuerpo se volvió tenso al igual que el ambiente.
─ ¿Lo encontraron? ─pregunto a Christian quien negó.
─No Bill, no hay nada de Banner...
─Hijo de puta... ¡le dije que no llamara la atención! ahora Collins comenzara a sospechar de mi y me tendré que ver obligado a hacer cosas de las cuales no quiero hacer...
─Bill... dudo mucho que Banner, lo haya hecho.
─ ¿A que te refieres, Christian?
─Bill, recibí una llamada ayer, misma que no te comenté... llamada de esa persona, que habías estado buscando.
─...
─Dudo mucho que Banner sea tan estúpido como para intentar secuestrar a los hijos de Lily y Michael, además... los hijos no estan en planes, Bill. Se rumorea que la niña, es hija de Banner.
─ ¿La hija de Collins y Jackson? ¿la has visto? ¡es tan parecida a la escoria de Jackson, Christian!
─Yo lo sé, Bill... lo sé, pero... Banner intento lavarle el cerebro a Joe, intento hacerle creer que él no era el padre de la niña, si no Banner... esto debido a que Banner abuso de Collins cuando Charlie aun vivía.
─Esa es la razón más obvia por la que pienso que fue Banner, Christian.
─Lo dudo... cuando él me llamo, para decirme que sus movimientos comenzarían ocultos...
─...
─Bill... sabes que él es quien desea más esto que nadie, desea hundir a Collins en la desesperación hasta llevarla al suicidio. Sus hijos son lo más preciado para ella, más que el muelle, más que la ciudad.
─...
Tal vez tenía razón, tal vez y Banner no era el verdadero autor, si no él, aquel hombre que Bill habia comenzado a buscar de la misma manera, un hombre, que no le hizo tanto daño como Jolson, pero... que prefirió darle la espalda y abandonarlo cuando más ayuda necesitaba.
─Quiero... que hagas algo por mí, Christian, si haces esto, tu deuda conmigo quedara saldada... y podrás irte.
─ ¿Irme? Jaja, Bill, es lo que menos quiero... pero dime ¿Qué puedo hacer por ti?
─Búscalo... rastréalo, tienes contactos que te ayudan en todo eso... quiero que lo encuentres y que cuando lo hagas, vengas, usemos nuestros mejores trajes y vayamos a verlo.
─ ¿Lo asesinaras, Bill?
─Tal vez... pero, quiero hacerle saber que no use a los hijos de Collins como "amenaza". Porque los usaremos nosotros, Christian.
─Creí que no querías meterte con los hijos de Joe...
─Creíste, Christian... esa niña, es la viva imagen de ese hijo de puta, lo asustada que estaba hoy me hizo saber que, si yo quería saber la localización de su padre, ella me lo diría para evitar este tipo de... "sustos".
─ ¿Qué con Narian?
─Al chico me lo estoy ganando, a Collins me la estoy ganando... quiero ganarme a la niña, el bebé no entiende nada así que... me lo tengo ganado. Cuando menos se lo espere, Christian... Lily Collins me suplicara piedad y me dirá todo, acerca de donde se oculta ese mal nacido... y si no lo hace, sus hijos pagaran primero todo.
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