Capítulo.- 19
Narian
No suelo hacer este tipo de cosas con aquellas personas con las que Lily suele llevar tratos, no acostumbro a meterme en aquella relación de trabajo, mucho menos con un hombre que apenas si tiene días aquí en la ciudad, con un hombre que al menos se ha dejado ver como un experto en el tema y con ganas de seguir creciendo en el ámbito laboral. Me es extraño, que hasta ahora las conversaciones con Bill Skarsgård varían en muchos temas, trabajo, mi trabajo, su trabajo, su vida y parte de la mía.
Claro, no soy nadie para contarle a detalles lo que fue de mi pasado y como Michael y Harry me ayudaron a superarlo, así como Ian. No soy quién para ponerme a llorar y contarle mis penas como si fuera el único ser sobre la tierra que pudiera aconsejarme sobre esto, todo va con calma, todo aquello va a una velocidad en donde mi mente da respuestas claras y concisas al sujeto que ha hecho lo mismo que yo, más no tan directas.
No explayarse a más, a no salir de los típicos temas que, hasta ahora, tanto él y como yo queremos saber.
Me da curiosidad porque ese comportamiento, cuando nos trajeron nuestros pedidos simplemente solíamos cruzar pequeñas palabras, aquellas donde me decía que tenía razón en lo deliciosa que estaba la hamburguesa, y ni hablar de la cerveza que bebió hasta la última gota para pedir una más.
Llámenme ridículo, pero imagine que el sujeto sería un poco más especial en el ámbito de querer probar este tipo de comida, pero creo que las apariencias terminan por engañar, así como su porte de hombre de negocios que dejo a un lado y solo para poder disfrutar de lo que ahora nos rodea.
Coney Island ha incrementado en visitantes, niños, adolescentes, adultos, gritando y divirtiéndose en cada una de aquellas atracciones que hay en el parque, personas bailando un poco en la orilla de playa, fogatas, risas, una diversión y paz extremadamente agradable.
Los olores de la comida chatarra se mezclan con los olores de los cigarrillos, con la comida revuelta en tantas combinaciones que llegan a causar sin duda repulsión, lo salado de las palomitas de maíz se mezcla con los olores de los algodones de azúcar, olores fuertes, agradables y desagradables.
Pero ahora, lo que más inunda mi nariz es el aroma dulce de aquellos algodones de azúcar, el sonido que desprende aquella maquina sin duda es para llamar la atención de los más pequeños, quienes atentos miraban como toda aquella bola de azúcar se adhería a su cono de colores, sin duda sus rostros solo hablaban de lo emocionados y asombrados que se encontraban por tan "maravilloso" espectáculo.
La voz de Bill agradecerle al hombre es la siguiente que escucho después de los pedidos de una joven pareja con un niño en brazos. La bola de azúcar es colocada frente a mí y me niego a querer tomar de aquello que Skarsgård me ha ofrecido con una simpática sonrisa.
Anteriormente ya habia comido palomitas acarameladas, un helado, una especie de pan dulce con relleno y ahora esto, no me imagino lo encantado que debe estar con la variedad de comida que existe en el sitio, no hay fin para esto.
─Imagino que este es tu sitio favorito para venir ¿me equivoco, Narian? ─pregunta al momento en que sumergió sus dedos en aquella bola de azúcar suave, un pequeño pedazo fue conducido hasta su boca en donde solo se dedicó a masticar por segundos antes de dejar que la azúcar se desintegrara por completo en su boca.
─Me gusta mucho venir aquí ─admito cuando comenzamos a caminar─. Pero, no es mi sitio favorito, aunque me encante el ambiente soy un poco más de mantenerme en lugares abiertos.
─Oh, ya veo.
─ ¿Cuáles son sus lugares favoritos para pasar el rato, Sr. Skarsgård?
─Hablamos sobre el "Sr." ─me miro─. Mis lugares favoritos consisten en auditorios, Narian. Lugares donde el arte sea apreciado y no desprestigiado.
─Bien, tenemos algo más en común ─sonrío para mis adentros al decir aquello.
─Así parece ─menciono, pero su mirada paro hacia un pequeño puesto, mismo al que lleve la mirada y observe a Ian junto con Amy y claro, no podía faltar Rachel.
La sonrisa de Bill era aún más grande, no mostraba sus dientes, solo sus labios tenían aquella enorme curva, sus dedos ahora solo se encontraban tomando pequeños trozos de algodón al mismo ritmo en que poco a poco nos acercábamos a los ya mencionados.
Podíamos escuchar los comentarios de ellos, al menos de Rachel y de su hermana, mientras que Ian se mantenía comiendo un hotdog siguiéndoles el ritmo a las mujeres. Claro, que ambas se detuvieron frente a nosotros con impresión por verme a estas horas aquí. Casi las dos de la mañana y sé que Collins me matará si no pongo el trasero en casa en menos de treinta minutos.
El rostro de Rachel muestra impresión y algo más que no puedo descifrar, su sonrisa se logró borrar por completo, ya no pintaba esa emoción, ahora solo algo de desagrado, nerviosismo, confusión... No pude evitar fruncir ligeramente el ceño cuando ella y Bill conectaron miradas, Bill seguía comiendo mientras la miraba con esa sonrisa que aún no me explicaba él porque era.
¿Y Rachel? Bueno, ella lucia tan preocupada y molesta de un momento a otro.
─ ¡Vaya! ¿tan tarde aquí, Narian? ─miro a Ian quien sostenía el hotdog con su mano derecha─. ¿Dónde estan tus trajes, Bill? ¿le has robado la ropa al muchacho?
─Oh, Somerhalder ─Bill lo miro divertido─. ¡No te molestes si la ropa juvenil no te luce! ─exclamo divertido─. Si me luce a mí, no es para que sientas envidia.
─Jaja ─sarcásticamente, Ian comenzó a reír─. Envidia ─menciono evadiendo a Bill─. ¿Y tú? ¿Lily sabe que estas aquí?
─Sí, sí... de hecho, ya íbamos a la salida.
─Ya veo... Bien, Bill, Narian, fue un gusto toparnos con ustedes aquí, nos estaremos viendo en el muelle supongo.
─Supones bien, Ian ─Bill menciono volviendo a ver a Rachel─. Felicidades por tus niñas, Hozier ─menciono─. Después de todo, conseguiste lo que deseabas.
─Gracias... ─siseo─. Nos vemos ─y fue todo lo que dijo antes de dedicarme una pequeña sonrisa, tomar a Amy de la mano y comenzar a caminar entre las personas.
Ian, habia hecho la misma acción, seguirlas con paso apresurado, incluso las llamaba para que lograran esperarlo, pero al parecer era inútil, por alguna extraña razón Rachel quería salir del sitio lo más rápido posible y eso me habia quedado claro.
Lo que no me habia quedado claro, era saber el porqué de aquella actitud, es decir... Rachel jamás suele comportarse de aquella manera tan seca...
Lleve la mirada a Bill, quien mantenía los pasos de aquella mujer que, en ocasiones, giraba su cuerpo hacia nosotros, aun con ese semblante extraño sobre ella, fue ahí que me aclare la garganta obteniendo la atención de Bill.
─ ¿También la conoces? ─pregunte.
─ ¿Quién no conoce a Rachel Hozier? Pero... me sorprendió verla con Ian, creí que estaba casada con Styles.
─ ¿Cómo porque tendría que sorprenderte el que la vieras con Ian? Ambos son amigos y, además
─ ¿Qué porque me tendría que sorprender? ─cuestiono divertido interrumpiendome─. Narian... donde hubo fuego, cenizas quedan. No me digas que confías en que Rachel haya olvidado a Ian.
─ ¿Qué? ¿de que estas hablando?
─Oh... ¿no lo sabias?
─ ¿Saber qué?
─Bueno... de todas formas alguien te lo diría en algún momento ─se encogió de hombros─. ¿Sabías tú que Rachel e Ian estaban a punto de casarse?
─ ¿Qué mierda?
─Sí ─afirmo, lo hizo con demasiada tranquilidad─. Estaban a punto de casarse, mucho antes de que Diana llegará, mucho antes de que la paz se retirara de Charlie Jolson.
─...
─Narian ─me abrazo por los hombros mientras comenzábamos a caminar, a paso lento, pausado─. Un día antes de la boda, Ian encontró a Hozier revolcándose con Harry en el auto de Ian... ¡En su propio auto, Narian! ─se apartó de mi para verme a los ojos─. ¿Te imaginas el dolor y el coraje de ese hombre que va allá al saber que los fluidos de Harry, cayeron en el tapete del auto? Era asqueroso, despreciable, humillante para un hombre tan... "Bueno" como Somerhalder.
─...
─Se desato todo ¿sabes? Charlie al parecer perdió la paciencia al enterarse de esas y más cosas que estaban poniendo en peligro la integridad de sus hombres y... bueno. No hubo un final feliz para ninguno de los tres, hasta ahora... Y, dudo ampliamente de que exista un final feliz cuando Ian y Rachel aún, conectan eso que tanto llaman "chispa".
¿Harry hizo eso? ¿Harry?
Me quede completamente atónito ante aquellos comentarios que Bill habia lanzado, yo sabía que habían tenido disputas, pero la mayoría aseguraba que eran problemas de dinero, problemas que habían acabado con la amistad que ambos habían tenido en años.
Incluso Michael me lo dijo en su momento, tenía apenas un año viviendo con él cuando presencie como Ian le reprochaba cosas a Harry, cosas que... ahora me quedan claras, todo tiene sentido ahora, el que Rachel prefiera mantener distancia entre ella e Ian, en que Harry se ponga celoso al verlos juntos, aquellos reproches que llegaban a terminar en golpes, los tantos comentarios en doble sentido que me daban la respuesta clara a las disputas de estos dos.
¿Por qué mentir? Sí, sí, es un asunto delicado, pero... hay cosas que recuerdo perfectamente Rachel hacia a las espaldas de Harry, cosas que incumbían a Ian en esto, ahora sé por qué cuando los veía juntos habia lagrimas por parte de Rachel y molestia por parte de Ian, ahora me queda más que claro lo que Bill habia mencionado, donde fuego hubo, cenizas quedan...
Pero... No puede ser posible, no cuando Ian esta por casarse con Amy, no cuando Rachel hizo su vida con Harry, con aquellas dos niñas que... me han puesto en completa duda.
─ ¿Lily y Joe jamás te lo dijeron? ─niego ante su pregunta─. Lo siento muchacho... La razón por la que Rachel me veía así, fue porque cuando yo llegué y ella salía con Harry, los vi haciendo un par de cosillas... ya sabes.
─ ¿Entonces ella sabe que tú sabes toda la verdad?
─Jaja, Narian... sé cosas que acabarían por derrumbar a muchas personas ─y eso, eso fue lo que me hizo mirarlo con tanta atención, que por un momento vi muchas cosas resueltas, preguntas con respuestas... Vaya que Bill habia venido por más motivos que solo tratos─. Me divertí mucho, Narian ─menciono─. Pero debo irme, buscar un taxi y que me lleve a casa, espero y puedas darme un recorrido muy pronto por la ciudad. Me agradas.
─También me agradas, Bill ─le sonreí, si bien debía enterarme de cosas, debía tener una amistad con este hombre─. Pero no te preocupes por el taxi, te llevo yo.
─Oh, te lo agradezco, no diré que no a tu invitación. Gracias.
─De nada, Bill.
***
Lily
Vuelvo a tomar el celular que estaba en la mesita de centro, lo enciendo y solo observo nuevamente la hora. No sé cuántas veces ya lo he hecho en lo que va de la noche y ahora, en lo que va de la madrugada.
Son las dos de la mañana, dos en punto y Narian aún no ha llegado, las llamadas ahora ya ni siquiera entran, me resulta bastante extraño que me mande directamente al buzón de voz, cuando hace minutos aun salían las llamadas.
Suelto un suspiro cansado, preocupado, de aquellos que de verdad dan a notar la verdadera frustración que siento al no saber nada del chico, he llamado a algunas personas que fácilmente podrían decirme si lo vieron en las últimas horas o minutos, pero desgraciadamente nadie lo ha visto. Lo que me deja completamente sin conocimiento de su última o actual ubicación.
Cuando dejo el celular a mi lado, llevo la vista hacia aquel frasco de vidrio, su color es un café oscuro o más bien acaramelado, mientras que la tapadera es de un material parecido al aluminio, las píldoras de este son rojas, un rojo tan llamativo que no puedo contenerme a tomarlo entre mis manos y tomar una de aquellas píldoras.
Cuando está en mi boca, el vaso corto y grueso toca mis labios y a los pocos segundos el sabor del whisky es el siguiente en hacer contacto, el sabor es fuerte, no es nada comparado a aquellos donde destaca la vainilla, los frutos secos como la nuez o aquel caramelo o las frutas como las manzanas y naranjas.
Bebo todo de aquel corto vaso antes de que el sabor se vuelva un tanto desagradable por ser fuerte, solo algunas pequeñas gotas se han quedado al fondo y una, se desliza sobre el interior del vaso.
Las puertas de aquel elevador se abren, no puedo evitar llevar de inmediato la mirada hacia él y ocultar con rapidez aquel frasco del chico que ha entrado con vista baja al sitio colocando las llaves en aquella mesa alta donde descansa un florero, un retrato y algunas llaves.
Me coloco de pie a espera que el chico me vea y cuando lo hace, succiona sus labios y lleva sus manos detrás de su espalda, suspira con pesadez antes de seguir avanzando hacia mi dirección, pero se detiene en seco cuando ve la botella de whisky y el vaso en aquella mesita.
─ ¿Puedo saber en dónde estabas?
─En Coney Island ─suelta mirándome a los ojos─. Lily lo siento yo
─Narian ─lo interrumpí─. No respondiste a ninguna de mis llamadas, no fuiste capaz de responder a mi último mensaje ¿tengo que enviarte una señal de humo acaso?
─No, no, no ─menciono dando más pasos hacia adelante─. Yo, hubiese llegado más temprano, pero...
─ ¿Pero? ¿has visto la hora? ¡dos en punto, Narian!
─Me tope con Bill Skarsgård, Lily ─mencionó un tanto apresurado a querer cortar mis interrogativas.
─ ¿Skarsgård? Narian, Skarsgård no es la clase de tipo que disfrute de estar rodeado de gente.
─Pues lo estaba, me lo encontré en el bar al que acostumbro a ir con Ian y Mario. Me acerque a él a saludarlo puesto que también me vio, sabes que no me gusta ignorar a las personas con las que piensas llevar tratos. Mis amigos se fueron, me quede con él, recorrimos el sitio e incluso nos topamos a Ian, Rachel y Amy.
─...
─Lily... ¿Tú sabes el porqué de las disputas de Ian y Harry? ─lo mire aun más atento, dispuesta a que me dijera que pasaba, suspiró y bajo la mirada para sentarse en el apoyabrazos del sillón más grande─. Bill me dijo que las disputas de ambos, fueron por Rachel, por decirlo así.
─Narian
─Lily ─me corto─. Rachel e Ian estaban por casarse cuando ella y Harry se acostaron.
─Narian, por favor...
─ ¿No te das cuenta? Tal vez y tenga razón, sus disputas llegan a limites que uno ni siquiera imagino, Bill me dijo también que él los encontró cuando ella era novia de Harry, los vio, Lily... a Rachel e Ian tener sexo a espaldas de Harry.
Pasitos bajar las escaleras me hicieron llevar la mirada a la niña que portaba aquel pijama, sus ojitos apenas si estan abiertos, sus manos se sostienen con fuerza de las barandillas de las escaleras cada vez que da un paso hacia un nuevo escalón.
Llevo mi pulgar a mi boca para morder la uña, vuelco mi atención al chico que aun me observa como si esperase a que le dijera algo, pero me ha dejado atónita, no puedo siquiera imaginar otro tipo de cosas respecto a la familia que formo, pero eso no es y ni será de mi incumbencia.
Narian baja por fin la mirada, con la respuesta clara de que ahora no es y ni será el momento para hablar de ese asunto que no nos incumbe, mira hacia la niña que nos ha dado las buenas noches para entrar a su habitación y cerrar la puerta a los pocos segundos.
Se habia quedado dormida en la habitación de Narian junto con Dalas, imagine que despertaría mucho antes que Narian llegara, y afortunadamente así fue.
─Son asuntos que no nos incumben, Narian... Lo que Rachel haya hecho a espaldas de Harry o lo que Harry hizo a espaldas de ella... son asuntos en los que ni tú, ni yo, deberíamos meternos ¿quedo claro?
─... ─asintió.
─Bien... olvidemos esto y por favor, ya ve a dormir.
Con una pereza increíble, se coloco de pie y comenzó a caminar a las escaleras, subiendo cada escalón con la vista en alto, pude verlo caminar hacia su habitación y a los pocos segundos cerrar la puerta con un poco de fuerza.
Me dejé caer en el sillón, cubrí mi rostro y una risa me abandono, creer que Rachel e Ian tuvieron algo a espaldas de Harry se me hace divertido, divertido por saber que Harry no es quien para tolerar que le vean la cara de imbécil, y... si Ian en realidad es quien hizo de esa "familia" posible, me deja un poco intrigada en el tema. No lo niego...
***
Narian
Lunes
Amaneció lloviendo, con un frío del demonio, afortunadamente el trafico se reduce bastante en estos días ¿por qué? Bueno, la mayoría prefiere quedarse en sus casas a disfrutar de una buena cobija caliente, una cómoda cama, un buen café y tu programa favorito en la televisión.
Afortunadamente no son mis casos, odio faltar a clases.
Lily me trajo y me aseguro que vendría por mi de la misma manera. Esta vez ni Damien o los otros estaban en la entrada, claro que nadie lo estaría con este frío infernal y la lluvia en su punto máximo, los patios estan en su mayoría solos, solo profesores corriendo y protegiendo sus portafolios con papeles y computadores portátiles, algunos estudiantes prefieren correr y otros caminar, un grupo ha estado pasándose el balón de baloncesto un par de ocasiones mientras un profesor les pedía que entraran a sus aulas antes de que terminaran con los calzoncillos húmedos.
Cuando entro al pequeño edificio correspondiente, comienzo a caminar hacia las escaleras que me llevaran a mi aula, entre el silencio y algunos murmuros de personas que hablan de sus propios asuntos, o es lo que creo antes de haber llegado al aula.
Nahel, Daryl y Axel parecen discutir entre ellos, pero al verme, simplemente guardan completo silencio lo que hace del asunto algo verdaderamente incomprendido para mí.
Me acerco aun más a paso lento a los tres que estaban frente a la puerta del aula, cerrada, con voces en su interior... discutiendo.
─ ¿Qué sucede? ─pregunto extrañado ante su comportamiento, pero ninguno parece querer decirme nada, solo desvían sus miradas, solo se mantienen en ese silencio tan... incomodo─. ¿Qué pasa? ─vuelvo a preguntar con un poco de exigencia, pero solo obtengo lo mismo.
Es ahí cuando los esquivo a los tres para entrar a esa aula y presenciar a Daryl y Leonardo discutir fuertemente con Emilio y sus dos amigos. En medio de la discusión también esta Hallie, la chica que luce mas que enojada pero silenciosa, ante todo. Más presentes que estan atentos a todo haciendo comentarios, guardaron silencio al verme entrar por la puerta, así como aquellos que estaban gritando cosas que aun... no comprendía.
Pero todo tomo sentido cuando algo sobre mi pupitre llamo mi atención, bolsitas transparentes con contenido blanco y verde y en el piso, una bolsa plástica con más de esas drogas en el piso...
Miré a Damien, quien guió su vista hacia la pizarra, no pude evitar no mirar a la pizarra y ver aquel escrito en ella "toma, véndelas y termina como la mierda de tu padre"
No sé en que jodido momento mis manos sujetaron la chaqueta de Emilio empujándolo con tanta fuerza hacia aquella pizarra, logrando que la parte que sostiene los marcadores se desprendiera de esta. Lograba escuchar a Hallie pedirme que me calmara, sentía a Damien tomarme de los brazos con fuerza y a Leonardo ayudarlo.
Pero estaba tan enojado... que hacia de todo lo posible para poder soltarme de su agarre y darle a Emilio, la paliza que se merecía por esto...
─ ¡¿Tanto puto odio le tuviste a mi padre, Emilio?! ¡¿Cuál fue tu puto problema con él, imbécil?!
─ ¡Yo no hice nada de esto, Narian! ─sus mentiras solo me hacían molestar más, tenía los testículos para hacer esto, pero no para afrontarlo.
─ ¡¿Qué dices?! ¡desde que llegue has hecho este tipo de comentarios!
─ ¡Te he dicho que yo no hice esta mierda, Jackson!
─ ¿No? ¡¿Quién putas lo hizo?! ¡no hay nadie más que me deteste tanto como tú!
─Estas imbécil, Jackson... ¡La puta famita que tu padre te dejo te convirtió en un ser tan arrogante y pendejo!
Y cuando estuve por liberarme del agarre de Damien y Leonardo, Nahel y Axel interfirieron de inmediato, advirtiendo de la pronta llegada de Henry... Creo que no me importo, creo que la verdad ahora mismo no me importaba si era expulsado por partirle en dos la cara a Emilio...
Pero los llamados exasperantes del profesor Henry nos detuvieron a ambos por alguna extraña razón, tal vez porque es el único profesor que bien podría escucharme... Pero no venia solo, el director Torres venia con él... y nada contento.
─ ¡¿Qué rayos pasa con ustedes dos?! ─Henry se puso en medio mío y de Emilio, fue ahí cuando Torres se acercó a lo que, a mi parecer, ya le habían informado...
La mirada de Henry se fue hacia donde Torres, quien miraba lo que estaba encima de mi pupitre y en el piso, se hinco y comenzó a tomar cada pequeña bolsita para colocarla en aquella de agarradera negra.
Miro hacia los estudiantes que estaban presenciando todo, giró hacia mi dirección y negó en desaprobación total.
─Llama a tu madre ahora mismo ─menciono y los susurros comenzaron─. ¡Silencio! ─gritó─. ¡Te di una segunda oportunidad, tú madre me dijo que esto no sucedería en mi instituto!
─Dir. Torres
─ ¡He dicho que silencio, Jackson! ¡llama ahora mismo a tu madre! Oh, mejor aún... dame su número, yo mismo la llamaré, así como a las autoridades correspondientes, no permitiré que manches el nombre de mi universidad, Jackson ¡y esto va para todos!
Maldita responsabilidad... de no querer faltar hoy a clases.
***
Lily
Aun me faltaba por llegar al muelle, cuando una llamada entro a mi celular y tuve que responder ¿mi sorpresa? El director de la universidad, exigiendo mi presencia, algo sumamente requería mi presencia y claro, para llegar a un acuerdo de que es lo que pasaría con Narian.
No pude evitar pensar que se habia metido en otra pelea con aquel chico, Emilio. Tuve que tomar camino rumbo a esa universidad mientras llamaba a Ian, le pedí que me hiciera el favor de recibir lo que un cliente enviaría, nada del otro mundo.
Creo que no demore mucho en llegar al lugar, aun con la lluvia en su punto máximo y el frío, baje del auto cuando lo estacione en el mismo lugar que aparcaba cada vez que traía a Narian. Sin embargo, dos autos -uno de patrulla y otro gris- llaman mi atención al instante.
Cruce la calle y me adentre a ese lugar, cruzando los jardines, el patio, hasta llegar al lugar que ya habia visitado con anterioridad cuando pedí que aceptaran a Narian a pesar de haber perdido el primer mes de clases.
Una chica llama mi atención, aquella que Narian habia llevado a casa el día viernes para realizar un proyecto, no esta sola, un chico de piel morena la acompaña, ambos parecen lo bastante preocupados mientras estan sentados fuera de la oficina del director.
Cuando me acerco más a esa puerta, la chica me mira y me dedica una pequeña sonrisa antes de alzar su mano y saludarme, hago lo mismo y después, solo toco aquella puerta la cual fue abierta a los pocos segundos.
Mi sorpresa crece al ver a Derek aquí junto con un oficial de nombre Bryan. Ambos mantienen la serenidad cuando entro por completo a la oficina del hombre que se coloca de pie solo para recibirme.
─Oh, Sra. Jackson, me alegra que haya podido venir.
─ ¿Ha pasado algo? ─pregunto sentándome en la silla que estaba en el lado izquierdo, Narian mantiene la mirada baja.
─Sra. Jackson, yo
─Solo Collins... por favor ─lo miro atenta.
─Collins... me temo que Narian no puede estar más en esta universidad.
─ ¿De que me habla?
─Pues... Narian ha metido drogas a la universidad ─lo mire de inmediato, con asombro.
─Ya le dije que yo no lo hice ─Narian menciono molesto.
─Narian ─Derek lo llamo.
─ ¡Por el amor de Dios, llegue y estaban los que mencione alrededor de ese pupitre con droga! ─gritó colocados de pie, lo tome del brazo y le indique que tomara asiento─. ¡Hay testigos que me vieron llegar, hay testigos que saben que vieron a Ramírez en esa maldita aula!
─ ¿Esta seguro que fue Narian? ─pregunte al director, quien no hizo más que mirarme─. Le recuerdo que tienen cámaras en cada aula, al menos, eso fue lo que me dijo al momento en que di mi primera visita aquí y me lo hizo saber en más de una ocasión.
─Collins... No esta demás saber que su hijo pudo haberlo hecho.
─ ¿Qué le hace pensar eso? ─lo mire molesta.
─Bueno... usted y su esposo se dedican a ese negocio, además de que
─Lamento interrumpirlo e informarle que ese negocio está quedando atrás. Los oficiales aquí presentes saben que mi compromiso esta con ellos ahora ¿me equivoco? ─y seguía mirando a ese hombre que estaba más que arrepentido a sus palabras.
─Como lo menciono Collins, Dir. Torres... ella y su esposo ya estaban trabajando con nosotros ─Derek menciono─. Estoy en toda mi libertad y derecho en decir que el chico, no haría nada de eso. No es un chico que le gusten los problemas, siempre ha tratado de evitarlos y si los consigue, es por exceso de velocidad, nada más y son claras advertencias.
─...
─Si expulsará a mi hijo ─Narian me miro de inmediato─. Pido ver las cámaras, de lo contrario... me temo que la mala fama se la llevara usted.
─ ¿Disculpe? ─me coloque de pie ante aquella pequeña cuestión del director, él hizo lo mismo─. ¿Qué me ha querido decir?
─Solo que expulsar injustamente a un estudiante, da una muy mala fama a la escuela, es director y supongo lo sabe... Derek ─me miro─. Me gustaría que... investigaran a fondo esto, las cámaras y que se interrogará a todo aquel que estuvo presente con el chico Emilio y en la llegada de mi hijo.
─Lo haremos Lily, las drogas son las primeras pruebas, eso y un pequeño "comunicado" que Narian conto estaba en la pizarra, hay fotos, no tengas pendiente, las cosas correrán por nuestras manos y con la ayuda del Dir. Torres.
─Bien, Narian... creo es mejor nos vayamos por hoy, dudo mucho que estés tranquilo con todo este escándalo... Dir. Torres. Un gusto volver a verlo.
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