Capítulo.- 04
Tengo un terrible presentimiento...
Por alguna extraña razón presiento que nada está bien con Banner, no puedo negar que hay miedo e incertidumbre, es decir... No es preocupación por lo que haya pasado con Banner si no que temo por lo peor que haya causado a alguien que iba a verlo a las celdas, Banner no tiene permitido salir de ese espacio, Banner pocas veces ha podido ver la sala de visitas a las que acudo y solo para "felicitarlo" por un mes más cumplido en tras las rejas.
No atino la verdadera razón de porque vengo a verlo, la verdadera razón es porque me gusta venir y contarle como va todo su proceso para que siga cumpliendo más años aquí.
Cadena perpetua es lo que un juez habia dictado para Banner, pero... Por un momento las cosas quisieron dar otro giro inesperado. Un buen abogado fue lo que Banner consiguió, uno que hasta hoy en día no ha descansado para obtener justicia por "su cliente"
De verdad, que se me revuelve el estómago solo por pensar que hay alguien que lo está defendiendo sabiendo la clase de hombre que es, uno enfermo, uno que violo, mato y torturo a tantas mujeres y hombres en la ciudad.
Un hombre que logro hacer daños psicológicos a tal punto de hacer perder la cordura a quienes causó daño.
Cuando llegamos a la oficina de Derek, este me concede pasar primero lo cual agradezco en un susurro perceptible, la oficina del hombre luce nuevamente remodelada, a tal punto que incluso puedo ver que los marcos de las fotografías de la pared y de los escritorios han sido remodelados.
Escucho la puerta cerrarse, al cabo de algunos segundos los pasos de Derek me ponen en alerta para ver al hombre dirigirse al otro lado de su escritorio, en donde tomó asiendo en aquella silla acolchonada.
Se acomoda mejor aquella corbata negra sin dejar de verme a los ojos, con una de sus manos me indica que me siente en alguna de las dos sillas que estan frente a mí y sin previo aviso, me siento en una de ellas colocando la caja de rosquillas en el escritorio.
─Te estaba buscando desde ayer ─dice y después se aclara la garganta─. ¿Estabas ocupada?
─Todo el día ─admito─. Desgraciadamente en la noche tuve un compromiso distinto a cuidar lo que ocurriera en la ciudad y, sé que aun así tú no me atenderías.
─Entiendo... Collins, hay... muchas razones por las que decidí llamarte, citarte aquí y no atender nada por llamada como tanto acostumbras a hacerlo con mi sobrino. Desgraciadamente, este no es un asunto donde se tenga que tratar por llamadas.
─ ¿Qué ha pasado? ─pregunto frunciendo de apoco mi ceño.
─Encontramos a un compañero de policía muerto a salidas de la ciudad el viernes pasado.
─ ¿Qué dices?
─Cámaras de seguridad captaron el momento en que un auto, de uno de tus hombres salía segundos después de esta y, a la hora, regreso. El oficial por desgracia no lo hizo y cuando asistimos en su búsqueda habia seis disparos contra los costados.
─El único que salió de la ciudad el viernes fue Rami, y solo para encontrarse con un hombre que le vendió unas refacciones para su Mustang.
Derek, tomo un papel y un lápiz para comenzar a escribir en este, mi atención estaba totalmente puesta en el hombre con aspecto acabado por el arduo trabajo de estar años sirviendo para la policía, cerré los ojos y solté un suspiro pesado.
─Escucha, puedes ir al muelle a tomar los números de las matriculas de todos los autos. No tengo ningún problema con ello, Derek. Confió en que ninguno de los chicos o chicas hicieron algo así.
─Ya lo consultare con mi sobrino y el otro equipo de detectives, Collins ─me miro─. Segundo tema... El jurado ha llegado a un pequeño veredicto, Collins.
─Dime que Banner pasara toda su vida dentro de esa celda, Derek.
─Collins... El jurado no tomara una decisión si tú y tu abogado, no abandonan esto.
─ ¿Qué? ─lo mire sorprendida.
─Lily ─se levantó comenzando a caminar alrededor de la oficina─. El jurado sabe que lo único que deseas es tener a Banner comiendo bajo tu mando, el jurado sabe que deseas tener a Banner encerrado de por vida en aquellas cuatro paredes ─y volvió a colocarse frente a su escritorio, sabía que solo era para ver mi reacción─. No quieren darte ese gusto.
─...
─Hay... muchos daños, muchas personas han exigido la pena de muerte, misma que el juez ha estado considerando.
─ ¡¿Pero que estan estúpidos?! ─grite colocándome de pie─. ¡Le estan dando la maldita salida fácil a un violador, a un asesino!
─Collins... No es nuestra incumbencia interferir en las decisiones que estarán tomando. El caso no procederá más hasta que salgas de él.
─ ¿Sugieres que Michael no obtenga la maldita justica que debe tener? ¿Sugieres que deje en el olvido el daño que ocasiono a Diana? ¡¿Qué ambas malditas carpetas se queden abiertas?!
─Jackson ha tenido la justicia necesaria ─tomo la cajetilla de cigarrillos de su escritorio y de un cajón, un encendedor─. Y Walker... Por Walker no podemos hacer nada, su madre y hermano jamás quisieron tomar cartas en el asunto.
─Bastián ha hecho lo posible y lo sabes.
─ ¿Lo posible? ¿Aliarse con Banner? Aun no me explico como es que no está encerrado... Me arrepiento.
─Derek... Esas carpetas deben ser cerradas con la justicia necesaria, ambas... Así como las de aquellas victimas de Banner. Jake Jolson y Frank Carter merecen justica también.
─ ¿Ellos dos justicia? ¿Qué hicieron por la ciudad, Collins?
─ ¡Tener a Banner preso, Derek! ¡Deja de comportarte como un puto inútil de mierda y abre los malditos ojos! ¡Quieren liberar a Banner de toda la mierda que debería estar cargando!
Y no me prestaba atención, porque solo disfrutaba de su cigarrillo mientras observaba la pantalla de su celular, entre sonrisas, con sus dedos moviéndose por el teclado de ese aparato. Trate de tener cordura, trate de tener la mayor calma posible a los sucesos que ahora mismo se estaban presentando.
No pueden darle a Banner la salida fácil y dejar tantos casos abiertos, hay tantas cosas que no sabemos de Banner, tantas víctimas desaparecidas que no tendrán su descanso y solo, solo porque jamás daremos con sus paraderos si Banner es asesinado.
─También ─hablo nuevamente colocando su celular en su bolsillo delantero. Su mirada verde me penetro en lo más profundo, vi enojo, pero así como enojo, vi la satisfacción en él─. Temo que nuestros tratos, estan por acabar.
─ ¿De qué mierda hablas ahora, Derek?
─Collins... el convenio era con Jackson y Styles. No contigo.
─No puedes hacerme esto, Derek... ¡No puedes!
─ ¡Puedo hacerlo! ─su mano golpeo contra el escritorio haciéndome brincar sobre mi lugar─. ¡Puedo porque ningún convenio fue hecho contigo! ¡Nada está a tu nombre! Así que Collins... ¡Saca tú puto trasero de mi vista, de mi maldita oficina y pronto de esta ciudad si no quieres que las cosas se pongan turbias!
Iba a tomar aquella caja de las rosquillas, pero creo que mi coraje era mucho más grande que tomarlas y salir con ellas.
Gire sobre mis talones y tome la perilla de la puerta con gran molestia, el azotón que le di a la puerta después de haber salido de la oficina, fue tan fuerte que llamo la atención de algunas personas de la zona.
Lleve las manos hasta mi cabeza y entre mis manos tome gran parte de mi cabello, el cual jale en desesperación, en coraje... No pude evitar seguir mi camino maldiciendo a medio departamento de policías, no pude contenerme a no hacerlo.
Salí por completo del lugar bajando las escaleras casi corriendo, las llaves del auto ya estaban en mis manos y al llegar a este coloque las llaves en el cerrojo abriendo la puerta, las quite y subí...
No pude evitar golpear el volante, no pude evitar tomarlo con fuerza y presionarlo hasta el punto en que sentí un agudo dolor en mis dedos. Mi cabeza choco contra este, agobiada, molesta y sobre todo insatisfecha era como me sentía.
No pude evitar derramar lágrimas por lo sucedido, no pude evitar llorar porque simplemente todo, todo nuevamente se me estaba viniendo abajo.
Resignación... Ya sabré cómo encontrar la manera de darle una solución a todo esto.
Aparte mi cabeza del volante y tome mi celular, mismo que desbloque y abrí el verificador de llamadas, el nombre de Ian fue el siguiente que pulse y espere a que respondiera.
─ ¿Lily? ─respondió.
─Ian... ¿Puedes hacerme un favor?
─Claro que si Lily. ¿Estás bien?
─Sí,sí... ya hablaremos. Amm... necesito que te hagas cargo del muelle por hoy ¿podrás hacerlo hasta las seis?
─Oh, claro... Lily ¿de verdad estás bien?
─Si tranquilo, ya hablaremos. Gracias y, te veo a las seis.
Colgué la llamada sin haber escuchado con claridad las últimas palabras que planeaba soltar, simplemente arroje el celular a mi costado para después dedicarme a encender el auto.
***
Narian
He recibido un mensaje de Collins, quien me ha dicho que espera que vaya a la obra en la que Chris aparecerá. Vaya, al parecer si hablaba enserio de que iría a verla. También recibo un mensaje en el grupo en el que estamos la mayoría de los trabajadores, Ian lo ha enviado y ahora me queda claro quién es el que tomara las riendas en el muelle.
Comienzo a presionar algunas teclas respondiendo a Collins y después, me brinco a la conversación del grupo donde Ian solicitaba mi presencia para algunas cosas de las que estaba seguro, yo podría hacerme cargo. Sin embargo, le explico lo que pasa y lo que tenemos que hacer por Chris, no es nada difícil hacer que Ian comprenda las circunstancias a las que ahora nos enfrentamos Lily y yo, es decir, Ian sabe cuánto hemos batallado en hacer de Chris la pequeña niña que era antes.
Giro sobre mis talones para comenzar a caminar hacia aquellas bancas y mesas que hay en uno de los jardines de la enorme universidad, la profesora Aurora nos permitió salir al jardín si lo deseábamos, claro, que debía ser en zonas indicadas por ella.
Cuando guardo mi celular en el bolsillo delantero de mi pantalón, observo que Damien, Axel, Daryl, Leonardo y Nahel -nuevas personas que conocí gracias a Damien- han estado haciendo los diversos apuntes que todos logramos sacar de algunos libros electrónicos.
Llego hasta mi lugar, mismo en el cual me senté y comencé a apuntar lo que habia frente a aquel computador portátil. Nuevamente, el celular comenzó a sonar.
─Estas muy solicitado, amigo ─Axel, lanza aquel comentario sin dejar de apuntar en su cuaderno─. Asuntos serios, supongo.
─Algo así ─respondo.
─ ¿Es difícil? ─Daryl pregunta mirándome, a lo cual, niego con una pequeña mueca.
─Es cosa de que te acostumbres, que lleves todo a tu ritmo.
─Y que no te roben tu linda cabeza ─Nahel finalizo causando risas en todos─. Un pariente mío estaba metido en eso, decía trabajar para Styles.
─Era lo más seguro, Harry tenía mucho gente con él ─admito─. Desgraciadamente fue despidiendo de apoco cuando su esposa estaba más cerca a dar a luz.
─Que mal ─responde.
Solo asentí sin decir más, me incomoda un poco tocar esos temas siendo un espacio donde ahora la mayoría sabe quién está aquí estudiando. Además, es un lugar en el que espero y quiero tratar de olvidar por un momento lo que hay fuera de este lugar, es decir... me siento menos presionado en la universidad, salgo de esta y vuelve la presión.
─Narian ─llevo la mirada al frente visualizando a Hallie, está a unos pasos de notros, parada con sus manos al frente─. ¿Puedes venir por favor?
Algunos murmuros de los que estaban sentados en la mesa conmigo comenzaron, aquellos pequeños sonidos de burla me estaban poniendo nervioso por alguna razón. Me puse de pie dispuesto a ir hacia Hallie y cuando llegue a ella, dio un paso atrás.
─ ¿Has terminado? ─pregunta un poco tímida, medio asiento.
─Me falta un poco sobre el tema de "derecho romano".
─Entiendo... Amm ¿podrías ayudarme con el ejercicio anterior a ese?
─Sí, claro... ¿Vienes o...
─Mejor te espero en la mesa de allá ─señalo el lugar donde se encontraban dos de sus amigas, asentí─. Gracias y... lo siento.
─No hay problema, voy para allá.
Ella asintió lento antes de irse caminando hacia aquella mesa que estaba un poco alejada de la nuestra, camine de regreso hacia donde estaban mis cosas y las tome, llamando la atención de los cinco afroamericanos que desde hace minutos ya habían pintado sonrisas en sus rostros.
Cuando estaba a punto de tomar la laptop, Damien se abalanzo hacia ella cerrándola de golpe, negaba una y otra vez.
─Damien, la necesito para terminar el último trabajo.
─Yo la necesito más, ve y ayuda a tu complemento de pan blanco, pan blanco.
─Oh, mierda... Bien, mándame una maldita foto entonces de la última página. Es increíble que me hayas quitado mi propio computador.
Con mi cuaderno y bolígrafos en mano, comencé a caminar hacia la mesa en donde Hallie se encontraba, no pude evitar parar tras escuchar los comentarios de aquellos cinco chicos, sus burlas hacia mí por ayudarla sin ninguna excusa eran tan graciosas, que no pude evitar girar y mostrarles ambos dedos medios, acción que causo más revuelo en ellos, mierda... se siente bien convivir con tipos de tu misma edad.
***
Al termino de las clases caminaba con los mismos cinco hombres hacia la salida de la universidad en amenas charlas, no dejaron de usar sus comentarios bobos desde que volví con ellos después de haber ayudado a Hallie con lo que se le habia dificultado a ella y a sus amigas.
No puedo evitar que lo poco que la he conocido me ha agradado, es decir... Es demasiado simpática, amable, tiene algo que la hace lucir como la chica más tierna de toda la universidad.
Axel, Daryl, Leo y Nahel deciden despedirse, me invitan al billar pero les cuento que tengo un compromiso y que si se puede repetir, me gustaría salir con ellos el viernes, aceptan encantados, nos despedimos y se alejan sin nada más que decir.
Ahora seguimos Damien y yo en una conversación diferente, me ha contado que está metido en un problema con su padre, el cual quiere vender su auto, comprendo su molestia y sobre todo el miedo a que le quiten aquel vehículo que tiene bajo su disposición y sobre todo, que compro con su propio esfuerzo al ser empacador de un Wal-Mart por años.
─ ¡Hey, Jackson! ─al escuchar aquella voz, gire rápidamente observando a ese chico caminar hacia mi dirección, aquel chico que se habia ido a Brasil por asuntos personales que tenía con mi viejo.
No pude evitar sonreír por verlo de nuevo aquí, es decir... Creí que se quedaría allá, decía que era un lugar muy hermoso y tranquilo para vivir y del cual no quería dejar más. Pero mintió y me alegro tanto de que este aquí.
─Hermano te dejo ─miro a Damien quien se despide con su tipo saludo de manos, mismo que correspondo─. Hasta mañana.
Fue ahí que Bastián llego a mí, el caluroso abrazo con palmadas en la espalda fue grande, de verdad que estaba ansioso de verlo aquí. Cuando se separó de mí, arrebato el casco de la motocicleta que estaba por debajo de mi brazo izquierdo.
─ ¿Te he tomado ocupado?
─Para nada ─introduzco mi mano en la mochila para tomar las llaves de esta, mismas que coloque en la motocicleta después de subirme en ella─. ¿Y el auto? ─la curiosidad al preguntar por su auto me gana cuando Bastián se coloca el casco.
─Espero y llegue pronto ─sube a esta justo detrás de mí─. Juro que si no llega en esta semana, los testículos del encargado pasaran de blancos a morados.
Y comencé a reír por ese comentario y así como reí, comencé a conducir con ese loco detrás de mí.
***
Lily
Las horas han pasado, largas y algo tediosas para mí y sé que pronto lo tedioso y preocupante pasara a los demás cuando les explique lo que Derek me dijo acerca de cancelar los tratos que tenemos.
Después de todo, tiene razón, los tratos los hizo con Michael, con Harry, jamás llego a un acuerdo conmigo y supongo que no dijo nada hasta ahora debido a que quizás sentía "lastima" por lo que yo estaba pasando tras la pérdida de Michael.
Quisiera poder llegar a un acuerdo con Derek, con Jayden incluso, pero... Me resulta difícil hacerlo aún más cuando Derek piensa que alguna de las personas que trabajan para mí, pudieron haber asesinado ese agente del cual, jamás tuve conocimiento sobre el hallazgo de su cuerpo.
La mano de Bastián sobre mi rodilla me hace abandonar mis pensamientos, cuando lo miro me dedica una pequeña sonrisa, misma que le correspondí para llevar la mirada al frente y poder centrarme una vez más en aquella niña que está haciendo un excelente trabajo en aquella obra.
Me alegre bastante al ver a Bastián una vez más aquí en la ciudad, simplemente era impresionante saber que habia regresado y según él, con buenas noticias para mí. No pudimos hablar, no pude hacer mucho ya que era un poco tarde y no quería llegar a mitad de la obra. Afortunadamente el chico lo entendió e incluso me pidió que le permitiera poder acompañarnos, claro que no se lo negué.
Jeimy, Kilian, Narian, Bastián y yo, en presencia de aquella niña que se ha dado cuenta de lo quienes estamos mirándola, claro, que no descarto a las dos personas que estan de pie en la entrada del lugar asegurándose que nada malo suceda, los días de disturbios se han acabado y pocas veces suceden, de la misma manera, nunca bajamos la guardia.
***
Son las siete de la noche y estamos fuera de aquella escuela en espera de Chris, ya han salido varios niños dirigiéndose a sus padres y demás familiares para recibir las grandes felicitaciones de ellos, con sonrisas grandes, con palabras llenas de aliento y de orgullo.
Paso la mirada a Narian, quien lleva en brazos a Kilian puesto que Jeimy estaba agotada, tuve que mandarla a su pequeño apartamento a que descansara.
A lo lejos, veo a aquella pequeña niña caminar con aquella mochila que es mucho más grande que ella, no dudo en caminar hasta ella y al verme, su sonrisa crece a tal punto de que corre hacia mí y solo para abrazarme por los pies, no dudo en responder a su abrazo, en hincarme, en besar su pequeña cabeza y mejillas rosadas.
─ ¡¿Te gusto?! ¡¿Te gusto la obra?! ─pregunta feliz y exaltada, solo siento rápidamente a cada pequeña pregunta que hace.
─Me ha encantado, estuviste estupenda, cariño.
─ ¿De verdad lo crees? Siento que me falto algo, quizás levantar más mi voz en ciertos momentos.
─Pues para mi estuviste perfecta, encanto ─y bese una vez más sus mejillas.
Sentí como se apartó de mí y en ese momento, supe que se dirigiría a Narian y Bastián, quite su mochila y si, corrió hacia ellos dos gritando de emoción. Cuando me coloque de pie, me dedique a escucharla hablar con Narian y Bastián, incluso solía preguntarle pequeñas cosas a Kilian, quien apenas si lograba entender algunas palabras de Chris.
Llevo la mirada hacia aquellos dos hombres quienes habían estado al tanto de lo que ocurriera dentro de aquella escuela, sin embargo, uno de ellos luce lo bastante nervioso mientras atendía una llamada, fue ahí que camino hacia mí con rapidez, con preocupación en su rostro, en aquella mirada que afirmaba que algo malo habia pasado.
─Collins, Ian llamo... paso algo en el muelle.
─ ¿Qué paso?
─No lo sé, está bastante molesto, solicito que fueras rápido, llamo en la obra de la niña en más de diez ocasiones pero... Lily nos pediste no interrumpirte.
─No importa, vamos para allá.
Él, se dio la vuelta de inmediato corriendo hacia su compañero y próximamente ambos corrieron hacia su vehículo.
─ ¡Chicos, al muelle rápido!
***
He estacionado de manera brusca, casi estuve a punto de chocar el auto que estaba delante de nosotros ahora sin embargo agradezco haber frenado justo a tiempo. Narian y Bastián han llegado de la misma manera estacionándose a un costado del auto que con el que casi chocaba.
Narian ha bajado de la motocicleta así como Bastián, que quitó aquel casco para colocar encima del asiento de la moto y correr hacia Narian quien ya estaba un poco lejano.
─Chris, nena... necesito que te quedes aquí.
─Pero mami
─Chris ─gire a verla─. Necesito que te quedes con Kilian, necesito que lo cuides... Sabes que hay debajo de tu asiento, no lo uses a menos que sea necesario ¿quedo claro?
─...
─ ¡¿Chris, quedo claro?!
─Sí, mami...
─Bien... ─abrí la puerta del auto y baje de inmediato─. Todo saldra bien ¿de acuerdo?
─Bien... cuidado.
Cuando cerré la puerta, comencé a caminar hasta aquel lugar con aquella arma en manos, los nervios eran tantos que sentí aquella necesidad de devolver, las rodillas me temblaban, las manos me sudaban, hace tiempo que no sentía esto pero ahora... tengo un presentimiento tan extraño, que hace de mi estómago un nudo de emociones.
Cada vez estoy más cercas y los gritos, los reclamos nacen de la voz de Rami, de la voz de Ian, incluso de Mario y de otros más.
No es hasta que estoy en la entrada del almacén, cuando me topo con la mirada de Rami, de Ian, Mario y otros más. Dos sujetos estan de espaldas contra la puerta, Narian y Bastián estan siendo detenidos por dos personas de las cuales, no me explico porque lo estan haciendo.
Hay tantas voces, tantos gritos que no puedo distinguir las voces de esas dos personas que estan dándome la espalda.
Baje la mirada, quite el seguro del arma y jale el gatillo directo hacia una caja de las cuales hoy por la mañana habían bajado el cargamento y por fin, silencio. No podía saber quién estaba más molesto, si Ian o Rami... pero estaba segura de que ambos podrían iniciar aquí un verdadero conflicto justo ahora.
Camino hacia los dos hombres quienes siguen de espaldas, he colocado mi arma en la nuca de uno quien levanto en forma de rendición los brazos, alto, con un saco color marino y pantalones negros.
No lucia nervioso, tampoco lucia temeroso...
─Más te vale decir que mierda quieres ahora, créeme, no estoy de un jodido humor para aguantar un problema más.
El tipo negó, una y otra vez, con calma, comenzó a bajar los brazos fue entonces que el arma pego más en su nuca pero él no paraba, no lo hacía... Comenzó a girar de apoco, un paso sobre otro hasta que finalmente pude verlo a los ojos.
No era verdad... No podía ser verdad...
─Creí que mi vieja amiga me recibiría de otra manera ─ perpleja, anonadada... ¿Cómo es que podía reaccionar ante su presencia, ante su impotente mirada que no dejaba de analizar cada pequeña expresión que fluía de mi rostro.
Un sonido seco fue el siguiente en proyectarse en todo el almacén, ese sonido del arma que había soltado cayendo contra el piso, mis manos tiemblan al igual que mis labios, que mis rodillas... Y esque de verdad, no puedo creer que sea él.
El impulso, ese impulso de abalanzarme hacia él fue suficiente para decirle cuanto me alegraba de verlo, fue suficiente para saber que era él, su esencia, su calor, aquello que hacía de él un hombre único seguía presente.
Esta aquí... Harry está aquí.
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