Capítulo.- 03








Me he dedicado a pasar el cepillo por mi cabello una y otra vez deshaciendo los nudos que se habían formado cuando decidí utilizar la secadora para que este se secara más rápido y evitara llevarlo húmedo a los lugares que querría dirigirme.

Es lo último que me falta por alistar, puesto que mi maquillaje de diario estaba colocado desde que me salí de la ducha para después proceder a vestirme y por ultimo dejar el cabello. Me ha quedado claro que este proceso de alistamiento no durara mucho, el clima no ha prometido nada bueno desde el día de ayer, pensé incluso que por la noche podría desaparecer pero no, fue un completo caos.

Cuando Rami y yo íbamos rumbo al restaurante —en el que pensábamos pasar una noche tranquila— ocurrió un accidente que dejo un tráfico catastrófico en el centro de la ciudad, Times Square estaba infestado en vehículos que hacían sonar sus claxon de manera desesperante, la prisa de muchos por llegar a sus casas y poder descansar era tanta que incluso llego a ver pequeña confrontaciones entre los tránsitos y algunos ciudadanos.

No tardó mucho en que la policía llegará a escena e hiciera un lio mucho más grande del que ya existía, hubo más retardo del ya mencionado, pero... Afortunadamente no termino en más tragedia de la ya vista.

Fue un poco bochornoso que ese ambiente se creara y... por otro lado se terminó perdiendo la reservación que Rami habia hecho en el lugar desde hace un mes, estaba molesto con el hostess quien simplemente respondió que la reservación habia expirado y que habia pasado a una pareja que parecería se iría a comprometer esa misma noche.

Después de escucharlo renegar y pelear con el hostess e incluso con el gerente del lugar, decidí tomarlo del brazo y salir del sitio que estaba causando mucha curiosidad entre los comensales y en mi caso... Risa.

Dos hamburguesas con papas fritas y "refresco" de un McDonald's fue nuestra maravillosa cena de ayer por la noche dentro de su auto, eso mientras le recordaba lo ridículo que se habia visto tras discutir con el hostess y el gerente del sitio, fue... Una noche tranquila, divertida y agradable a lado de ese sujeto.

La sonrisa que hay en mi rostro por recordar lo de la noche anterior me hizo bajar el cepillo colocándolo en aquel tocador, un último arreglo con mis dedos y decido salir de aquella habitación cerrando la puerta detrás de mí.

Camino hacia las escaleras dedicándome a bajarlas a trote y una vez estoy abajo camino hacia la cocina donde visualizo a Jeimy preparando lo que sé, era el desayuno.

─Buenos días, Lily ─saluda ella con aquella amigable sonrisa.

─Jeimy, buenos días ─le devuelvo con la misma sonrisa y calma aproximándome a uno de los taburetes de la barra, me senté─. Creí que ya habíamos hablado sobre esto, Jeimy.

─Oh, por favor Lily ─exclama con una espátula en manos─. Sé que me contrataste como la niñera de tus hijos, pero tu casa necesita mantenimiento, llegas agotada y a veces ni llegas a dormir. No es malo que me haga responsable de esto.

─Bueno entonces... Permíteme incrementarme más tu sueldo.

─Oh, tonterías ─gira hacia la estufa de nuevo─. Con el sueldo que me das es más que suficiente, no sé qué hacer con tanto dinero, Lily y eso me apena.

Junte mis manos encima de la barra sin dejar de creer que esta maravillosa mujer haya chocado conmigo.

La conocí en el súper mercado, hacia como de costumbre mis compras en compañía de Christine Y Kilian, yo en mis asuntos y Kilian señalando cualquier cosa a Chris con su dedo índice que debía tomar y que no, claro, cosas dulces y frituras en un carrito que se iba llenado de cosas demasiado innecesarias. Claro que, tuve que dejar algunas de esas cosas, después de todo, es un antojo que a todos nos puede dar en algún momento.

Cuando llegamos a la caja para pagar todo, habia una chica afroamericana demasiado preocupada hablando con la cajera, una caja de cereal, un galón de leche, pastas, tomates, cebollas y otras cosillas más estaban frente a la chica, quien preocupada rascaba su nuca y tocaba su frente, pedía ayuda porque la cajera le perdonara lo que le faltaba.

Pague lo que a la chica le faltaba y no dejó de agradecer por la acción que habia hecho para ayudarla. Al salir del supermercado me llamo prometiéndome que me pagaría aquello, que debía darle mi número y que cuando encontrara un buen trabajo me pagaría los intereses.

Sabía quién era yo, yo sabía que ella tenía miedo, pero... sinceramente decidí dejarlo de esa manera y ofrecerle un trabajo cuidando a Chris y a Kilian, dudo un poco pero al final acepto hacerlo. Es una chica que ha pasado por muchas cosas pero afortunadamente dejo atrás esas malas experiencias para enfocarse en ella misma.

─Buenos días ─la voz de Narian me saca de mis recuerdos, se acerca a mí y planta un beso en mi mejilla como todos los días, después, camina hacia Jeimy haciendo la misma acción.

─Buenos días, Narian ─Jeimy le dedica una sonrisa al verlo y nuevamente vuelve a lo suyo.

─ ¿Qué tal la cena? ─suena algo ansioso pero también algo apresurado, su manera de abrir la nevera y tomar ciertas cosas me hacen saber que lleva prisa.

─Oh... Fenomenal... Las hamburguesas y las papas estuvieron deliciosas.

─ ¡Jajaja! ¡Rami hijo de puta! ─respondió divertido─. No aceptes a la próxima, te llevará a una estación de servicio a cenar.

Cuando estaba a punto de decir algo, Chris entro a la cocina con su uniforme colocado, llego hasta mí para saludarme y después camino hasta Jeimy haciendo la misma acción. Procedió a sentarse en un taburete en completo silencio, esperando la llegada de su plato lleno de comida.

Kilian es quien despierta cuando todos se van a sus respectivos lugares de estudio, Jeimy es quien tiene la fortuna de verlo despertar la mayor parte de tiempo, yo con suerte apenas si logro encontrarlo jugando con aquellos autos de colección que en un momento fueron de Narian.

Tomo mi celular de la chaqueta y comienzo a buscar el nombre de aquella mujer que prometió llamarme el día domingo, desgraciadamente nunca llego aquella llamada de Alaina Banks, mujer que prometió darme respuestas sobre Oregón, ciudad a la cual le ofrecí una fuerte suma de dinero porque yo fuera quien la controlara.

Automáticamente me envía a buzón de voz, nadie está en su casa, ni siquiera sus hijos quienes son los que siempre responden las llamadas en caso de que su madre no este.

─ ¿A quién buscas? ─Narian responde antes de morder aquel pan tostado lleno de mermelada de fresa.

Alaina Banks no me responde las llamadas.

─Que extraño ─frunce su ceño─. ¿Quieres intentar de mi celular?

─No, no... me manda completamente a buzón, tampoco contesta en su casa.

Tal vez ella si pasa tiempo con sus hijos ─y fue ese comentario de Christine que hizo que llevara toda mi atención hacia ella.

Su rostro lleno de serenidad y esa mirada atenta a mí, de verdad... De verdad que me mataba que me mirara de esa manera.

─ ¿Volveremos a tratar el tema, Christine? Nena, hago todo lo posible por estar con ustedes ─rodo los ojos al cielo en compañía de una mueca y después, tomo un cubierto que Jeimy habia colocado justo con su plato para comenzar a comer.

─Hoy presentamos la obra ─murmura y la miro con más atención─. ¿Estarás allí? O ¿debo llamar una vez a Meredith?

Mi ausencia... Mi maldita ausencia a afectado tanto en mi relación con ella que la mayor parte del tiempo es esto, reclamos, gritos, castigos... Pero de verdad, que cuando estoy con ella trato de disfrutar lo más posible su compañía, sus pequeñas risas y sus críticas por las cosas más sencillas.

Creo que mi silencio le dio la respuesta que necesitaba, porque suspiro con remordimiento transformando esa carita de enojo a una de tristeza. Ha sido duro todo lo que paso, vio tantas cosas años atrás, vio a su padre morir... Fueron tantas cosas que la hizo una niña demasiado reservada, callada...

Son tan pocos los momentos en los que la vemos reír y olvidar lo pasado, pero como a todos, le golpea la realidad.

─Te prometo que estaré allí ─le digo tomando su pequeña mano, ella simplemente se dedicó a mirarme. Soltó un pequeño suspiro y después, se centró en seguir comiendo cada bocado que habia en su plato.






***

Narian



¿Qué si es difícil? Es difícil y hasta incomodo las situaciones que se viven en casa, no solo por las cosas que a veces yo digo si no también por las que Christine a veces puede decir sin medir las palabras, sin importarle si son o no son hirientes.

Es... Una niña que sigue siendo tierna y divertida, al menos en sus momentos, aun es más duro ver que ella estaba idealizando una familia feliz, tal cual yo la idealice, tal cual Lily la idealizo... Tal cual Michael la idealizo.

Las cosas cambiaron en su mayoría, con Lily a cargo del muelle y de la ciudad entera es más que claro que debería pasarla fuera la mayor parte del tiempo, tal cual Michael lo hacía... Trato de ayudarla lo más que pueda para que ella pueda estar con Christine y Kilian, Mario, Ian, Rami hacen lo mismo por ella, pero... la responsabilidad es de Lily y solo Lily puede tomar las decisiones.

No puede dividirse e ir a cada rincón de la ciudad al cual se le pide que acuda, no puede simplemente hacer eso y tener una vida propia apartada del mando a la ciudad, no puede.

En fin... Pude convencer a Lily de que me permitiera traer la motocicleta a la universidad, el clima no ayudo mucho pero le prometí que conduciría con precaución. Me metí en una pequeña carrera con Ian, él en su porquería de auto y yo en mi moto, Lily no estaba en el sitio, me pareció arriesgado hacer aquella carrera pero emocionante...

Me lamente en casa por bastante tiempo gracias a esa carrera y a la lluvia.

Ian también se lamentó de haberme sonsacado en eso, no por mi accidente, sino porque Lily casi lo mata.

Solo... lo intente porque me traía recuerdos de la vez que Michael me regalo la moto, recuerdos por aquella vez que dimos una vuelta para medir la velocidad de la ya mencionada... Recuerdos porque ambos levantábamos los dedos medios a personas desconocidas que hacían sonar los claxon de sus autos por la molestia de la velocidad.

Cuando estaciono la moto la apago de inmediato, después quito el casco y bajo de esta. Coloco la mochila en el asiento de la moto y solo para colocar dentro de esta la llaves. Cuando vuelvo a pasar la correa de aquella mochila por mi hombro, visualizo el mismo auto de ayer que recogió a Hallie mismo auto perteneciente a su hermano Emilio.

─Linda motocicleta ─la voz de un chico capta mia tención al momento en que estaba más que dispuesto a irme del lugar, sin embargo, me detengo llevando la mirada a mi izquierda.

Es un chico de unos diecinueve o veinte años, piel morena, cabello rizado, demasiado rizado, es como si fuera un plato de macarrones con queso, castaño y puedo decir que de mi misma estatura. Lleva puesto una chamarra de mezclilla con unos pantalones del mismo material, sumándole unos zapatos deportivos de color negros en su totalidad.

Cuando llegó hasta a mí, coloco sus manos en los manubrios de esta, pude ver que en cada dedo de ambas manos llevaba tatuajes.

─ ¿La vendes? ─pregunta y niego de inmediato─. Es una lástima, conozco a alguien que daría una buena suma de dinero por una así... Y ese alguien soy yo ─sonrió ampliamente─. Damien Rowling ─llevo su mano hasta mi dirección para chocar palmas y puños.

─Narian Jackson ─me presento la misma sonrisa

─Y supongo que tú, eres el asiento vacío ¿me equivoco?

─ ¿Cómo? ¿Estudias derecho?

─Hermano, sigo las putas tradiciones familiares, puedo decir que tu no las sigues ¿cierto? ¿Qué te trajo hasta acá, Narian? Vi tu nombre en las listas de estudiantes y quede sorprendido al ver el apellido "Jackson" en ellas, perdón pero... No pude evitar investigar si se trataba del hijo de Michael Jackson.

─Debiste equivocarte de carrera ─succiono mis labios dando un par de pasos atrás, mismos que él me siguió─. ¿Pensaste en ser investigador?

─Muchas veces, hermano, siento mucho lo de tu padre.

─Gracias ─respondí con un interés muy vago─. ¿Lo sabe toda la escuela acaso?

─ ¿Bromeas? ─me miro─. Que el hijo de Jackson y Collins este aquí es un chisme que se ha corrido desde que se publicaron las listas. Muchos pensamos que era un error, una pequeña "fantasía" pero... el mes que estuviste fuera vino tu madre y... Las dudas fueron aclaradas.

Simplemente reí un poco por el comentario del tipo, habla mucho no lo niego pero, es agradable. Nos seguíamos alejando más del lugar de estacionamiento, llegando a la entrada de aquella universidad y al entrar, simplemente habia perdido la noción de lo que pensarían las personas que me reconocieron el día de ayer.

Creo que, deje de guiarme en las miradas de las personas y simplemente me guie por lo que Damien me contaba.

Nos dirigimos hacia el edificio correspondiente en donde tomaríamos las clases, el tipo es demasiado confianzudo, me ha contado tantas cosas en tan pocos minutos que yo a penas si he podido hablar un poco.

Al llegar al aula, Hallie ya estaba sentada en su sitio, me dedico una pequeña sonrisa misma que le respondí y claro, Emilio también estaba en su sitio con dos chicos que lucían lo suficientemente brabucones para su edad.

─Oye negro ─llevo la mirada a mi costado cuando escucho la voz de Damien dirigirse a un chico de piel morena─. ¿Puedes cambiarme el lugar? Me gustaría estar al lado del pan blanco ─reí por su comentario.

─Vale, solo porque atrás estan los mejores ─y el chico se colocó de pie con sus cosas en mano dejando el asiento vacío, mismo que se ocupó por Damien en segundos.

─Ahora sí, hermano... llego tu distracción ─nuevamente me extendió su mano para chocar palmas y puños, procedimiento que hice tratando de ahogar las pequeñas risas que estaban por salir, es alguien que no le da miedo mostrar quien es en realidad, típico de estas personas, son bastante humorísticas.

─Rowling ─y aquella voz convirtió en silencio la estancia, Damien llevo la vista hacia atrás y por mi parte, mire al frente─. Cuidado con esas amistades, no siempre salen bien.

─ ¿Me vas a hablar de amistades a mí, Emilio? ─Damien suena ofendido pero su tono de voz es un poco divertido.

─Solo digo que tengas cuidado, Damien... No entiendo cómo es que pudieron aceptarlo aquí sabiendo la vida que lleva... el tipo de padre y madre que tiene ─y me coloque de pie dándole la cara, acción que llamo aún más la atención de los presentes.

─Emilio... lamento que tú hayas perdido oportunidades y te desquites con quien de verdad ha tenido potencial desde los diez años para demostrar el empeño y amor por las cosas ─y fue él el siguiente en colocarse lentamente de pie, si, venia hacia mi─. ¿Tienes algún puto problema con mis padres? O... ¿piensas que al menos mi madre tuvo que venir a amenazar para que me aceptaran?

─Narian... ─sonrió irónicamente─. ¿Qué fama no se lleva la tipa que asesino a un farmacéutico? ¿Qué fama no se lleva la que chantajeo a su profesora de preparatoria para que al final fuera encontrada muerta? ¿Qué fama no tendrá la mujer de la cual se rumorea, asesino a sus padres?

─Emilio ─Hallie se levantó para tomarlo de la mano y apartarlo unos cuantos pasos de mi─. Por favor, basta... Evitemos que ambos tengan su primer e innecesario reporte.

Su mirada me recorría de arriba hacia abajo, de esas miradas en las cuales te retaban, te hacían querer cometer una atrocidad para que los molieras a golpes. Pero no, no, no, no y no. No puedo hacer eso, no puedo.

Damien, me jalo de la chamarra indicándome que era mejor dejar el asunto, y así fue... Decidí dejarlo a la suerte, decidí sentarme diciéndome a mí mismo, que la próxima vez, no respondería a palabras.


***

Lily



He llegado a comisaria, tenía entendido que Jayden y Derek necesitaban hablar conmigo urgentemente. Sé que es relacionado con Banner, sé que... puede ser la última palabra de lo que el juez haya decidido a lo largo del proceso que se le hizo a Banner por todo el daño causado a varias personas de la ciudad, incluyéndome...

Tomo la caja de rosquillas que estaba en el asiento del copiloto y bajo con ella. Me dedico a caminar hacia la enorme entrada de aquel edificio, hay policías en la entrada que me saludan conforme subo las escaleras, sonrisas amables y otras... no tanto.

Cuando entro en el edificio camino hacia la recepcionista, quien atendía una llamada telefónica entre sonrisas y carcajadas estruendosas, perfecto, lo único que debe hacer es atender llamadas de emergencia y parece que habla con amigos o su propia pareja.

Decido acercarme a ella y al estar a pocos pasos ella cuelga la llamada de inmediato mostrando "profesionalismo".

─Lily ─dice mi nombre─. Hace tiempo que no te teníamos por acá.

─Jayden y Derek querían verme ¿estan?

─Oh, no lo siento. Ambos salieron hace tiempo, seguramente no tardaran.

─Bien... Amm, pueden llamar a Banner al área de visitas. Me gustaría darle un pequeño obsequio por un mes más cumplido aquí —irónicamente comentó así como aquella divertida manera de comentar sobre el obsequio.

─Temo que no podrás verlo, Collins ─gire observando a Derek acercare a nosotras─. Ni hoy, ni ningún otro día.

─ ¿Disculpa?

─Collins... Debemos hablar sobre Banner, ya.

─... 

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