08 Sangre Inocente

-¡NO!

Me desperté, mire la hora 5 am, las pesadillas volvieron desde que llegue a este lugar, mis ataques volvieron pero tengo el presentimiento que lo descubriré pronto. Había pasado una semana desde que vi las 3 sombras en el exterior del hospital y no se me había presentado más cosas raras fuera del cumplimiento de mis funciones. Me levante parcialmente de la cama para arreglarme ya que pronto comenzaba mi jornada normal.

Salí hacia la cafetería más temprano de lo normal, cuando choque con alguien, levante la mirada y vi a Carlo, sus ojos molestos se suavizaron poco a poco dado que me reconoció.

-Lo siento

-Tranquila

Iba a seguir mi camino pero siento su mano en mi brazo frenando mis pasos, acercó su cara a la mía.

-¿Ya conociste a los fantasmas que caminan de día?

Achine mis ojos para responder.

-¿Y a la oscuridad que murmura de noche?

Su sonrisa desapareció, le di una mirada de indiferencia, me solté y seguí mi camino hasta llegar a la cafetería. Logre divisar a Vanessa que estaba sentada con Calth en nuestra mesa de siempre, tome mi desayuno y me acerque a ellos.

-Chicos

-Hola Rudth, ¿cómo estás?

-Algo cansada

-¿Has estado durmiendo bien?

-No

Me senté al lado de Vanessa, levante la vista y vi la cara de Calth estaba echa un asco.

-¿Qué te paso?

Por inercia mis manos se posaron en su cara explorando mientras él hacía muecas de dolor, aleje mis manos.

-No lo tengo claro, desperté en mi habitación pero mi cuerpo y cara están morados, no recuerdo que paso

Vanessa lo mira pensativa.

-Bueno pareciera como si estuvieras metido en problemas.

-No tengo de esos problemas.

-¿No? Y como explicas tus heridas

-No lo sé, no me acuerdo de nada ya te lo dije

Su mirada se posó en la mía.

-Deberías tomarte el día de hoy para recuperarte

-Creo que haré eso, nos vemos chicas

Se levantó y salió de la cafetería.

-Me parece que si se metió en problemas.

-Lo raro está en que no recuerde que paso.

-Calth a veces sufre de lagunas mentales a ciertos momentos.

-Oh eso lo explica un poco.

-Si pero siento que hay algo más.

La puerta de la cafetería se abrió y nuestros ojos observaron a quien entro, Carlo con su mirada de indiferencia.

-Vanessa te puedo hacer una pregunta.

La mire y ella a mí.

-Si.

-¿Hay alguna preferencia en este lugar donde te permitan salir de noche a las áreas exteriores?

-No, es peligroso tanto para los pacientes como para el personal.

Terminamos de comer en silencio, salimos de la cafetería.

-¿Qué tienes por hacer?

-La verdad ayer adelante unos pendientes que tenía para hoy, solo me quedan el chequeo de algunos pacientes y ya.

-Que rápida eres.

-Si bueno una de mis cualidades.

-Resulta que me encargaron a Emy en su tratamiento ¿Quieres venir?

-Justo quería pasar para ver su estado en cuanto al otro día.

-Entonces vamos.

Pasamos el lumbral de la zona alta – elitista, Vanessa saco la tarjeta magnética del bolsillo cuando llegamos a la puerta, el lugar esta algo movido para ser franca no me lo esperaba.

-De día es un tormento por que los pacientes suelen estar más activos que nunca

Mire la puerta, bastante ancha y de un metal muy fuerte además del hecho que estaba bajo seguridad absoluta tanto eléctricamente como manualmente. Vanessa saco la tarjeta y con una mano agarro el cerrojo para deslizarlo hacia la derecha suavemente destrancando la puerta, esta hizo un sonido de desbloqueo.

-Listo

Vanessa pasó de primero a la sala, y no me esperaba que fuera tan elegante y pulcra era una habitación con colores blancos, rosados, grises y dorados algo impresionable.

-Ya vez lo que hace el dinero.

Me miro.

-Además siempre tratamos de que el paciente se sienta en casa.

-No había entrado a una como tal, siempre ellos venían a la sala de chequeos diarios.

-Pronto te darás cuenta de las cosas verdaderas de aquí.

-No todo es lo que parece.

Después de escanear el lugar vimos a Emy durmiendo plácidamente en su hermosa cama.

-¿Es necesario despertarla?

-Sí, tiene una rutina que cumplir, despiértala tú.

La mire y ella me devolvió la mirada.

-¿Qué? ¿Le tienes miedo?

-No pero estoy segura que ella me odia.

-Te estoy entrenando y no estas siendo honesta.

-Bueno no quiero que se me tire encima despertando su lado menos agradable

-JAJAJAJAJAJA, Emy no es tanto...así.

-Vanessa.

-Además le salvaste la vida no te odiaría, hazlo.

-Aggg está bien.

Fui por el costado derecho de la cama, me coloque de rodillas para poder susúrrale.

-Emy despierta.

No se movió.

Mire a Vanessa.

-No me mires por lo general ella a esta hora esta despierta

-¿Ósea que no tienes idea de cómo despertarla?

-Si algo así.

Volví a mirar a Emy.

-Tú despiertas ya,

La oscuridad se fue,

El sol radiante esta,

Volviendo a lo que fue.

Sus ojos se abrieron de repente y me observaron, me quede quieta. Se sentó en la cama restregándose sus ojos, yo me levante lentamente del suelo para colocarme al lado de Vanessa.

-Emy ¿te sientes bien?

-Sí, lo siento si las asuste.

-Está bien pero tienes una rutina que espera por ti, esperaremos afuera.

Le di una cálida sonrisa para salir con Vanessa.

-Ves que te fue bien ¿Cómo supiste que cantarle?

-Me vino a la mente esa canción y lo hice, no pensé que se despertaría.

-Está tranquila y eso es lo que me extraña.

-Pensé que iba a hacer más brusca.

-Es porque ella es así de temperamental pero hoy es como si fuera otra persona.

Escuchamos tres toques a la puerta, Vanessa abrió la puerta y de ahí salió una Emy vestida deportivamente.

-¿Tus medicamentos?

-Listo.

Le entrego una cinta anaranjada que decía cafetería.

-Ve por tu desayuno, nos vemos en el gimnasio.

Ella asintió y se fue.

-¿No deberías seguirla?

-No, hay que darle su espacio.

-Te acompaño a la sala de revisiones para que hagas tus actividades y después vamos al gimnasio.

***

Llegamos hace 20 minutos y Emy no ha llegado sigo insistiendo que deberíamos de haberla seguido pero Vanessa dice que es innecesario.

-Siento la espera.

Volteamos y la vimos entrar a la instalación.

-Tuve unos problemas.

Detalle su cara, tenía el labio partido, unas pequeñas cortadas entre la mandíbula y el cuello.

-¿Qué te paso?

-Les dije tuve unos problemas nada importantes.

Vanessa se le acerco algo intimidante.

-¿Nada importantes? Y ¿Cómo Camila termino en revisión?.

-Mmmm no se ella a veces suele ser muy despistada.

-Se bien lo que hiciste, no soy estúpida y lo sabes.

-No, eres inteligente y por eso estas aquí conmigo.

-No siempre vas a tener quien te controle y cuide, la idea es que aprendas a vivir.

-¿Y si medio hospital cae conmigo en el proceso?

-Hay peores que tú y saben hacer sus rutinas casi independientemente.

-No soy como los demás.

-Lo sé mejor que nadie, además sé que no decepcionarías a tu familia ¿o sí?

Su cara de picardía cambio drásticamente a una sombría y triste.

-Mira no soy Calth tengo mi manera para tratarte y esta es la mejor forma de que independientemente te controles

-Veamos si resulta.

Su cara cambio a una más relajada.

-Estaremos para guiarte pero tendrás que acostúmbrate a hacerlo sola.

Asintió lentamente, me acerque para entregarle un folleto con su nueva rutina cuando nuestras manos rozaron sentí una electricidad correr por mi piel y se volvió todo oscuro.

**

-Ellas me controlan y no puedo

La voz de una niña llorando.

-Puedes hacerlo, confía en mí

-No soy fuerte

-Úsalas a favor, que sean tu mayor arma

**

Abrí mis ojos, los sonidos poco a poco se volvían aclarando, mi vista y sentidos despertaban seguidamente, me había quedado paralizada cara a cara con Emy que estaba igual de impactada que yo.

-Rudth ¿Estas bien?

Enderece la postura para volver a mi antigua posición, aclare mi garganta.

-Disculpen, todo bien

-Ya ves Emy que no somos perfectos

Emy me miraba intensamente hasta que despertó y camino hacia las máquinas para hacer su rutina haciendo como si nada sucedió. Nos sentamos en unas bancas que estaban cerca de ella para evaluarla.

No sé el por qué me pasan estas conexiones cada vez que toco algo aparecen fragmentos desconocidos.

-Rudth, si quieres puedes ir a descansar

-¿Por qué lo dices?

-Tienes la mirada perdida

-¿Por qué ella está en un área tan elevada?

Pregunte mirando fijamente a Emy.

-Su diagnóstico es esquizofrenia nivel alto se le asocia por sus síntomas a paranoide pero tiene otros que no se presentan todo el tiempo sin embargo es capaz de controlar algunos instintos peligrosos por eso insisto que ella puede llegar a ser independiente en su rutina.

-¿Confías que ella tome los medicamentos?

-No, sin embargo a ella le conviene estar consiente

-El ejercicio la ayuda a liberar tensión

-Exacto, ella está aquí desde los 6 años sabe cómo se mueve todo, las actividades son seleccionadas por ella.

-Tiene cosas que le agradan pero les tiene miedo.

-Si... ¿Cómo sabes eso?

La mire y frunció el ceño.

-Ehhh.

Tengo el presentimiento de que hay cosas que le gustan pero no tengo explicación de cómo se esas cosas si no nos conocemos, es mejor no hablar porque no entendería y creería que estoy loca.

-Se ve el esfuerzo que hace con cada ejercicio como si los antipsicóticos en realidad fueran las maquinas pero su cuerpo se tensa con algunos reflejos.

-Sí, logra estabilizarse temporalmente.

-Si.

Llevamos 20 minutos supervisando a Emy.

-Vanessa.

-¿Si?

-¿Te puedes encargar? Es que tengo que ir a hacer unas cosas.

-Si ve tranquila y recuerda que deberías descansar.

Me dio una mirada seria.

-Lo tendré en cuenta nos vemos mañana.

Me acerque para abrazarla, los fríos ojos de Emy me miraron un momento para después seguir con sus cosas. Salí rápidamente en dirección a la biblioteca privada elitista sin embargo la podíamos usar si necesitábamos para información más específica.

Al entrar choque con alguien y era Carlo.

-Empiezo a creer que me sigues.

-Yo puedo decir lo mismo.

Lo mire seria y seguí de largo, al encontrar la sección busque el libro de trastornos y me senté a leer.

-¿Qué lees?

Mi cuerpo se tensó, subí la mirada y me encontré con unos ojos grises.

-¿Quién eres?

-Disculpa, soy...

-¡Azael! ¿Qué haces aquí?

Carlo se encontraba en frente a la mesa bastante enojado.

-Vine a buscar nuevos libros.

-Bueno búscalos y piérdete.

Su tono de voz era tosco.

-Que cálido recibimiento, disculpa por esta escena.

Me miro.

-Tranquilo resulta que a mí el peligro me persigue.

Me levante con todo y el libro para salir de la biblioteca sin decir nada más, al llegar a mi habitación, me senté en el escritorio para leer tranquilamente.

**

-Recuerda que siempre te protegeré de las sombras.

-No necesitamos protección si somos los reyes de ellas.

-Aprendes rápido.

-Siempre.

Levante la vista encontrándome con sus ojos azules cristalinos como el agua.

**

Abrí los ojos, me encontraba en total oscuridad, me quede dormida estudiando el caso de Emy. Enderecé mi postura en la silla para proceder a encender la lámpara que estaba sobre la mesa obteniendo visión de la habitación, me levante, vi el reloj 10:00 pm, ya no puedo bajar a cenar. Sin embargo quería salir a despejarme un poco del sueño raro que tuve, me dejo con un sentimiento de preocupación.

Abrí la puerta y me asome por ella no había nadie en el pasillo, di pasos hacia afuera cerrando a mis espaldas la puerta, me encamine hacia las instalaciones de recreación, todo estaba en un silencio total y eso me estremecía. Disidí ir a la piscina porque era un lugar tranquilo y fresco, entré con pasos lentos, la luz de la luna se reflejaba en la piscina por medio de los grandes ventanales, me sentía cómoda viendo hasta que escuche el sonido de una gota, giré sobre mis talones observando una escena bastante aterradora e impactante.

Un hombre, tez blanca, suspendido, con una cuerda atada desde trampolín más alto al cuello, ahorcándolo, tenía el uniforme que identificaba al personal del hospital, cortadas profundas en las extremidades inferiores eso era el causante del sonido de gota provocado por la sangre que escurría, letras grades en el pecho que decía "Sie" en español "Ella", la visión se me volvió borrosa.

Respiración agitada, manchas en la visión, mi corazón palpitando rápidamente, estaba teniendo un ataque de pánico, caí de rodillas cerrando mis ojos.

**

-¡Mamá! ¡Papá! ¡No!

**

Mi cuerpo reacciono en automático abrazándome, todo era muy confuso, lagrimas salían de mis ojos, esos recuerdos llegaron a mi mente, en este momento pasaron imágenes en mi mente rápidamente mareándome, el cuerpo lo sentí pesado, sin fuerzas, cayendo al piso y perdiendo la conciencia.

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Se que el capitulo estuvo largo por que me tomo un tiempo escribirlo pero vale la intriga.

¿Un asesino? ¿Quien sera? hay muchas cosas que van a ir encajando cada vez que suba un capitulo nuevo, recuerden de estar atentos a los detalles pequeños para que entiendan la historia.

Si les gusto voten y comenten que estaré pendiente.

¡Hasta la próxima lectores! 

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