06 Nuevas Reglas
Un rayo de sol entro en la habitación pegando en mis ojos directamente, me incorporé aclarando la vista, gire mi cabeza hacia el reloj 09:00 am un domingo solo me provocaba dormir pero quería levantarme a desayunar antes de que pasara la hora. Me obligue a mí misma a levantarme, ducharme, arreglarme y salir en dirección a la cafetería, entre y pase de largo a la barra sin mirar a nadie solo necesitaba comer para despertar en sí. Elegí los alimentos y me senté donde siempre después de un rato mis sentidos empezaron a despertar y sentí una mirada así que alce la vista vi a Carlo mirándome fijamente en eso escuche como alguien entro al lugar era Vanessa escaneo el lugar se detuvo en Carlo por un momento y después paso a encontrarse con la mía, se acercó a la mesa.
-Rudth, ¿cómo estás?
Me abrazo y se sentó.
-Bien y ¿tú? Pensé que entrabas mañana
-Si pero no tenía nada que hacer y decidí entrar antes
-Bueno en ese caso es mejor para mí
-Pensaba preguntarte si pasamos el día juntas pero aquí
-Estoy de acuerdo
-Perfecto
Termine de comer y salimos hacia mi habitación.
-Wow eres mejor que yo decorando y organizando las cosas
-¿La tuya es igual de grande?
-No, como dos de estas en una
-Ah
-Te quería contar unas cosas
-Claro habla
Ella se sentó en el escritorio y yo me acosté en la cama.
-Ya como pasaste una semana adaptándote he podido observar que viniste para quedarte
-Sí, me gusta el lugar
-Hay cosas que debes saber
Me dio una mirada de preocupación.
-Más reglas
-Si Rudth
-Soy toda oídos
-No debes merodear de noche después del horario, no entrar al bosque tan profundamente de día y de noche ni cerca, no entrar las zonas élite sin un médico como yo
-Vanessa
-No comentar nada de lo escuches con rangos mayores a menos que sean de confianza
Dijo con voz preocupada más de lo normal.
-Vanessa...
-No...
-¡VANESSA!
Sus ojos me miraron.
-Lo siento solo quiero protegerte, es decir, que no te metas en problemas y te saquen
-No te preocupes por mí
Me acerque a ella y tome sus manos.
-Los monstruos no me van a comer
-Tú no sabes... no lo
-No soy tonta sé que hay cosas que es mejor por ahora no saber pero nadie me va hacer daño
-Es que...
-No Vanessa escúchame a mí, nadie me va hacer daño porque ni tú ni yo lo permitiremos ¿entendido?
Sus lágrimas empapaban sus mejillas, la abrace y sus abrazos se aferraron a mí. Ella me necesitaba y yo iba a estar para ella desde hoy en adelante. Esto me cierta curiosidad de lo estaba pasando en el hospital, solo sé que la historia del empleado que renuncio no me la creo para nada había algo mas y por el bien de todos lo iba a descubrir con paciencia.
Vanessa se quedó dormida en mi cama y yo estaba dándole vueltas a lo que había pasado, así que salí a despejarme, me encontraba en la última planta de la estructura apoyada en una baranda, la brisa fría me golpeaba la cara y así las hojas de los árboles, podía observar el clima frio característico de los domingos que me encantaba era una de las cosas porque me agradaba el lugar. Baje mi mirada y vi a Carlo en el patio hablando con la doctora Amy muy animadamente algo que no había visto de alguien como él, al parecer era un buen lugar para sentarse y ver caer esas mascaras de apariencias de los interiores del hospital, Carlo tenía más razón con lo que me susurró en la cafetería y sabía que aplicaba para todos.
Él se giró al sentir mi mirada tan penetrante, sus ojos se encontraron con los míos, alce mi mentón logrando que mi mirada diera una sombra de invasión y la vez de poder como si supiera cada capa de su personalidad. Siempre me han recalcado a mis alrededores que les incomodan como observo tan fríamente a los ojos casi sin vida, pero no me importa es la única manera de ir descifrando a las personas como realmente son.
La doctora se giró y en su mirada encontré confusión.
Susurre lentamente para que mis palabras llegaran exitosamente a él.
-Le maschere cadono sempre come pezzi in una partita a scacchi
Le sonreí cínicamente.
Algunos actos que hacia no eran tan propios de mi personalidad pero los aceptaba temporalmente.
Sus ojos se abrieron un poco de la sorpresa, quite mi mirada rápidamente para volver a mi habitación. Vanessa estaba despierta mirando al techo cuando entre, sus ojos se encontraron con los míos.
-Opino que deberíamos salir un rato
-Y yo opino lo mismo pero adonde quiero no puedes ir tú todavía
-Pero si voy contigo si
Ella achino los ojos.
-Rudth
-Vanessa
-No todavía no
-Okey y si mejor vamos a la piscina
Su mirada dio un brillo.
-Me parece mejor esa idea
Arreglamos nuestras cosas, fuimos a al baño de mujeres que estaba en el lugar para cambiarnos por los trajes de baños del hospital constaban de una sola pieza y tipo short color azul, salimos, era muy grande, dos piscinas y gradas a los costados. Por los ventanales grandes entraba mucha luz natural era asombrosa la vista.
-Ya sé dónde voy a canalizar mi estrés
-Este es uno de mis lugares favoritos
Nos acercamos a la orilla y observe como salía un humo.
-Es térmica
Nos sentamos en uno de los costados.
-Siento que si me meto me voy a derretir
Vanessa me miro y se echó a reír.
-Sabía que tenías un lado gracioso Rudth
-Si bueno solo para personas que me agradan
-Oseaaa que exclusiva eres
Con su mano me salpico en el cuerpo agua y de verdad estaba caliente. Yo me encontraba boca abajo y Vanessa si estaba sentada con las piernas en el agua, solo pocos pacientes estaban en la otra piscina haciendo sus terapias.
-Emy entrando a la sala
Susurró Vanessa.
-Pareces acosadora
-No lo hago de mala manera
-Si pero todas las personas no piensan igual
-Ella es más diferente de lo que crees
-No lo dudo
La tranquilidad que emanaba el lugar era increíble, podía dormir plácidamente. Escuche un chapuzon de seguro era Emy, cambie de posición y decidí sentarme como Vanessa quien estaba inclinada hacia atrás usando sus brazos de apoyo y sus ojos cerrados.
Me quede a medias por que escuchamos un grito.
-¡Mierda Rudth! hay que ayudarla
Yo la mire confundida, divise un cuerpo en movimiento en la otra piscina, era Emy estaba convulsionando. Ni lo pensé, mis piernas se movieron solas, entré al agua ayudando a sacar a Emy aún en su ataque, Vanessa vino con el botiquín, empleamos nuestros conocimientos de primeros auxilios y surtió efecto. Vi cicatrices en sus brazos unas más notorias que otras.
-Vamos a llevarla sígueme
-Ok
Salimos como estábamos vestidas cargándola y llevándola a una ¿biblioteca?. Cuando entramos todo estaba en silencio, observe todo el lugar era muy amplio y elegante.
-Carlo
Mi atención se concentró en ella, lo vi a él salir de unos estantes sonriendo como si le divirtiera todo el asunto.
-Rudth soy muy famoso al parecer
-Tenemos un problema
El miro a Vanessa serio y vio a quien cargábamos.
-¿Qué le hicieron?
Se cercó rápidamente para cagarla en sus brazos pálidos.
-Cuando despierte pregúntale que hacia ella en el área de piscina sola.
-¿Y Calth?
-No lo hemos visto
Sus fracciones se tensaron.
-Vámonos Rudth
Me iba a girar cuando mi vista se nubla totalmente, me invade un nudo en la garganta, mi pecho está por salir y mi respiración esta agitada. Caigo de rodillas al suelo.
-¡Rudth!
Siento unos brazos y es cuando todo desaparece para caer en la realidad, los ojos verdes de Vanessa me miran preocupadamente.
-¿Qué paso? ¿Estás bien?
Yo solo me limito a asentir, me paro con mis piernas temblorosas y salgo corriendo hacia mi habitación cuando llego me encierro y calmo mis respiraciones, después de un rato me arreglo para dormir no tengo hambre solo estoy cansada y necesito dormir.
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Leo su opiniones de este capitulo.
Nos leemos en un próximo capitulo chicos.
El siguiente esta bastante interesante.
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