Me dirigí hacia la mesa de Gryffindor, seguido por Hermione y Ron. El Gran Comedor estaba lleno de alumnos que comían afablemente, riendo y disfrutando de los increíbles manjares mientras que miles de velas iluminaban la estancia, dando más luminosidad a cada rincón del salón.
Mientras caminábamos hacia nuestros sitios pude ver cómo Dean y Seamus ya estaban sentados el uno al lado del otro, charlando tranquilamente. La tensión sexual-romántica era palpable en el aire, pero ambos chicos fingían a la perfección.
En realidad, todos sabíamos que Dean y Seamus llevaban ya un tiempo saliendo, se notaba con solo presenciar una conversación entre ellos dos, pero igualmente ellos lo negaban, incluso aunque sabían que a todos nos parecía bien.
No podía entender cómo alguien puede ocultar sus sentimientos así. ¿Qué más da? Si quieres a alguien no lo ocultas, ¿no?
- Gracias, Hermione - dije cuando dejó mis libros sobre la mesa. Ella cargaba además con un montón aún más grande de volúmenes. Los TIMOS eran ese mismo año y, aunque faltaban meses para los exámenes, Hermione ya había empezado a estudiar.
- ¿Cómo estás, Harry? - preguntó Dean al verme el brazo vendado-. He visto perfectamente cómo ha chocado Malfoy contigo. Ha debido de doler
- Pues sí -sonreí sin alegría -, ha dolido. Sobretodo la caída - hice una mueca recordando el golpe y acaricié subconscientemente mi muñeca - Pero no importa, sanará pronto.
- ¡¿Que no importa?! ¡Claro que importa, Harry! - saltó de pronto Hermione, mucho más enfadada de lo que esperaba que estuviese - Te ha lesionado. ¿Qué pasará ahora con tus estudios, eh? ¿Qué vas a hacer para aprobar cualquier examen? Ese... Ese hijo de... - pareció buscar el insulto correcto, pero al no encontrarlo soltó un simple gruñido-grito exasperado.
Reí quitándole importancia al asunto y empecé a comer, hambriento.
- Pero en serio, Harry - empezó Ron con todavía comida en la boca. Rodé los ojos, viendo que no olvidaban el tema - Hermione tiene razón, así no vas a poder jugar al quidditch.
- ¡Exacto!- se unió Seamus - Debemos reaccionar. Slytherin ha conseguido quitar de en medio al buscador de Gryffindor, tenemos que responder. Demostrarles que no nos vamos a quedar quietos como si no hubiese pasado nada. ¡Esto es la guerra!
- Oh, vamos. Pero si ha sido un accidente. Estáis exagerando muchísimo - repliqué con el ceño fruncido. ¿Pero qué les pasaba? Ni que hubiesen planeado que Malfoy chocase contra mí - A ver, cuando se ha estrellado contra mí también me he enfadado, pero no es su culpa. Quiero decir, es imposible que lo haya hecho adrede.
- ¿Por qué lo defiendes, Harry? - preguntó Hermione.
¿Qué yo lo defendía? Aquella idea era absurda. Lo único que pasaba era que estaban montando un lío enorme a partir de un accidente. Iba a contestar cuando escuché una voz llamarme por detrás.
- Potter- cerré los ojos un segundo, tomando algo de paciencia.- Potter.¡Potter! - ¿Impertinente, insistente? Sí, sabía a la perfección quién era. Y también sabía que si no me giraba seguiría llamándome hasta conseguir que le prestara atención - ¡Potter, escúchame! Sé que me oyes.
Me volví para encontrarme con lo que ya esperaba, un Draco Malfoy que me miraba con una sonrisa burlona.
- ¿Estás bien? Cuando has caído, has necesitado un montón de personas para levantarte. Seguro que te sentías un inútil, ¿verdad? ¿Cómo te encuentras? - dijo con sarcasmo goteando de cada una de sus palabras. Su falsa preocupación me irritó tanto que me hizo olvidar que apenas un minuto antes lo estaba, supuestamente, "defendiendo".
- ¿Pero qué dices, Malfoy? No digas "cuando has caído". ¡Me has tirado tú! -suspiré exasperado- Guárdate tu falsa preocupación para alguien que le interese. Estoy muy cansado y juro que si sigues molestándome con tus idioteces vas a salir muy mal parado.
- Oh, ¿qué vas a hacer? - Movió los labios en una sonrisa ladina. Me di cuenta entonces que tenía una pequeña herida en el labio inferior, que por alguna razón le quedaba extremadamente bien. Fruncí el ceño, sin entender el pensamiento que acababa de tener .- ¿Vas a pegarme? Ten cuidado de no usar la mano mala, podrías hacerte daño.-sonrío una vez más y se giró hacia su mesa, con Crabe y Goyle, los idiotas de turno, murmurando elogios a la inteligencia de Malfoy.
Puse los ojos en blanco y me volví hacia mis amigos.
- ¿Ves, Harry? Es un niño malcriado incapaz de ver sus errores - escupió Hermione con un tono algo más alto de lo normal para que la pudiesen escuchar- No merece la pena tratar con ellos. Se merece todo lo que le pase.
Bebí un trago de mi copa, sin siquiera contestarle a mi amiga. Era verdad que Malfoy me ponía de los nervios, era más que obvio, ya que mi pulsación se había disparado nada más hablarle, no había otra explicación. Pero, igualmente, no quería seguir con la discusión. El rubio era un pretencioso hipócrita sin vergüenza alguna, pero aún no creía que tuviese la culpa. Suponía que le podría pasar a cualquiera.
Bajé el vaso y apoyé mi brazo en la mesa. Había perdido todo el apetito en apenas unos minutos, así que me limité a perder mi mirada en mi mano, que rezaba aquellas palabras ya cicatrizadas, "No debo decir mentiras", y me sumergí en mi océano personal de pensamientos.
///////////////////////////
Holaaa, buenas, habitantes de este planeta y turistas de otros sistemas planetarios, espero que haya sido de su agrado este segundo capítulo de Drarry.
He tardado un poco en publicar, básicamente porque esperaba que tuviese unas cuantas lecturas antes de seguir actualizando.
Así que si a usted, hermosa alma lectora, le ha gustado este capítulo, por favor deje un bonito voto y comente lo que le haya agradado o posibles críticas CONSTRUCTVAS.
Sin más dilación, me despido.
;)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top