[Editado]

Un día común y corriente dentro de el conocimiento de TN, una adolescente que lo único que hacía hasta ese momento era caminar junto a su mejor amiga con dirección a su casa.

–TN, ¿Tus padres ya regresaron a tu casa?. –Habló Esmeralda, quien estaba al tanto de que los padres de TN habían desaparecido.–

– No, estoy muy preocupada, escuché que el laboratorio de epidemiología hizo una estupidez de nuevo. –En su voz se escuchaba la molestia que sentía, sus padres son jefes de ese lugar pero gracias a sus socios hay una mala administración que afecta la comunidad.–

- ¿Por que no los llamas?. –Habló la ojiverde intentando calmar a su amiga–.

- Lo he intentado varias veces pero no contestan. -Ambas chicas prefirieron callar el resto del camino.–

Unos minutos después, ambas llegaron a casa de la pelicastaña. TN fue a dejar sus cosas a su habitación mientras que Esmeralda se tiraba al sofá y prendía la TV para ver el noticiario.

Noticias de último minuto, el laboratorio de epidemiología ha informado que el virus que los invadió se ha hecho más fuerte al punto de no poder retenerlo.--

– ¡TN, mira esto! –la pelicastaña llegó rápidamente a sentarse al lado de su amiga–

Esto ha causado un gran impacto en la comunidad que ya comenzó a agotar los recursos como agua, alimentos y armas. Se les recomienda no salir ya que es peligroso, sólo Salgan si es sumamente necesario.

– ¡Hay que salir! –Los ojos de TN estaban brillosos por la emoción que le daba la situación.–

Esmeralda estaba algo asustada por la actitud de su amiga, aunque sabia que ella era algo sádica estaba demasiado sorprendida por su reacción.

– Pero.. no creo que sea lo correcto, somos dos chicas sin nada con qué defendernos en las calles cuando las personas están vueltas locas.

- ¿Recuerdas cuando un chico me acosaba?.. una vez intentó forzar la puerta así que mi padre compró algunas armas para defendernos.

TN estaba tan emocionada con salir que Esmeralda sólo pudo asentir temerosa.

- ¡Vamos! –TN tomó del brazo a Esmeralda y la llevó a rastras al garaje.–

– Así que aquí escondes todo lo que me gusta –observó la ojiverde con un puchero en sus rojos labios.–

TN tomó las armas y las metió en la parte trasera del auto para después subir y prenderlo.
Esmeralda abrió el garaje y subió al auto.

Unas horas después, TN pudo divisar una linda casa, lejos de autos o personas. Ya era noche así que paró el auto frente a esta, miró a Esmeralda y sonrió al verla dormida.
Salió del auto y bajó a su amiga entre sus brazos, la metió a la casa y la llevó a la habitación más cercana para después regresar al auto y tomar las armas. Volvió a la habitación y cerró con seguro para después ir a la cama y dormir junto a su ojiverde.

[...]

Pov TN.

Abrí los ojos desganada debído a que se escuchaban fuertes ruidos fuera de la habitación.
Tomé una de mis armas y entreabrí la puerta, siendo empujada al instante por alguien desconocido.