9. ☾ ⋆ ¿tae?

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Yoongi entró a su departamento,
haciendo silencio al notar que no había
ninguna luz encendida, que no se
escuchaba ningún ruido.

Miró hacia la cocina para encontrar todo
tal como lo había dejado, en la mesa del
comedor no había rastro de que alguien la había utilizado.

El lugar estaba trangquilo, demasiado.

―¿Tae? ―llamó el pelinegro, en su
pecho, la idea de que se lo habían llevado, de que lo habían encontrado, creció y se convirtió en miedo.

Arrojó el bolso de la universidad al suelo, lanzando las llaves a la mesa, mientras un 'No' murmurando se repetía en sus labios.

Entró a su cuarto, para, de nuevo
encontrar todo tal como lo había dejado,
al menos los primeros segundos, hasta
notar las sábanas desordenadas y el bulto que de escondía bajo estas.

―Tae... ―se acercó a paso acelerado
a la cama, levantando las sábanas con
brusquedad.

El olor a tristeza y melancolía, que tapaba el olor propio del chico, lo golpeó como si fuera una cachetada.

El omega se irguió en la cama para
intentar tomar las sábanas, pero Yoongi las arrojó al suelo al ver lo que quería.

―¡Tae! ¿Qué...? ¿Haz hecho un nido?

El omega no contestó, sin siquiera
mirarlo, se volvió a girar para volver
abrazar la almohada, dándole la espalda
mientras escondía el rostro en la misma.

―Tae yo...

Yoongi esperaba que el otro dijera algo, no sabía cómo reaccionar.

Dentro de su pecho, su lobo estaba
preocupado.

De nuevo, se dió cuenta de cómo Tae
podía hacer volver su subconsciente
animal.

Él no sabía cómo actuar, y su lobo interior le pedía tomar el control.

Decidiendo hacerle caso a su lobo, por
primera vez en mucho tiempo, tomó a
Taehyung por la cintura, alzandolo un poco a tiempo que este soltaba la almohada para forcejear con él para que lo liberara.

Yoongi se sentó en la cama, haciendo
que Tae se acomodara sobre su regazo.

Quedando frente a frente, Yoongi
acomodó al omega para que este apoyara el rostro en su pecho, y él llevara los labios entre el cuello y el hombro del menor, un lugar donde, algún día, habría una marca de mordida.

Aún con el collar entre medio, el gesto
logró calmar a Taehyung, era un punto
bastante sensible para los omegas, donde se conectaba más, de una forma fisica, a su lobo interior.

Y Yoongi lo había aprendido con el libro de cómo tratar omegas que creía casi inútil.

A pesar de que tenía lo que quería,
Taehyung no quería disfrutarlo, no quería conformarse con la idea de que eso era sólo momentáneo, y que dentro de un rato, Yoongi volvería a ser el idiota que lo había lastimado horas antes.

Aunque su lobo se sintió un poco más consolado.

―Lo siento, Tae ―dijo Yoongi,
apenas despegando los labios de donde
estaba―, como siempre, hago las cosas
mal.

Taehyung no dijo nada.

―Lo único que hice bien, fue llevarme
un cachorro asustado de un callejón
mugriento.

El comentario logró sacar una sonrisa en
Tae.

Yoongi acarició los cabellos, de ese color rubio cálido, casi anaranjado, del omega, notando que estos estaban algo grasosos.

―¿No te has bañado desde que llegaste,
no?

Tae continuó sin hablar, Yoongi ya
sabía la respuesta.

El omega se asustó un poco cuando el
pelinegro lo apartó de su pecho, no quería que lo dejara, no tan pronto.

Pero se asustó un poco más al sentir las
manos de Yoongi, algo frías, bajo el suéter que llevaba puesto, subiendo de a poco.

El tacto del otro lo hizo dar un brinco,
mirando con temor a Yoongi, quien se
detuvo automáticamente al ver los ojos oscuros del omega.

Sin pensar, quitó las manos de debajo de
la prenda para llevarlas al rostro de Tae, tomando sus mejillas con suavidad.

―¿Pasa algo? ―musito, con
preocupación.

Tae miró los ojos de Yoongi, tan
adorablemente grandes y brillosos, luego bajó la vista.

―S-solo me tomaste por s-sorpresa
―murmuró, su voz sonó ronca.

Yoongi rió un poco.

―Cachorro, como si enserio no quisieras
que te desnudara ―dijo, lo que hizo que
Tae frunciera el ceño y se ruborizara.

El pequeño mohín en los labios de Tae
hizo que Yoongi sonriera de ternura.

Con una ligera caricia de su pulgar en la
mejilla de Taehyung, volvió a bajar las manos para subir lentamente el suéter, con delicadeza, como si el mismo -o Tae- fuera a romperse si hacía un movimiento brusco.

Al terminar de pasar la prenda por
cabeza de Tae, este quedó sólo con la
ropa interior, la mirada de Yoongi se distrajo un poco en el cuerpo semi
desnudo del omega.

―Ahora vé al baño ―dijo, volviendo a
mirar el rostro sonrojado del chico― Supongo que sabés cómo funciona una
ducha.

Taehyung frunció de nuevo el ceño.

―A menos que quieras que te bañe ―añadió Yoongi, como una ligera broma, pero por la expresión de Taehyung, no le parecía una mala idea― Bien, escucha, yo no estoy de niñera de nadie, así que no tengo porqué bañarte.

―Ya que empezaste a desvestirme,
termina ―dijo Tae, en tono desafiante,
con el rostro serio.

Yoongi fué quien se ruborizó esta vez.

―No lo dices en serio...

Tae alzó una ceja.

―Lo dices en serio...

Yoongi hizo una seña a Tae para que este se moviera de encima, el omega obedeció, y el mayor fue hacia el baño, abriendo el agua para llenar la bañera.

―¿No era una ducha? ―preguntó Taehyung, quien había aparecido detrás suyo.

―Si es una ducha tendré que meterme
contigo para bañarte ―dijo Yoongi―
y terminaríamos bañándonos juntos
―explicó― Yo estoy hablando de que yo te voy a bañar a tí.

Tae parecía un poco decepcionado.

―Ahora, quítate mis calzoncillos y métete a la bañera mientras dejo esto para lavar ―dijo Yoongi, saliendo del baño.

Tae obedeció, tampoco quería negarse
demasiado, Yoongi podía ser muy
explosivo al enojarse, de forma abrupta y fuerte, tal como lo había hecho la noche anterior.

Sentándose de espaldas a la puerta del
baño, con el agua llegando sobre su
cadera, Yoongi regresó, con un cuenco de plástico en la mano e intentando no
mirar la parte inferior del cuerpo de
Tae.

Arrodillándose a un lado de la bañera,
Yoongi comenzó a llenar el cuenco con
agua para vertir agua sobre el cabello de
Taehyung, apoyando una mano sobre la frente del omega para que ésta no cayera sobre su rostro y a su vez, echando la cabeza del chico hacia atrás.

Tae no podía evitar sentirse algo
nervioso, aunque su lobo interior se
sentía mimado.

Le costó un momento relajarse, hasta
que Yoongi comenzó a lavar su cabello
masajeandolo suavemente.

El mayor no pudo evitar sonreír con
ternura al sentir que el omega estaba
prácticamente ronroneando.

Terminó de enjuagar el shampoo del
cabello de Tae, y este, al sentir que el
otro se había detenido, giró un poco para
ver a Yoongi por encima de su hombro.

―Te traeré ropa y una toalla ―anunció
Yoongi, levantándose para salir del
baño― Vacía la bañera ―dijo desde el
dormitorio.

Taehyung suspiró, obedeciendo al pelinegro, quien regresó con lo que había dicho.

―¿Sabes secarte y vestirte solo, omega
bebé?

Tae frunció un poco el ceño, algo ofendido por ese apodo.

Antes de contestar, el gruñido del
estómago de Taehyung hizo que este se
ruborizara.

Por la expresión en el rostro de Yoongi,
parecía que eso le molestó.

―¿No has comido?

El omega bajó la vista.

―Por la puta, Taehyung...

―¿Qué quieres que haga? ―Tae habló,
molesto, preferia enojarse él antes de que Yoongi se enojara primero― Escapé
para llegar aquí contigo, eres un idiota
frío y malhumorado que no está en todo
el día-

―Tae...

―¡NO, "TAE", NADA... MI LOBO SUFRE
Y TE LLAMA Y TU SÓLO LO IGNORAS,
Y CUANDO TE LO DIGO YO MISMO.
TAMPOCO ME HACES CASO! ―sintió sus
ojos aguados.

―Taehyung, pára..

―¡ME DEJAS SÓLO TODO EL DÍA Y
AYER.. TE FUISTE TODA LA NOCHE A.
NO SÉ DÓNDE, Y YA DE POR SÍ ESTOY
ASUSTADO, ¿CÓMO QUIERES QUE ME
SIENTA? TODO LO OUE HICE EN EL DÍA
FUE UN NIDO PARA INTENTAR SENTIRME MEJOR Y TỦ LLEGAS Y-

―Taehyung, en serio, vístete.

El omega se sintió un poco confundido,
hasta que se dió cuenta que, en su
descargo hacia el idiota frente a él,
había salido de la bañera y se había ido
acercando a Yoongi, olvidando su
desnudez.

Notó que Yoongi estaba totalmente
ruborizado, a pocos centímetros de él.

Tae se sintió avergonzado de golpe,
el mayor dejó lo que cargaba en manos
en su pecho, lo tomó y el otro salió
rápidamente del baño.

En la cocina, Yoongi intentó
concentrarse en respirar, intentando
ignorar el dolor que le provocaba su parte inferior.

Además de que había visto el cuerpo
totalmente desnudo del chico -que no
estaba nada mal-, el olor de Taehyung lo había abrumado, el fuerte aroma dulce del omega se había incrementado bastante, y no entendía muy bien porqué le había gustado tanto.

Intentando calmarse, cayó en cuenta de lo qué había pasado.

Tae había entrado en celo.

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