4. ☾ ⋆ golden boy
El muchacho castaño se miraba en su
reflejo, con un suspiro, cambió su rostro
cansado a una expresión encantadora.
Se suponía que le presentarían a Kim
Taehyung, el omega del momento, ya que, contra todo pronóstico, luego de décadas sin que algo así ocurriera, el chico era un cambiaformas, csa que llamó la atención de todo el mundo.
La familia del omega buscaban al mejor
alfa para su hijo, del linaje más puro
posible, con la esperanza que, al tener
hijos, estos nazcan con los mejores genes, incluido el propio don de transformarse en un adorable lobito a voluntad, tal como ese tal Kim Taehyung podía hacer.
Y él era uno de los candidatos principales, familia de magnates, heredero de una fortuna, hijo único y perfecto, apodado el Golden Boy por todas sus cualidades.
Pero a Kim Namjoon le importaba tres
pepinos qué tan fabuloso pintaran a ese
omega.
Porque ese desconocido no era quien él
quería para su compromiso.
Aún, con esfuerzo, se arregló con ropa elegante, se acomodó el pelo hasta quedar perfecto, y se colocó una sonrisa rompecorazones en el rostro.
Luego de una última mirada en el
espejo, se volteó para salir de su amplio
dormitorio.
Su sonrisa no duró mucho al ver al chico
rubio, parado en el umbral de la puerta, el beta lo miraba con súplica.
Había discutido con Kim Seokjin en
cuanto se enteró que le presentarían
a un omega, exigiendo que se revelara
contra sus padres, ya que él no quería ese arreglo.
Ya lo habían discutido muchas veces. Ya
que ambos debían tener que mantener su relación en secreto.
La familia Kim no dejaría que su linaje se perdiera si el último descendiente elegía a un beta; su familia no funcionaba así, ellos eran alfas y omegas, no había lugar para algo como Seokjin.
Para el mundo, ellos eran amigos; pero a
solas ellos eran su propio mundo.
Y por esa razón el corazón de Namjoon se destrozaba cada vez un poco más.
No habían hablado desde hacía unos días, cuando la señora Kim había aparecido en la casa de su hijo para darle la noticia de su compromiso.
Pero cada vez que se cruzaban, Jin tenía ese misma expresión de "Por favor,
no lo hagas" en el rostro.
Namjoon suspiró, se acercó a Seokjin
con paso tranquilo, hasta quedar a unos
centímetros del rostro del rubio.
―Por favor, no sigamos así ―pidió el
castaño, mirando a los ojos del rubio,
aunque él tenía la vista en el suelo.
Seokjin no contestó, y Nam se desesperó un poco, tomando el rostro del beta.
―Jin, mírame ―exigió, pero no tuvo
respuesta. Apretando los dientes
con fuerza, sintió sus caninos siendo
apretados y su vozsalió de lo más
profundo de su pecho― Seokjin, mírame.
El rubio reaccionó automáticamente con
la voz de alfa de Namjoon, el castaño sintió cmo un balde de agua fría caía sobre él al ver los ojos del beta a punto de estallar en lágrimas.
Apoyando su frente en la de Jin, suspiró para calmarse.
El rubio sintió un cosquilleo cuando el
aliento de Namjoon chocó contra sus labios.
―Lo siento, lo siento ―se disculpó el
castaño―, no te gusta que use mí voz
de alfa, lo sé... Es que.. Estoy demasiado
estresado, Jin.
El rubio asintió.
―Por favor, di algo ―pidió.
Seokjin tardó un momento en hablar.
―Ya sabes lo que diré ―dijo, por lo bajo.
―Y tú sabes que no tengo opción ―dijo
Namjoon― Toda mí familia fue de alfas y omegas, y tengo la presión de seguir con esa tradición. Y lo cambiaría mil veces por lo nuestro, Seokjin, pero no-
―¿Incluso si vives como un maldito
infeliz el resto de tu puta vida?
Las palabras bruscas de Seokjin sorprendieron a Nam, quién abrió y
cerró la boca varias veces, buscando las
palabras.
―No lo quieres, Jonnie, ni siquiera lo
conoces ―dijo Jin, pero el otro no dijo
nada― ¿Al menos sabes lo que quieres?
―el rubio comenzó a elevar el tono de
voz― No veo que te esté molestando
tanto tener este tipo de arreglo, que
sabes, que sé... Qué será para el resto de
tu vida, por más que no quieras, y... ―Seokjin se detuvo para morder su labio, que temblaba producto de las lágrimas que estaban por salir, Namjoon seguía sin decir nada― Mierda, Nam, ¿En serio te importa una mierda alg-?
Las palabras de Jin fueron calladas por los labios de Nam sobre los suyos, el castaño lo tomaba del rostro para que él no pudiera alejarse, moviendo sus labios lento y con cariño, para luego recorrer la boca del rubio con su lengua en cuanto esté se dejó llevar por el beso.
Mordiendo ligeramente el labio inferior
de Jin al separarse, Namjoon miró al rubio de mejillas mojadas frente a él.
―Sí hay cosas que me importan, mierda ―dijo, intentando sonar duro, pero la
sonrisa en su rostro no lo dejó― No quiero cagarme la vida, Seokjin, y
tampoco quiero cagar la tuya, y mucho
menos lo nuestro... Pero tú sabes que
no puedo luchar contra mí familia, los
conoces.
El rubio asintió, abrió la boca para hablar, pero los pasos apresurados en el pasillo lo hicieron callar para voltearse.
―¡Joven Kim! ―la voz del hombre
sonó, casi desesperado desde el pasillo,
Namjoon salió de la habitación seguido
de Jin, hasta llegar al hombre, vestido de traje, que respiraba agitado con el rostro enrrojecido por correr― El joven Taehyung, algo pasó en su camino hacia aquí ―habló entrecortado entre sus respiraciones― Lo perdieron, se fue, nadie sabe adónde está.
―¿Cómo?
―Ha desaparecido ―dijo el hombre
Namjoon pasó una mano por su rostro, con estrés, parecía que tener un omega era mucho más difícil de lo que pensaba.
Aunque por un lado todavía tenía
tiempo para su 'algo' con Seokjin, no
podía ignorar que una persona había
desaparecido yendo hacia su casa.
―Diles a los guardas que ayuden a
buscarlo- dijo Namjoon― Hablaré con
mamá y papá de esto hasta que.. Procese
bien lo que pasó ―hizo un ademán con la mano, se volteó para caminar apresurado a su cuarto.
Al entrar al dormitorio, Namjoon cerró la puerta, pero a los poco segundos se volvió a abrir para dar paso a Jin, quién
también cerró la puerta.
El castaño alzó la vista para ver cómo beta cargaba con una sonrisa en el rostro.
―Esto es perfecto ―dijo con emoción.
―¿Perfecto? ―repitió Namjoon―
¿Seokjin tu qué eres? ¿Idiota o te
entrenas para serlo?
El rubio se mordió el labio, callado.
―El omega del momento desaparecido
camino a mí casa ―dijo y aunque no
quiera esto me va a meter en problemas
acomodó su cabello hacia atrás con
frustración― ¿Sabes la presión que tengo sobre mí ahora? Soy responsable porque Taehyung vendría hacia aquí y solo... ―cerró su mano en un puño y luego la abrió de golpe― puf... Ya no está.
―No es tan gray-
―¿Qué? ¿Grave? ―lo interrumpió― Si
es, Seokjin. No sabemos lo que ha
pasado, fácil podría haber sido raptado
para el tráfico de personas, recuerda
que muchos lo desean. O lo secuestraron
para pedir recompensa. O quien sabe,
un científico loco quiere encontrar cómo
cambiar de forma abriéndole el cerebro
―se sentó bruscamente en la cama y luego dejó caer su cuerpo sobre sus costosas sábanas, mirando hacia el techo con el ceño fruncido de preocupación.
Seokjin se mordió el labio para no reír, Namjoon estaba muy estresado, muy nervioso, y algo asustado por el omega.
Y Jin sabía que alguien desparecido no
era algo como para alegrarse, pero para él significaba más tiempo con Nam.
Aprovechando la posición de Namjoon,
Jin se acercó a él, apoyando su trasero sobre la entrepierna del castaño, con las piernas flexionadas a los costados del otro.
Nam se irguió para mirarlo, pero el
rubio empujó sus hombros para que su
cuerpo cayera de nuevo sobre la cama,
reclinandose sobre él, Seokjin acercó
su rostro al de Namjoon, quedando sus
labios a centímetros, se movió hacia la
mandíbula del alfa, dejando besos por
todo el filo de esta hasta bajar por su
cuello, para volver a subir y llegar al oído del chico.
―Relájate, Jonnie ―susurró.
Namjoon suspiró, tomó el rostro de Jin para que lo mirara.
―No es el momento ―dijo―, sé que estás feliz por esto y todo, pero ahora debo llamar a mis padres antes de que ellos ―el teléfono de la habitación comenzó a sonar― Ahí están.
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