3. ☾ ⋆ soy kim taehyung
―¿Te encuentras bien? ―el tono
preocupado del chico sobre la cama sólo hizo que Yoongi se molestara más.
―¿Qué si estoy bien? ¿Quién mierda
eres para-? ―Yoongi se calló de golpe al ver los ojos del chico asomándose sobre el borde de la cama, de un marrón cálido.
Los mismos ojitos que la mirado antes de ir a ducharse.
De repente se sintió totalmente
apaciguado, como si esa mitad la hubiera tranquilizado con algún tipo de magia.
―Eres el cachorro ―la afirmación sonó
casi un susurro desde los labios de Yoongi. Vio el collar alrededor del cuello del chico, se levantó adolorido para ver el pecho desnudo del castaño, con la
parte inferior cubierta por las sabanas.
Se detuvo, intentando desviar la vista lo
más posible de aquella pequeña cintura.
―¿No tienes ropa?
El joven castaño parecía buscar señales
de alguna prenda en su cuerpo, hasta alzó las sabanas para mirar su parte inferior.
―Nop ―sonrió de manera inocente a
Yoongi, quien se preguntaba si no le estaba tomando el pelo.
Yoongi fue hacia su armario para sacar otro par de boxers, sin encontrar una remera que el chico pueda usar, tomó un suéter grande de color negro y le alcanzó ambas prendas.
―¿Quién eres? ―preguntó Yoongi mientras veía al castaño ponerse su ropa interior bajo las sabanas.
―Sabía que eras un colgado, pero no me
esperaba tanto ―dijo, antes de colocarse
el suéter, ese comentario hizo que Yoongi frunciera el ceño.
―Responde la pregunta ―dijo sin ganas.
―Soy Kim Taehyung.
Yoongi se quedó en silencio, procesando que Kim Taehyung estaba en su cama.
―¿El omega cambiaformas? ―Tae habló al ver que Yoongi no reaccionaba.
―Se quien eres Kim ―dijo de forma tosca― Lo que no sé es porque estas en mi casa.
Taehyung lo miro con ojos penosos. Pero
por más que la mirada hizo efecto en el
corazón de Yoongi, no cambió su expresión dura; hasta que el chico suspiro y hablo sin ganas:
―Me escapé de mis guardias, y por lo
tanto de mi familia, y te seguí hasta
encontrarte.
No había sido precisamente así, y ambos
lo sabían, pero simplificando las cosas era verdad.
―¿Me seguiste? ―Yoongi alzó una ceja.
Taehyung solo asintió.
―Disculpa, pero lo que yo recuerdo es
encontrar un cachorro luego de correr
como un kilómetro ―Yoongi suspiró con
cansancio, de solo decirlo ya se agotaba.
Tae frunció los labios en un gesto
adorable.
―Pues... sí es un poco más complicado
que eso ―miró a Yoongi, con expresión de que no quería hablar―, es una larga
historia...
―La noche es larga, Taehyung.
El castaño apoyó su mejilla en su puño,
Yoongi notó los redondeados mofletes en el omega.
―Como sabes, soy el omega más deseado del montón, por eso de ser el primer cambiaformas luego de muchas, muchas décadas. Mis padres, entre otras personas de poder, creen que eso está en mis genes, y quieren juntarme con un alfa de linaje puro para que haya más niños lobito corriendo por estas tierras Tae movió su mano para simular un animal corriendo― O sea, tengo varios pretendientes que no me interesan. Iba camino para la casa de uno de ellos, cuando sentí tu olor ―dijo a Yoongi, y este se sentía completamente confundido― Lo siento desde hace bastante tiempo, pero hoy fue más fuerte, así que me decidí y salté de la camioneta. En forma de lobo corrí, mientras te llamaba, hasta que me escondí y me encontraste.
Yoongi se encogió de hombros al terminar su relato, como si fuera algo obvio o que no tenía mucha importancia.
Yoongi soltó una carcajada luego de unos segundos de silencio.
―Lamento informarte, cachorrito ―Yoongi tenía una expresión de decepción en el rostro― que yo no tengo olor. ―Tae frunció el ceño, esta vez la confundido era el.
―Pero puedo notarlo perfectamente.
―dijo por lo bajo, luego asintió como
si hubiera comprendido un problema
matemático―. Ya entiendo, es porque estamos predestinados, por eso puedo
sentir tu... ―se detuvo cuando las risas de
Yoongi fueron más elevadas que su tono de voz.
Tae lo miró con enojo cruzándose
de brazos hasta que Yoongi dejó de reirse, secándose una lágrima habló:
―Creía que ya no había idiotas creyendo
en eso de los predestinados.
―Tal como la gente no creía que hubiera
cambiaformas ―replicó Taehyung de mala gana.
Yoongi pensó que el chico era un omega conteston, pero no dijo nada.
―Mira, no creo en esa porquería de los
predestinados ―dijo Yoongi, con una mano en su pecho―, nada de eso del hilo del destino, ni esas cursilerías de uno ser la luna y el otro el lobo.
Taehyung tenía el ceño fruncido y los labios en un mohín, en un gesto de enojo
adorable.
―Café y pino ―dijo Tae simplemente,
haciendo que Yoongi se quedara sin poder hablar.
Sabía perfectamente a qué se refería el
muchacho, pero hacía mucho tiempo que nadie reconocía, o incluso sentía, su olor.
―Puedo notarlo, perfectamente ―repitió Taehyung, esta vez con total seguridad. Yoongi no tenía nada que decir.
―Y, además, yo te llamé -continuó
hablando Tae―, y tú lobo me escuchó,
tú me escuchaste. ¿Eso no es una prueba
de que ya estamos conectados?
Yoongi se esforzó en salir de su trance y solo se encogió de hombros.
―Yo escuche a un animal llorar y seguí el ruido, fuerte y claro.
―Lo escuchaste en tu interior.
―Lo escuché en mis oídos.
Tae pensó que Yoongi era sumamente terco.
―Me estaban buscando, ¿Tú crees que haría algún ruido en voz alta?
Yoongi no dijo nada.
―Mi lobo habló a tu lobo, yo hablé
contigo, desde adentro ―colocó una
mano en el pecho de Yoongi, este notó que eran pequeñas por más que la manga del suéter las cubría-, porque estamos conectados, estamos predestinados a estarlo.
Yoongi miró a los ojos de Taehyung, sin decir nada, hasta que quiso cambiar de tema para deshacerse del silencio, sefñalo el collar del chico.
Tae llevó sus manos hacia su cuello, palpando el grueso collar.
―Mis padres me obligaron a llevarlo,
no querían que ningún pretendiente se
sobrepasara y me mordiera ―llevó una
mano hacia su nuca, y como saben
que me incomoda, no me han dicho la
contraseña...
Yoongi asintió.
―Como que eres un hijo único muy
protegida. Guardias, collar.
―No soy hijo único. ―Taehyung casi parecía ofendido―, ¿En verdad has visto alguna noticia sobre mí? Soy el menor de los Kim, Kim Jongin y Kim Jongdae son mis hermanos mayores. Seguro escuchaste de ellos.
Yoongi permaneció en silencio hasta que
Tae se dio cuenta qué pasaba.
―No tienes ni puta idea de quienes son
―dijo, a lo que Yoongi asintió―. ¿Vives bajo una piedra? ¿No conoces a los Kim, ambos grandes alfas, exitosos actores, modelos e idols?
―Estudio medicina, Taehyung, duermo y leo, no tengo tiempo para ver-
―Solo soy especial para mi familia
porque soy cambiaformas ―Tae la
interrumpió, en tono triste.
Yoongi no pudo evitar mirarla con algo de pena.
―Me tratan así ―señalo su collar-
desde me que vieron como lobo.
Yoongi no tenía nada para decir al respecto, miró el reloj sobre el escritorio, que marcaba la aguja pequeña en las once y la grande en las nueve.
Luego se volteó hacia su cama, que era
individual estaba siendo ocupada por ese omega.
Se volteó hacia su closet, de donde sacó
una frazada, se acomodó en el suelo junto a la cama y se envolvió completamente.
Tae lo miró curioso desde la cama.
―¿Quieres que te dé tu cama? No es justo que duermas en el...
―No ―Yoongi habló de forma seca, y Taehyung cerró la boca.
Volteándose para dormir, Tae decidió
no hablar más e intentar; aunque por
dentro estaba sumamente feliz de haber
escapado de su familia y estar en la casa
de su predestinado.
En el suelo, Yoongi pensaba en que quizás Taehyung podía volver a despertar a su lobo, aquelque había perdido junto con su posición de alfa.
Acostumbrado a su vida de falso beta, no
sabía qué iba a pasar si volvía a ser un
alfa.
Ambos, uno de felicidad y el otro de
inquietudes no durmieron en toda la
noche pero fingieron hacerlo.
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