14. ☾ ⋆ solo falta que tu gustes de mí

                    

                                 (2/4)


Tae veía el cielo nublado por la ventana del dormitorio.

Las nubes, de un gris oscuro, anunciaban que pronto estallarían.

Eran nubes de nieve, Taehyung lo sabía.

Una sornrisa se grabó en sus labios, él
amaba la nieve.

Yoongi vió al omega sonreír junto
a la ventana, y no pudo evitar hacerlo
también.

Su corazón se encogió un poco al pensar
que le guedaban pocos días para estar
junto a Tae.

Como si lo hubiera sentido, Tae bajó
la vista para mirar su pecho con el ceño
fruncido, luego la volvió a alzar para
encontrar a Yoongi, quién estaba
bastante sorprendido por eso.

―¿Qué, pasa hyung?

Yoongi no dijo nada unos segundos, hasta negar con la cabeza.

―Nada, nada...

Yoongi fue hacia su cama, sentándose
en esta, le dolían bastante los músculos
y algo la cabeza, pensó que debía ser
por toda la tensión de ese día. Entre las
noticias, Taehyung y su celo, se sentía bastante estresado.

Miró a Tae de nuevo, y sintió los
párpados pesados.

El sábado era -junto al domingo-, los
únicos días que no hacía nada más que
trabajar su turno en el supermercado, casi siempre los usaba para descansar o hacer tarea de la universidad, pero ese sábado parecía más especial, ya que era el último que tendría a Taehyung acompañándolo, y quería pasar el día junto a él y conocerlo un poco, ya que, por más que sus lobos se quisieran y ya estuvieran a gusto entre ellos, ellos mismos, como personas, eran prácticamente desconocidos.

Un bostezo hizo que mirara la almohada con deseo.

―Tae ―lo llamó, captando la atención del chico al instante―, voy a dormir un rato, despiértame si necesitas algo.

Taehyung asintió, Yoongi se quitó algo
de ropa para quedar sólo con boxers y
la remera, dándole la espalda a todo,
mirando a la pared para que no le
llegara tanta luz, intentó concentrarse
en el olor de Tae de las sábanas para
tranquilizarse y dormir más rápido.

A punto de caer dormido, escuchó pasos,
sintió las sábanas levantarse un momento y el peso sobre esta a sus espaldas.

Se volteó instantáneamente, recibiendo a Taehyung, quién se acurrucó en su pecho.

Las manos de Yoongi rodearon la
cintura de Tae instantáneamente, y sin
querer, pasaron por debajo de la remera
del omega, acariciando su piel en círculos lentos y tranquilos, mientras el omega hundía el rostro en el pecho del pelinegro.

Yoongi puedo escuchar cómo la
respiración de Tae se hace un poco
más rápida y errante, llegando a creer
escuchar jadeos, cada vez un poco
más fuertes, y acallados por el omega,
mordiéndose el labio.

El mayor recordó el cómo la piel de los
omegas se hacía mucho más sensible en
su celo, haciendo que un simple tacto
como ese pudiera llegar a ser exitante.

Yoongi detuvo sus manos enseguida
al pensar en eso, con los ojos abiertos
de más por un leve susto, sintiendo que
había hecho algo malo.

Fue cuando Tae, alzó su rostro
ruborizado y con una sonrisa hacia el de
Yoongi, estaba tan cerca que el aire
que expulsó al hablar golpeó sus labios.

―Sigue, por favor ―pidió, su voz era más suave y dulce.

"¿Voz de omega?" pensó Yoongi, nunca
había escuchado una, aunque sabía de
algunos omegas que la tenían, eran muy
pocos.

Tae era un omega muy especial.

Yoongi sintió el rubor en sus mejillas, su corazón se agitó un poco.

Sintió que eso no estaba del todo bien,
Tae no debía estar en todos sus sentidos y de alguna forma sentía que se estaba aprovechando de él, pero aún así le gustaba.

Tae subió el rostro hacia el cuello de
Yoongi, frotándose en este.

El mayor sintió como cada músculo de su cuerpo se tensaba, comenzó a sentirse cada vez más acalorado, y su corazón latía más fuerte cada vez qué Tae rozaba su cuello con sus esponjosos labios.

Como si lo hubiera pedido, los labios del
omega comenzaron a dejar besos por el
cuello de Yoongi, bajando primero hasta su clavícula, llegando hasta donde el cuello de la remera lo permitía, y luego continuó subiendo.

Los labios de Tae se quedaron más
tiempo en el punto entre su mandíbula
y cuello, haciendo que un jadeo no
permitido surgiera de los labios de
Yoongi, quién luego sintió la sonrisa de
Taehyung sobre su piel.

Yoongi solo estaba paralizado.

Si hubiera sido el Yoongi de hace años
atrás, no hubiera dudado en responderle
al omega con caricias y besos, para
terminar teniendo sexo.

Pero con Tae no se sentía capaz de hacer eso, no quería aprovecharse, él le parecía demasiado bueno como para tratarlo así, no podía ser de esa formna.

Su corazón latía frenético con los labios
de Taehyung avanzando peligrosamente hacia sus labios.

Primero cerca de la mandíbula, luego en
la mejilla, luego un poco más cerca de su
nariz, luego en la comisura de su boca.

Tae miró a los ojos de Yoongi,
deteniéndose un momento, el omega tenía los ojos brillantes de una alegría extraña, sonrió un poco antes de acercarse de
nuevo.

Yoongi cubrió su boca con su mano, al
mismo tiempo que Tae terminaba con
sus labios sobre los nudillos del pelinegro.

Taehyung tardó unos segundos en reaccionar, separándose de la mano del mayor con el ceño algo fruncido.

―¿Y-yoongi? ―su voz ahora sonaba
confundida.

Yoongi se echó hacia atrás, golpeando
su cabeza con la pared, y luego llevando
su mano hacia ese punto con dolor.

El mayor no escuchó bien lo que él omega le preguntaba, algo si estaba bien, supuso, o qué había pasado, pero Yoongi sólo podía insultar para intentar calmarse.

―Es "Yoongi hyung", niño ―dijo en vez
de contestar lo que Tae decía , así, todo completito.

Taehyung tenía ojos de preocupación.

―Ya, estoy bien. ―dijo Yoongi, con lo que el omega sonrió un poco.

Corrió las sábanas para sentarse en la
cama, con a piernas cruzadas y la espalda apoyada contra la pared, Tae se sentó sobre el borde de la misma, girando un poco el cuerpo para verlo, con una sonrisa penosa.

―L-lo siento ―dijo Tae con voz sutil y
baja―, creo que mí lobo se emocionó un
poco y yo-

Yoongi asintió, lo que hizo a Tae detenerse, a punto de decirle que no
pasaba nada, Taehyung lo interrumpió.

―Su olor esta más fuerte que antes, hyung.

Yoongi no supo que decir, ni que pensar, se sintió confundido.

―¿No estará cerca de su celo también?

Yoongi comezó a negar.

Se sintió un poco molesto porque sabía que Taehyung iba entrar en ese tema de nuevo.

―Yo no tengo celos, Tae ―dijo simplemente, bajando su vista hasta las sábanas―, no desde que me mordieron.

Taehyung supo que había tocado un tema delicado y que estaba entrando en terreno peligroso, pero tenía muchas dudas.

―¿Puedes contarme de eso?

Yoongi alzó la vista para encontrar que Tae señalaba su cuello.

El mayor se lo pensó un momento, suspiró.

No se lo había contado a nadie, nunca, era algo de él para él.

Pero los ojitos de Taehyung lo estaban convenciendolo.

―Yo vivía en Daegu ―comenzó―, mí padre es... O era, no lo sé... Parte de la política, trabajaba para el gobierno.

>> Como persona de poder, y adinerado,
tenía varias mujeres interesadas en
él, también algunos omegas hombres,
pero no eran su tipo. Como alfa, a él le
encantaba estar tan rodeado de opciones, y lo aprovechaba bastante bien. Aunque nunca marcó a ningún omega.

>> Mi madre es una beta, y una empleada doméstica de mí padre.

>> Quedó embarazada de mí, como
no estaban en una relación formal, no
tengo el apellido de mí padre, aunque él
siempre actuó como tal para mí.

>>Nunca pasé hambre, fui a una buena
escuela, siempre tuve un hogar, y nos
llevábamos bien.

>> Todo fue bastante bien hasta que
cumplí catorce y me presenté.

>> Casi al mismo tiempo que yo, mí medio hermano se presentó también, y tuvimos que estar alejados un tiempo porque no soportabamos el aroma del otro.

―¿Cómo era?

Tae no quería interrumpirlo, pero
estaba curioso por el hecho de que
Yoongi tuviera un hermano.

―Cerezas y menta. ―respondió, con
una ligera sonrisa― El era más que mí
hermano, éramos mejores amigos y
la única persona que podía confiar
completamente.

>> Fue en esos días en que no podía estar cerca de él que conocí a las personas incorrectas. ―su sonrisa se borró.

>> Taehyung, créeme cuando te lo digo, si el Min Yoongi de ahora es un idiota, no
hay palabras que describan cuán imbécil era.

>> En ese entonces sólo me importaba el
estatus, ellos eran los alfas más fuertes de la escuela, que jugaban a deportes, que tenían a toda chica, o chico, omega o beta que quisieran, y que podían decir quién era bueno en la cama y quien no.

>> Cómo te imaginas, era mucho peor
que eso también. Dirigir las burlas a los
más débiles, pelear con otros alfas más
jóvenes, y cualquiera que se no se resistiera a una noche de sexo era la víctima número uno hasta que aparezca otra persona que haga lo mismo...

Miró a Taehyung con vergüenza.

―Podría estar todo el día, incluso hasta
que te vayas, de las cosas que hice a un
montón de gente que no se las merecía.

>> Gracias a esta gente, me gané fama,
todos en Daegu me conocían.

>> A pesar de ser un flacucho al lado de
algunos de estos chicos, era el más fuerte.

>> Mí voz de alfa hacía sumisos a otros
alfas, mis gruñidos ponían incómodos a
todos, también era bastante violento, y
buscaba mucho las peleas...

>> Hasta que un día enserio encontré
pelea.

>> Esto pasó luego de terminar el
colegio, me había tomado un año para
ser un imbécil a rienda suelta, y había
comenzado a molestar a esos que yo
veía como "amigos", hasta tener a unos
cuantos en mi contra.

Yoongi no quería seguir hablando,
permaneció con la boca semiabierta y sin decir nada unos segundos, pero la mirada de Tae hacia con sus ojos le pedía continuar.

―Se aprovecharon bastante de mí en una de nuestras juntadas.

>> Yo estaba muy ebrio, y algo drogado, y sólo me hicieron entrar en una pelea, con un alfa que estaba mucho más despierto que yo.

>> Sabía cómo eran nuestras peleas de
alfas, el que perdiera sería mordido,
marcado... Y lo intenté, en serio, pero era
como mí cuerpo no me hacía caso...

>> Y perdí. Ni siquiera sé quién fue
porque no lo recuerdo. Sólo sé que entre
cuanto llegué a casa, y ví una foto de
familia... Sólo no podría decírselo, no
quería. Y sólo huí, dejé Daegu y me subí al primer tren a Seul.

>> Desde el momento de la mordida mí
lobo huyó, parecía como que sólo se
escapó. Con él se fueron los celos, mí
olor, mí voz de alfa, e incluso gruñir, se
escuchaban tan forzados que dejé de
hacerlos.

>> Me hice pasar por beta, no fue nada
difícil. ―una sonrisa amarga cruzó sus
labios―, Y no volví a sentir a mí lobo...
Hasta que te conocí.

Tae sonrió un poco por lo último.

Yoongi ya estaba amargo, sentía
vergüenza por qué el omega ya lo conocía, bajo la vista a sus manos, sin decir nada.

Vió la pequeña mano acercándose
lentamente hacia su pecho, casi con
miedo, sintió la calidez de la misma
traspasar la tela de su remera.

Su lobo reaccionó al contacto, moviendo
el rabo con felicidad.

―Tu lobo está ahí. ―la voz de Tae, sutil,
hizo que volviera los ojos a los oscuros del omega.

Yoongi sonrió un poco y asintió.

―A mí lobo le gusta verte ―dijo―, siempre aparece cuando estoy contigo―
Taehyung lo miró con una sonrisa, ladeando poco la cabeza, haciéndolo lucir muy adorable.

―A mí lobo le gustas y punto. ―añadió el pelinegro, con un ligero rubor en sus
mejillas.

Los mofletes de Tae se pintaron de un
rojo vivo.

―Sólo falta que tú gustes de mí, hyung.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top