Miedo

El canto de las aves y el agua corriendo en el río, además de los rayos de sol colándose dentro de la cabaña y dando sobre su rostro lo despertaron, se removió lentamente, pero se encontraba atrapado y envuelto en una calidez absoluta. Abrió los ojos lentamente y vio cómo un brazo cruzaba sobre su pecho, y lo mantenía pegado contra otro cuerpo que lo envolvía en calor.

Harry se percató que lo ocurrido no fue una pesadilla, realmente sucedió, y entonces los espasmos se hicieron presentes en su cuerpo y como las lágrimas volvían a resurgir con más fuerza, se removió suavemente y escapó de los brazos de aquel alfa. Se levantó como pudo y tomó sus prendas, las piernas le temblaban y sentía el líquido escurrir por sus piernas, asustado vio los hilos de sangre y semen se deslizaban perezosos. Contuvo un sollozo y se limpió lo más cuidadosamente su parte íntima. No podía creer lo que le había pasado, ese alfa se llevó su pureza, lo tomó sin su aprobación, sus sollozos se hicieron fuertes y vio al alfa removerse en el nido buscándolo.

Harry quería quitarse los rastros de lo acontecido en su cuerpo y salió desnudo de la cabaña sin importarle el frío ni las consecuencias que acarrearía, camino a pasos torpes tropezó y cayó, sus piernas ya no le respondían, se arrastró hasta el río. El frío lo envolvió en un abrazo mortal, su cuerpo se enfrió y una paz lo arrolló. Pero sintió como fue sacado del río, atrapado en mantas y envuelto en un abrazo, mientras sentía besos en su frente, y como aquel alfa suplicaba perdón.

Lo alzo en brazos y lo llevo de nuevo a la cabaña, recostandolo en el nido y envolviendo su cuerpo en más mantas, mientras iba en dirección a la chimenea, lanzando leña al fuego necesitaba calentar a su pequeño, podría enfermar gravemente. Fue de nuevo al nido y vio como el pequeño lloraba y se alejaba de él, muy a pesar de la condición en la que se hallaba quería huir de él.

Sin otra opción, Louis lo tomó a la fuerza y lo destapó acercando sus cuerpos desnudos en un abrazo, Harry comenzó a llorar más fuerte y suplicar. Intento alejarse del calor que el alfa le brindaba. Lo intento pero el alfa lo abrazó fuertemente, y lo envolvió en su fragancia, tratando de calmarlo y darle seguridad.

-Calma mi preciosa joya de Jade, te lo ruego -el alfa acariciaba la temblorosa espalda del Delta -No te haré daño, por favor necesito que te quedes quieto, debo mantenerte caliente o morirás.

-No más por favor - las lágrimas de Harry caían sobre su hombro, mientras se sacudía y se dejaba abrazar -No quiero más por favor.

-Calma Delta, no volveré a tocarte -susurraba en el oído del delta y acariciaba su pelo con la otra mano.

-No, no, no -lloraba el pequeño a quien había obligado a estar con el.

Le dolía pensar en el hecho de que había obligado a un niño a acoplarse a su alfa, y que este ahora lloraba y suplicaba amargamente que se aleje. Pero eso ya no podría ser, porque su alfa se negaba a separarse de su pareja, aunque no había un Lazo que los una, su alfa quería a esa pequeña criatura.

El alfa estuvo abrazando al niño durante un tiempo hasta que sintió que se calmó y volvió a dormir. Lo dejo recostado en el nido. Viendo cómo su cuerpo temblaba de vez en cuando. Lo cubrió de su olor.

Se levantó decidido a no abandonar al Delta, iría al castillo, traería una carroza y se lo llevaría a vivir con el. Salio de la cabaña y cerró bien la cabaña asegurándose que el niño no saldría. Cambio a su forma de lobo y emprendió camino hacia el sureste donde el castillo lo esperaba.

*****

Cuando Harry recuperó nuevamente la consciencia se hallaba solo en su nido, miró a su alrededor y el alfa no se encontraba cerca, entonces se permitió llorar, mientras se levantaba lentamente del nido, su parte íntima resentia el movimiento y las punzadas le recorrían hasta la punta de los pies. Con pasos lentos y suaves se acercó a la chimenea y colocó unos leños en las brazas para avivar el calor de la cabaña, una cacerola con agua estaba sobre la mesa, aquella que había preparado la noche anterior para al día siguiente calentar y bañarse al amanecer. Sus planes habían cambiado, con mucho esfuerzo logro llevar la cacerola sobre el fuego y dejar que se calentará, se asomó a la ventana observando como la luna se posaba sobre los árboles, dando paso al anochecer.

Con un paño y el agua cálida, procedió a limpiar su cuerpo. Las lágrimas desbordaban de sus ojos, viendo las marcas de dedos en sus muslos, los chupetones en su pecho, y el dolor serpenteante que sintió al pasar el paño por su cuello en leves toques.

Como ese hombre se aprovechó de su fuerza, y de su jerarquía para doblegarlo. Estaba agotado física y mentalmente ¿qué pasaría si volvía? Lo volvería a tomar? No quería que eso sucediera, debía huir. Tomaría su pequeño bolso y la hogaza de pan duro que estaba dentro de una bolsa sobre la mesa.

Se puso los pantalones oscuros y una camisa y sobre esta el abrigo de su madre, tal vez con el olor de ella pueda lograr despistar a algunas personas. Con su pequeño bolso preparado se levantó y a paso lentos se dispuso a salir de la cabaña, pero había un problema, la puerta estaba bloqueada. No podía salir de la cabaña, ese alfa se encargó de dejarlo atrapado en su hogar, eso solo significaba que pensaba volver. Empezó a llorar con más fuerzas, no quería estar allí para cuando eso suceda.

Decidió salir por la ventana, cayendo sobre sus rodillas. Se levantó a duras penas, pero cuando lo hizo frente a él se hallaba un Lobo Negro, quizás tres más grande que el, tal vez más. Este lo veía fijamente con sus azules ojos, se acercó al delta mostrando respeto y bajando la cabeza. El joven lo veía paralizado del miedo, luego escuchó como el trotar de unos caballos y vio cómo una carroza llegaba al perímetro de su hogar.

Vio como un soldado se acercaba con una manta en brazos, y como el lobo que lo veía expectante se alejó en dirección al soldado. Entonces pudo apreciar cómo la transmutación dio paso a un joven a quien el soldado cubrió con la manta. Sus ojos se abrieron y el miedo se hizo lugar, si antes aquel lobo le aterraba, el hombre en quien se había convertido le generaba un pavor inimaginable. Su cuerpo tembló, y su pequeño bolso cayó de sus manos, mientras negaba y entre susurros escapaba un "no por favor". En un abrir y cerrar de ojos emprendió carrera hacia el bosque, pero no llegó ni a 10 metros cuando aquel hombre lo tenía entre sus brazos.

Empezó a llorar y a intentar safarse del agarre del Alfa. Louis lo apretaba a su cuerpo intentando tranquilizarlo, pero su pequeña joya sentía tanto terror hacia su persona.

-QUIETO -dijo con autoridad Louis, viendo cómo el niño dejaba de pelear ante su agarre y solo lloraba y temblaba.

-No me hagas daño - suplico mientras dejaba caer su rostro, no había más pelea que dar.

-Relajate mi dulce flor, todo estará bien.

Louis aprecio como el pequeño delta olía a el, como su alfa aullaba de regocijo al saberse dueño de ese niño.

-Harry, tu vivirás conmigo desde hoy -el cuerpo del niño se estremeció, y empezó a mover la cabeza en negacion.

Lo acomodó mejor entre sus brazos y mientras el soldado tomaba el bolso de su pequeño se dirigió a la carroza donde otro soldado le abrió la puertecilla y el subió sentando a Harry frente a él mientras el tomaba el cambio de ropa que se encontraba en la carroza, una vez vestido. Vio como Harry se apretaba a la esquina tratando de mantener distancia con el Heredero.

Su cuerpo menudo cubierto por un abrigo color gris y el cuello felpudo, tenía un olor a menta era sutil y le estaba causando cólera, olía a otro alfa. Tomo rudamente al pequeño, obligándolo a despojarse de esa prenda. El chiquillo gritó y peleo con el alfa para evitar que le quite la única prenda que le brindaba seguridad.

-Detente Louis, por favor vas a romper el abrigo de mi madre -dijo el niño, cuando por fin pudo librarse de sus manos y alejarse.

Louis lo vio alejarse y aferrarse al viejo abrigo que es casi destrozado por los celos que su alfa había experimentado. No lo razonó, el niño vivía solo y por como lo encontró se dio cuenta que pretendía escapar.

Durante el trayecto vio como Harry intentó dormitar pero siempre estando alerta ante sus movimientos. Despertando cada cierto tiempo viendo si el Alfa no está cerca de el. Después de unas horas llegan al castillo, el pobre delta está tan cansado que no es consciente de cómo es llavado en brazos del alfa a su habitación. Donde sus prendas son reemplazados por camisones de fina seda y es arropado con cobijas más cálidas contra el gélido invierno, Louis observa como Harry duerme apacible asi que el también se deshace de sus prendas y solo viste un pantaloncillo y entra bajo las sábanas y se acopla al pequeño durmiente ambos. Harry siendo abrazado y apegado al calor del cuerpo del alfa. Calmando el frio que sacudía su cuerpo.

Un nuevo amanecer en Inglaterra, y un pequeño Delta está durmiendo cómodamente arropado y cálido. Entonces unas ganas de hacer pis le impiden seguir durmiendo y decide que es momento de levantarse e ir a trabajar en su huerto.

Cuando abrió los ojos, se sintió aturdido, la habitación donde estaba no era la de su cabaña, no era la madera oscura y humeda, no había luz atravesando los huecos de las paredes. No eran sus cobijas las que lo arropaban, como tampoco nunca había alguien abrazándose a él en sus amaneceres. No quería despertar al alfa que lo tenía en sus brazos, pero su necesidad era mayor.  Se removió tratando de despertar a Louis que estaba tan cómodo, sintiendo el cuerpo de Harry removerse, causando que su miembro reaccione ante el movimiento que el pequeño Delta hacia. Las manos del alfa se movieron al pecho del niño acariciandolo, y entonces este se estremeció. Su cuerpo se paralizó ante los besos que recibía en sus hombros. Entonces sintió como empezó el alfa  mover sus caderas simulando embestidas, entonces Harry se movió frenético, debía escapar de allí. Fue cuando el alfa reaccionó y soltó al niño que este rápidamente abandonó la cama y se fue a uno de los rincones de la habitación.

Su llanto estrujo el corazón del Alfa, apreciando el daño que había causado en un ser tan bello como aquel delta. Se levantó y lentamente se acercó al joven escuchando como sus sollozos aumentaron y como éste movía la cabeza de forma negativa, abrazando su cuerpo tratando de protegerlo de algo inevitable.

-Por favor Harry, cálmate juro por mi madre no hacerte daño -proclamo el alfa a una distancia prudente esperando que el Delta reaccionara y se tranquilizace un poco.

El niño temblaba y se sacudía mientras veía y estaba atento a los movimientos de aquel alfa, lo vio sentarse en el piso y mirarlo fijamente. Sus ojos verde se convirtieron en una fuente constante de líquido salino, sus rizos se encontraban indomables y sus labios rojos que incitaban al pecado estaban siendo mordidos en un ataque de miedo.

Cuando el alfa se puso de pie su respiración se aceleró, entonces lo vio alejarse y acercarse a las puertas saliendo un momento para luego entrar y dirigirse de nuevo a su anterior lugar a metros del Delta.

-Harry se que lo que te hice estuvo mal, no solo mal, fue abominable - sus dedos fueron reemplazados por garras que rasparon el piso de mármol sobre el que se encontraba -No pude contenerme.

El alfa se acercó al delta y a pesar de la lucha que este estaba dando, no lo pensó y lo tomó en brazos llevándolo a la cama, el llanto del niño se intensificó y gritaba.

-Detente Harry, no te haré daño suplico en un susurro sin utilizar su voz de alfa.

Se sentó en la cama con el niño en su regazo y lo abrazó a su pecho mientras dejaba besitos en su cabeza y acariciaba su espalda. El pequeño cuerpo se estremecía y aunque el llanto era de resignación ante lo que sea que el alfa pretendía, el pequeño no dio batalla, que caso tendría si Louis era más fuerte y más grande que el.

-Soy un Alpha Lupus, como ya te habrás dado cuenta, mi alfa está prendado de ti y no puedo cambiarlo -su voz suave y aterciopelada tranquilizaba al pequeño

"Llevo un año sufriendo durante mis celos, no puedo soportar a ningún omega u alfa cerca de mi" sentía el cuerpo del chiquillo temblar "me estaba volviendo loco, porque mi lobo necesitaba a alguien pero el olor de los omegas lo tenía asqueado, fue hace tres días que ya no pude contenerlo"

Louis sintió como la respiración del chico era pausada, no se había dormido pero al menos se había tranquilizado.

-Mi alfa se descontroló y ya nada pude hacer, en medio de la noche corri varios kilómetros, llamando a mi pareja sufriendo el rechazo de la naturaleza, porque ella no me respondía, ya me había dado por vencido cuando escuché un llamado - el pequeño cuerpo se había relajado ante las caricias y que este no pretendía someterlo - eso me llevo a tu cabaña -el cuerpo de Harry se tensó- cuando entre no olía a omega, no había olor y volví a llamar a mi pareja - el alfa dejo pequeños besos sobre el Delta y acerco su mano para dejar otro beso.

"Fue ahí cuando me di cuenta que la madre luna no tenía un omega para mi, si no un pequeño Delta" los sollozos volvieron a surgir "fuiste tu quien respondió  a mi llamado, pero fui yo quien en vez de cuidarte, te cause daño desde el primer momento en que cruzamos miradas"

El alfa lloro mientras abrazaba con más fuerzas al Delta. Pensando en el daño y en lo que le costaría lograr que el pequeño confíe en el.

Golpes en la puerta rompieron la burbuja en la que se habían encerrado, entonces Louis recostó en la cama al Harry mientras se levantaba y recibía un carrito con alimentos en el, lo empujó cerca de la cama y el se sentó nuevamente en el borde, viendo al pequeño abrazar una almohada viéndole fijamente.

-Mande pedir el desayuno, de seguro tienes hambre - dijo el alfa tomando un pastelito con una crema rosada y una cereza encima.

El pequeño asintió dudoso recibiendo el pastelito, lo probó y se sintió la gloria 2 días sin probar bocado. Tantas emociones sufridas que no penso en comer, se acabó el pastelito y el alfa le sonrió y le pasó un vaso con un líquido amarillo, lo probó y era tan delicioso no sabia como identificarlo.

-Es jugo de Naranja- dijo bebiendo de otro vaso el mismo líquido - quieres más, si es así acercarte y elije lo que quieras del carrito.

Harry lo vio comer y cuando el alfa no le prestó más atención se acercó al carrito manteniendo distancia del alfa. Ambos comieron en silencio, Harry disfrutando de manjares que en su vida se le hubiese ocurrido probar. Mientras Louis apreciaba a su pequeña joya, tan bello ejemplar Masculino capaz de calmar a su alfa con su sola presencia, sin la necesidad de un aroma como lo haría un omega. Tan tranquilo y relajado que no resistió la necesidad de acariciar su mejilla, viendo la forma en que se paralizaba y dejaba caer el trozo de manzana que pretendía llevar a esos labios rellenos y rojos como una jugosa cereza.

-No te haré daño Harry, solo quiero que sepas que eres tan bello y perfecto- Louis dejo un beso en su mejilla alejándose nuevamente del joven Delta mientras seguía con su desayuno.

-Gracias - susurro bajito el niño.

-¿Porque vivias solo en medio del bosque? -cuestiono Louis.

-No tengo a donde ir, y es lo único que me queda de mis padres -dijo bajito y dejando de comer.

-¿qué paso con ellos? ¿Donde están? -Louis miró como se humedecian sus orbes, su alfa no quería ver sufrir a su pequeño - me permites abrazarte, prometo no hacer nada que no quieras - el alfa pronuncio viendo como este miraba hacia otro lado asintiendo.

Louis lo tomó en sus brazos y colocando sus piernas a sus costados lo abrazó mientras sentía las lágrimas caer por sobre su pecho mientras sentía como el pequeño lo abrazaba lentamente.

-El rey de España encontró a mis padres cuando iba a su país de regreso de la fiesta de cumpleaños de la princesa Charlotte -su llanto se intensificó -yo tenía 12 años cuando aquello sucedió, mis padres corrieron conmigo en los brazos de mi madre, ellos me ocultaron en una gruta y mi madre me ordenó no moverme, si ellos no volvían por mi que esperara al día siguiente para salir e ir a casa.

El alfa acariciaba su espalda, tratando de apaciguar su dolor, sintiéndolo como suyo.

-Cuando salí de la gruta al día siguiente, encontré a mis padres muertos en la entrada de nuestra cabaña -los temblores se intensificaron mamá abrazaba a papá, ambos atravesados por una lanza.

-Lo siento pequeña Flor -Susurro Louis -ese no debería ser el destino de Dos enamorados.

-Me dejaron solo, y no pude hacer nada -se lamentaba el pequeño.

-Eras solo un niño y ellos se sacrificaron por ti mi bella flor, solo alguien que te ama haría eso -lo separo unos centímetros viendo sus apagados ojos.

-Tengo miedo -dijo despacio sintiendo como sus brazos perdían fuerza en su agarre -Te tengo miedo Louis.

El alfa lo miro dolido, pero que podía decir el se había encargado de dañar a su preciosa joya y ahora este le temía.

-No volveré a dañarte lo juro Harry -el alfa le dejó en la cama recostado y se dirigió a la mesa que se hallaba a un lado del gran ventanal tomó una caja y se acercó a él -Esta será mi promesa.

El Alfa saco de la caja una tiara plateada con piedras azules, era tan delicada y pequeña. El alfa se la colocó en su cabeza sin preguntárselo. Y dejó un beso en su frente.

-¿Que significa esto Louis? - dijo el pequeño viendo al hombre sonreír levemente mientras tomaba entre sus manos las suyas.

-La tiara Significa que eres la persona a quien yo le entregaré mi Alma, a quien protegere de cualquier mal, a quien dare la felicidad, a quien entregaré todo lo que soy - el pequeño trato de soltar sus manos -Escuchame Harry, será la única vez que lo haré.

El pequeño asintió con temor. Mientras veía al mayor arrodillandose frente a él, mientras Harry se abrazaba a sí mismo tratando de protegerse de lo que sea que el alfa pretenda.

-A partir de hoy yo te reclamo como mi pareja, pasarás a ser mi futuro consorte y cuando yo ascienda al trono te convertirás en mi Reina y pobre de aquel infeliz que se oponga ante mi, que su condena será peor que la muerte -Dijo el alfa solemne viendo los ojos del pequeño confusos -Yo Louis Tomlinson, decido que Harry Styles será mío, mi alfa lo declara como su pareja y yo prendado de sus bellos ojos lo quiero para ser mi Esposo.

En ese momento Harry no sabía si sentir temor o felicidad, estaba confuso ante lo que aquel Alfa pretendía con su persona.

-Y tu como Delta no gozas de ninguna ciudadanía, tampoco eres alguien en este Reino, así que no importa cuanto te niegues, es mi palabra la que se cumplirá como ley -Decreto el alfa plantando un beso en su mano.

El miedo recorrio su cuerpo. El no quería, no deseaba estar con ese Alfa y ahora le quedaba claro que tal vez, solo quería divertirse a costa de su credulidad.

No preguntem, solo gozenlo 😂

Necesito mucho drama antes de llegar al momento de felicidad. See you 👋

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