38.
Futuro.
[Extra 1 - Epílogo]
— Lo están lavando, le pondrán ropa y luego lo llevarán al cuarto — Le contó Mark a la morocha del otro lado de la línea.
Caminando unos pasos por el pasillo, para luego voltear y caminar en sentido contrario, sin alejarse más de unos metros de la puerta de la habitación donde su pareja todavía estaba bajo los efectos de la anestesia.
El parto natural para los omegas hombres solía presentar bastantes complicaciones, por lo que siempre eran enviados a cesárea, y Donghyuck seguía durmiendo luego de la operación.
— Ajam... — Escuchó decir a la chica, luego unos sonidos por detrás, creyó escuchar insultos —. Estamos preparando las cosas para ir hacia Daegu, ahora, Lee Mark, pásame la dirección correcta.
— ¿Tanto desconfías de mí, Seulgi?
— No puedo confiar en alguien que me dijo que la cesárea era el veinte a las cuatro cuando resultó ser el cuatro a las veinte.
Mark se quedó en silencio unos segundos.
— Te veo pronto, madrina — Dijo, en vez de seguir la conversación, y cortó sin escuchar la despedida de la morocha.
Le mandó la dirección por mensaje, antes de guardar el celular en su bolsillo.
Volvió a entrar a la habitación, donde Donghyuck comenzaba a removerse en la cama, aunque la anestesia seguía haciendo su efecto, haciéndolo sentir pesado y adormilado, abrió un poco los ojos para ver a Mark, dedicándole una leve sonrisa.
Su alfa se acercó a él, sentándose junto a la camilla, tomando su mano, sonriendo, transmitiendo toda su emoción gracias al lazo.
— ¿Cómo te sientes? — Preguntó.
Donghyuck suspiró pesadamente.
— Me... Duele el estómago — Se quejó —. Siento que bajé como la mitad de mi peso — Vio hacia su abdomen, evidentemente diferente hacia unas horas atrás, llevó una mano hacia el pero hizo una mueca cuando tocó los puntos.
Mark se apresuró a tomar ambas manos, sosteniéndolas con firmeza.
Era sumamente común que la anestesia dejara algo atontados a los pacientes, pero la expresión confundida de Donghyuck le daba ternura.
— Estás nervioso — Declaró Mark, luego de un momento en silencio.
Donghyuck sólo asintió.
Mark dejó besos cortos por las manos de su omega, hasta que vio su sonrisa asomarse.
— Estoy a tu lado, no te preocupes.
Donghyuck asintió, aunque las palabras no lo calmaron mucho, porque Mark siguió sintiendo el torbellino de emociones que perturbaban a su pareja; alegría, miedo, nervios... El omega no podía estar tranquilo.
Cuando la enfermera llegó, tirando del carrito-cuna donde estaba su querido cachorro, sus corazones se aceleraron.
Mark se acercó a ella, quien detuvo el carrito para que él pudiera tomar a su cachorro.
Mirando al niño, vestido de simple blanco, lo tomó en brazos delicadamente, tenía una extraña sensación de que podía romperse con lo mínimo, era muy pequeño, liviano, muy hermoso, con las mejillas gorditas y unos pequeños ojos oscuros que lo miraban con curiosidad.
Se olvidó un poco de las sensaciones en su pecho, perdiéndose totalmente en su lindo cachorro, cuando reaccionó, se volteó para mirar a Donghyuck, quien seguía teniendo una expresión algo temerosa, pero aún así sentía la tranquilidad de Mark, cosa que lo calmaba un poco.
Se acercó a él, agachándose un poco para que pudiera tomarlo.
Por los puntos en su abdomen, no podía erguirse así que lo ayudó a apoyar al cachorro en su pecho, mirándolo con una sonrisa.
Mark sintió que estaba viendo lo más hermoso del mundo, las dos personas que más quería, juntas, por primera vez; no sabía si reír o llorar por felicidad.
Así que terminó por hacer ambas cosas.
El niño alzó las manitos hacia el rostro de Donghyuck, tomando sus mejillas, apretándolas, haciendo reír a ambos de ternura.
— Disculpen — Habló la enfermera con suavidad, sin querer interrumpir el momento —. Necesito el nombre del cachorro.
Mark limpió un poco las lágrimas de sus ojos, para mirarla más claramente.
— Beomgyu — Respondió.
...
15 años después
— ¡Beom~gyu~! — Gritó la morocha, a unos metros de la puerta trasera hacia el amplio patio, donde, a lo lejos, podía ver al lobito, jugueteando con una pelota — ¡Ven a saludar a tu madrina!
El chico alzó las orejas hacia ella un momento, antes de voltear y correr hacia el lado contrario.
— Pinchi cachorro de mi- — Seulgi calló cuando encontró a Mark mirándola, el chico no le permitía insultar, incluso si el cachorro no estaba cerca.
El que en un momento fue pelinegro, ahora con el cabello sumamente castaño, alzó una ceja.
— Nada, que no dije nada — Se excusó la alfa, lo empujó un poco para entrar de nuevo a la casa, donde Joohyun estaba tomando un té, sentados en la amplia mesa del comedor, hablando cómodamente con Donghyuck.
— ¿No te hace caso? — Preguntó la pelinegra.
Seulgi negó, suspiró pesadamente mientras se sentaba junto a la omega.
— Viajar urgente por la presentación de mi ahijado como omega y que no aparezca — Se quejó.
— Espera que venga Jun, vendrá corriendo — Dijo Donghyuck, a lo que las dos chicas alzaron las cejas, sorprendidas.
— ¿Quién? — Preguntaron ambas.
Donghyuck cubrió su boca, dando cuenta que no tendría que haber dicho nada.
— Al menos le ganaste a Taeyong — Comentó Mark, cambiando de tema, sentándose junto a Donghyuck, mientras Seulgi fue junto a Joohyun, reaccionando luego de unos segundos.
— Eso es porque tengo que esperar a Joohyun y no a Doyoung — Dijo —. Con ese chico puedes morir tranquilo.
Joohyun asintió.
— Me compadezco de Taeyong — Comentó la pelinegra.
— Hablando de compadecer — Habló Donghyuck de nuevo —. Me comentaron algo de tus nuevos inquilinos.
— Ufff — Joohyun se abanicó, en gesto dramático de acaloramiento —. Cuando la jefa me dijo de la pareja de un alfa y un beta no pensé que serían ellos, cuando vi a Jeno con esos músculos... Y ese culo... Y esa sonrisita — Joohyun sonrió ampliamente, los demás rodaron los ojos con cansancio, la pelinegra ya había empezado a hablar de su ultimate crush.
Joohyun frunció un poco el ceño, pensando un momento.
— Me distraje, ¿Cuál era la pregunta?
— Te preguntaron por el NoMin, amor — Contestó Seulgi.
— Oh, sí, sí... El idiota de Jaemin no me reconoció — Hizo una mueca —. No sé, es muy lindo y todo, pero parece un pesado, está todo el día encima de Jeno y puedo escuchar sus discusiones histéricas desde mi cuarto.
— Parece que no le fue suficiente que Jeno fuera hechado por su familia y tuviera que hacer su vida por sí mismo — Comentó la morocha, con fastidio.
— El otro día el alfa fue a hablar con el abuelo para preguntar si había trabajo en el supermercado — Joohyun habló rápidamente, recordando ese detalle de golpe —. Pero creo que es para Jae, él tiene su trabajo en no sé dónde.
— Creo que te compadezco más a ti que a Taeyong — Comentó Mark, Donghyuck rió un poco.
— Si ese beta llega trabajar conmigo, mi alfa tendrá que mantenerme — Joohyun palmeó con fuerza el hombro de Seulgi, haciendo que una mueca de dolor aparezca en su rostro.
— No me hagas recordar eso, por favor — Habló la alfa, en tono de súplica.
Joohyun bajó el cuello de su remera mostrando la marca.
— ¿Ves esto? ¿Tus colmillitos en mi hermosa piel, perra? Señal de que eres mi alfa, cuídame, mantenme, protegerme de soportar pesados como Jaemin-
— ¿Terminaste la lista?
— No... Y cómprame cosas caras — La pelinegra sonrió, dando a entender que había terminado, Seulgi rodó los ojos.
Los otros dos vieron a las chicas con diversión, más que pareja, seguían pareciendo las mismas amigas que habían conocido por años, hasta el día en que anunciaron que compartían un lazo, aunque no habían explicado nada más de su relación.
La puerta fue golpeada, y Donghyuck se levantó para abrir.
— Hablando de roma — Comentó Mark, ya sintiendo el olor del alfa, al ver al pelinegro que había aparecido, quién le dedicó una reverencia como saludo —. Hola, Yeonjun.
Saludando de la misma forma a las dos chicas, abrió la boca para hablar, pero Mark lo interrumpió.
— Beomgyu está en el patio, está desnudo, así que espera a que se ponga ropa.
Donghyuck le dedicó una mirada para que se calmara un poco, sabía que su alfa se ponía muy sobreprotector con su cachorro, y más estando Choi Yeonjun cerca.
Como si lo hubieran llamado, el lobo castaño asomó su cabeza desde el pasillo hacia donde estaban, pasando los ojos oscuros por cada uno de los presentes.
Mark lo miró como si estuviera a punto de hacer algo malo, el lobo bajó las orejas y giró por el pasillo rumbo hacia su cuarto.
— Toma asiento, Jun, Beomgyu ya viene — Habló Donghyuck, en tono suave.
El pelinegro se sentó con expresión incómoda en la cabecera de la mesa, sintiendo la mirada fulminante de Mark sobre él.
Donghyuck golpeó a su alfa, para que dejara de asustar al chico.
Minutos después, el castaño apareció en el comedor.
El chico no se parecía mucho a ninguno de sus padres, pero luego de un tiempo encontrabas detalles, como la sonrisa, sus lindas y redondas mejillas de Donghyuck; en cambio, de Mark había tomado un poco más su gusto por el color negro, y (a pesar que era un omega), podía hacer la misma mirada intimidante que Mark cargaba casi todo el tiempo.
Sus padres lo obligaron a saludar con un abrazo a las dos chicas, aunque con sólo una mirada, le pidió a Donghyuck ir con Yeonjun afuera.
— Bien, pero luego vas a venir a pasar el tiempo con tu familia — Habló el omega —. Tienes hasta que Taeyong y Doyoung vengan.
— Oh, Choi — Mark detuvo al alfa antes de que pudiera alejarse mucho —. Donghyuckie no me deja ponerle un collar a Beomgyu, pero no dijo nada de ponerle un bosal a quién esté cerca de él.
El chico tragó duro, algo intimidado.
Beomgyu rodó los ojos, tirando de su mano para ir hacia afuera.
Donghyuck no se contuvo en golpearlo, no le gustaba que Mark fueron tan malo con el pobre Yeonjun, recordándole que no debía oponerse si su hijo era feliz con alguien.
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