28.
Ya saben cómo terminan.
Rato después, con una taza de té humeante, Mark entiviaba sus manos, mirando el líquido dando vueltas cada vez más lentas.
La mano de Joohyun se apoyó en su frente, la pelinegra hizo una mueca.
— Tu fiebre sigue subiendo — Murmuró.
— Mark, si terminas tu té podrás seguir descansando.
— Estuve inconsciente por unas seis horas — Murmuró con voz ronca —. Pareció menos... Pero creo que ya tuve suficiente descanso.
Las dos chicas se miraron un segundo.
Seulgi se levantó de su asiento para ponerse junto a él, hablando bajo, como si toda la conversación fuera puro secreto.
— Sigues mal por tu omega, ¿No? — Dijo, aunque sabía que la respuesta era más que clara.
El pelinegro le dedicó una mirada de molestia, aunque tenía demasiado cansancio para que se le notara bien.
— Escucha un momento, Mark — Seulgi intentaba sonar maternal, hablando con tranquilidad y cariño, aunque no le salía bien —. Un día te dije que yo tenía a mi omega... Ella es menor, vive lejos, no tenemos un lazo pero estamos conectadas por nuestros lobos, somos predestinadas.
— Wow, cuántas cosas en común que tenemos.
Seulgi rodó los ojos.
— Sé que te vale verga y todo, pero lo que quiero decir es... Que te comprendo, y si quieres hablar de algo conmigo puedo ayudarte. Porque sí, Mark, al parecer, tenemos cosas en común.
Mark no respondió.
— Yo también tuve momentos como el que estás teniendo — Murmuró la chica.
A Mark le pareció un poco idiota de su parte, pero no podía creer en otra persona que se sintiera como él, salvo Donghyuck.
No creía que nadie podía sentirse tan mal como él.
— ¿No sería como una charla de chicas? — Preguntó, intentando esquivar el tema.
— ¿Cómo qué charla de chicas? — Preguntó Joohyun, frunciendo el ceño, un poco molesta porque el chico no quería aceptar la ayuda de su amiga.
— Hablar de sentimientos y todo eso— Agitó la mano en un gesto.
— Si piensas que las charlas de chicas son sólo de sentimientos te equivocas.
— Paren — Los frenó Seulgi —. No empiecen a discutir, no es momento.
La morocha suspiró, cansada de que aquellos dos chocaran tanto.
Decidió no tocar el tema de nuevo, Mark terminó su té, mientras las dos chicas usaban sus celulares.
La madre de Joohyun apareció para preguntarle directamente a Mark cómo se encontraba, el pelinegro hizo un esfuerzo por responder de la forma más educada posible, ignorando el parecido a Joohyun que de alguna forma lo incomodaba.
Sabía que la mujer lo había ayudado bastante, no quería faltarle el respeto.
La mujer volvió a tomar su temperatura y presión, también su pulso y respiraciones, con una ligera mueca.
— Tu pulso está bajo y hace a tus respiraciones acelerarse — Murmuró — ¿Tienes sueño, o estás cansado?
Mark asintió.
— Abrígate, toma cosas calientes, intenta evitar la cafeína o las bebidas energizantes, te pueden afectar mal — Hizo una pausa — ¿Tomas mucho café?
— Estudio medicina, es lo único que me mantiene despierto — Dijo —, o al menos lo hacía.
La mujer asintió.
— Ya que sabes de medicina — Murmuró — ¿Tomaste algún medicamento? ¿Para la cefalea? ¿O fibromialgia?
En realidad, el lenguaje específico era para saber el nivel de conciencia del chico, si podía hablar con esos términos se aseguraba que estaba más que despierto, y que no corría la posiblidad de un nuevo desmayo.
Mark asintió.
— Metamizol — Respondió —, para la cabeza, y la fiebre. Pero no me hace ningún efecto.
La mujer pensó un momento, en lo que hubo silencio, se escuchó el "When se nota que los dos estudiaron medicina y sólo se entienden entre ellos" que murmuró Seulgi a Joohyun, aunque ambos hicieron como si no escucharan.
— Creo que lo tuyo no es un resfriado o algo así — Murmuró la mujer —. Y sumando a tu olor de tristeza, es algo de tu lobo, y tuyo también.
Mark no dijo nada.
— No tienes que hablarme de eso sí no quieres — Se apresuró a decir —, tampoco tienes porqué, no me especializo en eso, soy sólo una enfermera — Suspiró un poco —. Pero al hospital han ido varias personas que han perdido a su pareja y tienen lo mismo que tú.
Mark no quiso hablar.
— Ya saben cómo terminan — Añadió la mujer, muy por lo bajo.
El silencio se volvió incómodo, hasta unos minutos después, donde el ruido de llaves se escuchó y todos alzaron la vista a Seulgi.
— Vamos, te llevo a tu casa — Dijo.
La morocha se abrigó, Mark hizo lo mismo, porque al parecer le habían traído la ropa que había dejado en el supermercado.
Alzó las cejas cuando notó que Seulgi tenía un casco bajo un brazo, y le ofrecía otro, frunció el ceño al ver los detalles dibujados en marcador negro, de flores, mariposas y un unicornio en la parte de atrás.
— ¿No puedo usar ese? — Señaló el negro que la morocha acomodó sobre su cabeza.
Seulgi negó.
— Este es mío — Dijo, con una sonrisa —, ese es de Joohyun, quien es muy buena y te lo va a prestar.
Escuchó a la pelinegra mascullar un "Ajam" con odio.
— Es muy lindo, ¿No? — Dijo Seulgi mientras abría la puerta, dejando pasar a Mark primero —. Joohyun lo diseñó y yo lo mejore y dibujé — Habló mientras cerraba la puerta y bajaban los pocos escalones de la entrada.
Al llegar a la motocicleta, Seulgi la encendió antes de dejar a Mark subirse, notando que el pelinegro tenía una expresión de miedo en el rostro.
— Agárrate fuerte — Dijo Seulgi —, no te caigas a mitad de camino.
La chica rió un poco, aunque a Mark no le dió gracia.
Por más de bromear, Seulgi no fue rápido, escuchando las indicaciones de Mark perfectamente, aunque no estaban a más de unos pocos minutos.
Al llegar al edificio, Mark quiso despedirse en la entrada, aunque Seulgi no lo dejó, acompañándolo hasta que estuvo frente a la puerta de su departamento, donde la morocha tomó ambos cascos y se despidió con una sonrisa amable.
Al entrar en el departamento, aspiró hondo, en el lugar todavía se sentía, aunque muy levemente, el olor de Donghyuck.
Sin poder evitarlo, al cerrar la puerta comenzó a llorar, intentando liberar al menos un poco de toda la tristeza que cargaba.
...
Al despertar lo primero que notó Donghyuck era que no estaba en su cuarto.
Se irguió muy de golpe y su cabeza pareció darle vueltas, llevando sus manos a su frente y cerrando los ojos para intentar calmarse.
— ¿Donghyuck?
Miró a Jeno con pocas ganas.
El castaño se sentó en el borde de la cama, algo alejado de él.
— ¿Cómo te sientes? — Preguntó.
Donghyuck no quiso contestar, en cambio, miró al otro a los ojos para pedirle lo que originalmente había querido.
— Necesito que me hagas un favor, y que quede en secreto, nadie puede saberlo.
Jeno frunció el ceño.
— No voy a decirlo hasta que prometas que no dirás nada — Aclaró el omega.
Jeno tardó uno segundos en asentir.
— Bien, lo prometo, será un secreto.
Donghyuck tomó aire.
— Necesito unas pruebas de embarazo.
Jeno creyó haber escuchado mal, se congeló un momento.
— ¿Tú...? ¿Te violaron? ¿Tus captores? ¿Estás bien? Donghyuck esto no es algo que deba permanecer en silencio-
— ¿Puedes dejar de hacer preguntas tan estúpidas? — Con lo tosco de su tono, Jeno dejó de hablar —. No quiero preguntas al respecto, y sólo para que te relajes un poco te diré que no me violaron — Donghyuck suspiró —. Las necesito, enserio.
Jeno apretó los labios, si se enteraban que estaba escondiendo un posible embarazo, se metería en problemas.
Jeno siempre se preocupaba por hacer lo correcto.
— Por favor — Murmuró Donghyuck, viendo que el otro no respondía.
Finalmente, el castaño asintió.
— Está bien, pero quiero saber su resultado — Demandó.
Donghyuck sólo asintió.
— ¿Quieres comer algo?
El omega negó, por más que tuviera hambre, sentía que su estómago no aguantaría la comida.
Jeno solo murmuró un "Bien", aunque no le parecía correcto, notaba al chico bastante débil.
— ¿Quieres que te lleve hasta tu cuarto?
Donghyuck frunció el ceño.
— ¿Que te ayude a llegar? — Ofreció de nuevo.
— Bien — Murmuró, considerando que se había desmayado, no sabía si no podía ocurrir de nuevo a mitad de camino.
Ya levantarse de la cama hacía que su cuerpo doliera.
Jeno no lo llevó del brazo ni nada de lo que Donghyuck había pensado que haría, lo acompañó de cerca, sólo lo había ayudado a subir las escaleras y lo había sostenido un par de veces que había trastabillado.
Finalmente en el cuarto, Donghyuck volvió a meterse a su cama, sintiendo un frío que lo hacía temblar.
Jeno tocó su frente, haciendo una mueca por la temperatura, también tomó sus manos, que seguían heladas.
Buscó un par de frazadas para cubrirlo más, y subió un poco la calefacción.
— Llamaré a alguien para que te revise — Dijo, notó que el omega negaba —. Te desmayaste, por muchas horas.... No es algo para tomar a la ligera, además de que pareces enfermo.
— No estoy enfermo.
— Eso lo dirá un médico — Finalizó Jeno, y vió un mohín adorable en el rostro de Donghyuck que lo hizo reír un poco —. Para cuando venga y termine de revisarte, tendré lo que me pediste — Añadió, saliendo del cuarto.
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