04: Finalmente Suyo
Beomgyu terminó por escupirle todo el té en la cara y en la camisa, Yeonjun jadeo sorprendido, retrocediendo y con los ojos bien abiertos, lo miró parpadeando incrédulo.
Beomgyu se cubrió la boca al mirarlo. Yeonjun sonrió, limpiando con la mano la humedad de sus ojos, entonces miró a Beomgyu y siguió sonriendo.
—No quise hacerlo, perdóname. —Beomgyu exclamó, poniendo el pañuelo que ya tenía en la cara de Yeonjun, pero ya que estaba húmedo sólo lo lleno de leche de su pecho y el alfa se rio. —Mierda.
—Descuida.
—Tú...ve a bañarte, ¿si? —Beomgyu pidió, poniéndose de pie —El té es demasiado pegajoso junto con la leche, no te preocupes, iré a buscarte algo de ropa mientras lavo tu...camisa.
Beomgyu no pudo terminar bien la frase, cuando Yeonjun se levantó y se quitó la camisa, mostrando su muy trabajado cuerpo, llenó de músculos y tatuajes, siendo tan varonil, alto, robusto y viéndose tan rudo, Beomgyu se sintió secretamente intimidado.
Sus senos palpitaron con anticipación, su garganta se cerró y se vio obligado a apretar las piernas cuando su estrada se volvió más húmeda, el celo estaba volviéndolo débil...si, definitivamente.
Beomgyu desvío la mirada, con las mejillas rojas y las manos temblorosas. Yeonjun dejó la camisa en sus manos y le notificó que se daría esa ducha. Aunque no lo necesitaba, solo debía limpiar con agua tibia su pecho. Pero Yeonjun no es idiota y si jugará todas sus cartas, serán las mejores.
Cuando se fue, Beomgyu miró la camisa en sus manos, pasó saliva apretando la tela entre sus manos. Instintivamente, la llevó a su nariz y la olió suavemente, aspirando el aroma exquisito viniendo de la tela, su short se mojó en un instante.
Beomgyu nunca había visto a Yeonjun como un Alfa. O eso fue hasta hace unos dos o tres años, cuando vio por primera vez al alfa sin camisa.
A sus ojos, Yeonjun no había dejado de ser aquel niño que jugaba con él, es por eso que no podía verlo de otra forma hasta que durmió entre sus brazos después de una pelea fuerte con Soobin; Yeonjun vino a hacerle compañía y se quedó a dormir, de algún modo Beomgyu terminó durmiendo sobre su pecho por accidente, y solo al verlo dormido y sin camisa, Beomgyu pudo verlo como un verdadero hombre, un Alfa maduro y exquisitamente atractivo.
Sus manos habían estado sobre su pecho, y en lugar de apartarse, lo acarició y olió su piel, fue extraño, pero lo hizo y después se levantó para masturbarse en el baño.
Yeonjun es hermoso.
Aunque los pensamientos nunca sobrepasaron de eso. Yeonjun es atractivo y mucho más que su tipo de hombre ideal, pero para Beomgyu aún seguía siendo su cuñado, solo que había dejado de verlo como un niño. Sabía, o al menos suponía que Yeonjun lo veía como a un amigo, su cuñado y casi su hermano mayor. Pero estaba equivocado y ahora lo confirmó.
De hecho, había veces en donde Beomgyu se masturbaba y se imaginaba con Yeonjun, era repetitivo, trataba de no hacerlo pero le era imposible. Es un omega hormonal y ahora en celo, es normal. Yeonjun también ha dejado de ser un niño y por lo visto, también le atrae. Se atraen mutuamente y no es raro ni anormal, son alfa y omega con una diferencia de edad de siete años, es totalmente normal y pasable.
No hay nada de malo en eso.
A excepción de que Beomgyu está casado y eso es moralmente incorrecto. Es siete años mayor, Yeonjun es joven y debe conseguir a alguien muy bonito y joven como él, Beomgyu es inadecuado. Eso es lo que se trató de decir a sí mismo todos esos años.
Pero ha fallado. Y es culpa de su celo, de su mente, suya, e incluso de Yeonjun.
Beomgyu gruñó molesto, levantándose del sofá, caminó hasta el cuarto de servicio. Metió la camisa de Yeonjun a la lavadora y después de ajustarla, decidió despejar su mente, y la manera adecuada fue hacer galletas.
Yeonjun adora las galletas, si le hace galletas definitivamente las cosas dejaran de estar tan tensas. Olvidará eso de "ayudarle" con su celo, y todo volverá a la normalidad.
Primeramente, decidió poner dos calcetines en sus pezones, para que no sigan mojando su camisa, aunque no tiene supresores porque se suponía que venían hasta en la noche, así que se bebió un vaso de agua completo y luego empezó a hacer las galletas.
Beomgyu agregó la harina en el tazón, poco a poco ya que estaba midiendo la cantidad mentalmente.
Con el colador, golpeó el artefacto en su palma y dejó caer la harina de la bolsa en el tazón. Sus mejillas seguían sonrojadas con fuerza y no dejaba de morder su labio de aquella forma poco adecuada. Iba a lastimarse, definitivamente.
—¿En esa condición puedes preparar galletas? —Una voz ronca sonó en sus orejas, tomándolo desprevenido y asustandolo en un instante.
Beomgyu gritó asustado y empujó a Yeonjun, dándose la vuelta bruscamente moviéndose, se dio cuenta de que Yeonjun sólo había llegado con una toalla alrededor de la cintura, misma toalla estaba en el piso y él totalmente desnudo.
—Venía a pedir ropa...—Yeonjun parpadeó incrédulo.
Beomgyu nunca había visto un pene así, el de Yeonjun era grande, de tez morena, con venas, se notaba que no estaba erecto pero aún así se veía grande, firme, duro, con la punta rosada. No había vello, y las bolas eran redondas y firmes.
El corazón del omega latió con fuerza, asustado y ansioso.
—Mierda. —Beomgyu se giró con los ojos bien abiertos y tomó el tazón de harina, iba a guardarlo para que no le pasara nada —Déjame ir por ella después de...
Cuando se giró, chocó con el cuerpo de Yeonjun que solo había tratado de ayudarlo, pero entonces vacío toda la harina sobre su estómago y luego fue a parar hacia su pene, todo se volvió blanco. Beomgyu tiró el tazón de la sorpresa, y miró a Yeonjun con sus ojos bien abiertos.
—Mierda. —Choi maldijo, sorprendido. Eso no estaba en sus planes.
—¡Lo siento mucho! —Beomgyu lo miró apenado, cubriendo su boca, no sabiendo si mirar su enorme pene o sus ojos —Es que me pusiste muy nervioso, Dios, perdóname.
—Descuida. —Yeonjun siseo y luego lo miró con fingida inocencia —Pero Beomgyu, no puedo lavarme solo, necesito ayuda.
—¿Qué?—Beomgyu parpadeó incrédulo, sin comprender.
—Sí, tengo loción en las manos, y mi pene es alérgico a eso. —informó.
Beomgyu parpadeo incrédulo, Yeonjun trató de contener la risa por lo más idiota que había dicho en su vida. El omega volvió a parpadear incrédulo, tratando de entender.
Y cuando por fin lo hizo, se señaló a sí mismo.
—¿Quieres que lo lave yo?—Cuestionó, mirando incrédulo al menor. Que sin descaro, asintió.
—Sin ofender, pero acabas de cubrirme de harina tú. —Se encogió de hombros, Beomgyu lo miró incrédulo —Y soy alérgico a los perfumes que contienen alcohol.
—¿Y cómo lo sabes? —El omega se burló, sonriendo y cruzándose de brazos —¿Pusiste perfume en tu pene?
—Cuando era joven. —asintió con seriedad, Beomgyu borró su sonrisa —Y si, se irritó.
—Pero esto...¿No es un poco demasiado?—Beomgyu lo miró dudoso, aún después de todo no había dejado de mirar su miembro, bajaba la mirada y luego la subía para verlo a los ojos. —Tendré que tocarte.
—No tengo problema con ello. —El alfa se encogió de hombros.
Fue la excusa más estúpida. Pero también la más efectiva.
Beomgyu apretó los labios y en cuestión de segundos, ambos estaban en el baño del segundo piso, ni siquiera sabía por qué estaba haciéndolo, tampoco le encontraba lógica, pero aún así, tomó la regadera y mojó el pecho de Yeonjun, su mano ayudó a quitar los restos de la harina poco a poco. Su respiración se volvió agitada cuando su piel estuvo en contacto con la contraria, bajaba por sus cuadros en el abdomen y volvía a subir, tal vez evitando o alargando el tiempo para atender su pene.
Pero siento que a Beomgyu se le es imposible no verlo y lamerse los labios.
Su respiración se volvía cada vez más agitada, su corazón estaba acelerado y sus ojos no podían despegarse de ese gran trozo de carne, era tan grueso y largo, nunca había visto uno de ese tamaño. Sin contar que sólo había visto uno en su vida y en realidad no es algo para presumir.
Sin embargo, Yeonjun es grande, muy, muy grande por todas partes, en especial allí abajo.
Mojo su pene para quitar la harina, evitando tocarlo, y pese a que Yeonjun no dijo nada, Beomgyu terminó por suspirar cansado de que la harina no se removiera y lo tocó con su mano, envolviendo sus dedos alrededor de la polla dura y apoyando toda su palma para tomarlo. Se sorprendió al encontrarlo tan duro y grande, su mano no podía rodear lo por completo, aunque trató de no concentrarse en mucho, terminó por masajearlo un poco con los dedos para remover la harina, se había metido un poco dentro del glande, así que delicadamente, también lo limpió con los dedos, pasando su dedo por el orificio como si con ello lo removiera, aunque inconscientemente sólo estaba acariciando el área.
La harina se había acabado, el pene estaba limpio con el agua, pero Beomgyu seguía lavándolo con suavidad, apretandolo con su mano.
Jaló la piel hacia abajo, para limpiar por dentro, entonces sólo lo rodeo con su mano y lo movió de adelante hacia atrás con una mano porque la otra continuaba con la regadera, masajeo unas cuantas veces como si tratara de limpiar. Sus ojos se abrieron un poco cuando noto que se hacía mucho más grande, más grueso, su tamaño estaba incrementando y eso sólo lo hizo detenerse al percatarse de que ya no estaba limpiando; con la fuerza de su mano y la rapidez de sus movimientos habían empezado a masturbarlo.
Sorprendido, Beomgyu miró a Yeonjun, percatandose de que el alfa tenía la cabeza hacia atrás, con los ojos cerrados y el ceño fruncido, sus músculos estaban estrujados. Aún así, Beomgyu no detuvo su mano, apretando los labios, miró con deseo el cuerpo fuerte del contrario, su mano siguió moviéndose sobre la polla gorda que palpitaba en su mano, cada vez con más y más fuerza.
Beomgyu respiró agitado, su entrada estaba por completo mojada, sus senos ahora desbordan la leche debido a su excitación y su aroma a cerezas se intensificó.
Instantáneamente, supo que debido a la estimulación, su celo se adelantó e inició, haciéndolo sentir mucho calor, mucha excitación y todo por culpa de Yeonjun.
Beomgyu miró la polla en su mano, siguió masajeando de arriba hacia abajo, notando entonces que lo que salía de la punta no era agua, era presemen, el aroma llegó a su nariz y eso sólo lo hizo lamerse los labios.
Dejó la regadera y la apagó, eso sólo los dejó a ellos con los sonidos que hacían los choques de la mano de Beomgyu masturbando al contrario.
—¿Te gusta esto? —Beomgyu murmuró.
Yeonjun abrió los ojos para verlo y asintió.
—Si me lo haces tú, por supuesto que sí.
Beomgyu sonrió de lado.
—Estoy descubriendo muchas cosas hoy con tu visita. —Susurró.
—¿Cómo cuáles? —Yeonjun lo miró con profundidad, Beomgyu seguía masturbando su pene y sin descaro, sus senos tiemblan con cada vez que mueve su mano.
—Cómo que te gustó desde que eres un niño. —Beomgyu murmuró, mirándolo directamente a los ojos —Creí que las veces que tocabas mi trasero, mis piernas, mis caderas e incluso mis senos eran alucinaciones mías. Ahora me doy cuenta de que no es así.
—¿Cómo podría ser? —Yeonjun gruñó, alzando la ceja —Desde que te conocí, solo soñé con abrir tus piernas y cogerte hasta que te desmayes, meter mi polla en tu apretado agujero y follarlo durante horas, hacerte gemir y llorar de placer mi nombre, follarte siempre ha sido mi sueño.
El omega soltó un suave gemido, mordiendo sus labios, apretó el pene en su mano con fuerza, sacándole un jadeo al alfa.
—¿Sabes el peso de tus palabras? —Beomgyu lo miró seriamente.
—Por supuesto que lo sé.
Ambos se miraron a los ojos con profundidad.
—Desde ahora, puede que dejemos de vernos como antes, con cariño.
—Eso solo será para ti. —Yeonjun murmuró con voz ronca —Siempre me viste como a un niño, en cambio yo siempre te vi como un omega, con ojos de placer y amor, jamás ha sido menos que eso.
Beomgyu sonrió suavemente, deslizando la bata delgada por sus hombros y quedándose únicamente con la camisa. Descaradamente metió las manos a sus senos y sacó los calcetines que retenían la leche, poco a poco, su camisa se mojó con el líquido, ante los ojos intensos de Yeonjun que sólo quería lanzarse sobre él y devorarlo.
—Hace mucho que dejé de verte como a un niño, Yeonjun. —Sentenció.
Beomgyu lo miró con ojos profundos, el agua había dejado de caer por lo que sus respiraciones agitadas era lo único que podía escucharse dentro de la pieza. Yeonjun había esperado tantos años por este momento que, tenerlo por fin entre sus manos se sintió como un sueño.
Pero se tuvo que decir a sí mismo que esto no es un sueño, Beomgyu es tan real como sus sentimientos y sus deseos, todo es real.
Solo necesitó repetirse eso varias veces para terminar por darle fin a eso.
Yeonjun sonrió, levantó su mano y acarició los labios de Beomgyu con su pulgar, subió su mano a la cabeza contraria para hacer una presión leve hacia abajo. Beomgyu sonrió de manera descarada y doblando sus rodillas, bajo para quedar de rodillas con la cara frente a su pene.
—Tal vez necesite probarlo para saber si lo limpie bien. —Beomgyu se excuso.
Yeonjun gruñó, respirando agitado, tomó su pene y colocó el glande húmedo sobre los labios gruesos de Beomgyu.
—Sírvete. —Mascullo, tomando a Beomgyu por los cabellos y viendo su pene entrar en la cálida cavidad del omega.
Beomgyu gimió cerrando los ojos, tomando el pene duro en su boca; era gordo, así que su boca estaba muy estirada y a duras penas podía llegar a la mitad, pero de cualquier forma, saboreo el glande con su lengua, la giró alrededor del orificio y acarició la piel de abajo, viendo a Yeonjun jadear echando la cabeza hacia atrás, fue suficiente para el omega.
Beomgyu se trago el pene del menor con gula, Yeonjun jadeo mirándolo con el ceño fruncido, algo que creyó que no sucedería pronto estaba pasando, el omega de sus sueños estaba chupando su polla, mirándolo con ojos inocentes, sus labios rosas rodeando su polla y sus tetas notándose por sobre la ropa.
El omega saboreo el presemen en su lengua, su quijada empezaba a doler, aún así, apretó la polla de Yeonjun con su boca y empezó a mover su cabeza de adelante hacia atrás, una y otra vez, gimiendo y enviando vibraciones al vientre del alfa con cada gemido. Yeonjun acariciaba los cabellos del omega, observando su pene ya rojo por aguantar la presión, hundirse en su preciosos labios que solo lo humedecen más y más.
Yeonjun tomó la regadera y la encendió, mojando el rostro de Beomgyu, ocasionando que sus senos se noten con esa camisa de tela delgada, desde sus pezones erectos a sus tetas, Yeonjun lo vio todo y eso solo incremento la excitación que estaba sintiendo. Apagó la regadera y Beomgyu lo miró desde abajo, sus dedos masajearon sus bolas con delicadeza, sus labios rodeando su pene hicieron presión apretando la carne suavemente.
Movió su cabeza de adelante hacia atrás, el presemen baja por su garganta mientras lo chupa cada vez con más rapidez. Entonces Yeonjun gruñó, por completo enloquecido, tomó la cabeza de Beomgyu y sin consideración, lo embistió golpeando su garganta, robándole un jadeo bajo al omega, que cerró los ojos cuando por completo enloquecido, el alfa empezó a embestir su dulce boca, una y otra vez, golpeando su garganta el presemen con la saliva bajando por su barbilla, una y otra vez, con los chasquidos sonando y los senos de Beomgyu moviéndose bruscamente con cada embestida, hasta que tomándolo de los cabellos, Yeonjun lo empujó y se dejó venir en su rostro y en sus tetas, Beomgyu jadeo cuando la mezcla blanca cayó por todo su rostro, en su boca, y en sus tetas aún cubiertas por la camisa.
Yeonjun respiró hondo, observando tal paraíso de Beomgyu arrodillado, aturdido y cubierto de su semen. Fue el paraíso, fue hermoso, precioso. No hubo algo que le gustara más que verlo así.
Beomgyu lo miró e hizo un mohín.
—Yo quería comerlo. —Gimió, mirándolo mal, Yeonjun le sonrió, le ofreció su mano y le ayudó a ponerse de pie.
Con la regadera en su mano, la encendió y limpió el rostro de Beomgyu, incluso sus senos para remover el semen, al finalizar, el cabello de Beomgyu estaba todo mojado y el omega sonreía de lado.
—Fue la mejor mamada de mi vida. —gruñó, respirando hondo. Beomgyu lo miró sintiéndose orgulloso, porque es su primer halago, al menos en ese ámbito.
Eso le dio felicidad.
Yeonjun acarició el labio inferior de Beomgyu, estaba hinchado y rojo, entonces lo miró a los ojos y el omega, respirando agitado, se pegó a su cuerpo poniéndose de puntillas para llegar a su rostro.
No saben quién se acercó primero, tal vez Beomgyu, tal vez Yeonjun, pero en un solo instante, se besaron de manera ruda e intensa, Beomgyu enrollo sus piernas en su cintura después de dar un saltó, colgándose de sus hombros y Yeonjun lo empotro contra la pared, ambos besándose con intensidad que no planeaban detener por nada del mundo.
Yeonjun besó fuertemente los labios de Beomgyu, que un poco temeroso, le correspondió; nunca había sentido tal deseo al besar, jamás había sentido esa ansia, ese sentimiento desesperado de adrenalina que recorre sus venas, era la primera vez. Le costó asimilar que alguien, que Yeonjun, estaba besándolo y tocándolo como si fuera el cuerpo más exquisito que pudiese tener, le tomó trabajo, pero cuando lo asimilo, apretó el cuello del alfa entre sus manos con mucha fuerza al mismo tiempo que besa con fuerza los labios contrarios, abriendo la boca y permitiendo que esa lengua húmeda se adentre a su cavidad con total libertad.
Yeonjun recorrió con sus manos los senos de Beomgyu, tocó sus nalgas y sus piernas, empujandolo contra la pared, apretandolo entre sus brazos le metió la lengua y chupo la contraria, respirando agitado se comió por completo la dulce boca del omega que se derritió en sus brazos, sintiéndose en el cielo.
Solo entonces, Yeonjun paró el beso y miró a Beomgyu a los ojos con total deseo y fiereza. Sus ojos grises se volvieron azules, su alfa estaba haciéndose presente, deseoso y ansioso por marcar al omega que tanto había deseado, al único omega que ha deseado en toda su vida, Beomgyu.
El aroma a cerezas estaba nadando fuertemente por la pieza, las feromonas de Beomgyu estaban por completo alborotadas, mientras que las feromonas de Yeonjun que olían a vino, no estaban ni la mitad de intenso como lo estaban las feromonas del omega que parecía querer enloquecerlo con ello.
Y lo estaba logrando.
Choi sonrió y colocó la punta de su polla en el trasero de Beomgyu, que jadeo y saltó cuando se empujó hacia él.
—¿La quieres? —Susurró ronco, restregando su pene justo en la entrada de Beomgyu, aunque la tela del short aún estaba siendo un obstáculo.
De lo contrario, Choi ya habría empujado su hombría dentro del canal del omega y empezaría a follarlo contra la pared, rudo y certero.
—S-si, por favor. —Beomgyu susurró tembloroso, sintiendo escalofríos porque el trozo de carne estaba duro contra su entrada, dudaba que eso entrará al primer movimiento, pero de igual forma le encantaba pensar que pronto Yeonjun iba a darle la follada de su vida.
—¿Quieres que te penetre con ella? —Susurró ronco sobre los labios del omega —Puedo follarte de muchas formas, ese trasero tuyo ¿crees que pueda soportarlo?
Beomgyu lo miró con ojos brillosos y asintió, sin temor. Solo deseando que la polla de Yeonjun folle su útero y abuse de su próstata.
—Por supuesto que sí.
Yeonjun sonrió de lado.
—Muy bien, luego no te arrepientas. —Mascullo, antes de besarlo bruscamente, sin reparo.
Beomgyu gimió en el beso, dejando que Yeonjun toque sus redondas tetas y las apriete entre sus manos, deseando que el pene que se presiona en su trasero penetre su agujero sin nada de ropa, solo piel contra piel, llenos de sudor y en un ambiente caliente e íntimo, solo ellos solos.
Yeonjun empezó a salir del baño para ir a la habitación matrimonial de Beomgyu, sin importar que chocarán contra las paredes porque no habían dejado de besarse o tocarse, llegaron a la habitación matrimonial, en donde Beomgyu se bajó de sus brazos y dándole una sonrisa coqueta, abrió la puerta de la habitación para adentrarse. Yeonjun se adentro después y cerró la puerta detrás de sí.
Beomgyu le sonrió, miró el cuerpo desnudo de Yeonjun y sin miramientos, deslizó el short mojado por sus caderas y luego por sus piernas, le siguió la camisa de tirantes y entonces finalmente estaba desnudo frente a alguien que no es su esposo.
Y Beomgyu que estaba acostumbrado a recibir miradas de asco, se sintió tímido ante la mirada intensa que el alfa le estaba otorgando.
Yeonjun se mordió los labios escaneando con su mirada el precioso cuerpo de Beomgyu, se notaba que hacía ejercicio y que cuidaba su piel blanca, tenía una pequeña cintura que no se le iba ni con los años, caderas redondeadas y trasero rechoncho, senos grandes y hombros bonitos, incluso sus pies eran lindos y su cabello rojo húmedo lo hacía ver mucho más precioso. El aroma a cerezas salía con más intensidad de sus glándulas, e incluso estaba todo sonrojado en las partes sensibles de su precioso cuerpo.
Beomgyu bajó la mirada con timidez.
—Sé que no soy joven y que posiblemente...
—Joder, no sabes cuantas veces imaginé esta escena en mi cabeza, eres totalmente exquisito. —Yeonjun gruñó, relamiendo sus labios.
Beomgyu lo miró sorprendido, sintiendo el impulso de cubrir sus senos o algo de su desnudez. Pero no lo hizo. No tenía que avergonzarse. Y sin embargo, se sentía avergonzado.
—No digas eso. —Bajó la mirada —Sé que has estado con omegas mucho mejores y...
—Claro que no, ninguno se compara a tu belleza, tienes todo lo que me gusta, incluso tu aroma es como una droga para mí, nadie podría ser más perfecto que tú. —Yeonjun masculló mirándolo mal, odiaba tanto que se viera de menos, cuando claramente era el omega más precioso de todos —Eres el sinónimo de perfección.
Beomgyu sonrió, Yeonjun sonrió y entonces volvieron a besarse de manera intensa. El omega cayó sobre la cama, con el cuerpo del alfa sobre su cuerpo, la habitación se llenó con sus feromonas rápidamente.
Yeonjun rápidamente tocó sus senos piel contra piel, acarició los pezones haciendo saltar al omega cuando los jalo, sus manos también acariciaron las piernas esbeltas e incluso se metieron entre las piernas del omega, el lugar estaba húmedo, pero sus dedos sólo acariciaron la entrada húmeda que ansiaba por él.
Beomgyu jamás había sido tocado ni besado de aquella forma, la manera en la que Yeonjun lo recorría con sus manos tenía algo, había mucha pasión y deseo en sus dedos que aprietan sus senos, sus caderas, su cintura, su trasero, sus muslos y piernas, las cuales abrió ampliamente para quedar entre ellas.
Beomgyu lo besó, acariciando la espalda fuerte e incluso el cabello de Yeonjun, quien no perdió el tiempo y después de tener suficiente de sus labios, dejándolos por completo rojos, hinchados y palpitando, besó su cuello con tanta fuerza, con las intenciones de dejar marcas, cosa que Beomgyu no le negó porque él también ansiaba esas marcas, deseaba que los labios de Yeonjun recorran todo su cuerpo de arriba hacia abajo.
El alfa bajó por el cuello con aroma exquisito después de dejar muchas marcas alrededor de la piel blanca, llegó a las dos tetas del omega y sin meditarlo, se metió un pezón a la boca y lo chupo con fuerza desmedida. Beomgyu gimió con fuerza y arqueo la espalda cuando sintió por primera vez ese tipo de placer, Yeonjun succionó la leche con fuerza y empezó a sacarla de su pezón chorro por chorro, la cantidad era tanta que llenaba sus mejillas y bajaba caliente por su garganta, eso hizo a Beomgyu jadear y completamente rojo, soltó su primera corrida que nuevamente lo hizo arquear la espalda, llevar la cabeza hacia atrás y gritar con placer.
Yeonjun soltó el pezón y miró a Beomgyu con sorpresa, el semen del omega estaba regado por su abdomen, eso solo lo hizo boquear sorprendido.
—Te corriste. —Susurró.
Beomgyu lo miró avergonzado y se mordió los labios, sus orbes estaban brillosos por las lágrimas contenidas.
—N-Nunca habían tocado mis pezones, es mi primera vez. —se excusó, mirando con ojos de inocencia fingida al menor, que en lugar de burlarse como Beomgyu esperaba, bajó la cabeza de regreso a sus tetas.
—Es mi parte favorita de ti. —Susurró, lamiendo con su lengua el pezón y gimiendo ronco. Antes de tomar el pezón en su boca por completo, susurró: —Solo quiero sacar todo de ti.
Beomgyu volvió a arquear la espalda con fuerza cuando Yeonjun atacó de nuevo su pezón, mordiendo con sus dientes, chupando y succionando con la fuerza que ni él mismo podía medir.
La leche bajó por la garganta del alfa, que estaba tragando gustoso el contenido lechoso, succionando con rudeza, apretando el otro seno en su mano y disfrutando de la leche que salía de entre sus dedos.
Las lágrimas de placer bajaron por las sienes de Beomgyu, que trató de restregarse en Yeonjun porque tenía las piernas abiertas. Sus manos presionan la cabeza de Yeonjun hacia abajo, para que no suelte sus senos y continúe sacando la leche y amamantandose.
—Yeonjun, por favor, mete tus dedos en mí. —Beomgyu suplicó en medio de gemidos dulces —Por favor~
Yeonjun sonrió y obedeciendo, palpo su entrada con los dedos, tomó el otro pezón en su boca y mirando la reacción de Beomgyu, penetró con su dedo suavemente el lugar húmedo, todo mojado y apretado; el omega gimió abriendo más las piernas y arqueando las piernas, el dedo se adentro poco a poco a su interior, los labios sacaron la leche retenida de sus senos, dejando los pezones rojos y palpitantes hasta doler, pero Beomgyu estaba satisfecho, recibiendo su dedo y su boca que succiona sus tetas, las besa y las lame a su gusto. Era un total placer para él que siempre se ha visto privado de ese tipo de cosas.
Tener a un Alfa como Yeonjun entre sus piernas, solo lo hace sentir pequeño, complacido, feliz y satisfecho con la situación, porque está seguro de que está por recibir la mejor cogida de su vida.
La primera de muchas.
Yeonjun metió dos y luego tres dedos para follarse el canal apretado de Beomgyu, una y otra vez, embestida por embestida follo de manera exquisita el canal apretado de Beomgyu, que estaba delirando, gimiendo y jadeando bajo, sin contener las ansias que tenía por ser follado. Una y otra vez, penetró el lugar sin tregua o sin parar, estiró sus dedos tratando de abrirlo más, porque su pene es grande y debe prepararlo para que no sienta más que placer cuando lo folle.
Tomó un largo rato, no dejó de chupar sus tetas o de tragar su leche mientras le metía los dedos hasta hacerlo llorar de profundo placer. Cuando acabó la preparación, Yeonjun sacó los dedos y Beomgyu lo miró temeroso.
—No tengo condones.—Beomgyu susurró apenado.
Yeonjun se apartó y se estiró a la mesita, allí le mostró una caja mediana llena de ellos. Beomgyu jadeo incrédulo.
—Yo traje, los puse aquí después de bañarme. —Le guiño el ojo—Supuse que sería adecuado.
Beomgyu sonrió, golpeando su brazo, mientras Yeonjun sacaba un condón. Ambos se movieron para estar en una posición cómoda sobre la cama, el omega mantuvo las piernas abiertas y Yeonjun volvió a meterle los dedos, robándole un jadeo.
—Eres un tramposo.
—Lo hago para cuidarte, amor mío. —Yeonjun besó sus labios —Sabes que no te follaría sin protección si no quieres.
Beomgyu lo miró y se mordió los labios.
—No es que no quiera, es sólo que no quiero embarazarme, al menos no ahora. —Susurró, Yeonjun se rió; es increíble que Beomgyu aún no lo sepa.
—¿Sabes qué es lo más divertido?—Preguntó, y Beomgyu lo miró confundido —Los omegas con aroma a cerezas eligen de quien quedar encinta.—reveló, Beomgyu lo miró sin comprender —Para quedar encinta, ustedes tienen que aceptar a un Alfa en su corazón, el omega debe sentirse seguro para concebir, no importa cuando semen vacíe en tu útero, si no deseas un embarazo, no pasará.
Beomgyu parpadeó incrédulo, muchas revelaciones pasando por su cabeza, sin entender por qué su médico no le había dicho tal cosa. Pero viendo a Yeonjun frente suyo, ya nada le sorprendía.
—Pero...tú...¿Por qué no dijiste nada? —preguntó de todos modos, incrédulo.
Yeonjun sacó los cuatro dedos con los que lo había estado penetrando, y con los dientes abrió el condón.
—Porque era divertido ver cómo pensabas que mi hermano no servía para nada. —Se encogió de hombros, bajó a sus labios y antes de besarlo, dijo: —La realidad es que estás lleno de cualidades especiales, y que mientras no lo quieras, no podré embarazarte.
Beomgyu sonrió, recibiendo su beso y no dijo nada más. Yeonjun por su lado le puso el condón en los labios.
—Ponlo tú, por favor.
El omega asintió y abrió la boca dejándose poner el condón en los labios; así recostado, Yeonjun puso sus rodillas a cada lado de sus hombros y colocó su pene en la boquita dulce del omega, que apretando el condón en sus labios, lo puso en la punta y con cuidado, abriendo al máximo su boca bajó por todo el pene del alfa, que gimió ronco al sentir sus labios de aquella forma, llegó hasta el final con mucho esfuerzo y terminó por ajustar el condón en su pene, el cual aprovechando la situación, chupo y succiono dentro de su boca, excusándose con que trataba de lubricar.
Pero la verdad es que el pene de Yeonjun le gustaba mucho, sólo quería tenerlo en su boca y darle placer.
Yeonjun gimió, apartando los cabellos de la cabeza de Beomgyu para darse una mejor vista, movió las caderas, simulando embestidas suaves que Beomgyu recibió gustoso dentro de su boca, con las mejillas rojas y los ojos llorosos, chupo su pene con esmero, lamiendo y apretando la carne en su boca.
Yeonjun sacó su pene al tener suficiente, la saliva de Beomgyu quedó cubriendo el condón.
—Ahora voy a hacerte total y solamente mío.—Mascullo, a lo cual Beomgyu asintió deseoso.
El alfa se movió de lado para quedar entre las piernas de Beomgyu, que las extendió por la cama para mostrarle su trasero, Yeonjun sonrió, observando la entrada rosada cubierta de lubricante natural, el pene de Beomgyu estaba chorreando y había semen en su estómago.
Yeonjun miró a Beomgyu a los ojos, bajó hasta pegarse a su cuerpo, besó sus labios y alineó su pene en el agujero mojado, lentamente, besando con fuerza los labios del omega, se empujó hacia dentro para poder penetrarlo con suavidad y delicadeza, hubo un crujido cuando el glande logró entrar, Beomgyu jadeo sintiendo el ardor placentero en su vientre; Yeonjun, sabiendo que es el primero en entrar en él con ese tamaño, se aseguró de ser cuidadoso y lento en el proceso. Beomgyu mordió sus labios, frunció el ceño y se tenso, temiendo ser desgarrado, pero aún así, deseando llegar hasta el final.
Yeonjun terminó por empujarse por completo al interior de Beomgyu, expandiendo sus paredes de par en par, apretandose dentro del suave y apretado agujero del omega, que gimió, rasgando su espalda con fuerza, clavando sus uñas dentro de la piel y respirando agitado.
Al final, Beomgyu dio un salto cuando el glande en su interior acarició su próstata, jadeo y miró sorprendido a Yeonjun, que estaba tratando duramente de contenerse y esperar a que se acostumbre.
—No debes esperar, no te preocupes por mí. —Beomgyu jadeo, su rostro estaba por completo rojo y las lágrimas bajan por sus mejillas.
Yeonjun acarició su rostro y limpió las lágrimas con sus dedos.
—Debo preocuparme por ti porque me importas; me importa si esto te gusta, si te sientes cómodo, si de verdad quieres que me mueva o si tienes miedo, sólo quiero que sientas placer y comodidad a mi lado. —Susurró todo aquello mientras lo ve a los ojos y trata de transmitir seguridad.
Cosa que logró, porque Beomgyu suspiró y sonrió suavemente, mirándolo con cariño, su corazón empezó a latir con fuerza porque por primera vez, se sintió especial.
—Siento mucho más que eso.—Susurró, estirándose para dejar caer un beso en la nariz del alfa, que aun con esa apariencia tan robusta, llena de tatuajes y atractivo por donde sea, seguía siendo su dulce Yeonnie —Por favor muévete, mi celo apenas está iniciando, debes saber que no me duele, solo se siente extraño porque es demasiado grande, pero es placentero, me gusta.
Después de eso, se besaron con suavidad para asegurar que todo estaba bien.
Yeonjun asintió y empezó a moverse, meciéndose sobre su cuerpo, sacó y metió su pene lentamente, a la primera embestida Beomgyu jadeo y soltó un largo gemido, los dedos de sus pies se apretaron fuertemente entre sí, miró con ojos llorosos el rostro deformado de placer que Yeonjun tenía, parecía estarlo disfrutando tanto.
El alfa frunció el ceño, frunciendo la cara y apretando los dientes, había un sonrojo en su pómulo porque el placer que sentía no se compara a nada.
Yeonjun embistió cada vez con con más rapidez, mirando extasiado a Beomgyu que temblaba con cada estocada, sus senos saltaban a la par de sus embestidas, su cuerpo bañado de sudor y sonrojado por todos lados mientras gime sin pudor alguno su nombre.
Yeonjun estaba enloquecido, sosteniendo las piernas abiertas de Beomgyu para llegar más al fondo. El placer no podía compararse, sentía cada centímetro del cuerpo de Beomgyu, su entrada apretada y húmeda alrededor de su pene era exquisita, su pene estaba palpitando y entrando cada vez con más facilidad porque Beomgyu estaba amoldandose a su cuerpo.
Yeonjun gruñó cuando las feromonas de Beomgyu lo hicieron sentir más placer, el aroma a cerezas estaba acariciandole la nariz, mientras Beomgyu gemía bajo su cuerpo y rogaba por más.
Beomgyu abrió bien las piernas y miró gustoso a Yeonjun que se balancea sobre su cuerpo, él mismo decidió jugar con uno de sus pezones, sus dedos masajearon el pezón cubierto de leche y la otra mano fue hacia su pene para masturbarse, sintiéndose al borde.
Yeonjun miró enloquecido esa imagen, porque Beomgyu hacía todo eso y lo miraba a él con ojos llorosos, mientras jadeaba y lo llamaba por medio de sus gemidos que rogaban por más y más.
—Yeonnie~ cogeme más fuerte, con más fuerza, por favor, fóllame más, Yeonjun, ¡ah!, me gustas tanto mmhg ¡por favor! —Exclamó, sollozando, su cuerpo se balancea con cada estocada y sus tetas saltan a la par de sus ruegos.
—¿Qué quieres? —Yeonjun gruñó, embistiendo sin parar, mirando a Beomgyu enloquecer —Dimelo y lo cumpliré.
Beomgyu se mordió los labios.
—Quiero que te tragues la leche de mis tetas, que folles más fuerte mi agujero, que me toques con tus manos, aprieta mis tetas, por favor~
Yeonjun gruñó, dándole una buena nalgada que lo hizo saltar.
—Quién iba a pensar que serías así de sucio, por tu apariencia creí que no dirías nada al momento de —Corto y embistió fuerte, sacándole un gemido fuerte a Beomgyu que incluso arqueo la espalda —Follarte así.
Sonriendo, Yeonjun embistió con más fuerza y rapidez, acatando la orden de Beomgyu, tomó sus dos tetas con las manos y las estrujo como masa blanda, la leche salió entre sus dedos; el omega gimió alto, antes de correrse con fuerza sobre su abdomen que estaba rojo, como toda su piel.
Yeonjun sonrió, sacando su pene de su agujero, le permitió recuperarse al menos por cinco segundos. Cuando se lo indicó, Beomgyu se giró poniéndose en cuatro, Yeonjun volvió a penetrarlo duramente y sin frenarse, el omega arqueo la espalda cuando la punta del pene tocó su próstata, y al sentir esa bola dulce contra su pene, Yeonjun embistió una y otra vez, contra el agujero, lo metió y lo sacó sin tregua, tomando a Beomgyu de las caderas lo embistió con fuerza, sintiendo el más grande de los placeres porque lo estaba follado sobre su cama matrimonial y definitivamente, estaba follandolo mejor que cualquier otro imbécil.
Beomgyu gritó sorprendido ante la agresividad del alfa, pero no le disgustó, sintió más excitación en un instante ante el cambio sorpresivo que hizo el alfa.
Las manos de Yeonjun tomaron rudamente las caderas del omega, sus dedos se marcaron con rojo sobre la piel blanca y sensible.
—Mira allá, está la cara imbécil de mi hermano. —Yeonjun lo tomó de los cabellos y señaló la foto de Soobin que descansaba en la mesita; de algún modo, en esa posición parecía que estaba viéndolos y eso hizo que Beomgyu hiciera una mueca —Si supiera cómo estás gimiendo mi nombre en este momento, sería bueno que viniera y nos vea de esta manera ¿no? De esa forma sabrá que jamás podrás sentir el placer que estás sintiendo ahora conmigo, con él.
Beomgyu gimió, abriendo la boca y jadeando con cada embestida, su cabello estaba doliendo, pero de algún modo le gustó la rudeza de Yeonjun. Incluso cuando lo soltó y su cabeza cayó sobre las sábanas, siguió disfrutando de aquella forma tan lujuriosa en la que era follado.
—Yeonjun, cállate ¡ah!—Beomgyu gruñó, pero Yeonjun le dio una dura palmada en las nalgas, haciéndolo gritar. —¡Ah!
—¡Estoy malditamente celoso!.—Yeonjun gruñó, follandolo con duras y fuertes embestidas, volvió a azotarlo dos veces, dejando su trasero rojo y sus palmas marcadas —El día de tu boda te vi ser follado por él y en aquel momento, estaba lleno de celos y rabia, había tanta rabia de por medio, porque sabía que debías ser mío, no se ese infeliz bueno para nada. —Lo tomó de las caderas y las apretó con fuerza, sin dejar de embestir con tanta fuerza que Beomgyu sentía que estaba golpeando directamente su útero.
Con cada una de sus palabras, daba una dura embestida a Beomgyu que lo mandaba hacia delante y hacia sus piernas temblar mucho más, gemía fuertemente mientras era tomado con mucha rudeza por detrás, sus manos se sostienen de los barandales del respaldo y estaba tratando de contener sus gemidos duros, porque Yeonjun empezó a follarlo con tanta fuerza, la punta de su pene abusó fuertemente de su próstata, golpeando una y otra vez, constantemente su agujero sin detenerse, Beomgyu podía sentir muchas cosas, su estómago se abultaba con cada embestida.
Los ojos del omega estaban abiertos con debilidad, lágrimas escurren por sus mejillas y su boca abierta no deja de soltar gritos y gemidos de placer exquisito, su expresión estaba deformada por el gusto, mientras su vientre se abulta con cada estocada porque Yeonjun estaba follando directamente su próstata y su útero. Su cuerpo estaba temblando y todo sonrojado, empapado de sudor. Era un desastre.
Yeonjun abría sus nalgas y embestía con fuerza desmedida su agujero, una y otra vez adentraba su pene grueso y largo al canal estrecho, mientras Beomgyu no podía hacer más que rogar y sollozar de placer.
—¡Yeonjun, ah! ¡Espera!—Gritó desesperado — Creo...creo que estoy por orinar, espera tú...
Pero Yeonjun no se detuvo, siguió golpeando más su próstata e incluso llegando a estimular el útero con tanta fuerza, que el falo llegó a dejarse ver mucho más por fuera de su estómago, Beomgyu sentía que iba a perforarlo, también estaba avergonzado de orinarse, porque podía sentirlo, sentía que iba a venirse pero se sentía mucho más que eso, como si fuese a orinar. Yeonjun seguía follado su agujero con fuerza, dando duras y salvajes embestidas en su trasero ya rojo por los choques, el lubricante natural de Beomgyu estaba desbordando y escurriendo por sus piernas, mojando sus muslos e incluso había gotas cayendo a la cama debido a la excesiva cantidad.
Beomgyu se resignó, el alfa no iba a dejarlo ir ni a parar, así que apretó la almohada con sus dientes mientras seguía sollozando con lágrimas de placer saliendo de sus ojos cristalizados; las manos de Yeonjun se clavan en sus caderas con fuerza, dejando marcas intensas, el alfa soltó un gemido ronco porque justo cuando el agujero de Beomgyu se apretó con fuerza alrededor de su pene soltando un grito, soltó semen sobre la cama y seguido de eso, un tipo de agua transparente empezó a salir de su pene a grandes cantidades, pero no estaba orinando, era otro tipo de orgasmo fuerte que sólo sucedía de vez en cuando. Mojando toda la cama no dejó de escurrir de aquel líquido espeso y extraño.
Yeonjun dio unas cuantas embestidas y terminó por venirse con la misma intensidad, soltando un ronco jadeo se dejó ir, Beomgyu por su lado, jadeando, rojo de todos lados y sudado, cayó sobre la cama cuando el alfa finalmente lo soltó. Había una gran mancha en la cama, era lo que había salido del pene de Beomgyu, que jadeando, miró a Yeonjun con cansancio.
Yeonjun frunció el ceño y jadeo cuando no encontró el condón en su pene, vio el borde fuera de la entrada de Beomgyu, así que lo jalo, pero entonces al sacarlo, descubrió que el condon estaba roto y el semen empezó a salir del agujero mojado de Beomgyu, dándole una vista realmente sucia.
Beomgyu estaba sudado, rojo, cansado, jadeando y con las mejillas mojadas por sus lágrimas, lleno de marcas, mordidas, mientras había semen escurriendo de su agujero.
Fue el paraíso.
—Maldición, qué vista tan jodidamente sexy. —El alfa gruñó complacido. Beomgyu lo miró débilmente, aún respirando agitado.
—Creí que moriría.
Yeonjun se recostó a su lado, y acarició su mejilla sudada.
—Lo siento, me descontrolé. —Lo miró sintiéndose culpable—¿Te encuentras bien? ¿Tu calor está bien?
Beomgyu sonrió sintiendo su corazón alegre por tal preocupación y se inclinó hacia el toque cálido de su mejilla. Se sintió tan real, hermoso, no sabía si merecía eso.
—Sí, estoy bien.—Susurró y lo miró directamente a los ojos —¿Tú estás bien?
El alfa suspiró enamorado y asintió.
—Cómo nunca.
—Fue el mejor sexo que he tenido.—Beomgyu fue sincero, mirando a Yeonjun que se estiró para dejar un pico en sus labios hinchados.
Entonces, mirándolo a los ojos decidió ser sincero, sincero con Beomgyu y con su corazón.
—Beom, eres mi primer amor ¿lo sabes? —Empezó, Beomgyu lo miró atento —Desde que llegaste a esa cena captaste mi atención, en aquel entonces era un niño, pero mis sentimientos siempre han sido genuinos. Mi abuelo no permitió que interfiriera y tampoco quiso ayudarme, pese a conocer mis sentimientos, él jamás estuvo de mi lado.
Beomgyu miró al menor con profundidad, sus ojos eran dos lagos profundos con un millón de preguntas nadando por orbes. Su corazón empezó a latir con fuerza y una sensación extraña recorrió su estómago.
Aún así, mirando a Yeonjun, susurró la pregunta que contiene todas sus dudas:
—¿Por qué? —murmuró —Sé que fui tu primer amor, pero ¿por qué sigues aquí?
—Por ti. —El alfa reveló —Te he estado esperando. Todos estos años no he fingido mi cariño hacia ti, tal vez si te mostré las intenciones de la amistad, pero en realidad, llevo amándote mucho tiempo.—entonces tomó la mano de Beomgyu y la besó suavemente —Nada me haría más feliz que ser correspondido.
—Nunca tuve a alguien que estuviese enamorado de mí, tampoco preocupaciones viniendo de otros. —Beomgyu susurró quedo—Puede que sea incorrecto, pero me gustas, Yeonjun, te amo por estar conmigo, pero no te amo con ese sentimiento con el que tú me amas, es demasiado pronto decirlo ahora. —Murmuró, pero aún así añadió:—Lo que quiero decir, es que me gustas y mucho, y creo que sí puede funcionar. —Le sonrió —Sé que podré amarte en el futuro.
Yeonjun lo miró con ilusión y besó su mano nuevamente, feliz.
—¿De verdad?—Exclamó alegre. Beomgyu le sonrió lindamente.
La luz del sol venía del gran ventanal y brillaba en sus cuerpos. Estaban desnudos, y había una calma tranquilizadora nadando alrededor, el aura era tranquila.
Estaban siendo sinceros, teniendo la conversación más íntima de sus vidas.
—Sí, tal vez después de mi divorcio podamos intentar algo. —Asintió.
—Quisiera cortejarte antes de ello.—Yeonjun informó, siendo realista; le encantaría tener muchos detalles con Beomgyu, regalarle flores, libros sabiendo que amaba leer, llevarlo a viajes por el mundo, otorgarle muchos regalos, cenas costosas y llevarlo a bailes.
Citas enteras, porque él ha estado esperando a Beomgyu durante todos estos años, jamás ha estado con nadie, así que serían sus primeras citas también.
—¿No crees que ya es un poco tarde?—Beomgyu lo miró con las cejas curvadas, temiendo por la respuesta de Yeonjun.
Quien sonrió y negó con la cabeza.
—Nunca es tarde para hacerte sentir y saber cuán especial eres para mí y lo que estoy dispuesto a hacer por ti. —Informó, mirándolo a los ojos —Todos estos años con ese imbécil no has tenido nada más que sufrimiento, y de ahora en adelante, te ayudaré a ser libre y ser feliz, sé que puedo hacerlo.
Beomgyu le sonrió y asintió, Yeonjun se acercó más, besó suavemente su frente y luego besó sus labios, se abrazaron de manera emotiva, sin deseos de soltarse. Porque ahora que se tienen, jamás van a soltarse.
Tal vez, era muy apresurado, o tal vez sólo quería dejarse llevar, pero Beomgyu quería intentar ser feliz acompañado de la única persona que le mostró amabilidad y empatía, acompañado de Yeonjun, sin importar lo que le espera, estaba dispuesto a intentarlo, porque felizmente puede decir que por primera vez, le gusta algo para sí, le gusta Yeonjun. Y no lo dejará ir jamás.
Tres porras porq Yeonjun la puso 🥳🥳🥳🥳
¿Que les pareció este capítulo? Digan con confianza.
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