02: Una visita importante
|Años después|
Los ojos del omega miraron con impotencia la maleta sobre la cama, la ropa estaba meticulosamente ordenada dentro, todas las corbatas costosas fueron puestas en ella, los sacos e incluso tres pares de zapatos diferentes, había ropa hasta para un mes. Y pese a que no quería llorar, su corazón de algún modo, no dejaba de doler. Tal vez no por lo que su esposo imagina, si no por el vacío de su interior.
Sus labios rosados se apretaron con rudeza, su mano hecha puño sobre las sábanas frías de su cama, mientras que su corazón desolado no dejaba de llorar por la desdichada vida que lleva.
Tal vez estaba aliviado, tal vez solo quería seguir durmiendo para que su cuerpo deje de doler tanto por la manera ruda en la que su esposo lo tomó, no fue placentero, hace mucho dejó de sentir placer y ahora en cambio, solo dolía y le desagrada.
Haciendo como si nada estuviera pasando, fingiendo una sonrisa y pareciendo una muñeca sin un corazón frágil por dentro, se levantó cuando su marido salió del armario, ya completamente vestido.
Soobin no le dirigió ninguna mirada, en cambio, se posó frente al espejo y empezó a revisar que su atractivo ser, este por completo perfecto para el viaje que estaba por hacer.
Beomgyu caminó hasta él, atreviéndose a abrazarlo, apoyó su rostro en su espalda, tratando de ser consolado por la única persona que tenía a su lado. Pesé a que era él quien le hizo daño, no es como si pudiese actuar como normalmente es, sabiendo que eso no sería correcto por muchas razones.
Su papel es ser un esposo sumiso, tonto y dependiente de su esposo. O eso al menos es lo que su madre le dijo. Así que lo único que podía hacer era abrazar a su esposo, esperando que este mienta diciéndole que lo siente.
En cambio, Soobin gruñó al sentir su "molesta" presencia y se giró, empujándolo lejos de su cuerpo a su vez. Beomgyu jadeo retrocediendo, miró con miedo a su marido que totalmente furioso, se acercó y le propinó una dura bofetada que lo hizo retroceder y golpear su espalda contra la pared.
Beomgyu sollozo sosteniendo su mejilla, sin atreverse a mirar a su esposo que se acercó hacia él, tomó sus delicados y rojos cabellos con su mano y lo hizo verlo, sus ojos eran dos llamas ardientes de fuego y parecía más que molesto. Beomgyu tenía miedo de que no se quedará en duras bofetadas y se atreviera a golpearlo mucho más. Desde hace días temía que esos golpes sobrepasarán lo normal.
No quería quedar desfigurado, tampoco quería que doliera, aunque no se merecía eso, Soobin quería desquitar su estrés con su esposo; como si este no fuera humano, si no que lo tomaba como un muñeco sin sentimientos que no sentía, no importaba. No era nada.
Pesé a todos, Beomgyu se dijo que tenía razones de estar molesto, nuevamente el médico dijo que no ha quedado embarazado.
Aunque el médico dijo que Beomgyu estaba en perfecto estado y que su útero es totalmente compatible para quedar encinta, no podía quedar embarazado por algo que tenía que ver con ser un "omega cereza", aunque no dijo nada más. Soobin siendo un Alfa dominante se niega a hacerse un chequeo, porque definitivamente el problema es su inútil esposo que no puede concebir un hijo.
—¡Me tienes harto! Llevamos casados diez malditos años y no puedes quedar embarazado. ¿Crees que te amo? ¿Qué siento algo por ti? ¡Eres la burla entre mis amigos! —Gritó, jalando su cabello con fuerza y haciéndole daño —Un jodido omega viejo e inútil, ¡no me sirves para nada! —Vociferó, estrellado su cabeza contra la pared —Ahora que mi abuelo ha muerto puedo divorciarme libremente de ti y buscar a alguien más joven y apto, no creas que cumpliré esa mierda de pasar el resto de mi vida contigo. —Vociferó, tirándolo contra la pared —Me das asco.
Beomgyu bajó la cabeza y apretó los labios. Soobin se arregló el cabello, y respirando agitado lo señaló, haciéndolo saltar.
—Si para dentro de un mes, justo cuando yo regrese no estás embarazado con la follada que te acabo de dar, espera mi divorcio. —Mascullo, alejándose, Beomgyu se sintió seguro al no tenerlo cerca —No voy a seguirte tocando cuando me das asco, tus senos son demasiado grandes y tu cuerpo es el de una completa prostituta, incluso estás flojo, solo me produces náuseas.
Beomgyu apretó los labios y se abrazó a sí mismo, sintiendo su corazón doler desconsolado y más al saber que estará solo para su celo. Ni siquiera se atrevió a preguntarle a Soobin si iba a venir para su celo, porque no quería hacerlo enfurecer y que lo golpee.
Soobin por su lado, lo ignoró por completo y tomando su maleta, salió de su habitación matrimonial, con el teléfono en la oreja, bajó las escaleras, una sonrisa coqueta se dibujó en sus labios cuando confirmó la cita con su amante dentro de unas dos horas.
Y sólo cuando las llantas del auto sonaron estruendosas por la calle, anunciando que su esposo se había marchado. Beomgyu se vio libre; gritó con furia y con fuerza, con manos temblorosas tomó uno de los floreros más costosos y amados por su esposo y lo estrelló contra la pared, justo en donde estaba una de las fotos de Soobin, la cual cayó al piso con tal estruendo.
—¡Maldito! Te detesto, te aborrezco, ¡eres un maldito Soobin!. —Gruñó con lágrimas en sus ojos, los cuales cubrió con sus manos marcadas con rojo que no dejaban de temblar. Había marcas por todo su cuerpo, su mejilla ardía y él sólo sentía asco. Estaba asqueado.
Odia su instinto de omega que no le permite defenderse, odia verse tan patético, inútil frente a ese infeliz que sólo se ha empeñado en hacerle la vida imposible durante estos diez años que no le han dado más que desdichas.
Y todos tienen la culpa. Beomgyu es solo culpable por haberse casado con ese imbécil que jamás se ha comportado como un buen esposo, es una total basura que se esmera por arruinar su vida, lo odia, lo detesta.
El omega gruñó y se levantó de la cama, secando bruscamente sus lágrimas, decidido a no arruinar su día por una mierda como su esposo; caminó hacia su baño y se encerró para darse un baño con agua extra fría.
Bajo la regadera, se permitió cerrar fuertemente sus ojos, ocultando el malestar en su estómago y tratando de que el moretón en su labio dejara de doler.
Kang Beomgyu nació exactamente hace treinta y dos años, en Europa bajo el lecho de la honorable familia Kang. Su madre fue extranjera y se casó con un Alfa de Corea para unir sus empresas como una sola. Dos años de matrimonio después, nació el segundo hijo de la familia, un precioso omega con aroma a cerezas y belleza singular.
Era tan hermoso que sus padres no se molestaron por el hecho de que fuese omega, más aún al saber que tenía el famoso aroma a cerezas. Y aunque dieron más hijos a la familia, muchos alfas y más omegas, Beomgyu fue siempre el más especial entre todos ellos.
Ya sea por su exquisita belleza y personalidad atrayente, siempre era el centro de atención. Beomgyu creció siendo el tesoro de su familia, no salía si no era acompañado de sus nanas, su ropa e incluso su cepillo de dientes era estrictamente escogido por su madre. Jamás tuvo amigos, porque jamás salía solo de casa y para cualquier joven, era extraño que otro tenga hasta veinte hombres siguiéndolo como si fuera un criminal.
Sus estudios también eran controlados, y jamás se relacionaba con nadie, menos con alfas porque sus padres decían que tenía prohibido hablar con alfas, para eso tenía a sus hermanos y padre; más tarde sus padres dijeron que escogerían un Alfa para él y que sólo debía esperar.
Pesé a que Beomgyu sólo quería ser libre, salir de fiesta, hacer amigos, ser más sociable, tener redes sociales y jugar sin preocupaciones, sin pensar en qué debe comer más brócoli y lechuga para cenar y no subir de peso, sin pensar en sus dedos que dolería ya sea por sus excesivas tareas, las clases de piano, las clases de idiomas o sus otras clases que varían en categorías.
De niño ni siquiera se le permitía jugar con otros niños o tener tantos juguetes, porque su madre decía que jugar era un desperdicio de tiempo. Beomgyu quería oponerse y ella decía: “Te dí a luz, como tu madre, debes hacer todo lo que diga.”. Beomgyu asentia y obedecía.
Quería ser libre.
Pero toda su vida sus padres escogieron por él incluso su personalidad. Su madre decía que debía sonreír siempre y ser amable, delicado, tonto un par de veces pero conservando su inteligencia.
Pero Beomgyu no era así.
Beomgyu adoraba jugar videojuegos, dormir sin ropa interior. Decía groserías cuando nadie veía, hacía muecas e incluso insultaba a las personas en su mente porque era lo único que se podía permitir. Parecía un robot que estaba programado para sonreír, abrir las piernas para su alfa y soportar toda su mierda.
Hasta ahora, Beomgyu fue un buen robot, un buen omega. Cumplió con su deber casándose con quien sus padres le pusieron al frente cuando tenía solo veinte años, cumplió en ser un buen esposo entregando su cuerpo y su corazón. ¿Qué recibió a cambio? Una vida miserable, llena de sufrimiento, insultos y golpes viniendo de su esposo.
Ciertamente, estaba harto. Porque el médico dijo que es totalmente apto para dar a luz. Su canal y su útero están por completo sanos, no había necesidad ni siquiera de tratamientos, sólo dijo que los omegas cereza eran especiales y les recomendó pasar tiempo juntos y amarse, lo cual pareció un chiste para Soobin. Pese a que Soobin lo sometió a muchos tratamientos no lo necesitaba, estaba en perfectas condiciones, aunque para el orgullo dañado de Soobin, Beomgyu era el que estaba mal.
Ciertamente, Beomgyu no sabía nada. No sabía si quiere un bebé, si está capacitado para cuidarlo, o si sólo quiere morir. Lo que es cierto es que no quiere estar ni un solo minuto más con Soobin, porque el cansancio se ha presentado y no quiere más que ser libre...probar la verdadera felicidad.
En una vida como la suya, en donde solo puede pedir que el tiempo pase, lo que más desea es ser feliz, ser libre.
Sus padres y hermanos no lo contactan a menos que sea para fiestas, están indignados de no tener un hijo suyo, y sólo lo insultan, así que Beomgyu tampoco los llama. Por su lado, el abuelo de Soobin murió hace un año, así que tampoco hay nadie llamando por ese lado.
A excepción de...Choi Yeonjun, el hermano menor de Soobin.
Beomgyu sonrió lindamente al recordarlo; ha crecido demasiado, con veinticinco años dirige el negocio completo de los Choi, aunque no se ha casado, mantiene contacto frecuente con Beomgyu. Son muy buenos amigos.
Beomgyu en realidad lo aprecia mucho, su cuñado es el mejor alfa que ha conocido en su vida. El omega que va a estar con él es muy afortunado.
Lo conoció cuando tenía veinte años y entonces Yeonjun era sólo un niño que jugaba play en su enorme tv, Beomgyu secretamente amaba jugar ese tipo de cosas y cuando se le unió, supo que había iniciado algún tipo extraño de amistad. De algún modo fue como su primer amigo.
Porque pese a ser un Alfa hecho y derecho, Yeonjun no se ha olvidado de su persona, siempre está llamándolo, visitándolo cuando se encuentra en el país, trayendo comida y regalos sólo para él. Beomgyu lo aprecia demasiado, quizá es una de las razones por las que no quiere divorciarse. Porque si lo hace, Yeonjun no tendrá razones para visitarlo y hacerle compañía. Estará sólo.
Pero de cualquier forma Beomgyu quiere ser libre. Reflexionó hace mucho. Ha decidido que si el divorcio llega, hará una vida como persona normal, solo, sin hijos o alfa, porque ha tenido suficiente de alfas y no está preparado mentalmente para cuidar de un bebé, y ciertamente, tampoco es del tipo que se aferra a su marido, porque no ve un futuro al lado de ese alfa ingrato que nunca ha sabido valorar sus detalles.
Sí, se casaron en un matrimonio por conveniencia, pero eso no significa que no pueda ser tratado bien. De hecho, al inicio, Beomgyu pensó que sería amado, que habría amor. Pero con los años la burbuja en la que se mantuvo para no hacerse daño terminó por explotar.
Al principio era cariñoso, amable, cocinaba y procuraba ser el mejor esposo para Soobin. Pero después la comida se tiraba, Soobin le decía que no hiciera ciertas cosas y que no lo asfixiara, y más tarde le dijo que él jamás lo amaría, al menos, dos años después del matrimonio Beomgyu entendió que nunca tendría amor.
Y fue duro de aceptar, pero Soobin sólo dijo "Tu propósito es servir y darme hijos, cumple con ello", con tal de hacer su trabajo bien, Beomgyu trato de quedar embarazado por los años siguientes. Sin embargo no resultó y lo que eran insultos de parte de Soobin, se convirtieron en bofetadas o golpes que no llegaban a ser tan severos como una golpiza que lo envié al hospital.
Pero Beomgyu no lo amaba tampoco, nunca amó a su esposo, estaban casados y quería paz, sin embargo, después de que al quinto año de casados se enteró que su marido le había estado siendo infiel durante todos esos cinco años, no hizo más que llorar de frustración.
Lo enfrentó y lo que se ganó fue el primer puñetazo de muchos, insultos viniendo de Soobin e incluso que lo hiciera dormir afuera, "para ver si seguía quejándose". A la mañana siguiente estaba estornudando e hirviendo de fiebre por dormir afuera.
Los Kang no escucharon a Beomgyu, su madre lo abofeteó cuando mencionó el divorcio y entonces sólo le quedó aceptar su vida miserable, sin opción o salida, permaneció durante otros cinco años encerrado en ese matrimonio, sabiendo que Soobin seguía estando con más omegas.
Ahora ni siquiera iba a un viaje de negocios, iba a ver a uno de sus tantos omegas, a vacacionar. Lo normal.
Beomgyu sabía que cuando se divorcie, se quedaría sólo, en la calle, pero tiene muchos títulos que sus padres lo obligaron a estudiar, así que puede valerse por su cuenta una vez sea omega soltero.
En realidad, no tiene amigos, no sale de compras como otros esposos, tampoco tiene sirvientes que le hagan compañía en su desolada mansión, aunque tampoco es el que limpia, porque según su madre sus manos deben estar delicadas y hermosas. Así que solo vive encerrado, cuidando de su jardín de rosas por cuenta propia, haciendo compras de la casa y estar dentro, es su rutina diaria.
También se ejercita con frecuencia y eso lo hace mantener una buena figura, aunque no se ejercita porque su marido lo quiera o su madre lo diga, es su método efectivo de desahogo después de una pelea con su esposo.
Hace ejercicio hasta sudar por todos lados y entonces, su cuerpo mantiene una exquisita figura firme y hermosa.
Los días posteriores a ese, Beomgyu se la pasó dentro de su casa, comiendo, viendo televisión, jugando un poco, leyendo, cuidando sus rosas, haciendo ejercicio, yendo de compras y recibiendo en las mañanas a la señora que venía a hacer diariamente la limpieza.
Era lo mismo todos los días, a excepción de la carta que recibió cierto día. Se encontraba revisando sus rosas cuando recordó que hoy venía la correspondencia, no se esperaba nada de su familia o su esposo que a duras penas recuerdan su existencia, sólo se esperaba los recibos de pago o invitaciones a bailes que debe rechazar porque últimamente Soobin se avergüenza de mostrarlo públicamente por el mismo tema de no tener hijos.
Entre todos los sobres que había en el buzón, Beomgyu sólo le tomó importancia especial a ese sobre azul que encontró entre todos los blancos y eso sólo lo hizo sonreír ampliamente.
Sin hacerse esperar, abrió el sobre con mucha emoción, quizá porque tenía meses de no verlo o sólo por la ansiedad de necesitar algo de compañía, lo que fuera.
"Hola, Beomgyu, ¿cómo has estado? ¿Has estado comiendo bien? Sabes lo que opino de que saltes tus comidas. He estado bien en Alemania, es un poco difícil por el trabajo, pero sabes que de cualquier forma es mi deber. No tengo mucho que decir, he estado trabajando mucho, y finalmente puedo decirte que volveré el dos de septiembre, seguramente, dentro de una semana cuando está carta te llegue. Iré a visitarte para entonces, así que prepárate porque no me iré con facilidad. Te quiere, Choi Yeonjun".
La sonrisa que Beomgyu soltó fue etéreamente genuina, llena de felicidad y sinceridad, esa que solo Yeonjun, su buen y amoroso cuñado podía causarle.
De esa manera y esperando, fue mucho más que feliz porque con Yeonjun en el país, es muy seguro que las cosas sean entretenidas y buenas, todo será más llevadero, si está aquí cuando el divorcio llegue, será mucho mejor porque puede que tenga su apoyo. Y Beomgyu estaba feliz.
Beomgyu se preparó feliz durante toda la semana, también arregló la casa y mandó a comprar el ambientador con el aroma favorito de Yeonjun, que es a cerezas. Cambió las cortinas de toda la casa y limpió por cuenta propia, sin ayuda de su trabajadora.
Hizo buenos arreglos, también arregló su jardín para que Yeonjun lo note y lo halague, su corazón estaba contento mientras no podía dejar de sonreír tan hermosamente como lo hacía.
Y estaba feliz cuando el día finalmente, después de muchos preparativos y esperas llegó. Yeonjun habló para notificarle que estaba en el país finalmente, que aterrizaba hoy y que lo visitaba mañana, porque tenía que dormir al menos un poco. Beomgyu fue el más feliz y le anunció que esperaba su visita con muchas ansias.
Claramente faltaba un día para que Yeonjun viniera, pero Beomgyu planeaba ir a comprar masa de galletas para preparar para su cuñado.
Sin embargo, había estado tan ocupado pensando en otras cosas que sólo cuando se despertó teniendo el pijama mojado, en el área de sus senos y en su trasero, también en la parte delantera en donde su pene se alzaba en una erección claramente notable, supo que había jodido todo.
—Joder. —maldijo de mal modo, esa mañana en donde el sol estaba ardiendo en lo más alto, pero su cuerpo también —No, no puede ser.
Beomgyu miró el calendario que estaba colgado en su pared y solo entonces maldijo, porque claramente su celo viene mañana, hoy su cuerpo lo anticipa y se prepara para resistir la tortura de no tener sexo y mañana finalmente enloquecera.
El omega gruñó furioso, furioso consigo mismo por no haber notado que su celo estaba por llegar aún cuando tiene su calendario colgado frente a su cama. Lo peor de estar en celo es que estaba solo, el imbécil de su esposo no estaba y pasarla a solas es una verdadera tortura que nadie quisiera pasar porque simplemente, el dolor es insoportable.
—T-Tal vez si bebo supresores no haya problemas con Yeonjun. —Tartamudeo, pasando saliva —Maldición, justo tenía que venir mañana.
No quería cancelar esa visita y menos decirle a Yeonjun que viene su celo, porque está seguro de que no vendrá y ese no es el plan.
Y se canceló la salida para ir a comprar masa de galletas, porque si un Alfa lo ve, es predecible que huela lo fuerte de sus feromonas y abuse de él sin importar nada más. Ciertamente, Beomgyu no quería pasar por algo así, así que prefirió quedarse en casa todo el día.
Estaba un poco asustado de lo que pudiese suceder. Se quedó en su casa, vistiendo un short corto hasta arriba de los muslos, sin ropa interior, con un top de tirantes a juego con el short, era un conjunto de pijama cómodo, con bata que le ayudaba a cubrirse si así lo necesitaba.
Cerró puertas y ventanas y permaneció dentro de su casa. Haciendo nada, porque tan necesitado de sexo como estaba, no podía pensar ni en comer.
Y en realidad, decir que está "necesitado de sexo" es algo extraño, porque Beomgyu no puede sentir muy a menudo la excitacion, a Soobin tampoco le importa si acaba o si le gusta, solo se alivia a sí mismo y lo deja, Beomgyu en realidad ha dejado de venirse por un tiempo, ni siquiera siente nada más que dolor, porque su marido es rudo de manera intencional y no le tiene consideración.
Que bueno que posiblemente se viene el divorcio y Beomgyu ya no tendrá que soportar toda su mierda.
Beomgyu, que estaba recostado en el sofá de su sala, miró la televisión con aburrimiento. Sus mejillas estaban quemándose por el sonrojo, sus labios estaban hinchados de morderlos tanto. Por otro lado, estaba su mano dentro de su pijama, sus dedos dentro de su trasero tratando de satisfacer sus necesidades sexuales, aunque de nada servía ya que sus dedos eran pequeños y delgados, quería algo más grande.
Beomgyu se mordió los labios, pasando sus manos por su cuerpo y llegando a su pecho para acariciarlo; estaba todo húmedo por la leche; la leche sale de los senos de los omegas que huelen a cereza después de que el celo viene, es algo que es parte de ellos, son demasiado calientes y sacan su ansiedad de sexo también por medio de las tetas.
Algo que le da asco a Soobin, quien siempre lo critica por lactar. Lo que daña los sentimientos del omega de Beomgyu ya que es algo que no puede controlar.
Beomgyu jadeo cerrando los ojos, acariciando su agujero de un lado a otro, metiendo sus dedos y acariciando sus pezones duros y saltones. Todo abierto de piernas, solo podía pensar en un cuerpo pesado sobre el suyo, embistiéndolo con rudeza, metiéndole un pene muy grande, mucho más que la miniatura de su esposo.
Porque Beomgyu nunca lo ha dicho, pero el tamaño de Soobin es muy pequeño. Secretamente ha visto pornografia y por sus clases sexuales, sabe que hay penes gordos y grandes, es una lástima que el único que haya tenido sea del tamaño promedio.
Sus labios se juntaron entre sí y sus piernas se abrieron al aire cuando trató de meter tres de sus dedos a su agujero, que estaba húmedo y estrecho, no podía sentir más que un placer mínimo con eso y ciertamente, estaba deseando morir por el dolor que pasaría al día siguiente.
Tal vez no le afecte tanto por los supresores, pero una vez Yeonjun se vaya, será realmente algo difícil de soportar. Sus supresores vienen mañana, por el momento incluso está sin ellos ya que se le acabaron, pero si bebe supresores podrá soportar el tener a Yeonjun cerca.
—Ah, mmh, necesito algo más grande. —Jadeo necesitado.
Y de algún modo, después de soltar aquello, como si se tratara de una manifestación, el timbre sonó dos veces alrededor de toda la casa. Beomgyu se sobresaltó asustado al oírlo y se sentó recto, frunció el ceño tratando de adivinar de quién se trataba. Porque la señora de la limpieza ya se ha retirado, y no ha pedido nada a domicilio.
El inútil de su esposo está de vacaciones con su amante, y su familia ni siquiera lo visita.
Era extraño.
El timbre volvió a sonar por segunda vez y sólo entonces Beomgyu se levantó rápidamente, se puso sus pantuflas de dormir y caminó sin su bata, fuera de la sala de estar para dirigirse a la puerta, la cual abrió sin más, sin mirar de quien se trataba, simplemente abrió la puerta sin más.
Solo entonces, sus ojos se abrieron con sorpresa y su piel enrojecida palideció suavemente. Porque frente a él estaba la figura alta y robusta de su cuñado, Choi Yeonjun. Con una sonrisa coqueta en los labios, piel ligeramente bronceada, brazos y pecho fuerte, con los tatuajes asomándose por su cuello y nuca, así como en sus manos. Vistiendo ropa casual, una camisa negra con una chaqueta y un pantalón negro. Beomgyu pudo apreciar atrás uno de los convertibles de su cuñado estacionado.
—¡Beom! —Yeonjun exclamó feliz, abrazó al omega rápidamente, después de tres meses lejos, sin verse —No te imaginas que gusto me da verte.
Beomgyu jadeo sorprendido cuando el alfa lo abrazó, pegándose a su cuerpo.
—Y-Yeonjun, tú...¿Qué haces aquí? —Beomgyu sonrió finalmente, abrazando al menor de vuelta —Dijiste que vendrías mañana.
—Quería darte una sorpresa. —Yeonjun informó, acariciando la espalda delicada del omega.
Se separaron del abrazo y entonces, Beomgyu dejó de sonreír cuando notó que Yeonjun había borrado su sonrisa abruptamente después de separarse y miraba seriamente, directamente su cuerpo, como escaneandolo con la mirada antes de verlo a los ojos.
Beomgyu frunció el ceño bajando la cabeza para mirarse a sí mismo, notando entonces que tenía uno de sus senos afuera de la camisa de tirantes, uno de los tirantes se baja por su brazo y la bata estaba en la sala. Además sus senos estaban hinchados y húmedos por la leche, eso hizo jadear a Beomgyu que se cubrió rápidamente con las mejillas enrojecidas de la vergüenza.
—Mierda. —Beomgyu maldijo, y Yeonjun, bueno Yeonjun sonrió de lado.
El momento llegó.
Hola 🧑🦲
¿Qué tal la experiencia de leer esto?
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