Lo que son las cosas del destino, ¿Quién podría imaginar que este par iban a terminar juntos de la manera más loca?
Ni siquiera ellos mismos comprenden en la situación en la que se encuentran.

Nos estamos situando en la Academia más prestigiosa de todo Japón, U.A. en donde podremos notar en el salón 1-A a uno de los héroes más geniales de todos los tiempos, según yo, y su nombre es...

--¡Pero Aizawa-sensei!--. El eco de todo el salón llega hasta los oídos de este que estaba revisando unos exámenes negando con la cabeza.
--¡Lo lamento! Quien no haya aprobado este examen no podrá hacer una ronda está noche--.

¿En qué consistía esto?. Bastante sencillo, antes de pasar al segundo año para este curso de héroes, al ver resultados fascinantes según Erased Hear decidió darles una sorpresa que fue dada unos minutos antes de terminar de corregir los exámenes teóricos, algo que todos consideraban demasiado normal para ejercer tal profesión pero necesario para ampliar los conocimientos en los alumnos.

No es que Shouta Aizawa se quejará del promedio de sus alumnos, al contrario, estaba bastante conforme excepto por unas cuatro personas.

--No deben alterarse--. Pasa su mano por sobre su cabello con el mismo tono desinteresado de siempre. --Solamente 4 personas no pasaron el examen, estás son: Mineta, Kirishima, Sero y Kaminari...lo lamento pero no podrán hacer la actividad de esta noche.

Los mencionados ante esto dejaron escapar un suspiro, tres detonaban clara decepción y uno fue de alivio, creo que se imaginan quien habrá sido.

--Quiero dividir los turnos en dos partes, Tokyo y Kyoto...el centro de la ciudad será concedida a los primeras 5 puntuaciones más altas del examen que son...Momo, Shouto, Tenya, Katsuki e Izuku...Felicidades pueden partir con sus trajes de héroes.

Nuestro peliverde no cabía de la emoción sin darse cuenta había saltado hasta la espalda de un chico bastante malhumorado que ya vestido con su traje de héroe quedo en shock, ya que el de ojos esmeraldas había estado esperando actuar de hace bastante tiempo atrás...no pudo comprender en ese momento, el ligero calor que se depositó en sus mejillas y otro calor se empezó a emanar de sus manos, quería apartarlo bruscamente, actuar como si sólo le enfadara.

--Una cosa más, las rondas se harán en equipo, Bakugou y Midoriya trabajarán juntos--. Una sonrisa misteriosa que paso desapercibida por todos apareció en los labios de aquel profesor designado.

¿Acaso era fundashi en secreto?

De por sí, a Katsuki siempre le daba la sensación de que conspiraban contra él, así que no debía quejarse, empezando a caminar a la salida sin siquiera mirar al nerd que estaba siguiendolo con pasos nerviosos, sin darse cuenta llevo una mano a su boca con una sonrisa, le gustaba y al mismo tiempo lo detestaba pero él es el único que provocaba tal cosa en ese peliverde ¿verdad?.
No detenía sus pasos aunque ya haya escuchado un par de "Kacchan" tras a suyo...eso simplemente era...

--Midoriya--. Esa mano en su hombro le hizo darse vuelta con una sonrisa amable.
--¿Qué pasa Todoroki-kun?--.
--Me preguntaba...¿Quieres beber algo conmigo después de las rondas?--.
--Este...yo...--.
--Que lastima bastardo mitad-mitad pero él ya tiene planes para esta noche--.

No comprendió porque detuvo sus pasos en esos momentos pero al escuchar esa pregunta no pudo evitar irritarse más de lo normal, sabía que Izuku iba a ser bastante insistente sobre ese tema pero lo mejor era actuar normal, más sin saber porque le pasaba tal cosa así que con un gruñido siguió caminando esperando a que el menor lo siga.
Que lindo fue ese momento cuando el ojiesmeralda se disculpó y fue tras él llamándolo por ese apodo que no permitiría que nadie más lo llamará de esa manera.

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Dos personas con sentimientos en su pecho de hace bastante años.
El destino los unirá de la manera más loca.
¿Qué tan fuerte los hará la situación?.

Gon Freecss de 17 años de edad, pudo dar con la localización de su mejor amigo, para él había sido un arduo trabajo recuperar su nen pero aún así se esforzó como nunca antes volviendo así como un usuario confiado pero aún le falta experiencias por pasar, más la que está por vivir le dará una buena enseñanza de vida y lo atara a su objetivo con muchas más fuerzas.
Sus ideales fuertes y claros recibirán unos altos y bajos junto a la persona que quería encontrar.

La ciudad de York, en donde una vez al año se realizarán subastas para el bajo mundo...hace mucho no estaba en ese lugar, pasando una mano en su cabello peliverde hecho un vistazo a un gran edificio que estaba a unos metros de él...tenía una nostalgia dentro de su pecho pero estaba emocionado, después de dos años no había perdido esa sonrisa tan característica, esa determinación y jamás perdía la valentía de enfrentar las situaciones.

--¡Gon-kun! Al fin te alcance--. Aquella persona se agacha en busca de aire y lleva uno de sus mechones atrás de su oreja.
--¡Kaito-chan! No deberías esforzarte tanto--.
--Vamos que no te de pena cielo, dime, ya encontraste el paradero de tu amigo Killua--.

Después de dos años de convivencia seria, decidieron establecer una relación formal pero quien diría que cierto reencuentro, y las circunstancias del destino no los dejará juntos...porque dentro suyo, el moreno sabía que algo estaba mal aunque Kaito era una chica extremadamente bella sabía que no podía sacarse al albino de su cabeza, ya no era tan ingenuo como antes, bueno no para unas cosas, pero tenía temor así que por esas razones se justificaba a si mismo con palabras como "solamente lo extraño".

Toma la mano de su actual novia y avanza a su siguiente destino, sabía que Killua aún estaba con su hermana Alluka, tenían contacto aún no tanto como antes pero de vez en cuando hablaban y por alguna razón desconocida el albino terminaba por huir de él, era algo que no comprendía...dando suspiros por todo el camino al fin había dado con la persona que quería encontrar.

Sus mechones albinos no pasaban desapercibido, al frente de aquel edificio estaba él...acompañado de su hermana menor, su pecho saltó de la pura emoción que eso le causaba.
Soltó la mano de su novia pidiendo disculpas porque necesitaba abrazar a su amigo a lo que ella respondió con una sonrisa...
Sin perder el tiempo corrió hasta su amigo levantando su brazo y agitandolo con mucha ansiedad, eso le dio una sorpresa al chico que se encontraba en la puerta del edificio.
No sabía si sus ojos lo engañaban o si era una ilusión, se pellizco para saber si era un sueño pero no...estaba ahí como había extrañado a su ojimiel...

--K-killua--. Sus ojos color miel empezaron a brillar como si fuera un niño pequeño y no supo si fue impulso pero lo abrazo con todas sus fuerzas.
--G...gon...¿eres tú?...--. Rodeo sus brazos en la cintura de su amigo y lo miro a la cara para comprobarlo, era él...estaba tan feliz de que sea así que sus lágrimas salieron de sus ojos azules.

Antes de que alguno pudiera articular palabra alguna una luz de repente los cego...
¿Qué estaba pasando?.
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Como siempre el peliverde corrió a ver que era lo que pasaba seguido del albino, Gon emitió un gesto de sorpresa a lo que sus ojos veía, no daba crédito...
Eran dos chicos de su edad masomenos, un peliverde con cabellos desordenado, tez pálida estaba abrazando a otro que no se podía ver ya que estaba bien protegido pero los dos estaban heridos, claramente ese peliverde estaba grave así que sin dudarlo hizo un gesto al albino para que levantara al otro que así lo hizo sin quejas, la charla quedaba para después.
Al tenerlo en sus brazos, vio su cabello rubio ceniza, los dos llevaban un traje...Killua y Gon debían admitir que sus trajes eran geniales pero no sabía que hacían ahí, y quienes eran.

--¡Gon!--.
--¡Onii-chan!--.

Las dos chicas estaban ya en el lugar para ver que no había pasado nada y se aliviaron, aunque les extraño ver esos dos chicos...un peliverde en brazos de Gon, y un rubio ceniza en brazos de Killua.
Estos dos amigos intercambiaron miradas y salieron a correr con toda su velocidad mientras dejaban atrás a Alluka y Kaito, más bien estás sabían a donde se dirigían.
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--¿Cómo están esos chicos, doctor?--.

Killua estaba sorprendido por aquella actitud que solía tener aveces su peliverde pero así lo quería dentro de todo era alguien que no dudaba al ayudar a la gente y estaba orgulloso de eso, ahora que lo veía podía notar los cambios que tenía este...su cabello estaba un poco más corto, se notaba que había crecido de altura pero aún así el albino era más alto, su ropa verde no había cambiado en lo absoluto y su voz sonaba un poco más madura...miro al doctor tratando de parecer desinteresado, pero su corazón latía con demasiada fuerza esos cambios eran notables pero sabía que su personalidad era la misma o casi idéntica.
Mientras que escuchaba al doctor, el moreno pudo darle un vistazo de reojo a su amigo...había cambiado, su cabello estaba más rebelde y un poco más largo, su rostro un poco más maduro igual que su voz, aún había diferencia de altura y su ropa seguía siendo variada...sin darse cuenta su corazón se había acelerado así que inmediatamente dirigió su mirada al doctor.

--El más dañado es el joven de cabello desordenado, costará unos días para que pueda salir... ya que tiene su brazo izquierdo quebrado y tiene quemaduras en sus piernas pero parece que tiene capacidad para recuperarse fácilmente mientras que el chico rubio no sufrió casi ninguna herida excepto que tiene una costilla fracturada pero nada de que preocuparse...de hecho, ya está despierto, pueden pasar a verlos--.

El doctor les mostró unos papeles que dejaron a cargo de Alluka y Kaito mientras ellos se dirigían a la habitación con paso apresurado, estaban nerviosos sin saber porque.

Ojos rojos carmesí...se cruzaron con ojos miel y azules claros.

--¿Quién diablos son ustedes?--. Una carcajada se escucho por parte del moreno seguido a una sonrisa amable que le hizo recordar al inútil de...-- ¿Deku? ¿Dónde está él?--.
--Ve al lado tuyo--. Enseguida el rubio miro a la camilla de al lado, se veía mal. --Segundo, no nos trates así mocoso, me llamo Killua--.
--Tsk...soy Katsuki, ese idiota...--. Apretando sus puños sintió una mano en su cabeza, cuando levanto la mirada vio una sonrisa casi idéntica a la de él.
--Katsuki-kun, me alegro que estés bien...por cierto ¿deku-kun?--.
--Ese es un apodo tonto, Izuku...--.
--No te preocupes, estará bien...por cierto soy Gon, un gusto--.

Suspiro aliviado, aunque todavía tenía esa cara de querer matar a alguien que contrastaba con la fría desconfianza del albino, gracias a la calidez de los peliverde que aunque uno estaba inconsciente podían aliviar el ambiente de aquellos personajes.

--¿En qué parte de Japón estamos?--.
--¿E-eh?...Esto es la ciudad de York...--.

¿Pero qué estaba pasando?.
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Capítulo 2: "¿Quirk? ¿Nen?"