Me gusta el sol de invierno. Es cierto, sus rayos no te quitará el frío de manera inmediata y tampoco hará flores rosas para adornar tu vista, es bastante silencioso y suele dejarte más horas en compañía de la noche a diferencia del sol de verano; pero, a pesar de estar acompañado por el frío y supuestamente desolado invierno, aquellos que permanecen bajo su luz el suficiente tiempo descubrirán que, en realidad, es cálido. Él lentamente te irá envolviendo con su calor quitando el frío de los huesos y curará un poco tu alma, acariciará tu rostro suavemente y le terminaras regalando una sonrisa silenciosa, tan silenciosa como su compañía a lo largo del día.

No es fácil, tienes que tomarte el tiempo para poder apreciarlo, entenderlo y quererlo.

Yo amo a mi sol de invierno.

2021
M.D.D.