Créeme cuando te digo que no había forma de no enamorarse de ti.

Lo digo porque yo me terminé enamorando de ti.

Porque la primera vez que nos vimos me hiciste creer en esos amores a primera vista de los que hablan los libros.

Porque cuando sonreías el tiempo se detenía y la felicidad perfumaba el ambiente.

Porque tus ojos iluminaban más que el mismo sol, entibiando todo aquello donde se posaba tu mirada.

Por esto, también créeme cuando te digo que me dueles mucho.

Lo digo porque siento como el corazón se me estruja en el pecho al recordarte en este momento.

Porque cuando la vida nos alejó dejé de soñar, porque en ese momento mi realidad había sido mucho mejor que cualquier fantasía.

Pero también créeme cuando te digo que eres de esos amores que nunca se olvidan.

Lo digo porque sé que hoy me dueles pero, eres de esos amores que cuando el tiempo pasa y uno los recuerda la sonrisa florece sin poder evitarse.

2020
M.D.D.