･ﾟ✧༄ ･ﾟ✧ 
capítulo dieciocho !

Aunque Jude estaba esperando que Cedric le escribiera no pensó que lo haría tan rápido, habían pasado solo un par de días luego del comienzo de las vacaciones cuando llego la primera carta, acordaron que él iría a buscarla a el número cuatro de Privet Drive durante la mañana para pasar el resto del día juntos.

Ella no le había avisado nada a sus tíos porque pensó que así sería más divertido, así que durante la mañana luego del desayuno (que fue la mitad de un pomelo porque Dudley estaba haciendo dieta, lo que significaba que todos lo hacían también) Jude subió a su habitación a buscar un poco del dinero que le había sobrado en su baúl y volvió a la planta baja para esperar que Cedric llegará.

Alrededor de una hora y media después se sintió que alguien golpeaba la puerta muy tontamente (un golpe suave, sielencio, un golpe fuerte y luego dos más).

Para ese momento tío Vernon ya se había ido a trabajar y Dudley estaba con sus amigos, los únicos en la casa eran los hermanos Potter y la tía Petunia, quien miró con desagrado a Jude por qué abrir la puerta.

—¿Si, en que puedo ayudarte? —la mujer preguntó fingiendo amabilidad.

Jude que estaba sentada en las escaleras pudo ver a Cedric cuando la puerta se abrió. El estaba parado torpemente con una mano en el aire, como si hubiese estado a punto de golpear de nuevo la puerta.

—Hola señora.. estoy buscando a Jude —él le dijo con timidez.

La falsa amabilidad de la tía Petunia rápidamente se fue y se volteó para mirar a Jude en las escaleras, ella le sonrió ampliamente.

—Jude no tiene permitido salir —la mujer le dijo de forma grosera.

Cedric frunció el ceño.

—Oh, yo no.. no sabía.

—Creo que el padrino de Harry.. Sirius Black si me permitió salir —ella dijo, aún sin ponerse de pié mientras se llevaba una mano a la barbilla fingiendo pensar— ¿Eso fue lo que dijo... o dijo que le escribiera si no me dejaban salir?

Los ojos de tía Petunia se abrieron con miedo. Desde el viaje a la estación habían estado molestando a los Dursley con Sirius Black, Harry tenía un permiso firmado para ir a Hogsmeade gracias a eso descubrieon que sus tíos se morían de miedo con solo normbar a él hombre que había salido en la televisión.

La tía Petunia murmuró algo intendible y se alejó, dejando la puerta abierta de par en par.

Jude sonrió con diversión y bajo la escaleras.

—¿Te he causado problemas? —Cedric le preguntó— no era mí intención, pensé que les habías avisado a tus tíos que saldríamos.

—Na —ella le restó importancia, haciendo un movimiento de mano— ¿Nos vamos?

—Si.. si por supuesto.

—¡Harry! ¡Apresurarte que ya nos vamos! —Jude gritó.

Las cejas de Cedric se fruncieron por un instante mientras veía a Harry bajar las escaleras, el chico le envío una mirada antes de pasar a su lado para salir y luego Jude también salió, cerrando la puerta detrás de ella.

—Espero que no te moleste que Harry venga —ella le dijo aunque no parecía abatida por eso como Cedric, ella no dejo lugar a dudas para que él la cuestionara— no iba a dejarlo solo con mis tíos. Luego en el callejón diagon se irá a pasar el rato por su cuenta hasta que volvamos a casa.

Eso son duda alivió a Cedric. Él no tenía nada encontra del niño que vivió, pero francamente quería pasar tiempo a solas con Jude y temía que ella no entendiera que él la había invitado a una especie de cita.

Harry camino unos pasos adelante de ellos, con las manos mentiras en los bolsillos con aburrimiento mientras pateaba una piedra.

—Nunca antes viaje en el autobús noctámbulo —Cedric le dijo— solo he escuchado hablar de él.

—No es muy divertido, pero cumple con su función, ya que no podemos aparecernos aún el autobús noctámbulo es la forma más rápida que tenemos —ella le dijo, mirando hacia los costados antes de sacar su varita.

El plan había sido ir al callejón diagon, Cedric había sugerido que su padre podría hacer una aparición conjunta y llevarlos, pero a Jude no le agrado mucho la idea. Así que ahí se encontraban, esperando que ningún muggle curioso se diera cuenta de que ella había sacado su varita para llamar a el autobús.

El viaje no fue muy placentero que digamos, el año anterior cuando no los conocían había sido mejor, pero los tres trataron de ignorar las miradas curiosas de los demás pasajeros hasta que los dejaron en el caldero chorreante.

—Ese chico no paraba de mirarte —Cedric le dijo cuando entraron al caldero chorreante y se dirigieron directamente al patio para pasar al callejón diagon.

—El año anterior iba a dejar que Jude viaja gratis —Harry comentó con disgusto.

—Bueno, eso fue muy amable de su parte.

La chica se rió.

—En realidad fue muy coqueto de su parte —ella le dijo— no creo que haya sido con buenas intenciones.

Cedric arrugó la nariz pero no dijo nada.

—Me iré ahora —Harry le informó a su hermana una vez que se metieron al callejón diagon— ¿A qué hora nos encontramos?

—Mmm —Jude miró a Cedric esperando una respuesta pero el alzó los hombros— nos encontraremos frente a Gringotts dentro de dos horas ¿Te parece bien? —Harry asintió— toma —ella le dijo, pasándole dinero— si necesitas más búscame, he traído la llave de Gringotts por si te alocas comprando.

Harry la empujó con diversión y se alejó sin mirar atrás.

—Bien —ella dijo, girando sobre sus talones— ¿A dónde iremos?

—Hace un poco de calor así que un helado no me vendria nada mal ¿Que te parece?

Jude asintió.

—Suena bien.

De camino a la Heladería de Florean Fortescue, se toparon con Neville Longbottom que saludo a Jude a lo lejos de forma enérgica.

—Creo que es su abuelo —Jude comentó.

—¿Quién? —Cedric preguntó con confusión.

—Florean Fortescue —ella respondió como si fuera obvio— creo que es el mismo apellido de soltera de la madre de Neville, lo he visto en algún lugar pero no estoy segura..

—Vaya.. —Cedric murmuró— no sabía.

Cuando llegaron a la tienda y pidieron sus helados, Jude tuvo que pisar a el chico para que mirara al comerciante de forma más disimulada. Luego de obtener sus helado ambos se sentaron una mesita fuera de la tienda.

—Si se parecen un poco —él le dijo— en la forma de la nariz..

Jude se rió.

—A mí me parece que en la sonrisa, tiene la misma sonrisa amable que Neville —ella le dijo con diversión.

Pasaron al rededor de una hora hablando sobre cosas triviales sentados ahí aún después de terminar su helado, solo se fueron cuando más personas llegaron y no tenían lugar para sentarse.

—¿Sabes sobre el mundial de Quidditch que se celebra aquí? —él le preguntó mientras ambos caminaban, observando las vidrieras de las tiendas.

—Si —ella murmuró, demasiado interesada en mirar el caldero de oro que estaba en la vidriera de la Tienda de Calderos de Potage— Fred y George me contaron, ellos irán.

—Yo también iré —él le dijo con emoción, comenzando a contarle sobre su equipo favorito.

Jude no le presto atención, solo escucho un par de cosas mientras seguían caminando.  Su mente se quedó pensando en el caldero de oro, no era nada barato pero Jude se había obsesionado con él desde la primera vez fue a comprar los suministros para Hogwarts y lo vio, no penso que fuera prudente gastar tanto dinero en comprarse uno, aunque realmente lo quería. Jude pensó lo primero que haría al obtener un sueldo luego de trabajar sería comprarse ese caldero con su dinero.

Cuando las dos horas se cumplieron, Cedric y Jude se encontraron con Harry frente a Gringotts como lo habían acordado.

—No hace falta que nos acompañes a casa —ella le dijo— puedes usar la chimenea en el caldero chorreante.

—En realidad no tengo ningún problema en acompañarlos..

Jude negó.

—No tienes que ser tan caballeroso —ella se rió—  ¿No dijiste que tenías que ayudar a tu madre con algunas cosas?

Cedric asintió, mirando su reloj.

—Bien, te dejaré ganar por esta vez  —el murmuró— ¿Vamos?

—De hecho voy a entrar a Gringotts —ella murmuró— tu sigue adelante.

—Bueno.. yo la pase muy bien hoy —él le dijo, mirando de reojo a Harry, que parecía completamente aburrido— quizás podríamos salir otra vez ¿que te parece?

—Si, fue bueno, fue muy divertida la reacción de mí tía cuando te vio —ella dijo sonriendo al recordarlo— nunca conoció a ninguno de mis amigos.

Cedric sonrió con la boca cerrada y Harry que escuchaba todo atentamente de repente parecía muy divertido.

—Si, somos grandes amigos.

Jude ni siquiera notó la forma en la que lo dijo, ella le dio una palmada en el brazo con diversión.

—Si —ella murmuro— entraremos ahora, sino luego se llenará de magos.

—Si.. si por supuesto  —Cedric dijo, inseguro de cómo despedirse el extendió la mano para saludarla y Jude se la estrecho con diversión— Adiós, adiós Harry.

—Chau —respondio el chico, saludándolo con la mano.

Una vez que Cedric se alejó lo suficiente, Jude paso un brazo por los hombros de su hermano y lo guió hasta la entrada de Gringots.

—Es mejor conseguir dinero ahora, cuando volvamos para comprar los útiles escolares este lugar estará lleno... ¿Que te parece si luego de que salgamos de aquí comamos algo en el caldero chorreante? Ese medio pomelo de desayuno me ha dado más hambre en lugar de llenarme.

･ﾟ✧༄ ･ﾟ✧ 

—Acabo de envíale una carta a Remus —Jude le dijo a Harry en voz baja, sentándose junto a él en el comedor para desayunar— quizás pueda darnos una explicación del porque te duele la cicatriz.

Harry acercó su cabeza hacia ella para seguir hablando en voz baja, sin que sus tíos los escucharán.

—Estaba pensando en escribirle a Sirius también.

Jude asintió mientras veía como tío Vernon se levantaba cuando tocaron el timbre.

—Si, mientras más ayuda mejor.

—Ustedes dos —tio Vernon les grito a ambos— vengan a la sala, ahora mismo.

Jude y Harry compartieron una mirada antes de salir del comedor.

—Acaba de llegar esto —dijo tío Vernon, blandiendo un trozo de papel de color púrpura— Una carta. Sobre ustedes.

La chica frunció el ceño y  tomo la carta que su tío sostenía en la mano y comenzó a leerla, Harry se acercó a ella para poder leerla también.

Estimados señor y señora Dursley:

No nos conocemos personalmente, pero estoy segura de que Jude y Harry les habrán hablado mucho de sobre mis tres hijos, Fred, George y Ron.
Como les habrán dicho, la final de los Mundiales de quidditch tendrá lugar el próximo lunes por la noche, y Arthur, mi marido, acaba
de conseguir entradas de primera clase gracias a sus conocidos en el Departamento de Deportes y Juegos Mágicos.
Espero que nos permitan llevar a Jude y a Harry al partido, ya que es una oportunidad única en la vida. Hace treinta años que Gran Bretaña no
es la anfitriona de la Copa y es extraordinariamente difícil conseguir una entrada. Nos encantaría que ambos pudieran quedarse con nosotros lo que queda de vacaciones de verano y acompañarlos al tren que los llevará de nuevo al colegio.
Sería preferible que Harry o Jude nos enviaran la respuesta de ustedes por el medio habitual, ya que el cartero muggle nunca nos ha entregado una carta y me temo que ni siquiera sabe dónde vivimos.

Esperando ver pronto a Jude y a Harry, se despide cordialmente, Molly Weasley

—Entonces, ¿puedemos ir? —preguntó Harry luego de un momento en silencio.

—¿Quién es esta mujer? —inquirió, quitándole la carta de las manos a Jude y observando la firma con desagrado.

—La conoces —respondió Jude—. Es una mujer pelirroja... la has visto alguna vez en la estación esperando a sus hijos.

—¿Una mujer gorda? —gruñó por fin—. ¿Con un montón de niños pelirrojos?.. quidditch. ¿Qué demonios es eso?

—Es un deporte —dijo Harry— que se juega sobre esc...

—¡Ya! —interrumpió tío Vernon casi gritando—¿Qué quiere decir eso de «el medio habitual»?

—No es habitual para los magos enviar cartas por el correo —Jude le explicó— lo habitual sería envíar una lechuza. ¿Podemos ir o no?

El tío Vernon arrugó la nariz con disgusto.
Harry miró a su hermana en busca de complicidad.

—Bien, no iremos a los Mundiales. ¿Puedo subir ya a mi habitación? Tengo que terminar una carta para Sirius. Ya sabes... mi padrino.

Al igual que la tía Petunia, el tío Vernon le tenía un miedo irracional a que solo nombrarán al hombre.

—Le... ¿le vas a escribir, de verdad?

—Bueno, sí... —contestó Harry, como sin darle importancia—. Hace tiempo que no ha tenido noticias mías ni de Judy, bueno, si no le escribo puede pensar que algo va mal.

—Bien, de acuerdo. Pueden ir a esa condenada... a esa estúpida... a esa
Copa del Mundo.

Jude chocó los cinco con Harry mientras subían las escaleras hacia su habitación.