viii. sirius black
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capitulo ocho!
Jude se alejó de Remus y se acercó a Harry mientras todos los alumnos de Gryffindor eran dirigidos hacia el gran comedor. Ella tomo su mano y juntos caminaron en silencio.
—Estuvimos todo el día en el castillo —Harry le dijo a su hermana en voz baja.— Y si..
La chica le dio un fuerte apretón a su mano.
—Pero no sucedió —ella le dijo, cortando las divagaciones de su hermano— la señora Gorda ni siquiera lo dejo entrar. Y si él hubiera entrado... yo lo hubiese matado antes de que te hubiese ocado un solo cabello de tu desordenada cabeza.
Harry la miró de costado con una sonrisa.
—Tu no eres capaz de matar a nadie —el le dijo con burla.
—Por ti mataría hasta a mí mejor amigo.
Los gemelos y Lee que venían detrás de ellos soltaron un grito de indignación.
—¡Jude Euphemia Potter acabas de romper mí corazón...! —George le dijo.
—¡Fui traicionado...! —Lee continúo.
—¡Por la única mujer en la que podía confiar ciegamente! —Fred terminó.
Judo puso los ojos en blanco y se volteó para mirarlos.
—¿Que pasa con tu mamá y con Ginny?
—Ginny probablemente te ayudaría a enterrar nuestros cuerpos —Fred se quejó— te quiere mucho más a cualquiera de nosotros ¡su propia sangre!
Ginny que estaba cerca del grupo le envío una gran sonrisa. Obviamente había escucha todo. Jude se la devolvió.
Cuando llegaron al gran comedor, los demás alumnos de las otras casas comenzaron a llegar.Todos parecían muy confusos.
—Los demás profesores y yo tenemos que llevar a cabo un rastreo por todo el castillo —explicó el profesor Dumbledore, mientras McGonagall y Flitwick cerraban todas las puertas del Gran Comedor—. Me temo que, por su propia seguridad, tendrán que pasar aquí la noche. Quiero que los prefectos monten guardia en las puertas del Gran Comedor y dejo de encargados a los dos Premios Anuales. Comunicarme cualquier novedad y avísame por medio de algún fantasma. Bueno, necesitaran...
Con un movimiento de la varita, envió volando las largas mesas hacia las paredes del Gran Comedor. Con otro movimiento, el suelo quedó cubierto con cientos de mullidos sacos de dormir rojos.
—Felices sueños —dijo el profesor Dumbledore, cerrando la puerta.
—Tengo que ir a montar guardia ya escuchaste —Jude le dijo a su hermano, soltando su mano al fin— pero tu solo avísame si necesitas algo ¿Si?
—Si, esta bien. ¿Quieres que te guarde un saco de dormir?
La morocha negó.
—No creo que podamos dormir —dijo, volteandose ella miró a los pelirrojos— cuiden a Harry.
—Si, señora —George le dijo con diversión.
—Yo me puedo cuidar solo —Harry se quejó.
Jude se reunió con los demás perfectos y Percy los acomodó de forma que el pensó que era estratégica, se iban a estar turnando durante la noche para que ninguno se durmiera por accidente. El primero turno de guardia le tocó a Jude y a Cedric Diggory.
Una vez que la puerta del gran comedor se cerró tras ellos el chico de Hufflepuff, se volteó enseguida para verla, esperando que le contara lo que había sucedido.
—Eres casi tan chismoso como mí tía —ella se burló. Apoyándose en la puerta, mirándolo con diversión.
—No soy chismoso —él se defendió— solo tengo un buen oído para escuchar cierto tipo de cosas.
Jude lo empujó de forma juguetona.
—La señora Gorda, no estaba en su retrato. Ella es la que nos deja entrar a nuestra sala común cuando decimos la contraseña, al parecer Sirius Black la atacó porque ella no lo dejo pasar y ahora el anda suelto por el castillo.
Cedric frunció el ceño.
—Que suerte que no estabas allí... que nadie estaba allí. No tendrías que estar aquí, deberías estar a dentro con Harry él también va detrás de ti ¿Verdad?
—Si —ella estuvo de acuerdo— pero estoy bien aquí. No creo que sea tan tonto como para acercarse aquí luego de lo que hizo. ¿Cómo crees que haya entrado al castillo con todos esos dementores dando vuelta?
—No tengo idea —Cedric respondió con sinceridad— ¿Crees que tiene algún cómplice dentro del colegio?
Casi como por instinto Jude pensó en el profesor Lupin, él mismo le había confesado que era amigo de Black cuando eran jóvenes, pero luego recordó lo sobreprotector que se había puesto cuando escucharon de Peeves que el había ahuyentando a la señora Gorda, además parecía bastante sorprendido.
—Fue alumno aquí durante siete años. Quizás conozca los pasadizos secretos —ella dijo, pensando en los pasadizos que ella junto con los gemelos habían descubierto gracias al mapa del merodeador.
Cedric frunció el ceño.
—¿Hay pasadizos aquí? Pensé que eso solo era un mito..
—Hay muchos —ella le informo a su compañero— aunque casi todos están bloqueados. Si entro al castillo debería de haber entrado por..
¡El Pasadizo de la Bruja Tuerta, Sirius Black debio de haberse metió al castillo por ahí para no ser visto por los dementores!
Jude saco su varita del bolsillo trasero de sus pantalones y miró a Cedric.
—Si preguntan por mí diles que tenía una urgencia femenina y fui al baño.
Ella no espero una repuesta y se alejo por los pasillos con rapidez ya los conocía de memoria gracias al mapa que se había grabado en su mente, y además claro de los cinco años que llevaba ahí.
Cuando llego al pasadizo, Jude verifico que nadie la estuviera viendo antes decir la contraseña en voz baja.
—Dissendium.
La joroba de la estatua comenzó a abrirse de forma lenta para rever un pequeño tobogán hacia un túnel que conducía por debajo de la escuela que ella misma había atravesado un millón de veces para ir a Hogsmeade.
Cuando se encontró dentro del túnel, Jude ilumino el lugar con su varita intentando encontrar algo.. lo que sea que fuera, una señal de que Sirius Black se había colado al castillo por ahí. Pero no encontró ninguna señal, mientras más se adentraba al tunel menos probable le parecía que iba a encontrar algo hasta que alguien toco su hombro haciéndola soltar su varita por el susto.
—¡No hagas eso, idiota, acabas de darme el susto de mí vida! Ni siquiera te sentí seguirme—ella le murmuró a Cedric, agachándose para levantar su varita, pero cuando se enderezó, tropezó al ver a quién había llamado idiota.
Desde el suelo y cubierta de polvo, Jude estaba viendo a ni más ni menos que a Sirius Black. El hombre se via demacrado y francamente olía fatal pero él le estaba sonriendo a la chica como si fuera una vieja amiga.
—La última vez que nos vimos me llamas tío, no idiota. Pero lo aceptare —él le dijo con diversión, su voz sonaba ronca como si no hubiese hablado por años.
Jude se puso de pié con rapidez y lo apunto con su varita.
—La última vez que me viste, mí padre te consideraba su mejor amigo antes de que lo traicionionaras.
Sirius Black no se estaba comportando nada parecido a lo que Jude esperaba que lo hiciera, no había mostrado ningún indicio de querer matarla y parecía bastantes triste cuando ella le dijo que era un traidor.
—¿Realmente quieres matarme, J?
Jude paso por alto como la llamó y acercó su varita al pecho de Sirius.
—Si intentas hacer algo me defendere, de lo contrario te llevaré con el profesor Dumbledore y él te entregará al ministerio.
Sirius la miró con una ceja en alto.
—Lo siento J, pero no permitiré que el ministerio me atrapé, no hasta matarlo.
La chica hundió por completo su varita en el pecho de Sirius.
—No mataras a Harry, no lo permitiré —ella dijo y Sirius la miró como si se hubiese vuelto loca.— ahora pon tus manos en donde pueda verlas y camina lentamente hacia la salida.
El hombre no se movió ni un centímetro.
—¿Como encontraste este lugar? —él le preguntó sin sentirse amenazado por ella— pensé que nadie conocía los pasadizos más que los chicos y yo..
—¿No escuchaste lo que acabo de decir? Si no colaboras me veré obligada a hechizarte y no será lindo.
—J, por el amor de Merlín. Te cambie los pañales cuando eras solo un bebé, no hay nada que digas que me haga tomarte como una persona amenazante.
Jude frunció el ceño, no le importaba nada de lo que él tuviera que decir.
—¡Desmaius!
Antes de que el hechizo aturdidor pudiera golpearlo él lo esquivo con facilidad, y ante los ojos de Jude, su cuerpo se doblo y comenzó a transformarse en un enorme perro negro y subió para el pasadizo para huir.
Jude se apresuró a seguirlo, pero cuando salió del pasadizo él ya no estaba por ninguna parte y cuando ella se dispuso a buscarlo por los alrededores Snape la atrapó.
—¿Que crees que estás haciendo? —le preguntó con severidad cuando la atrapó— Niña tonta, ¿Acaso no sabes que Black planea matarte?.. y tu deambulando como si nada por los pasillos dándole la oportunidad perfecta para hacerlo.
Snape tomo a Jude por el brazo y la arrastró de camino al gran comedor mientras seguía despotricando por lo estúpida que había sido, pero en lo único en lo que la chica podía pensar era que si Sirius Black realmente hubiese querido matarla había tenido la oportunidad perfecta para hacerlo y no lo había hecho.
—Ah Jude.. —Cedric abrió los ojos con sorpresa cuando vio que Snape la arrastraba, ella le envío una mirada gritando por ayuda— ¿Conseguiste el tampón? —le dijo, en un intento por ayudarla, mientras su cara de volvía completamente roja.
Snape se detuvo frente a las puertas del gran comedor y la miró con una ceja en alto.
—En realidad no me vino, fue una falsa alarme —ella dijo con naturalidad, siguiéndole el juego.
—¿Quién te puso como guardia? —Snape le preguntó.
—Percy Weasley.
—Ve a llamarlo —él le dijo a Cedric.
El muchacho se metió al gran comedor y Jude se quedó con su profesor en completo silencio.
Cuando Cedric volvió, Percy lo seguía, al ver al profesor Snape inflo el pecho, mostrando su insignia de premio anual.
—¿Tu decidiste quien montaría guardia? —Snape le preguntó.
Percy asintió.
—Si, señor. Me pareció bien hacerlo en grupo de a dos, para turnarnos y que nadie se quedará dormido.
—¿Te pareció bien? —Snape repitió con burla— ¿Te pareció bien dejar a Potter fuera de la seguridad del gran comedor aún sabiendo que Black anda suelto por ahí?
La mejillas de Percy se volvieron rojas por la vergüenza.
—No lo consideré, señor.
—Si, me di cuenta de eso. Designa a otra persona y deja que Potter se quede adentro.
Jude fue empujada dentro del gran comedor que estaba a oscuras y estuvo a punto de pisar una mano pero alguien apretó su tobillo con fuerza evitandolo.
—Judex te amo, pero por nada del mundo dejaría que me pisaras la mano. La necesito sana para sostener el bate o sino Oliver me matará.
La chica se agachó en su lugar para mirar a Fred, las estrellas en el cielo del gran comedor se volvieron más brillantes y logro ver la sonrisa que el chico le enviaba.
—Muevete y déjame un lugar.
—No cabemos aquí —él se quejo— vete a buscar un saco de dormir.
—Solo muévete.
Ante la insistencia de Jude, el chico se movió todo lo que pudo y ella se acostó a su lado, la mitad de su cuerpo estaba sobre el piso frío.
—¿Que estuviste hablando con Diggory?
—No mucho en realidad. Si te contará lo que sucedió no me creerías.
Fred volteó en su lugar para mirarla.
—Aunque digas la cosa más fantasiosa del mundo te creeré. Lo sabes.
Jude también volteó y quedaron de frente.
—Mientras hablaba con Cedric estaba pensando como Black se había metido en el castillo sin que los dementores lo atraparan entonces pensé en los pasadizos y...
El pelirrojo comprendió a lo que ella quería llegar al instante.
—¡El pasadizo de la bruja tuerta!
Jude asintió.
—Pense lo mismo, así que deje a Cedric y decidió a ir a investigar y me lo encontré.
—¿A Sirius Black? —él preguntó sin poder creerlo— no bromees conmigo, Judex.
—Era realmente él.. pero lo raro fue que no intento matarme y tampoco creo que piense en matar a Harry. Fue muy extraño.
Fred frunció el ceño y estiró su mano para tocar la frente de la chica.
—Estas delirando, seguramente Black te hizo algo.
Jude empujó su mano de forma brusca.
—No me hizo nada, eso es lo raro. Parecía realmente feliz de verme pero cuando lo quise hechizar se escapó y Snape me atrapó a mí.
El pelirrojo suspiró.
—Eres la primera en decirle a Harry que no se meta en problemas y tu andas por ahí hablando con un asesino como si nada.
—Yo no.. no estaba hablando con el como si nada. Mato a mis padres, no estaba feliz de verlo pero..
—Pero el si estaba feliz por verte por lo que me cuentas.
Jude suspiró y volteó para ver el cielo estrellado del gran comedor.
—¿Crees que debería contarse a Dumbledore?
Fred le miró con atención, examinado cada detalle de su cara.
—Realmente no sé, mira todo lo que hicieron solo porque rompió un retrato. Te mantendrán encerrada en un torre si le dices que hablaste con él. Quizás hagan que tu y Harry vuelvan con sus tíos.
A la chica le dio un escalofrío en solo pensar en volver a ver sus tíos.
—No le diré a nadie —ella afirmó luego de un momento en silencio— estaré más atenta y cuidaré mejor a Harry.
El pelirrojo también se volteó para mirar las estrellas.
—Y yo te cuidaré a ti.
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