iv. dementor
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capítulo cuatro !
—Pensemos en los pros y en los contra de que Sirius Black te atrapé —comenzo Lee, luego de que Jude les contara lo que Harry le había contado a ella— si te captura y te mata, eso sería un pro, ya no tendríamos que ver tu horripilante cara; un contra... mmm no podríamos copiar tu tarea.
Jude que venía de la reunión de prefectos, luego de haber escuchado la aburrida charla de Percy de bienvenida estaba muy cansada así que abrió la boca para quejarse pero en lugar de eso solo decidió estirar su pierna para darle un patada.
—Golpealo en sus partes bajas, Judex. Así no te molestará más—Fred le dijo, soltando una risotada.
—Ah, tu no lo verías como un pro, ¿Verdad, Freddy?
George y Lee compartieron una mirada antes de reírse. Las mejillas de Jude se volvieron de color rojo por alguna extraña razón asi que decidió cambiar rapido de tema.
—Harry irá este año a Hogsmeade, y nuestros tíos no le firmaron el permiso.. así que estaba pensado que podríamos darle el mapa del merodeador, ya lo conocemos de memoría ¿O no?
Aunque eran un grupo de amigos conformado por cuatro personas, los gemelos eran las mentes maestras, siempre estaban listos para jugar una broma; Jude no solía involucrarse a menos que fuera una jugarreta a alguien que le caía mal y Lee se divertía mucho pero nunca era participé, así que el mapa del merodeador fue más usado por los primeros tres.
—Quieres llevarlo por el mal camino, ya veo —George le sonrió— yo digo que si.
—Tienes razón, lo conocemos de memoría. Además si lo necesitamos en algún momento tu puedes conseguirlo con facilidad —Fred estuvo de acuerdo.
El expreso de Hogwarts seguía hacia el norte, sin detenerse. Y el paisaje que se veía por las ventanas se fue volviendo más agreste y oscuro mientras aumentaban las nubes.
—¡Hey! —la puerta del compartimento se abrió para revelar a Angelina Johnson— ¿Que tal les fue en las vacaciones?
Angelina era una de las compañeras de cuarto de Jude, y aunque era agradable no se llevaban muy bien, no era nada en particular pero no compartían absolutamente nada en común. Y aunque no fuera culpa de la chica, Jude podía notar que a sus tres amigos les gustaba pero ella parecía más interesada en tontear con todos haciéndolos ilusionar, y si Jude Potter era algo era en la vida, era definitivamente fiel a sus amigos y no quería que nadie los lastimara por nada del mundo.
—Estuvimos en Egipto —George comentó, haciéndose a un lado para dejarla sentar a su lado.
—¡Judy vio a su tía inflarse como un globo! —Lee le dijo con diversión.
Angelina la miró con una ceja en alto, tratando de adivinar si estaba bromeando o no.
—Acabo de cruzarme con Oliver y ya tiene toda una planificación para nosotros —le comentó a Fred y a George ya que jugaban juntos en el mismo equipo— creo que lo planeo meticulosamente durante todos los días de las vacaciones.
Todos de rieron a excepción de Jude, ella no era muy fanática del Quidditch, comenzó a asistir a los partidos desde que su hermano se unió al equipo solo para apoyarlo, pero la verdad era que no le gustaba ni un poco. Ella no encontraba entretenido la mayoría de los deportes, ni siquiera en el mundo muggle.
—Le ha dedicado mucho tiempo porque este es su último año, es su deseo más profundo sacar campeón a Gryffindor. ¿Acaso ustedes no quieres ganar la copa?
Automáticamente los cuatro dejaron de reír. Lee se aclaró la garganta.
—¿No lo defenderás solo por que el está enamorado de ti, verdad? —el chico le preguntó solo para molestarla.
Ciertamente era poco probable que Oliver Wood estuviera enamorado de otra cosas que no fuera el Quidditch y Judy desconocía desde cuando sus amigos habían pensado que él chico estaba interesado en ella.
—Solo estoy defendiendo sus principios, a mí también me gustaría que Gryffindor ganara la copa aunque no siquiera me gusta el Quidditch.
Angelina se quejó.
—¡Aún no puedo entender cómo no te gusta! —ella se quejo de nuevo poniéndose de pié y abriendo la puerta del compartimento para irse— tu hermano tiene un don innato y aún recuerdo que en la clases de vuelo de primer año que tu te desenvolviste muy bien, mejor aún que algunos de nuestros compañeros que venían de familía de magos y se jactaban de haberlo jugado durante toda su vida.
Fred se volteó para mirarla, al mismo tiempo que Angelina se iba, despidiéndose con un saludo de mano.
—Es que Judex es poseedora de una rareza única e inigualable —le dijo sonriendo, estirándose para desacomodarle aún más su desastroso cabello.
—Déjame engendro del mal —ella se quejó, alejándose para acomodarse el cabello.
La lluvia arreciaba a medida que el tren avanzaba hacia el norte; las ventanillas eran ahora de un gris brillante que se oscurecía poco a poco, hasta que encendieron las luces que había a lo largo del pasillo y en el techo de los compartimentos. El tren traqueteaba y la lluvia golpeaba contra las ventanas.
—¿El tren se está deteniendo o yo estoy loco? —preguntó Lee, acercándose a la venta.
El chico tenía razón, el tren se estaba defiendo pero aún faltaban unas horas para llegar a Hogwarts.
A continuación, sin previo aviso, se apagaron todas las luces y quedaron sumidos en una oscuridad total. La puerta del compartimento se abrió haciendo que Lee saltará del susto.
Los cuatro decidieron alumbrar con su varita al intruso y se encontraron con la cara pálida de Draco Malfoy que parecía mucho más asustado de lo que lo había estado Lee.
—¿Que está sucediendo? —le preguntó específicamente a Jude, que era la que estaba más cerca de él— acabo de ver algo extraño caminando por los pasillos.
—¿Algo o alguien? —ella le preguntó, poniendo una mano en su hombro y obligándolo a sentarse. El chico estaba mucho más pálido de lo normal y aunque el no era su hermano Jude se sintió obligada a velar por su seguridad como si lo fuera.
—Era como si fuera...
Pero él no tuvo que seguir con la descripción porque los cuatro alumnos de quinto año pudieron ver de lo que Malfoy estaba hablando, lo vieron andando por el pasillo, iluminado por las varitas, era una figura cubierta con capa que llegaba hasta el techo. Tenía la cara
completamente oculta por una capucha.
Una sensación de frío y de tristeza penetró a Jude cuando paso frente a su compartimento, pero por suerte se fue casi tan rápido como llegó, dejándola con una sensación extraña.
—Dementores.. —ella comentó luego de acordarse de haber leído sobre ellos— deben de pensar que Sirius Black está en el tren.
Ella se volteó para ver a los demás y descubrió que no estaban mucho mejor que ella, pero él peor definitivamente era Draco Malfoy.
—Que horrible —susurró George.
Jude se agachó frente a Malfoy y le apretó la rodilla. En cualquier otra circunstancia ella no lo habría hecho y él mucho menos se lo habría permitido, pero en ese momento parecía que iba a desmayarse.
—Los dementores son criaturas horribles pero ya no están —ella le susurró, como lo hacía con su hermano cada vez que estaba asustado— estás seguro aquí. Supongo que el malestar que sientes comenzará a irse pronto. ¿Quieres algo dulce? quizás te ayude a sentirte mejor —le preguntó, metiendo la mano dentro del bolsillo de su túnica para sacar un caramelo de miel.
El rubio lo acepto y Jude se puso de pié.
—¿Quieren uno? —Fred y Lee se negaron pero George tomo uno— me iré entonces, quiero asegurarme que Harry este bien, y de paso verificaré que ningún alumno esté en la mismas condiciones que Malfoy.
Las luces volvieron a encenderse mientras Jude patrullaba los pasillos del tren, había varios alumnos conmocionados pero ninguno estaba demasiado mal, solo un poco asustados.
—¿Te sientes bien, hay algún problema?
Jude salto sobre su lugar cuando alguien le apoyó la mano en el hombro. Cuando volteó para ver quién la había asustado se sorprendió de ver a un hombre mayor, uno que definitivamente no era un alumno y al parecer es también de sorprendió de verla porque abría y cerra su boca como un pescado fuera del agua.
—Estoy bien, solo verificando.. estaba buscando a mí hermano, solo quiero saber si él está bien —Jude respondió de forma educada— ¿Usted de encuentra bien?
El hombre francamente parecía muy cansado y algo enfermo, además de las marcas que tenía por todo el rostro, pero de todas formas le sonrió.
—Estoy bien. ¿Eres Judy Potter, verdad?
La chica le devolvió la sonrisa.
—La mismísima —le respondió haciendo una reverencia.
—Estaba en el compartimento con tu hermano cuando los dementores ingresaron, él está bien ahora, le di un poco de chocolate a él y a sus amigos, eso los ayudará a sentirse mejor —metio las manos en su bolsillo de su túnica buscando algo— no tengo más o de lo contrario también te daría un poco a ti.
—No hace falta. ¿Dice que los dementores ingresaron a el compartimento? Solo pasaron frente del mio.
El hombre la analizó por un segundo.
—Solo están buscando a Sirius Black. No debes preocuparte.
—Si, lo imaginé —ella respondió soltando un suspiro— ¿Usted logro comer un poco de chocolate? No tengo chocolate pero si algunos caramelos de miel, quizá pueda ayudarlo un poco —Jude le dijo, tendiendole un puñado de caramelos como lo había hecho antes con sus amigos.
—Tomare uno, muchas gracias.
—De nada..—Jude se quedó pensando en como llamarlo, estaba a punto de decirle señor pero él se adelantó.
—Soy el profesor Lupin —él le dijo, extendiendo su mano para estrecharsela— soy el nuevo profesor de Defensa.
—¡Oh, bienvenido! —ella le estrecho la mano con entusiasmo, el hombre ya le había caído bien y aparte parecía saber mucho sobre los dementores, sumando que había tratado bien a su hermano, lo que era un gran punto a su favor— en el poco tiempo que ha lleva aquí ha demostrado ser mucho más capaz que nuestros últimos dos profesores de Defensa.
El profesor Lupin se rió y Jude podía jurar que ya antes lo había escuchado reír, pero no lo recordaba.
—Me siento muy halagado, gracias. Espero cumplir con lo que implica ser un profesor en esta institución, yo mismo asistí a Hogwarts así que espero estar al nivel de los profesores que me enseñaron.
Jude pensó que el era muy agradable, nunca antes había hablado tanto con un extraño pero él no se sentía como uno.
—¡Oh, no me diga que la profesora McGonagall también le dio clases a usted! —ella obviamente lo dijo bromeando, no tenía nada en contra de si jefa de casa.
—Efectivamente fue así, fue mí jefa de casa.
La chica se emocionó al escuchar eso.
—¡Yo también soy de Gryffindor! —ella le dijo con estusiasmo, señalando el escudo de su casa en la túnica.
—Y prefecta por lo que veo.. bueno Jude, te dejaré ir a buscar a tu hermano, tengo que hablar con el maquinista.
—Fue un gusto, profesor. Buena suerte en su primera clase.
Cuando Jude encontró a Harry, todavía estaba con el chocolate que el profesor Lupin le había dado en la mano.
—¿Se encuentran todos bien? —ella lse preguntó a todos los que estaban en el compartimento mientras se sentaba junto a Harry para abrazarlo— acabo de hablar con el profesor Lupin...
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