ii. best sister
・゚✧༄ ・゚✧
capítulo dos !
—Me expulsaran de Hogwarts —soltó Harry de repente, dejando de caminar— use magia fuera de Hogwarts.
Jude no estaba muy segura de que decir.
—No lo hiciste adrede, fue magia no verbal, es como cuando aún todavía eres niño y das indicios de que eres un mago. No creo que te expulsen de Hogwarts por eso. Ni siquiera han enviado una carta o algo... Y si sucede lo solucionaremos, en lo que tenemos que enfocarnos ahora es en donde pasaremos la noche... —la chica no terminó la oración y volteó con rapidez.
—¿Tu también lo sientes no? —Harry le preguntó, acercándose a ella para hablar en voz baja— como si alguien nos estuviera vigilando.
La calle parecía desierta y no brillaba luz en ninguna casa.
Jude tomo lentamente la varita que estaba guardada en el bolsillo de sus pantalones, bien podría ser un animal o algún psicópata que quería matarlos.
—¡Lumos! —dijo la chica. Una luz apareció en el extremo de la varita.
Harry murmuro una exclamación y tomo la maga de la chaqueta de su hermana. Había una silueta descomunal de algo que tenía ojos grandes y brillantes.
Jude dio un paso hacia atrás y por ende arrastró a su hermano quién tropezó con su baúl y ambos terminaron en el suelo.
De repente sonó un estruendo y aparecío una luz casi cegadora...
—Harry muévete, ¡muévete! —Jude le gritó arrastrándolo hacía su lado.
Un segundo más tarde, un vehículo de ruedas enormes y grandes faros delanteros frenó con un chirrido exactamente en el lugar en que había estado Harry antes.
El cobrador, de uniforme rojo salto del autobús y dijo en voz alta sin mirar a nadie:
—Bienvenido al autobús noctámbulo, transporte de emergencia para el brujo abandonado a su suerte. Alargue la varita, suba a bordo y lo llevaremos a donde quiera. Me llamo Stan Shunpike. Estaré a su disposición esta no...
El cobrador se interrumpió y miró a los hermanos que aún estaban en el suelo.
—¿Qué hacen ahí? —dijo Stan, abandonando los buenos modales.
—Tomando sol ¿Que te parece que hacemos, idiota? —Jude respondió de mal humor, poniéndose de pie y tendiendole una mano a su hermano para ayudarlo.
—¿Qué es lo que tienes en la frente? —preguntó Stan, acercándose a Harry para mirarlo.
Jude se interpuso de inmediato, recordándole a Harry cuan protectora era. Desde su primer año en Hogwarts ella se había encargado de manter a Harry a salvo, de hecho, lo había hecho durante toda su vida.
Para Harry, Jude era lo más importante en el mundo, ella era siempre genial y era a lo que el aspiraba ser algún día. Su hermana lo era todo.
—Se raspo al caer —ella mintió con rapidez.
—¿Cómo te llamas? —le preguntó Stan con coquetería.
Jude compartió una mirada con su hermano.
—Euphemia Evans —ella respondió con simpleza diciendo su segundo nombre.
—Yo soy Neville Longbottom —se apresuró a responder Harry—. Así que... así que este autobús... ¿Has dicho que va a donde yo
quiera?
—Sí —dijo Stan con orgullo—. A donde quieras, siempre y cuando haya un camino por tierra. No podemos ir por debajo del agua. Nos han dado el alto, ¿verdad?
—Sí —respondió Jude— ¿cuánto costaría ir a Londres?
—Once sickles. Pero para ti lo dejare completamente gratis.
Harry me envió una mirada de asco.
—Pagaremos los dos —el respondió con rotundidad.
El chico pago por los dos y se subieron al autobús después de guardar los baules. El vehículo era raro, no había asientos; en su lugar; al lado de las ventanas con cortinas, había media docena de camas de hierro. A los lados de cada una había velas encendidas que iluminaban las paredes revestidas de madera.
Jude se burló de su hermano que casi se cae cuando el autobús se puso en marcha. Ella se acostó en una cama y colocó sus manos detrás de su cabeza, intentando rejalarse.
—¿Cómo es que los muggles no oyen el autobús? —preguntó Harry.
—¿Ésos? —respondió Stan con desdén—. No saben escuchar; ¿a que no? Tampoco saben mirar. Nunca ven nada.
Stan había abierto un ejemplar de El Profeta y lo leía con la lengua entre los dientes, mirando de vez en cuando a Jude.
—¡Ese hombre! —dijo Harry, alertando a su hermana que lo no miro con una ceja alzada—. ¡Salió en el telediario de los muggles! Mira Ju..uphemia...
Stan volvió a la primera página y rió entre dientes.
—Es Sirius Black —asintió—. Por supuesto que ha salido en el telediario muggle, Neville. ¿Dónde has estado este tiempo?
Desprendió la primera página del diario y se la entregó a Harry. Jude se puso de pié y se acercó para leer también.
BLACK SIGUE SUELTO
El Ministerio de Magia confirmó ayer que Sirius Black, tal vez el más malvado recluso que haya albergado la fortaleza de Azkaban, aún no
ha sido capturado.
«Estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano para volver a apresarlo, y rogamos a la comunidad mágica que mantenga la calma», ha declarado esta misma mañana el ministro de Magia Cornelius Fudge. Fudge ha sido criticado por miembros de la Federación Internacional de Brujos por haber informado del problema al Primer Ministro muggle. «No he tenido más remedio que hacerlo», ha replicado Fudge, visiblemente enojado. «Black está loco, y supone un serio peligro para cualquiera que se tropiece con él, ya sea mago o muggle. He obtenido del Primer Ministro la promesa de que no revelará a nadie la verdadera identidad de Black. Y seamos realistas, ¿quién lo creería si lo hiciera?»
Mientras que a los muggles se les ha dicho que Black va armado con un revólver (una especie de varita de metal que los muggles utilizan para matarse entre ellos), la comunidad mágica vive con miedo de que se repita la matanza que se produjo hace doce años, cuando Black mató a trece personas con un solo hechizo.
Jude suspiró mirando la foto en movimiento.
—Me encanta su cabello —ella murmuro de repente— de joven debe de haber sido muy lindo.
Harry la miró de forma extraña.
—Es un asesino.
—Es un asesino con lindo cabello.
Cuando el autobús noctámbulo los llevo al caldero chorreante y se encontraron con Fudge, Jude se apresuró a tratar de explicarle todo; que él estuviera ahí no era un buen augurio.
—Señor esto probablemente sea un mal entendido...
Pero Fudge no la dejo terminar y condujo a ambos hermanos dentro de la taberna.
—Siéntate, Harry —dijo Fudge, señalando una silla que había al lado del fuego.
Harry se sentó y Jude se paró detrás de el apoyando sus manos en sus hombros en señal de apoyo.
—Soy Cornelius Fudge, ministro de Magia. Bueno, Jude la verdad que has sorprendido, por lo que escuche de ti creí que eras más sensata ¡Huir de esa manera de casa de tus tíos! Había empezado a pensar... Pero ambos estan a salvo y eso es lo importante.
Jude frunció el ceño. ¿Eso era todo?
—Les agradará oír que hemos solucionado la hinchazón de la señorita Marjorie Dursley hace unas horas que enviamos a Privet Drive a dos miembros del departamento encargado de deshacer magia accidental. Han desinflado a la señorita Dursley y le han modificado la memoria. No guarda ningún recuerdo del incidente. Así que asunto concluido y no hay que lamentar daños.
—Eso fue muy amable, gracias —Jude respondió, aunque la realidad era que poco le importa la tía Marge.
—Así que todo cuanto queda por hacer —añadió Fudge— es decidir dónde van a pasar las dos últimas semanas de vacaciones. Sugiero que se queden aquí, en el Caldero Chorreante, y...
—Un momento —interrumpió Harry—. ¿Y mi castigo?
Fudge parpadeó y Jude le apretó el brazo con fuerza pidiéndole que guardar silencio.
—¿Castigo? ¡No te vamos a castigar por una tontería como ésa! ¡Fue un accidente! ¡No se envía a nadie a Azkaban sólo por inflar a su tía!
—Eso es lo que yo pensé —terció Jude— y en cuanto quedarnos aquí creo que será una buena idea
Fudge le sonrió.
—Ire a ver si Tom tiene dos habitaciones libres para ustedes.
Cuando el hombre salió Jude goleó a Harry en la cabeza.
—¡Auch! ¿Y eso por qué?
—¡Practicamente le estabas rogando que te metiera en azkaban! Si dice que todo está solucionado no tienes que hacer más preguntas.
—¿Pero no te parece raro?
—Si pero..
Fudge volvió a entrar y Jude guardo silencio.
—La habitación 11 y la 12 están libres. Creo que estarán muy cómodos y sólo tengo una petición, Jude no quiero que ni tu ni tu hermano que vayan al Londres muggle, ¿de acuerdo?
—¿Por que? —preguntó Jude, mirándolo con una ceja alzada.
—No queremos que se vuelvan a perder.. Me voy, tengo mucho que hacer.
—¿Han atrapado a Black? —preguntó Harry.
—¿Qué? ¿Has oído algo? Bueno, no. Aún no, pero es cuestión de tiempo. Los guardias de Azkaban no han fallado nunca, hasta ahora... Y están más irritados que nunca. —Fudge se estremeció ligeramente—. Bueno, adiós.
Cuando Fudge finalmente se fue, Jude y Harry se metieron a sus habitaciones para obtener un merecido descanso, pero la chica no podía dormir.
Durante toda su vida, Jude había compartido la alacena, el cuarto y lo que sea que fuera con Harry, en Hogwarts compartía habitación con sus compañeras de casa así que era tan raro dormir sola, ella siempre había soñado con tener su propia habitación, pensó hasta como debería decorarla si en algún momento sucediera, pero ahora se encontraba tan solitaria...
Jude salió de su habitación y se metió en la continua.
—¿No puedes vivir sin mí, verdad? —Harry bromeo, dándose vuelta en la cama para mirarla.
La chica puso los ojos en blanco y se tiró en la cama, casi aplastandolo.
—No cerraste la puerta con llave. ¿Sabes las clase de locos que se hospedan aquí?
Harry se rió.
—¿Locos como tu?
—Ja ja —Jude se rió sin ganas— cuando un día te encuentre descuartizado, le diré a tu cadáver "te lo dije".
Ambos guardaron silencio y voltearon en la cama para no quedar enfrentados.
—¿Juddy?
—¿Qué? —respondio sin muchas ganas, el sueño ya estaba haciéndole efecto.
—Gracias por ser la mejor hermana del mundo.
La chica sonrió contra la almohada y decidió hacer lo que cualquier hermano mayor haría cuando le demostraban afecto.
Ella pateo a Harry por debajo de las sábanas y pronto comenzaron una lucha.
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