66.

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capítulo sesenta y seis !

Las probabilidades de que un partido entre Slytherin y Gryffindor se disputará de forma pacífica eran prácticamente nulas, pero no fue culpa de los alumnos de Gryffindor.

No era raro que los alumnos se insultaran entre si durante el partido de Quidditch, lo que descolocó a Jude fueron los cánticos horribles.
Jude había decidido hacer uso de su título y castigar a todo aquel que estuviera cantando contra Ron, pero la profesora McGonagall la detuvo antes de que pudiera hacerlo. Los cánticos, aunque crueles, no estaban prohibidos.

De todas formas, Gryffindor ganó. Pero desde su lugar, junto a Lee en las gradas, Jude no pudo escuchar que era lo que su hermano y los gemelos se decían con Draco Malfoy, pero si pudo ver cómo George y Harry se abalanzaron de repente para golpearlo.

—Vamos, vamos —Lee tomo a Jude del brazo y juntos bajaron las gradas corriendo. Cuando llegaron al campo, Harry y George habían sido enviados al despacho de McGonagall por Madame Hoch, pero Fred aún seguía ahí— ¡¿Que paso?!

—Malfoy es un mal perdedor —Alicia Spinett murmuró, frunciendo el ceño mientras veía al platinado que se reía a lo lejos.

Jude también lo miro de mala forma. Harry aunque ese año había estado bastante malhumorado, no solía perder los estribos con facilidad y nunca recurría a la violencia, tampoco George, así que Malfoy había tenido que haber dicho algo realmente malo para que ambos hubiesen reaccionado de tal forma.

—Ese idiota pomposo —Fred dijo con disgusto— insulto a nuestro familía y tu madre, Jude. Por eso hemos reaccionado así, bien merecido lo tiene ese hurón albino. Tuvo suerte de que no alcanzará a golpearlo.

Malfoy tenía la nariz llena de sangre y el pómulo se le estaba comenzando a hinchar. Jude hubiese estado descuerdo con Fred si no hubiera recordado que Hogwarts ahora era prácticamente dirigido por el ministerio. Lucius Malfoy tenía grandes influencias y fácilmente podría hacer que expulsaran a George y a Harry, ya que no había nada que Dumbledore pudiera hacer para salvarlos.

Jude se volteó para mirar las grandas en donde usualmente los profesores se sentaban. Umbridge no estaba a la vista y ella temió por la expulsión de su hermano.

—Weasley te descuento veinte puntos por agredir a un alumno.

Antes, Jude no había visto a Bastian Parkinson, pero era obvio que estaba allí, era el capitán del equipo de Slytherin, y parecía muy contento por las palabras de Malfoy, parado a su lado, con una mano apoyada en su hombro mientras miraba al pelirrojo.

—Malfoy te descuento cincuenta puntos por insultar a tus compañeros —Jude sentenció. Sonriendo de forma maliciosa cuando ambos Slytherin dejaron de sonreír.

Fred se paró al lado de Jude y sonrió de forma altanera, se cruzó de brazos, esperando que dijeran una palabra solo para atacarlos.

—No puedes hacer uso indebido de tu título, Potter. Tu ni siquiera estabas aquí, no sabes lo que paso. Weasley solo te cuenta lo que quiere —Parkinson dijo, dando un paso en su dirección.

Jude puso una mano en el brazo de Fred para que no le lanzará a golpearlo. Lamentablemente Parkinson tenía razón, así que mirando atentamente a su alrededor, Jude vio la cabeza pelirroja de Ron que parecía muy triste, siendo consolado por Hermione.

—¡Ron ven aquí!

Hermione lo empujó para que se acercara.

—Ron, eres un prefecto y no puedes mentir. Solo responde con la verdad. ¿Malfoy insulto a tu familía?

—Si.. —el pelirrojo murmuró, mirando a su hermano de reojo.

Jude se volteó a ver a Parkinson con una ceja en alto.

—Ahi lo tienes, Parkinson. Weasley no puede mentir, su título no lo permite y si aún piensas que estoy haciendo uso indebido de mi título podemos quedarnos lo que resta de la tarde pidiendo testimonio de todos los presentes.

Parkinson bufó.

—Pronto se te terminara todo esto, ya verás.

Fred dio un paso adelante, haciendo que Parkinson retrocediera y chocara con Malfoy.

—¿La estás amenazando?

El no respondió, solo le dio una última mirada a Jude antes de alejarse, arrastrando a Malfoy con él.

—Ese estúpido —Lee se quejó— por un momento pensé que Fred le iba a romper la cabeza de un golpe.

—Ganas no me faltaban  —el murmuró.

Jude le tomo la mano y le dio un suave apretón.

—Mejor vamos al despacho de McGonagall, esperemos a George y a Harry.

—El triunfo fue completamente arruinado —Lee dijo con pena, acompañándolos.

—Da igual, por más que hayan actuado así el resultado no puede cambiar —Fred espeto.

Lee y Jude compartieron una mirada. El pelirrojo aún seguía muy enojado y era probable que continuará así el resto del día. Ninguno de los tres murmuro una palabra hasta que llegaron al despacho de McGonagall.

Umbridge salió del despacho de McGonagall como Jude había temido y le dio una sonrisa  a Fred antes de hablar.

—Weasley, será mejor que pases —ella le dijo— tu jefa de casa tiene algo que comunicarte.

Fred resoplo y se adentro al despacho de McGonagall cuando Umbridge se hizo a un lado.

—Espero que este comportamiento no sea habitual en los alumnos de Gryffindor —ella dijo mirándolos.

Lee se apresuró a responder.

—No, profesora.

—Muy bien —Umbridge respondió antes de alejarse.

—No creo nunca haber odiado tanto a un profesor —Jude murmuró, apoyándose en la pared.

—¿Que crees que tenga que decirle McGonagall? —Lee preguntó apoyándose a su lado.

Jude alzó los hombros.

—No lo sé, pero espero que no los expulsen del colegio.

—¿Expulsarlos del colegio? —Lee preguntó con incredulidad— ¿Por una pelea?

—Pues con Umbridge nunca se sabe...

La puerta se abrió y los tres alumnos de Gryffindor salieron con la misma expresión en la cara.

—¿Que sucedió? —Jude se apresuró a preguntar tomando a Harry del hombro para verificar que se encontrara bien luego de la pelea.

—Nos han suspendido de por vida —George les informo amargamente.

—¡¿Qué?! —Lee casi gritó.

—¿Realmente? —Jude preguntó con incredulidad.

—Si.. —Harry murmuró, separándose de su hermana y alejándose en silencio.

—Fue idea de esa vieja... —George dijo con enojo—McGonagall solo iba a castigarnos.

Jude miro a Fred que no había dicho ni una palabra. El ya la estaba mirando y le regaló una sonrisa forzada.

—Me iré a la cama ahora —el dijo. Alejándose detrás de Harry.

—Yo también —George dijo.

Lee suspiró y paso un brazo por los hombros de Jude.

—Imagina como se pondrá Angelina cuando se entere. Se ha quedado sin tres jugadores de sopetón —el dijo— ¿Tu realmente no tienes habilidades con el quidditch? ¿No esta en tu sangre?

—No —ella dijo empujándolo con diversión—  no tengo ninguna habilidad para ningún tipo de deporte.




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Llego diciembre, y dejó más nieve y un verdadero alud de deberes para los alumnos de último año. Jude se enfocó en estudiar y obligar a sus amigos a estudiar, pero como Fred y George no tenían mucho que estudiar, prefirieron ocuparse de los sortilegios.

La navidad se acercaba pronto y Jude había rechazado amablemente la invitacion de la señora Weasley para pasarla en la madriguera.
Sirius tenía prohibido salir de el cuartel general, así que Jude pensó en pasarla a su lado, a su padre seguramente le hubiera hecho muy feliz que no lo dejarán solo en esas fechas, no sería muy divertido pero entre ella y Harry seguro no dejarían que Sirius se deprimiera.

Jude ya se había encargado de comprar los regalos y estaba pensando que podría ir hasta la casa de sus abuelos en el valle de Godric para traer a la elfina doméstica con ellos. Seguramente sería de mucha más ayuda que Kreacher y ella tampoco tendría que pasar las fiestas sola otro año más.

—Mira, Judex.

Jude miro lo que Fred estaba señalando en el techo. Habían llegado hace unos minutos a la sala de Menesteres para la última reunión del ED antes de las vacaciones, y al parecer alguien había colgado muérdago en algunos puntos del lugar. Fred y Jude estaban parados justo debajo de uno.

—No podemos negarnos a la tradición —Fred murmuró con diversión, inclinándose para darle un beso a Jude.

Los demás integrantes del ED habían comenzado a llegar y Jude se separó abruptamente del pelirrojo cuando alguien les silbó.

—¡Consigan una habitación!

Jude le saco el dedo del medio a Alicia que se alejó riendo.

—Bueno —dijo Harry luego de unos minutos—. He pensado que esta noche podríamos repasar lo que hemos hecho hasta ahora, porque ésta es la última reunión antes de las vacaciones, y no tiene sentido empezar nada nuevo antes de un descanso de tres semanas…

—¿No vamos a hacer nada nuevo? —preguntó Zacharias Smith en un contrariado susurro, aunque lo bastante alto para que lo oyeran todos—. Si lo llego a saber, no vengo.

—Pues mira, es una lástima que Harry no te lo haya dicho antes —replicó Fred.

Varios estudiantes rieron por lo bajo.

—Practicaremos por parejas —siguió Harry—. Empezaremos con el embrujo paralizante durante diez minutos; luego nos sentaremos en los cojines y volveremos a practicar los hechizos aturdidores.

Los alumnos, obedientes, se agruparon de dos en dos. Esta vez Jude hizo pareja con Fred y no permitió que Lee se le adelantará.
Tras diez minutos de practicar el embrujo paralizante, esparcieron los cojines por el suelo y se dedicaron al hechizo aturdidor.

Al cabo de una hora, Harry les dijo que pararan.

—Lo estan  haciendo muy bien —comentó, sonriente—. Cuando volvamos de las vacaciones, empezaremos a hacer cosas más serias; quizá el encantamiento patronus.

Hubo un murmullo de emoción y luego la sala empezó a quedarse vacía.

—¿Cuál creen que será mi patronus? —Lee preguntó con emoción mientras volvian a la sala común.

Basta el momento a Jude le había ido muy bien en todo lo que estaban aprendiendo en el ED, pero si tenía que realisar, con el encantamiento patronus seguramente fracasaria.

—¿Que te sucede? —Fred le preguntó, pasando un brazo por los hombros de Jude e inclinándose un poco para que ella sola pudiera escuchar su pregunta.

—Ya he intentado hacer el encantamiento patronus antes y no me ha salido.

Fred le dio un beso en la cabeza.

—Solo necesitas mejores recuerdos —el dijo con amabilidad— pronto te colmare de ellos.

Jude lo miro con diversión.

—¿Ah sí?

—Si, por supuesto —el dijo con orgullo— mañana te llevare a la mejor cita del mundo. Solos tu y yo, nada de George ni mucho de menos Lee.

—Auch —George se quejó.

—Todavia estamos aquí —Lee dijo, empujado a Fred, haciendo que el arrastrada a Jude hacia un costado— que grandes amigos que son.

—Si —George estuvo de acuerdo empujando levemente a Jude— somos gemelos, se supone que hacemos todos juntos.

Fred puso los ojos en blanco.

—Ya no.

—¡Judy, tu me lo robaste!

Jude se rió.

—Te lo devolveré.

—Oye, ya no puedes devolverme —Fred protesto, aferrándose a ella.

Jude paso un brazo por su cintura y apoyo su cabeza en su hombre mientras se reía.

—Judy —Lee le llamo la atención antes de decirle la contraseña a la señora gorda— ¿Te quedas un rato con nosotros?

—Si, juguemos snap explosivo —George sugirió.

—Soy terrible en ese juego —Jude se quejó, permitiendo que Fred la guiara hacia las escaleras que dirigían a la habitación de los chicos.

—Por eso —George dijo con diversión.

—¡Judy!

Los cuatro se voltearon a ver a Harry que estaba parado en la puerta de su habitación. Parecía realmente extraño y Fred se inclinó un poco para susurrar:

—¿Por qué parece que tuviera un palo en el trasero?

Jude le dio un golpe y se separó de el para acercarse a su hermano. Ella le puso una mano en la frente para asegurarse de que no tuviera temperatura.

—¿Estás bien? —ella le preguntó mirandolo con confusión.

—Tengo que contarte un secreto —Harry dijo, mirando de reojo a los amigos de su hermana que lo miraban con curiosidad.

—Pronto los alcanzaré —Jude dijo, siguiendo la mirada de su hermano— ya voy.

Cuando los tres se fueron hacia su habitación, Harry terminó de salir de la suya y se apoyó en la pared mientras cerraba la puerta.

—¿Que pasa? —Jude preguntó con preocupación.

—No te burles de mi —el dijo antes de soltar apresuradamente— di mi primer beso.

Jude miro a su hermano con sorpresa. Si bien tenían una muy buena relación nunca le pareció que el estaría dispuesto a contarle algo como aquello, ella no le había contado cuando dio su primer beso... Pero le agrado saber que Harry tenía tanta confianza puesta en ella como para contarle algo tan íntimo.

—Eso es muy lindo Harry —ella le dijo al fin mientras las mejillas de su hermano se volvian rojas, ella le acomodo el flequillo con delicadeza— ¿Lo disfrutaste?

El alzó los hombros y Jude se moría de ganas de saber a quien había besado su hermano, pero no parecía que Harry fuera a contarle aquello y ella no insistió.

—Creo que si..

—Pues eso es lo único que importa. Mientras tu y la otra persona involucrada lo disfruten todo está bien. Pero no hagas nada que no quieras hacer...

—Si, lo sé.

Jude le sonrió y se inclinó para darle un beso en la frente, demasiado cerca de la cicatriz.

—Bien. Entonces mañana tendré que darte la charla.

Harry frunció el ceño.

—¿Que charla?

—Ya verás.

El chico volvió a preguntar pero Jude no le contesto y lo mando a dormir mientras ella misma se dirigía a la habitación de sus amigos.

—¿Han empezado sin mi? —ella se quejó viendo que los chicos habían juntado dos camas y estaban barajando las cartas.

Fred golpeó el lugar libre a su lado para se que sentará junto a él.

—No, no sin ti Judex.

Lee repartió las cartas mientras Jude se sentaba en la cama.

—¿Apostamos? —George preguntó con picardía.

Jude lo miro con una ceja en alto.

—¿Que quieres apostar?

—El perdedor se tira al algo negro.

—Esta nevando. La mitad de lago negro debe estar congelado —Jude le dijo a George mientras ponía los ojos en blanco.

—¿Eso que escucho es miedo, Judy?

Lee se rio.

—No es miedo es razonamiento puro. Si el hielo se parte y si alguien cae al agua podría morir de hipotermia.

—Bien —Fred intervino— no apostemos nada, obviamente Judex tiene miedo.

Jude se inclinó para golpearle el brazo con fuerza.

—¡Traidor, se supone que tu estás de mi lado!

Fred se acarició el lugar donde ella lo había golpeado.

—¡Antes quisiste regalarme!

—Iba a ser algo así como un préstamo, no pensaba regalarte. Te prestaría parcialmente a George.

—¿Apostamos o qué?

—Bien —Jude se dejó convencer— da igual. Alguno de ustedes morirá de hipotermia porque yo no pienso perder.

—Definitivamente vas a perder —Lee le dijo con diversión.

Estaban a mitad de la partida, cuando alguien golpeó la puerta.

—Es viernes..—George se quejó en voz baja antes de gritar:— ¡Apenas estamos haciendo ruido, vete!

Golpearon de nuevo.

Los tres se voltearon a mirar a Jude que arrimo las cartas a su pecho para que nadie las viera.

—¿Qué?

—Ve a abrir tu —Lee la empujó con el pie.

—Ve tu, es tu habitación —ella de quejó.

—Pero tu eres premio anual, Judex —Fred dijo— a ti nadie puede decirte que no hagas ruido.

—Si, tu pones las reglas —George estuvo de acuerdo.

Jude no se movió de su lugar y golpearon la puerta de nuevo.

—Ustedes se aprovechan mucho de mi título.

—¿Y para que te lo dieron si no podemos sacarle provecho? —Lee preguntó mientas se ponía de pie con lentitud.

—Me lo dieron para que los ponga a raya, a los tres.

Fred puso los ojos en blanco.

—Te lo dieron porque eres inteligente, nadie en sus sano juicio pensaría que tu puedes ponernos a raya, tu también eres problemática.

—Yo no soy problemática.

—Si lo eres.

—No.

—Si.

—¿Neville?

Los tres se voltearon a ver al niño que estaba parado en la puerta, de puntas de pié intentando ver sobre el hombro de Lee.

—Perdon —Neville dijo— no quería molestarlos, pero recorde que Jude entro a la habitación. ¿Sigue aquí?

Jude miro de reojo a Fred que frunció el ceño.

—¿Que sucede, Neville? —ella preguntó, dejando las cartas en la cama mientras se ponía de pie.

Lee se hizo a un lado para permitirle la entrada a Neville.

—Es Harry, Jude. Creo que tuvo una pesadilla pero ahora esta bastante enfermo.

Las pesadillas de Harry no eran inusuales pero nunca se enfermaba luego de tener una, por lo que Jude salió apresuradamente de la habitación de sus amigos y se dirigió a la que dormía su hermano.

—¿Que le paso, Ron? —ella cuestiono al pelirrojo cuando vio a su hermano inclinarse sobre el costado de la cama para vomitar.

Ron levantó los hombros mientras se ponía a su lado. Los gemelos y Lee se quedaron parados en la puerta.

—No se, dijo que soño con mi padre..

—¿Harry? —Jude le pasó una mano por la frente y le acomodo el flequillo— soy yo, Jude.  Te llevare a la enfermería ¿Esta bien?

—Judy tienes que creerme —Harry jadeo— el padre de Ron.. fue atacado. Lo han mordido. Es grave. Había sangre por todas partes…

Jude entrecerro los ojos.

—¿Que lo atacó, Harry?

El chico no respondió, pero le tomo la mano con fuerza.

—Judy, creéme.

Ella se dio vuelta y vio a Neville junto a Seamus y Dean que cuchicheaban, pero tan pronto como notaron que ella los miraba se quedaron en silencio.

—Neville —ella lo llamo y el niño se puso derecho— ¿Puedes ir a buscar a la profesora McGonagall?

—Si —cuando lo dijo ya se estaba dirigiendo a la puerta, Fred y George se hicieron a un lado para dejarlo pasar.

—Yo estaba allí… y esa cosa… lo atacó. —Harry murmuró.

—Levantate Harry ¿Puedes? —Jude le hablo en voz baja— te llevare con el profesor Dumbledore...Fred.

Tan rápido como ella lo llamo el pelirrojo se acercó a ella y no hicieron falta las palabras para entenderse. El la ayudo a poner a Harry de pie, pero tan pronto como lo levantaron se inclinó y vómito.
Fred lo soltó, dando un paso hacia atrás con asco.

Jude lo sostuvo con fuerza de la cadera y sintió que parte del vómito le caía en el brazo.

—¡Harry, que asco! —Fred lo reprendió cuando vio que había vomitado a Jude.

—¡Esta enfermo Fred, cállate! —ella lo silencio.

Harry estaba temblando y apoyó su cuerpo al de su hermana que lo agarro con fuerza.

—¡Ayudame, ayudame a llevarlo a bajo!

Lee fue quien se animó a acercarse. No le importo mancharse con el vómito y entre los dos bajaron a Harry por las escaleras como pudieron y cuando llegaron a la sala común la puerta se abrió.

Neville había traído a la profesora McGonagall que entró corriendo.

—¿Qué pasa, Jude? ¿Que le duele a Potter?

—Tiene un poco de fiebre, profesora —Jude dijo, obligando a Lee a seguir caminando— pero debe de informarle a el profesor Dumbledore que Arthur Weasley esta en peligro, luego que él venga a vernos a la enfermeria.

La profesora McGonagall frunció el ceño, si bien siempre había favorecido a Jude, no toleraba que ningún alumno de diera órdenes, menos sin una explicación coherente.

—¿De que hablas, Potter?

—Es el padre de Ron —dijo Harry, apoyando su cabeza en el hombro de su hermana—. Lo ha atacado una serpiente y está grave. Lo he visto todo.

—¿Qué quieres decir con eso de que lo has visto? —preguntó la profesora McGonagall.

—No lo sé… Estaba durmiendo y de pronto estaba allí…

—¿Quieres decir que lo has soñado?

—¡No! —gritó Harry—. Al principio estaba soñando, pero era un sueño completamente diferente, una tontería… Y de pronto esa imagen lo ha interrumpido. Era real, no me lo he imaginado. El señor Weasley estaba
dormido en el suelo y lo atacaba una serpiente inmensa, había mucha sangre, se desmayaba, alguien tiene que averiguar dónde está…

—Bien, vamos a ver al director. Tu quédate aquí Jordan.

—Es mejor que el director nos encuentre en la enfermería —Jude protesto mientras McGonagall salía de la sala común delante de ellos.

—No hay tiempo que perder, luego llevarás a tu hermano a la enfermería.

Jude suspiró pero no protesto. Se aferró a Harry con fuerza y lo ayudo a caminar.

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