63.
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capítulo sesenta y tres !
—El papel de suma inquisidora no es más que una estupidez —Jude le dijo a Lee mientras salían de herbologia y se dirigían al gran comedor— lamento no estar tomando transformaciones este año, porque si hay alguien capaz de ubicar a esa mujer es la profesora McGonagall. Tendrás que contarme que tan bien la va cuando la vaya a supervisar.
Lee se rió.
—Tu solo estás molesta porque te castigo. Hace siglos que nadie te castiga, ya era hora de que alguien lo hiciera, no puedes irte de Hogwarts con el historial perfecto, señorita premio anual.
Jude resoplo.
—Harry dice que solo lo puso a copiar unas lineas, así que espero que mi castigo sea parecido, no tengo ganas de fregar de nuevo la sala de trofeos.
—¿Recuerdas cuando Filch nos mandó a limpiar premio por premio sin magia durante nuestro primer año? Te enfadaste mucho —el comentó con diversión mientras doblaban por el pasillo.
La chica frunció el ceño cuando al pasar junto a un grupo de estudiantes escuchó su nombre y notó que la miraban de forma crítica.
—Son los genes, te lo aseguro. Ella y su hermano están locos..
—Yo vi como atacó al pobre Bastian...
Jude frunció el ceño y se detuvo pese a que Lee insistió en que no lo hiciera.
—¿Tienes algo que decirme? —ella le preguntó a una niña de tercer año de Ravenclaw.
—No —la niña se apresuró a negar.
—No te acobarde, vamos —Jude le dijo de forma maliciosa, mientras Lee se llevaba una mano a la frente— Dime lo que piensas sobre los genes Potter, ya que supongo que eres muy inteligente si sabes sobre genética.
—Vamos, Judy —Lee intentó ponerle fin a la discusión— no vale la pena.
—Ten cuidado con las cosas que dices —Jude le espetó de forma severa— no querrás descubrir realmente que tan loca estoy.
Jude comenzó a caminar se nuevo hacia el gran comedor y Lee la siguió.
—¿Te das cuenta de que acabas de amenazar a una niña de trece años? —él le preguntó.
—No le haré nada —ella respondió como si fuera obvio— solo quería asustarla.
Lee negó con desaprobación pero no insistió más sobre el tema. Cuando llegaron al gran comedor encontraron a Fred y a George ya esperándolos y se sentaron los cuatro juntos.
—¿Por qué esa cara? —George le preguntó a Lee.
—Jude acaba de amenazar a una niñita.
La chica resoplo.
—Sinceramente este año estás un poco.. ruda —Fred le dijo, intentando sonar amable, esperando que ella no lo atacará.
—Solo le advertí que tuviera cuidado con las cosas que decía —Jude se defendió, comenzado a servirse la comida, y luego agrego con sarcasmo:— estaban hablando sobre el pobre Bastian Parkinson...
Fred arrugó la nariz con disgusto y miró hacia la mesa de Slytherin buscando al chico.
—No te preocupes por él, Judex —el pelirrojo le dijo, apoyando su mano sobre la de la chica— ya lo encontraré solo.
Lee resoplo.
—Estan hechos el uno para él otro.
Ron, Hermione y Harry se sentaron junto a ellos.
—Evidentemente me habría encantado que me hubiera puesto una E…
—Hermione —dijo Ron con aspereza—, si quieres saber qué notas nos ha puesto, pregúntanoslo, ¿Si?
—No, si yo no… Bueno, si quieren decírmelo…
—A mí me ha puesto una I —confesó Ron mientras se servía sopa—. ¿Estás contenta?
—Bueno, no tienes por qué avergonzarte de eso —le dijo Fred— Una buena I no tiene nada de malo.
—Pero ¿la I no significa…? —empezó Hermione.
—Sí, «Insatisfactorio» —contestó Lee—. Pero es mejor que una D de «Desastroso», ¿no?
Harry comenzó a toser y Jude que estaba a su lado le dio unas palmaditas en la espalda.
—O sea, que la mejor nota es la E de «Extraordinario» —dijo Hermione—, y luegoestá la A…
—No, la S —la corrigió George—, S de «Supera las expectativas». Y siempre he pensado que Fred y yo deberíamos tener S en todo porque superamos las expectativas sólo con presentarnos a los exámenes.
Jude puso los ojos en blanco.
—Bueno, después de la S está la A de «Aceptable», y ésa es la última nota de aprobado, ¿no?
—Sí —confirmó Jude— ¿En qué asignatura te sacaste una I, Ron?
—Pociones.. —dijo el chico con desilusión.
—¿Cuál fue tu nota, Harry? —Jude le preguntó a su hermano en voz baja, juntando su cabeza con la de él.
—Una D —murmuro Harry con vergüenza.
—Te ayudaré a mejorar —Jude le dijo con amabilidad— verás que te irá muy bien en los TIMOs, no te preocupes.
—En pociones la única que se sacaba una E era Judex, aún sigue siendo la única —Fred le comentó a Hermione.
Hermione la miró con sorpresa.
—¿Cuando TIMOs aprobaste, Judy?
—¡Todos y con una E! —el pelirrojo dijo con orgullo.
—¿Ya han tenido alguna clase supervisada? —pregunto Jude cambiando de tema.
—No —contestó Hermione—. ¿Y ustedes?
—Sólo una —respondió George—Encantamientos.
—¿Cómo ha ido? —preguntaron Harry y Hermione.
Fred se encogió de hombros.
—No ha estado tan mal. La profesora Umbridge se ha quedado en un rincón tomando notas. Ya conocen a Flitwick, la ha tratado como si fuera una invitada; no parecía que le preocupara ni lo más mínimo.
—No me imagino al viejo Flitwick suspendiendo la supervisión —comentó George—. Casi siempre aprueba a todo el mundo.
—Aunque era muy obvio que no le agrado mucho su presencia —Jude comentó.
—¿A quién tienen esta tarde? —le preguntó Fred a Harry.
—A Trelawney…
—Una T como hay pocas…
—… y a Umbridge.
—Pues hoy sé bueno y controla tu genio con la profesora Umbridge —le aconsejó George—. No actúes como tu hermana, o de lo contrario Angelina va a ponerse hecha una fiera como te pierdas otro entrenamiento
de quidditch.
Harry miró a su hermana de reojo.
En los pasillo del colegio se decía que Jude había amenazado de muerte a Parkinson y que solo no lo mato porque la profesora Umbridge intervino. Decían que él y su hermana estaban locos, no fue una sorpresa que pensaran eso de él, pero a Harry no le agrado que hablarán mal de Jude.
—¿A qué ahora te castigó? —Harry le preguntó a su hermana, moviéndose en su lugar con incomodidad.
—Luego de que terminen las clases. ¿Que tanto te ha hecho escribir? ¿Debería de llevar pergamino y pluma?
Harry se concentró en su plato.
—Ella te da todo.
・゚✧༄ ・゚✧
Con la peor actitud de todas, Jude se dirigió hacia su castigo.
Al ser la favorita de muchos profesores, la chica varias veces se salvaba de los castigos, pero al parecer Umbridge no la apreciaba mucho.
Alguien la llamó, apareciendo en el pasillo, acercándose sigilosamente a ella.
—Confio en que estás teniendo un buen día, ¿No, Potter?
Jude lo ignoró.
Parkinson nunca había sido de su agrado, pero ahora lo despreciaba profundamente.
—¿Estás yendo a tu castigo, no? —el preguntó con burla— ¿Quieres compañía? —Parkinson se rió antes de alejarse.
Si alguien merecía estar castigado ese era él.. o por lo menos los dos deberían estar castigados, pero al parecer a la profesora Umbridge no le pareció que el estaba atentado contra ella como ella contra él.
Suspirando Jude llamó a la puerta y la mujer le contestó con un meloso «Pasa, pasa».
—Buenas tardes, señorita Potter.
—Buenas tardes, profesora Umbridge —ella murmuró con desagrado.
—Siéntese, por favor —dijo la profesora señalando una mesita cubierta con un mantel de encaje a la que había acercado una silla. Sobre la mesa había un trozo de pergamino en blanco.
Jude se sentó y miró el pergamino. Por lo menos no la mandaban a limpiar sin magia..
—Bueno —continuó la profesora Umbridge con dulzura— ¿Su hermano le habló sobre la dinámica del castigo?
—¿Tengo que copiar unas lineas, no?
Umbridge le sonrió.
—Exactamente, tome, esta pluma que es especial, no necesita de tinta —le entregó una larga, delgada y negra pluma con la plumilla extraordinariamente afilada—. Quiero que escriba «No debo usar la magia contra mis compañeros»
—¿Cuántas veces? —preguntó Jude entre dientes— ¿Hasta completar el pergamino?
—Ah, no sé, las veces que haga falta para que se le grabe el mensaje —contestó la profesora Umbridge con ternura—. Ya puede empezar.
Jude puso la plumilla en el pergamino, escribió: «No debo usar la magia contra mis compañeros» y soltó un grito de dolor.
Las palabras habían aparecido en el pergamino escritas con una reluciente tinta roja, y al mismo tiempo habían aparecido en el dorso de su mano derecha.
Quedaron grabadas en su piel como trazadas por un bisturí.
—¿Qué..?
—¿Sí? —pregunto la profesora con diversión.
—¿Que es esto? —Jude preguntó, dejando la pluma a un lado y mirado a la mujer con enojo.
—Un castigo adecuado para jóvenes desobedientes como usted —ella dijo con simpleza.
—¿La tortura le parece un castigo adecuado, en que clase de época piensa que esta viviendo? —Jude le preguntó arrugando el pergamino y poniéndose de pié— ¿El ministerio autorizo esto? ¿Torturar a los estudiantes que no piensen de la misma forma que ellos?
La profesora Umbridge también se puso de pié, está internado desesperadamente no perder la compostura.
—Si no quiere tener problemas, le recomiendo que se siente y continúe con su escritura, señorita Potter.
— No lo haré. ¿Por qué no se sienta usted y se mete esa pluma en...?
—¡Tenga cuidado con lo que dice, señorita Potter!
—No seguiré con esta tonteria, no tolerare este acto inhumano, ni de usted ni de nadie. No creo que sea tan tonta al pensar que le seguiré el juego. Usted es una profesora que debe de velar por el bienestar de sus estudiantes, no torturarlos de esta forma —Jude respondió con furia— No le tengo miedo ni a usted ni al Ministerio, así que ande con cuidado porque no permite que utilice estás atrocidades contra el alumnado.
—¿Acaso estas amenazandome? ¿Te atreves a amenazar al ministerio?
—Una amenaza, una advertencia.. tómelo como quiera, pero tenga cuidado —ella respondió antes de salir del despacho cerrando la puerta con demasiada fuerza.
Jude se alejó a paso rápido hacia el despacho de McGonagall mientras se sostenía la mano.
—¿Jude? —la mujer le preguntó al verla. Parecía adormilada, los golpes insistentes en la puerta seguro la habían despertado se una breve siesta.
La chica solo entendió su mano. McGonagall la miró con confusión pero Jude insistió y le hizo una seña para que la mirara.
—¿Que es esto? —ella preguntó con horror, pasando delicadamente su dedo por el corte.
—Lo que la profesora Umbridge ha estado haciendo a todos los alumnos que castigo.
McGonagall parecía estar muy indignada, movió la cabeza con desaprobación y se ajusto la túnica antes de salir de su despacho.
—Ire a hablar inmediatamente con el profesor Dumbledore, esto no se quedará así, no te preocupes. Tu dirigirse inmediatamente a la enfermería, Poppy te ayudará con eso.
Jude no se dirigió a la enfermería directamente como su profesora le había indicado, en lugar de eso se dirigió a su sala común. Cuando entro no le presto atención a sus amigos que la llamaban preguntándole porque su castigo había sido tan corto, ella se dirigió inmediatamente a las escaleras y luego se metió en habitación en la que su hermano dormida.
—Enseñame tu mano —ella le dijo ahora Harry. No me prestó atención a Dean Thomas que había salido de bañarse e intentaba taparse desesperadamente con la colcha de su cama.
—Judy.. —Harry murmuró levantándose de su cama y mirando a su hermana con vergüenza.
—La mano Harry —ella repitió lentamente.
El chico extendió su mano con cuidado y su hermana se la examinó.
—¿Cuando pensabas decirme esto?
—No quería preocuparte...
—Eso es lo que menos interesa. Mira como tienes la mano, vamos a la enfermería.
—Judy, escucha, no quería que lo supieras porque...
—Ahora —ella lo corto.
Ron se levantó de su cama con intención de seguirlos, pero Jude lo freno poniendo una mano en su pecho.
—Tu quédate aquí.
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