62.



・゚✧༄ ・゚✧ 
capítulo sesenta y dos !


—Te divertiste mucho, ¿No? —Jude le preguntó, entrando en la habitación y cerrando la puerta detrás de si.

—No —Fred respondió, estaba concentrando tendiendo su cama, pero era obvio que hacía un gran esfuerzo por no reirse— bueno, solo un poquito...

Jude tomo lo primero que encontró a su alcance, un par de medias hecha un bollo que estaban en el escritorio y se lo tiró, golpeándolo en la cabeza.

—Sili in piiqiti —ella le hizo burla— ¡Me has hecho pasar la mayor vergüenza de toda mi vida!

—¿Yo? —él preguntó fingiendo inocencia mientras tomaba las medias y las tiraba a la cama de Lee— yo no te obligue a tomar nada.

—Idiota —Jude tomo ahora el tintero y se lo arrojo— lo tome porque confíe en ti, dijiste que no tenía nada.

Apenas el tintero choco con la frente de Fred, Jude se arrepintió. La tinta se esparció por toda su cara, pero en el lugar donde lo había golpeado la sangre comenzó a hacerse notar. El tintero se reventó cuando toco el suelo.

Fred se llevó una mano a la cabeza y la miró con incredulidad.

—¡¿Acaso quieres matarme?! —él le gritó.

Aunque Jude quería acercarse y disculparse con él, no lo hizo por su orgullo. Para ella, los asuntos académicos eran muy importantes, le gustaba estar en la lista de alumnos favoritos y no le agradaba en absoluto la mirada que el profesor Snape y la profesora McGonagall le dieron.
Claro, además, de que Fred le había mentido terriblemente.

—Pues si murieras en este instante no te lloraría —ella respondió, cruzándose de brazos.

Fred parecía muy ofendido por lo que dijo.

—¿Asi que si quieres que me muera? —Jude no respondió y Fred soltó un grito de frustración— ¡Solo fue una estúpida poción Jude!

—Eso es lo que tú piensas porque no estuviste bajo los efectos de la amortentia —ella le respondió de mala manera— ¿Que pensabas lograr al darme eso? Porque si querías humillarme lo lograste.

El pelirrojo puso los ojos en blanco y se volteó buscando algo que pudiera servirle para limpiarse la sangre que comenzaba a entrarle a la boca.

—Ni siquiera sabía que la poción estaba ahí, deberías de saber que nunca fue intención hacerte probarla.

—Claro.. —Jude comenzó con sarcasmo— entonces debo de creer que fue una simple coincidencia que era taza tuviera amortentia.

Fred se limpio la cara con una servilleta que encontró en los cajones.

—Con George estábamos probando algo nuevo, ni siquiera sabíamos que la poción había resultado.

—¿La probaron conmigo?

—¡Por Godric, Jude, no!

—¿Sabes? Cada minuto que pasa empiezo a pensar que Hermione tenía razón, no debería de haberlos dejado hacer nada...

—¡Pensé que te divertían los sortilegios! Tu fuiste quién nos dijo que teníamos un gran futuro en eso.

—Pues quizás me equivoque —tan pronto como sus palabras salieron de su boca, Jude se arrepintió. Fred la miró como si lo hubiera traicionado— no quise decir eso...

—Vete Jude. No quiero decirte algo se lo que luego me arrepentire —el murmuró, dándole la espalda.

La chica suspiró.

—Realmente no quise decir eso, tu y George son muy inteligentes. Pero ¿Que encuentras de divertido obligando a alguien a quererte? Tu sabes muy bien que la amortentia no crea el amor..

—Tu parecías muy enamorada de mi —el comentó, aún sin voltearse a verla.

—Hubiese parecido enamorada de cualquier que me hubiese suministrado la poción. Ese es el efecto que logra.

—¿No estas enamorada de mi?

—¿Qué?

—Todas las cosas que me dijiste mientras estabas bajo los efectos de la poción —Fred se volteó a verla— ¿No son reales? Dejando la amortentia de lado.. pensé que realmente me amabas. ¿Lo haces, Jude?

Ella solo lo miro, su respuesta era muy clara.

Jude lo quería, eso estaba más que claro, primero que nada fue su mejor amigo y se gano un lugar en su corazón, pero no estaba segura de amarlo. Nunca le habían enseñado  lo que significaba, no creció en una familía amorosa y se obligó a cuidar a su hermano, porque esa fue su responsabilidad, sabía que había un lazo que la únia a Harry, lo amaba incondicionalmente porque eran familía, pero no creía poder amar a nadie más, no sabía muy bien como...

—Te quiero mucho...

—Pero no me amas —Fred adivinó— no me quieres con la misma pasión con la que yo te quiero a ti.

—Pense que lo sabías.. —ella  murmuró, mirando hacia cualquier lugar con tal de no ver la tristeza en los ojos de Fred.

—Siempre pensé que era la segunda persona que más te importaba, supuse que nunca igualaria el amor que tienes por Harry pero pensé.. pensé que te importaba más, mucho más que esto.

—Me importas Fred —ella le dijo, acercándose a él— me importas mucho. Tu has estado para mi siempre sin importar que y...

—¿Me quieres de verdad o solo estás acostumbrada a mi presencia? —él le preguntó.

—Te quiero de verdad, te quiero mucho. Y realmente pienso que puedo llegar a amarte como tu quieres que lo haga, solo necesito tiempo, sabes que no crecí en un lugar amoroso, no tuve el ejemplo que tuviste tu con tus padres. El amor no significa lo mismo para mi, que lo que significa para ti.

Fred lo sabía, sabía en el fondo de su corazón que Jude estaba cerrada al amor, siempre fue muy distante cuando se trata de los sentimientos. Pero nunca logro entender el porqué.

—¿Por qué eres así? —él le preguntó— ¿Por qué no puedes amarme de la misma forma en la que yo te amo?

—Porque tu te has criado en una familía amorosa, tus padres se aman y te criaron a ti y a tus hermanos con ese ejemplo. Yo no tuve la misma suerte. El amor para mi es algo doloroso, siento que tarde o temprano me lo arrebataran —ella se sincero— no quiero amar a alguien tan profundamente y que luego se muera como lo hicieron mis padres, amarte a ti significa vulnerabilidad para mi, si te amo.. ¿Que pasará conmigo cuando me dejes?

—Judex yo nunca te dejaré —Fred le dijo, tomándole ambas manos.

—Eso es lo que tú dices ahora pero no sabes que cosas no depare el futuro. Amo a Harry porque es incondicional en mi vida, la hermandad es algo difícil de romper, pase lo que pase se que Harry no me abandonara y yo no lo abandonaré. Pero tu y yo...

—Tu y yo somos almas gemelas, ¿Lo recuerdas? —el murmuró, soltandole las mano y tomándole la cara para que lo mirara— estamos condenados a vivir juntos hasta el final de nuestros días, hay un hilo invisible que me une a ti.

Jude lo miro tiernamente.

—Lamento haberte tirado con el tintero.

—Y yo lamento haberte dado amortentia.

Hace un momento parecía que la guerra estaba a punto de comenzar entres ellos, pero quizás Fred tenía razón, había algo más... algo mágico que quizás los unia. Una clase a amor que no podía explicarse con palabras.

Jude los brazo fuertemente.

—Aun tengo que discúlpame con George por amenazar con matarlo.

—Se lo merecía —Fred murmuró con diversión, hundiendo su cabeza en el cuello de Jude disfrutando del olor a miel— insinuó que le gustabas.






・゚✧༄ ・゚✧ 





—A Harry a vuelto a dolerle la cicatriz, justo en el mismo momento que Umbridge le toco el brazo durante el castigo —Jude le informó a Dumbledore luego de que la clase de alquimia llegará a su fin— le envié una carta a Sirius antes de venir, Harry confía mucho en él y quería tener su opinión.

Dumbledore se tiró hacia atrás en su silla y se masajeó la frente.

—Hiciste bien en informarme.

Jude lo miró con impaciencia, esperando por una respuesta, pero parecía que Dumbledore no tenía pensado decirle nada más.

—¿Y... que podemos hacer?

—Jude, se que no te agrada ver a Harry sufrir pero no creo que sea algo de lo que deberíamos preocuparnos. Te aseguro que la profesa Umbridge no es un mortifago si eso es lo que te preocupa. Ahora que Voldemort ha vuelto es lógico que le duela la cicatriz más a menudo.

La chica suspiró mientras se ponía de pié y tomaba su mochila.

—¿Que tal las cosas con la orden? —Jude preguntó esta vez, en un tono más bajo de voz aunque estaban solos en el despacho.

—Estamos bastante ocupados. Podmore ha sido condenado a seis meses en Azkaban. Y tenemos problemas con Fudge, se que no tomas Defensa Contra las artes Oscuras, pero debes de saber que la profesora Umbridge se niega a enseñarle a sus alumnos magia.

—Fudge se ha vuelto paranoico —Jude dijo con diversión— debe de pensar que estás formando un ejército para acabar con él  y con el ministerio.

Dumbledore asintió.

—Se que el ministerio está pensando en destituirme, no me quieren dirigiendo el colegio —eso tomo a Jude por sorpresa, pero el hombre no la dejo hablar— si eso llegara a suceder, tu, la profesora McGonagall y Snape serán mis ojos y oídos aquí. ¿Lo entiendes, Jude? Tu papel es muy importante aquí, tienes que estar atenta de ahora en más, si escuchas o descubres a alguien actuando sospechoso o extraño, informame. No me sorprendería que Voldemort ya esté reclutando nuevos mortífagos.

—¿Reclutar alumnos que no han terminado el colegio? —ella preguntó con sorpresa. Era un poco hipócrita de su parte porque Dumbledore la había reclutado a ella, pero era un casa en particular, era entendible que la reclutara, teniendo en cuenta de quién era hermana.

—Recursos desesperados...

En el camino de vuelta a la sala común Jude no pudo hacer otra cosa que pensar en lo que Dumbledore le había dicho... alumnos, niños, sus compañeros, los mismo que deambulaban en los pasillos como ella lo estaba haciendo ahora mismo con una marca en el brazo y jurandole lealtad a un asesino...

—¡Potter!

Jude se volteó al escuchar su nombre.
Bastian Parkinson se acercaba a ella trotando, el había sido elegido como premio anual también así que había estado hablado con el más de lo que le gustaría.

Casi como por instinto le miró el brazo izquierdo, lo tenía cubierto por la manga de la camisa, pero si había alguien que podría llegar a ser un mortifago en el castillo, era él. Jude aún podía recordar el encuentro que tuvieron el el mundial de Quidditch, además de que era un tipo muy inteligente y Voldemort probablemente lo quisiera en sus filas.

—¿Que sucede? —ella preguntó con amabilidad, si lo trataba bien quizás podría llegar a descubrir algo.

—He escuchado que has estado utilizando tu título de premio anual para justificar las bobadas de tus amigos y creí que era ajusto decirte que le he informado esto a la profesora Umbridge —él le dijo sonriendole enormemente.

Jude frunció el ceño. Realmente quería ser amable con el, pero no pudo controlarse.

—Oh... Entonces.. ¿Debería de informarle a el director en la posición en la que te encontré con Malfoy? No creo que le guste escucharlo.. eres mayor que él y podría llegar a comentarle al profesor Dumbledore que en ese momento hiciste alarde de tus títulos como prefecto y lo sometíste a cambio de quitarle un castigo.

La sonrisa desaprecio de su rostro y ahora fue el turno de Jude en sonreír.

—Ademas... ¿Por qué debería de asustarme la profesora Umbridge? Ella no tiene autoridad sobre mi.

Parkinson arrugó la nariz y la miró de la forma más desagradable posible.

—¿Crees que las personas te creeran? La opinión de Dumbledore poco importa, es un viejo loco y senil. Nadie te creerá, es tu palabra contra la mia y te aseguro que yo tengo más ventaja está vez, tu no eres más que la hermana de un loco asesino.

Jude saco con rapidez la varita de su bolsillo y apunto de Parkinson con ella.

—Ten cuidado con lo que dices, mi hermano no es ningún asesino.

—¿No? —él preguntó con diversión, sin inmutarse— ¿Entonces quien mato a Diggory?

—Estoy segura que tu sabes muy bien quien mato a Cedric —ella le dijo, con los dientes apretado. Se acercó más a él y le hundió la varita en el pecho— tus padres deben estar corriendo detrás de él como perritos falderos.. Harry los vio, vio a tus padres pedirle misericordia a Voldemort cuando volvió, no fueron muy buenos seguidores cuando desaprecio ¿No?

Ahora el también había sacado su varita y la apuntaba a ella.

—No hables sobre mis padres.

—¿Por qué? —Jude le preguntó con burla— ¿Acaso no es verdad lo que digo? ¿Te avergüenza escuchar que mami y papi tuvieron que rogar para que Voldemort les perdonará la vida?

—¡Tu no sabes nada!

—Se muchas cosas, si comenzará a hablar ahora tu reputación se iría por el desagüe así que no me provoques porque te aseguro que no te gustará convertirme en tu enemiga.

—¡Señorita Potter! ¡¿que cree que está haciendo?! ¡Baje la varita inmediatamente!

Parkinson le sonrió con autosuficiencia cuando Umbridge se acercó y le preguntó si se encontraba bien. No lo reprendió a él por  también haberla apuntado con la varita.

—Veo que tu y tu hermano tienen muchas cosas en común —dijo Umbridge con desaprobación mientras la miraba— tendrán que aprender a comportarse de ahora en adelante. ¡No son bárbaros! Estás castigada durante toda la semana.

Lo único en lo que Jude pudo pensar era en que quería lanzarse sobre Parkinson para borrarle a golpes la sonrisa engreída que tenía en la cara.
Nunca antes había sido violenta pero no le molestaría comenzar ahora.

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