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capítulo cincuenta y siete !

Jude se sentó junto a Sirius mientras veía a Fred, George y Ginny que se habían puesto a bailar una especie de danza guerrera al son de una canción que decía:

—¡Se ha librado! ¡Se ha librado! ¡Se ha librado!

—¿Todo salió bien? —Sirius le preguntó en voz baja a Jude mientras le sonría a Harry.

Jude asintió y se volteó para verlo, descubrió que el hombre no estaba muy feliz por la noticia.

—¿Esperabas que Harry se quedará a hacerte compañía aquí? —ella le dijo, dándose cuenta del porqué estaba tan desganado— tu ya viviste tu vida, no puedes esperar que Harry se quede aquí encerrado para hacerte feliz solo porque se parece a papá.

La falsa sonrisa de Sirius desapareció.

—Ya se que no es tu padre —él le dijo poniéndose de pié y alejarse escaleras arriba.

Cuando Sirius salió de la cocina Harry se volteó para ver a su hermana que también se había parado.

—¿Todo está bien? —él le preguntó con preocupación.

—Si —Jude le dijo sonriendo. Al pasar junto a él le desacomodó el cabello y luego siguió a Sirius hasta su habitación.

—¿Y si lo sabes por que te comportas así? Haces que Harry se sienta culpable por querer volver a Hogwarts —ella le reprochó.

—¡No tienes idea de lo solo y patético que se siento aquí! —él se quejó, volteando para verla de frente— Detesto estar encerrado en esta maldita casa... todos mis peores recuerdos están aquí.

—No estarás solo —Jude le dijo, tratando se tranquilizarlo— Remus te hará compañía...

—Si, claro —él se burló y se dejó caer hacia atrás en la cama— si porque seguro quiere pasar tiempo encerrado conmigo y el con retrato de mi maldita madre antes que salir.

Jude suspiró y se sentó junto a él en la cama.

—¿Desde hace cuando que estás enamorado de Remus?

Sirius se sentó y la miró completamente sorprendido.

—No.. —él se aclaró la garganta— no me gusta Remus.

Ella le sonrió con picardía.

—Por supuesto —se puso de pie y antes de que pudiera abrir la puerta Sirius la retuvo al decir:

—Desde hace mucho tiempo.

Jude se apoyó en la puerta y lo miró.

—¿Y alguna vez fueron...?

—Si —Sirius la corto— pero todo eso fue hace mucho tiempo, ya no es lo mismo... aunque lo quisiera. Pasamos años separados y el creyó todo este tiempo que yo había matado a James y a Lily, ya no podemos volver a lo que éramos.

—¿Él te ha dicho eso?

—¿Qué? —Sirius preguntó con confusión.

—Si él te ha dicho eso.. porque para mi fue bastante fácil descubrir que entre tu y el pasa algo, si así no lo fuera yo ni siquiera lo hubiera notado. ¿No lo crees?

Sirius suspiró.

—¿Cómo llegaste a esta conclusion?

—Una vez dijo que su color favorito era el gris.

—¿Y eso que tiene que ver? —él preguntó con confusión.

—A nadie le gusta el gris —ella dijo con obviedad, abriendo la puerta de la habitación para salir— pero luego note el color de tus ojos.

Jude se rió mientras bajaba las escaleras.

—Comparte el chiste así nos divertiremos todos —George le dijo con diversión.

Él y Fred venían subiendo las escaleras y se detuvieron al ver a su amiga.

—Mamá está muy entretenida molestando a tu hermano, así que aprovechemos —Fred dijo. Ambos hermano tomaron a su amiga del brazo y la arrastraron escaleras arriba hacia su propia habitación.

—No probaré nada —ella les dijo cuando la soltaron.

Desde hace unos días que Fred y George le venían insistiendo en que probará sus nuevos productos, aún no estaban del todo listo y Jude no que quería arriesgarse a nada.

—¿Que quieres a cambio? —Fred le preguntó esperanzado— vamos Judex, solo uno.

—No.

—Freddy, besala. Eso hará que acepte.

Jude se acercó a George para golpearlo.

—¡Auch!

—Ningun beso me hará cambiar de opinión.

—¿Y que tal si yo..? —Fred metió la mano en el bolsillo de su pantalón y luego se agachó frente a ella.

Si Jude no lo conociera tan bien hubiese pensando que realmente le pediría matrimonio, pero los ojos de Fred brillaban con diversión mientras la miraba.
Jude también lo golpeó a el.

—Ponte de pié, tonto.

—Freddy ¿Haz notado que desde que Judy se unió a la orden se ha vuelto completamente aburrida?

—Si —Fred se puso de pié y se acercó a Jude para examinarla con mucho cuidado. Pronto su hermano también se acercó y los dos dieron vuelta a su alrededor examinandola— quizás no sea nuestra Judex.

—¿Y quién podría ser? —pregunto George llevándose una mano a la barbilla.

Jude puso los ojos en blanco.

—¡Un troll feo y aburrido! —Fred gritó antes de salir corriendo fuera de la habitación cuando vio la cara de la chica.

George se rió mientras veía a Jude correr detrás de Fred por todo el pasillo.

—¡Este troll feo y aburrido te matará!

—¿Me matará de amor? ¿De besos? —Fred se aventuró a preguntar escondiéndose detrás de una mesita.

—¿A quién hay que matar? —Ginny preguntó asomándose por la escalera. Cuando vio a su hermano acovachado pronto entendió y se burló de él— Judy ¿Donde quieres que enterremos su cuerpo?

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El último día de vacaciones Jude decidió dormir hasta tarde, ni siquiera el insistente llamado de su hermano para que lo ayudara a preparar su baúl pudo hacerla levantar de la cama.

Hermione y Ginny de habían despertado hace un rato así que Jude había sido la única en la habitacion, ella de quedó acostada mirando el techo por lo que pareció medio hora cuando alguien abrió su puerta.

—Judy...

—¡Ronnie tonto entrometido! ¿Nadie te enseño a golpear antes de entrar?

La chica giro su cabeza para ver a Fred y a Ron discutiendo en su puerta.

—¿Qué si Judex estaba desnuda? No me importa que seas mí hermano, te hubiera matado lentamente.

Ron se movió incómodo, dio un paso hacia atrás y miró a Jude en busca de ayuda.

—Solo quería darle la carta de Hogwarts...

—Dejalo en paz, Fred —Jude intervino con diversión mientras se sentaba en la cama— pasa Ron, no tengo ganas de levantarme.

Fred arrugó la nariz y se apresuró a quitarle la carta de la mano a su hermano.

—Yo se la doy —le dijo, poniendo una mano en su espalda y empujándolo fuera de la habitación. Solo cuando cerró la puerta volvió a mirarla— ¿Ya te dije que me encanta tu cabello en las primeras horas de la mañanas?

Jude sonrió.

—¿Esta pesada?

—¿Qué? —el pelirrojo preguntó con confusión— bueno... no sé.. quizás subi un par de kilos por estar encerrado aquí todo el verano, pero cuando volvamos a Hogwarts los bajaré jugando al quidditch...

—¡Fred! —ella dijo con diversión— ¡No me refería a eso! Solo estaba preguntando si la carta esta pesada.. ya sabes por la insignia que espero recibir.

—Oh, claro —las orejas de Fred su pusieron rojas y se acercó a ella mientras sacudía la carta— si definitivamente hay algo aquí.

Jude de arrodilló en la cama y le quitó la carta de las manos con impaciencia. Rompió el sobre y dejó caer el contenido en la palma de su mano.

—Oh là là, Judith Potter, la señorita premio anual —Fred hizo una reverencia con burla, riéndose cuando la chica le dio un manotazo.
— lo primero que haré al volver a Hogwarts sera ir a la sala de trofeos para ver tu placa.

—Ojala la ponga junto a la de mis padres —ella murmuró con ilusión jugando con la insignia en su mano— ojalá estuvieran aquí para ver lo que he logrado...

Cualquier rastro de diversión se borró del rostro de Fred y miró a Jude con cariño antes abrazarla.

—Probablemente hubieran estado muy orgullosos, como yo.

Jude sonrió.

—La última vez recuerdo que le dijiste a Percy que solo los imbéciles se convierten en prefectos y premios anuales...

—Pues porque Percy es un imbécil —el pelirrojo dijo con rotundidad, haciéndose hacia atrás para mirarla y tomar su rostro con ambas manos— pero tú eres la persona más genial, hermosa, inteligente, cariñosa, valiente, hábil, ¿Ya dije hermosa?

—Si —Jude dijo con versión, inclinándose para juntar sus labios.

—¡Escuchen esto, Ron es...! —George abrió la puerta de par en par, sorprendiendose al verlos— Vaya... los dejaré solos..

—Esta bien —Jude murmuró con la mejilla coloradas mientras de levantaba de la cama— ¿Que paso con Ron?

—¡Es un prefecto!

La mirada de incredulidad en la cara de Fred y de Jude tuvo que haberse notado demasiado porque George entro a la habitación y los empujó afuera hacia la habitación que Ron y Harry compartían.

—¿A dónde vas? —Fred le preguntó a Ron cuando lo vio salir corriendo de la habitación.

—A decirle a mamá sobre el modelo de escoba que me gustaría —les contestó al pasar.

Fred y George fruncieron el ceño.

—¿Le comprará una escoba? —George preguntó.

—Nosotros nunca hemos tenido una escoba nueva —Fred dijo.

—Porque nunca fueron prefectos —Jude les dijo con diversión, palmeandoles la espalda.

George arrugó la cara en una mueca extraña.

—Vamos a ver.

Jude puso los ojos en blanco y abrió la puerta de la de la habitación de su hermano solo para encontrarse a Hermione que estaba a punto de salir con Hedwig.

—¡Judy mira!

A la chica no le sorprendió que Hermione fuera nombrada prefecta, era de esperarse, así que la felicitó antes de dejarla salir.

—¿Acaso huelo un poco de celos aquí? —Jude preguntó con diversión, cerrando la puerta detrás de ella y mirando a su hermano que estaba batallando para doblar una remera.

—No.

—Entonces supongo que te alegras mucho por el logro de Ron —ella dijo, acercándose a él.

—Muchísimo.

—Ah, ya veo...

Ambos se quedaron en silencio, hasta que harto, Harry tiró la remera contra la cama y se volteo para mirar a su hermana.

—¿Por qué Dumbledore no me eligió a mi?

—No es solo Dumbledore quien elige al prefecto —ella le dijo con tranquilidad, tomando las manos de su hermano— es la jefa de casa quien también tiene autoridad en este asunto.

—Pero.. ¿Y por qué yo no? —él murmuró— tú, mamá.. ambas fueron perfectas, yo también estaba esperando serlo.

—Tu eres tu propio persona Harry —Jude le dijo— mira, ni yo ni mamá hemos enfrentado tantas cosas como tu lo haz hecho, todas las personas somos diferentes asi que no deberías esperar tener los mismo objetivos que otros a menos que sea un deseo de tu corazón, no es una obligación convertite en prefecto porque mamá lo fue. El año anterior fue uno terrible,y  luego de todo lo que tuviste que pasar no creo que hayan querido agobiarte con más responsabilidades, eres inteligente y un mago muy poderoso, pero los logros académicos no lo son todo en la vida, tu más que nadie debería de saberlo Harry.

El chico suspiró y apoyó su cabeza en el hombro de su hermana.

—Ahora me siento terrible —murmuro con vergüenza— no debería de sentir envidia, Ron es mi mejor amigo.

Jude le acarició el cabello con cariño.

—¿Sabes...? Yo también le tengo un poco de envidia a los Weasley.

—¿Por qué los envidiarias tú? —Harry preguntó con curiosidad.

—El cabello, es el maldito cabello pelirrojo. A veces quisiera tener el cabello de mamá.

Harry se rió y Jude sonrió. En realidad lo que menos le interesaba a la chica era el color de su cabello, pero fue lo primero que se le vino a la mente para hacer reír a su hermano.