56.
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capítulo cincuenta y seis !
—Voy a admitir que estoy un poco celoso —Harry murmuró desde su lugar en la cama, mirando brevemente a su hermana antes de volver a mirar el techo.
Jude le golpeó el hombro con diversión.
Ambos estaban acostados en la cama, mirando el techo. Ella había salvado a Harry de un día de limpieza con la excusa de que tenía que prepararlo para su audiencia.
—Pues no deberías, aún no habías nacido —ella le dijo—te gustará la casa, es hogareña y... ¿Te gustaría dormir en la habitación de papá?
Harry se sorprendió, él se apoyó sobre sus codos y miró a su hermana de forma incrédula.
—¿De verdad? —le preguntó en voz baja.
—Si.
—Pense que tu querrías quedarte con la habitación de papá...
Harry tenía razón, desde que Jude había visto la antigua habitación de James Potter no había pensado en otra cosa, todo estaba tal cual él lo había dejado y cada rincón en esa habitación la hacía sentir como en casa, pero ella no estaba dispuesta a negarle nada a su hermano, después de todo ella había disfrutando tres años con sus padres (aunque no lo recordará).
—Con lo único que me quedaré será con el lugar de trabajo del abuelo ¡Tendrías que haberlo visto Harry! Había tantas cosas... —la voz de Jude se volvió inaudible al recordar que ya no pensaba seguir los caminos de Fleamont Potter.
Aunque Jude trato de animarse rápidamente su hermano se dio cuenta.
—¿Qué? —él le preguntó— si realmente quieres la habitación no me molestaré...
—No, no —Jude se apresuró a negar. Harry no tenía idea de lo que ella tenía pensado hacer, si lo supiera probablemente discutirian mucho al respecto y Jude sinceramente no tenía ganas— solo estaba pensando en la elfina doméstica... Estaba muy emocionada de ver a alguien después de tanto tiempo.
Harry la miró con una ceja alzada, la conocía tan bien que sabía que estaba mintiendo pero suspiró y se volvió a acostar.
—¿Cómo dijiste que se llamaba?
—Saky. Te agradará, se emocionó cuando le conté que tenía un hermano "¡El amo James, con un segundo hijo!—dijo Jude con diversión imitando la voz chillona de la elfina.
Harry se rió.
—¿Ves lo que te digo? ¡Eras la favorita, ni siquiera la elfina sabía sobre mí!
—En ese momento ni existías...
—¿Chicos? —la cabeza de Sirius se asomó por la puerta luego de golpear, llamando la atención de los hermanos— ¿Que están haciendo?
Entró y cerró la puerta, se acercó a la cama y se tiró en medio de ellos, obligandolos a moverse para no ser aplastados.
—Ese pelirrojo que está obsesionado contigo no deja de mirar a su madre con ojos de cachorro —murmuro, llevándose las manos detrás de la cabeza— me da un poco de lástima.
Jude se rió.
Habían sido pocas la oportunidades en la que Fred y ella se habían visto sin supervisión, usualmente gracias a Sirius que fingía observarlos y los dejaba solos.
—Pues no da más que la que das tu —ella le respondió con diversión.
Sirius se volteó para mirarla con sorpresa y se llevó una mano al corazón con fingida indignación.
—¡¿Yo te doy lástima?!
—Bastante.
—Ah ya veo... ¡Yo que te cambie los pañales y te regalé los mejores juguetes! —se puso de pie siguiendo con su dramatismo— me pagas con nada más que con la... ¡traición!
Sirius se inclinó para comenzar a hacerle cosquillas y cuando Harry vio a su hermana sufrir también se unió solo para molestarla.
Terminaron de tontear solo cuando los llamaron para ayudar con la cena.
—Dime quién te ha hecho llorar y se las verá conmigo.
Jude miro a Fred con diversión, se apoyó al lado de ella en el mesón mientras la veía cortar cebolla.
La señora Weasley los miro desde el otro lado de la habitación.
—¿Te batiras a duelo con una cebolla? —ella le preguntó.
—Por ti me batiria a duelo con quién sea.
Jude puso los ojos en blanco y lo empujó.
—¿Quieres que te ayude? —él le preguntó mientras hacía rodar una cebolla por el mesón— ¿Por qué no usas magia para esto?
—Tu madre dice que mientras menos magia uses en la comida más rica queda.
—En estos días Jude parece ser la única que presta atención a las cosas que digo —la señora Weasley murmuró, acercándose a ellos para mirar que tal iba la comida.
—Siempre te prestamos atención a las cosas que nos dices, mamá —Fred le dijo, antes de inclinarse y murmurarle a Jude al pasar— que lo hagamos es otra cosa.
—Molly querida, no te molestará que cenemos un poco más tarde hoy ¿no? —el señor Weasley le dijo a su esposa, entrando a la cocina— Dumbledore quiere que tengamos una reunión antes de que Harry vaya mañana a la audiencia.
—Por su puesto que no —ella dijo apagando el fuego, le dio a Jude una mirada de reojo— querida, déjalo. Seguiremos más tarde, le diré a los niños que no bajen. Fred, vete a tu habitación.
—Si, señora —el dijo con diversión, acercándose a Jude con rapidez para darle un beso y salir de la cocina.
El señor Weasley le sonrió, mientras ella corría una silla para sentarse.
—Quiero que sepas que apruebo completamente esta relación —él le dijo de forma amable mientras las mejillas de Jude se ponian de color rojo— en general, eres la primera novia que conocemos de alguno de los chicos...
Jude no pudo decirle que de hecho no eran novios porque Remus y Sirius entraron a la cocina, dándose manotazos hasta que los vieron a ambos. Los dos se sentaron junto a ella.
—Jj, dile a Lunático que deje de comportarse como un idiota.
—Judy, dile a Sirius que el único idiota aquí es él.
Sirius se llevó una mano al corazón, fingiendo estar ofendido mientras apoyaba su cabeza en el hombre de Jude.
—Lunatico has herido mis sentimientos.
Poco a poco los integrantes de la orden comenzaron a llegar y la cocina se llenó mientras esperaban a Dumbledore.
Dumbledore que nunca se quedaba más de lo necesario, llevó a la hora acordada y todos hicieron silencio mientras él hablaba.
—Lo único que Fudge quiere ahora es expulsar a Harry de Hogwarts, por eso, Jude, tu y la señora Figg, serán testigos claves, quiero que cuentes tal cual los hechos. La audiencia será en el despacho de Amelia Bones, que es la jefa del Departamento de Seguridad Mágica, y sera la encargada de interrogar a Harry.
—Amelia Bones es buena persona, es justa —Kingsley dijo asintiendo.
—¿Quien será el encargado de acompañar a Harry? —Tonks preguntó, acomodándose en su lugar— ¿Hará falta aurores para escoltarlo?
—Obviamente yo —Sirius dijo y se ganó un murmuró inaudible por parte de Snape— ¿Tienes algo que decir quejicus?
—Sabes Sirius que no es posible que acompañes a Harry, mucho menos al ministerio. —Dumbledore le dijo y luego miro a la chica Potter— Naturalmente estarán esperando que Jude lo acompañe, es de absoluto conocimiento que te preocupas mucho por tu hermano, además de que ya eres mayor de edad, saben que tu hermano es tu responsabilidad.
Lupin hizo una mueca al escuchar lo último.
—¿Judy lo acompañara? —Remus preguntó, medio indeciso— ¿Esta seguro que...?
—Ire —Jude se apresuró a interrumpir a su padrino— Harry esta muy nervioso, así que me gustaría acompañarlo todo lo que sea posible.
—No podrás ingresar con el, deberás quedarte afuera hasta que te llamen para testificar —Kingsley le informó.
—Jude estará bien, yo estaré allí por si el juicio se llegará a complicar. No debes de preocuparte de nada más que de llevar y traer a Harry sano y salvo.
—Yo podría acompañarlos —el señor Weasley sugirió— la audiencia es en mi planta, y estoy seguro que Jude no ha estado nunca en el ministerio.
Dumbledore nego.
—El contacto que tengan con los miembros de la orden fuera del cuarte deberá ser mínimo, tendrán que actuar como si nunca antes se hubieran conocido.
—Pero es de absoluto conocimiento que conozco al señor Weasley, Harry y yo somos amigos de sus hijos... —Jude le dijo, pensando que no estaría mal que el hombre los guiara en el ministerio.
—Sera mejor que no involucremos a nadie más en esto, Jude —Dumbledore le dijo dando por finalizado el asunto— el señor Weasley junto con la gran mayoría de los miembros de la orden trabajan en el ministerio, no queremos parecer sospechosos ni mucho menos meterlos en problemas.
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—Buenos dias —Jude saludo al entrar a la cocina, miró a su hermano que se estaba preparando una tostada y se acercó a él para desacomodarle el cabello con cariño— acomodate el cuello de la camisa.
La señora Weasley asintió, viendo al chico de reojo.
—Jude, querida, ¿Quieres desayunar algo?
—Un té estaría bien.
—Por supuesto.
Jude se sentó junto a su hermano y le acarició el brazo. Era obvio que Harry estaba muy nervioso, no había probado un bocado y su pierna se movía con impaciencia debajo de la mesa, era algo que ambos compartían cuando estaban nerviosos.
—Todo estará bien, Harry —ella le dijo, intentado calmarlo— serás absuelto ya verás.
—No pierdas la calma —intervino Sirius mirando a su ahijado—. Sé educado y cíñete a los hechos, y verás que todo estará bien.
—La ley está de nuestra parte —comentó Lupin con voz queda—. Hasta los magos menores de edad están autorizados a utilizar la magia en situaciones de peligro.
Aunque todos estaban internado calmar los nervios de Harry, Jude se dio cuenta de que no estaba funcionando en absoluto, así que luego de tomar su té se puso de pié y palmeó a su hermano en el hombro.
—Sera mejor que nos vayamos ahora —ella comentó, mirando la hora en su reloj.
—¿Ya? —él señor Weasley preguntó mirando también su reloj— es muy temprano.
Harry también se puso de pie y la miró con curiosidad, era obvio que su hermana tenía algo en mente.
—Iremos a dar un paseo para aclarar la mente y calmar un poco el nerviosismo, luego iremos al ministerio.
—Jude —la señora Weasley le dio una clara mirada de advertencia— ¿Te parece correcto?
Aunque a Jude le agradaba la señora Weasley no le gustaba nada que se metiera en sus asuntos, había tolerado hasta el momento que apenas dejara que ella y Fred se vieran, pero nadie le diría lo que era mejor para su hermano. Ella era quien, se todos los presentes, lo conocía más, nadie más que ella sabía lo que era correcto para su hermano.
—Muy correcto —ella dijo, sin darle importancia— ¿Y tu Harry, que piensas?
Era probable que si Jude sugiriera matar a un hombre inocente su hermano estaría se acuerdo con ella, para Harry su hermana era la única persona en la que podía confiar plenamente y sin importar los que ella hiciera o dijera el estaría de acuerdo con ella.
A Harry también le gustaba que se le diera un poco de voz en este asunto, al fin y al cabo era el que se iba a enfrentarse a un audiencia.
—Que si —el chico se apresuró a responder— un paseo está bien.
La señora Weasley negó con desaprobación, pero el señor Weasley asintió.
—¿Recuerdas lo que hablamos ayer, como llegar..?
—Si —ella asintió, se acercó para darle un beso en la mejilla a Remus que la miraba con preocupación— está bien Lunático, no te preocupes.
—No puedes pedirme que no me preocupé.
Jude saludo a Sirius con un gesto de la mano y ambos hermanos salieron de la cocina para dirigirse a la entrada.
—¿Realmente daremos un paseo? —Harry le preguntó a su hermana cuando salieron del cuartel y ella engancho su brazo con el de él para comenzar a caminar.
—Pues si, pero nunca dije en donde.
Antes de que Harry pudiera siquiera abrir la boca para preguntarle algo ambos se aparecieron en un callejón.
—¿En donde estamos?
—Cokeworth.
Harry frunció el ceño.
—¿Donde vivían...?
—Mamá y la tía Petunia —Jude confirmó.
Ambos salieron del callejón, aún unidos por el brazo mirando el lugar con interés, ninguno dijo nada porque no hacían falta las palabras.
Cokeworth no era el lugar más lindo del mundo, pero a Jude y a Harry no les importaba, tampoco sabían en cual de todas las casas su madre había vivido, pero para ellos fue suficiente estar en la ciudad.
—Si no me absuelven —Harry murmuró, aferrándose a un más a él brazo de su hermana— ¿Te enfadas conmigo?
Jude lo miro con una sonrisa.
—Si no te absuelven con el que menos me enojarme será contigo, Fudge conocerá el poder de mí furia —ella dijo con diversión, pero Harry no se rio— no me enfadarse Harry, yo se lo que sucedió. Además sabes que me es muy difícil enojarme contigo.
Harry apoyó su cabeza en el hombro su hermana.
—Te amo.
—Yo te amo más —ella le dijo, apoyando su cabeza en la de él.
Ambos continuaron caminando en silencio por unos minutos más.
Pasaron junto a un río sucio, lleno de basura estancada y antes de entrar a la calle la hiladera se detuvieron
—¿Ya te sientes listo para enfrentarte al tribunal? —Jude le preguntó.
Harry suspiró.
—¿Estarás allí conmigo?
—Siempre.
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