53.
・゚✧༄ ・゚✧
capítulo cincuenta y tres !
—¿Judy?
La chica entrecerro los ojos intentado ver a su padrino en la oscuridad. Dumbledore la había dejado frente a el cuartel general y ella se había adentrado a un vestíbulo oscuro.
—Hola, tío Lunático —Jude lo saludó cuando el hombre con un movimiento de varita encendió las luces de las farolas en el vestibulo.
Remus soltó un suspiro de alivió y se acercó a ella para atraparla en un fuerte abrazo.
—Nos tenías a todos muy preocupados —él le dijo, cortando el abrazo y apoyando sus manos en los hombros de la chica para verla mejor— cuando fui a buscarlos y Harry me dijo que no estabas allí, casi me da un infarto.
Jude le sonrió.
—Estas siendo exagerado...
—Y luego cuando Harry dijo que estabas en mí casa, me aparecí allí y no estabas..
—Linda casa por cierto.
—..casi me da otro infarto —Remus terminó.
—Fui por tarta de melaza —Jude le dijo, enseñándole la tarta que tenía envuelta en la mano— es la favorita de Harry y la mía, aunque la conseguí en cabeza de puerco, no puedo asegurar que esté muy rica, la sopa que comí allí estaba asquerosa.
Remus frunció el ceño.
—¿Dumbledore te acompaño hasta aquí, verdad? —él le preguntó, mirando de repente detrás del hombro de su ahijada como si hubiese recordado algo más.
—Si, pero no entró —Jude respondió— tenía algunas cosas que hacer.
—Si, me imagino —Remus dijo, pasando un brazo por los hombros de Jude y guiandola por el vestibulo— ¿Todavía tienes hambre? Molly te guardo un poco de comida.
Jude negó.
—¿Harry ya está durmiendo? Quiero ver si está bien.
—Hace una hora que todos se han ido a dormir, él está bien te lo aseguro. Solo estamos despiertos Sirius y yo, ven.
Remis abrió la puerta al final del vestíbulo. Era la cocina, una estancia grande y tenebrosa con bastas paredes de piedra, no era menos sombría que el vestíbulo. La poca luz que había procedía casi toda de un gran fuego que prendía al fondo de la habitación. En una larga mesa estaba sentado un hombre que apoyaba los pies sobre esta, que se levantó emocionado al verla.
—¡Jj! —Sirius dijo, acercándose para abrazarla como Remus lo había hecho antes, olía fuertemente a alcohol por lo que Jude lo examinó por un momento para descubrir si estaba borracho o no.
—¿Cómo estás, Sirius? —ella le preguntó de forma amistosa.
La sonrisa del hombre se desvaneció.
—¿Cuando me llamaras tío Canuto? —le preguntó en forma de queja— cuando eras pequeña te aferrabas a mi cabello y me gritabas en el odio: "¡Tío Canuto, transformate en perro!".
Jude hizo una mueca.
—He crecido... —ella le recordó— he crecido lejos de la vida que solía tener antes de que mis padres fallecieran.
No era la intención de Jude sonar tan ruda, pero solo se dio cuenta cuando terminó de decirlo.
Aunque ella había crecido lejos de vida que tenía antes y de los amigos de su padre, aún llamaba tío Lunático a Remus, probablemente esa era la razón por la que Sirius esperaba el mismo trato, pero Jude no tenía tanta confianza con él como la tenía con su padrino.
El silencio creció entre los tres y se volvío tan incómodo que Jude no tuvo mejor idea que soltar:
—Dumbledore me reclutó.
La ojos de Remus se llenaron de preocupación, pero al contrario de su amigo, Sirius parecía muy contento.
—¡Bien, Jj! —él le dijo, dándole una palmadita en el hombro— James también entro a la orden con diecisiete años.
—¿Dumbledore te lo pidió? —Remus le preguntó con preocupación— ¿Que te unieras?
—El curso anterior le dije que haría lo que sea para proteger a Harry. Y hoy mismo luego de que me contará todo...
—¿Todo? —Remus la interrumpió— ¿Te ha dicho los peligros que implica pertenecer a la orden?
—Ya déjala, Lunático —Sirius le dijo, pasando un brazo por los hombros de Jude— nosotros teníamos su edad cuando nos unimos.
—¡Pero eran circunstancias completamente diferentes! Nosotros habíamos terminado el colegio y...
—Me dijo que no haré misiones muy arriesgadas hasta que no me gradué, no te preocupes. —Jude le dijo, intentando calmarlo pero eso solo lo enfureció aún más.
Fue raro ver a Remus enojado.
—¿Por qué no lo consultaste conmigo? ¿Por qué...?
—¿Por qué debería de haberlo hecho? —Jude lo interrumpió— soy mayor de edad, ya puedo tomar mis propias decisiones.
—Jude, no estás pensando con claridad —el murmuró— no sabes a lo que te estás metiendo. A tu padre no le gustaría que te metieras en esto, me nombró como tu padrino para que te cuidará.
—Pues pase alrededor de diez años sin un padrino que me cuidara y nunca necesite ayuda para tomar decisiones —ella le dijo, soltandose del abrazo de Sirius— ¿En qué habitación está Harry?
—El segundo rellano, la puerta de la derecha. Está durmiendo con ese amigo pelirrojo que tiene —Sirius le dijo.
—Buenas noches —murmuro Jude, saliendo de la cocina no sin antes escuchar la voz de Sirius decir:
—Vaya.. que carácter, por un momento pensé que era Lily.
Jude siguió las instrucciones de Sirius y abrió una la puerta a la derecha luego de subir las escaleras.
La habitación estaba a oscuras, por lo que Jude supuso que su hermano ya estaba durmiendo pero antes de que terminara de cerrar la puerta un moviendo la alerto. Por la luz del pasillo vio a Harry tomar las gafas de la mesa de luz y ponérselas.
—No quería despertarte —Jude murmuró, aún parada en la puerta— solo quería avisaste que llegue.. por si estabas preocupado. Y tengo la tarta de melaza.
Harry sonrió mientras se sentaba en la cama. Jude entró, dejando la puerta abierta para tener un poco de luz. Ron dormía en una cama al lado de Harry, pero la luz apenas le daba.
—¿Adónde estabas? —Harry le preguntó, moviéndose en la cama para dejar que Jude se sentará— dijeron que Dumbledore te fue a buscar. ¿Te metiste en problemas?
—Eso nunca —ella le dijo con diversión— tuve una charla con el profesor Dumbledore, ¿Recuerdas que el curso anterior él y yo hablamos en privado?
Harry se acomodó mejor las gafas para mirarla.
—¿Me dirás al fin lo que te dijo?
—No. No tengo permitido contarte sobre eso, salvo algunas cosas que son necesarias que sepas. ¿Te dijeron algo aquí?
—Algunas cosas, Sirius quería contarmelo todo pero la señora Weasley no estaba de acuerdo —Harry le informo— ¿Es por que eres mayor que tienes más información? Por qué Fred y George no saben nada.
—¿Están aquí? —Jude preguntó, olvidándose por completo de lo que estaba hablando.
—Si, pero eso no importa ahora —Harry le dijo y luego repitió:— ¿Es porque eres mayor?
—No. Es porque me uní a la orden del fénix.
Harry abrió los ojos con sorpresa.
—¿Qué?
—Si. Por el momento no cumpliré el mismo rol que los demás miembros porque aún voy a Hogwarts, pero cuando salga...
—¿Y que te dijo Dumbledore? —él le preguntó, interrumpiendo a su hermana— ¿No me dirás nada?
—No lo que no necesites saber —ella le dijo, guiñandole un ojo— ¿Escuchaste que te dije que te traje tarta de melaza?
Harry miró el paquete en las manos de su hermana y se lo quitó, estaba abriendo el papel que la envolvía cuando Ron se despertó.
—Que rico olor —murmuro el pelirrojo, aún todavía adormilado.
Jude y Harry compartieron una mirada antes de soltar una risita. Jude murmuró un encantamiento para dividir la tarta en trozos y le tendió una a Ron mientras Harry se llevaba un trozo a la boca, ella imitó a su hermano pero se atragantó cuando alguien se apareció sobre su regazo.
Fred Weasley se puso de pié enseguida mirando a Jude con la cara roja. Ambos compartieron una rápida mirada.
—Esta rica pero estoy un poco lleno —Harry comentó, dejando la tarta en la mesa de luz.
—Damela a mí —Ron se la arrebató.
Jude sonrió de costado mientras se ponía de pié, le dio un rápido beso a Harry en al frente antes de dirigirse a la puerta, solo bastó una mirada para que Fred la entendiera y saliera detrás de ella cerrando la puerta.
—Judex escuché tu voz desde mí habitación —el pelirrojo quizo abrazarla, pero ella dio un paso hacia atrás— ¿Qué..?
—No lo sé, quizás finja de ahora en más que no existes —ella le dijo, cruzándose de brazos— como tu y George lo hicieron durante este mes conmigo.
Fred arrugó la nariz.
—Dumbledore nos prohibido que te contaramos algo..
—¿Si, y también le prohibió escribirme una carta que no tuviera nada que ver con la orden del fénix? —ella le preguntó, mirándolo con una ceja alzada.
El pelirrojo hizo una mueca.
—Pues no... pero estuvimos ocupados aquí limpiando y...
—Ah, por supuesto —Jude murmuró, con falsa comprensión— por eso no le han enviado cartas muy seguido a Lee.
Fred abrió la boca para decir algo pero pronto se arrepintió y la cerro.
—Mira —ella dijo, suspirando— esto no me molestaría tanto si no me hubieras besado en la estación, no puedes solamente hacer eso y luego borrarte por completo ¿Acaso te arrepientes de haberlo hecho?
—Por supuesto que no —Fred se apresuró a responder.
—¿Entonces?
—Me dio miedo —él confesó en voz baja.
—¿Qué te dio miedo? —Jude le preguntó sin comprender.
—No sé —Fred dijo, alzando los hombros— luego de besarte mamá me reprendió tanto que no sé... Quizás no te gusto, o te parezco patético, o..
—Eres el más patético de todos.
—¿Qué? —Fred preguntó con sorpresa, aunque él lo pensaba no pensó que Jude también lo haría— ¿De verd...?
Pero Jude fue está vez quien no lo dejo terminar de hablar, apoyó una mano en su mejilla y pronto junto sus labios.
—Acabas de besar a un patético —Fred susurró sobre sus labios cuando se separaron.
—¿De verdad? —ella susurró con diversión— tengo una debilidades por los patéticos.
Fred la miró con diversión.
—¿Ah si?
—Pues si, este patético que acabo de besar besa muy bien.
El pelirrojo sonrió antes de volver a unir sus labios.
Alguien detrás de ellos se aclaró fuertemente la garganta, haciendo que se separaran.
Remus miró brevemente a Jude antes de fijar su mirada en Fred.
—Es algo tarde. ¿No les parece? —les preguntó, aún mirando al pelirrojo.
Fred miró de reojo a Jude.
—Ya nos íbamos a dormir.
—Jude duerme arriba, con las demás chicas —Remus informó— no van a dormir juntos.
Las mejillas de Fred se calentaron.
—No estaba insinuando eso...
—Ya hemos dormido antes juntos —Jude lo corto haciendo que ambos la mirarán con sorpresa— somos amigos desde los once, he dormido un par de veces en la habitación de los chicos.
Remus cerro los ojos y se llevó una mano al cuello.
—Fred ¿Por qué no te vas a acostar mientras yo le muestro a Jude en donde dormirá?
Jude le sonrió ante de alejarse siguiendo a su padrino escaleras arriba.
—Jude —Remus se freno— se que no es de mi incumbencia pero...tu madre tuvo un embarazado adolescente ¿Comprendes a lo que quiero llegar?
—Si —Jude suspiró— ya sé. Procuraré no embarazarme a una edad temprana para no arruinar mí vida. ¿Es eso a lo que querías llegar?
—Jude —Remus la tomó del brazo para que no siguiera subiendo— sabes que eso no es lo que quería decir. Fuiste una bendición para tus padres, para todos nosotros, nos causaste mucha alegría en tiempos difíciles.
—Lamento haberte dicho eso antes —ella se disculpó luego de un minuto en el que ambos estuvieron en silencio— eres lo más cercano a un padre que tengo, pero tendrás que aprender a respetar mis decisiones.
Remus la miró con los ojos brillosos.
—Se que estuve ausente en tu vida por muchos años, pero siempre me preocupé por ti. Solo quiero lo mejor, cuando dijiste que Dumbledore te reclutó... me acordé de todas las cosas que viví la primera vez que yo también me uní. Quiero cuidarte, solo es eso Judy, no pretendo tomar decisiones por ti ni obligarte a nada que no quieras.
—Lo sé —Jude murmuró— lo siento. He estado un poco irritable estos últimos días.
Remis sonrió y la atrapó un un abrazo.
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