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capítulo cuarenta y dos !

Fred se quedó sentado en la cama, parecía como en un trance cuando George y Lee enteraron a la habitación.

—¿Que te pasa? —George le preguntó a su gemelo acostándose en su cama mientras le tiraba el envoltorio de un caramelo que había estado comiendo en la cara.

Eso parecía ser justo lo que Fred necesitaba para volver a la realidad. Una gran sonrisa se formo en su rostro y antes de que pudieran preguntarle algo él se puso de pié pero al instante se cayó, haciendo que su hermano hiciera una mueca al escuchar el ruido que hizo su cabeza al golpear el suelo.

Lee se burló de él mientras Fred se llevaba una mano a la cabeza para tocarse dónde se había golpeado.

—Tienes los cordones desatados —le señalo con diversión.

—Lo sé, lo sé —murmuro Fred entre dientes mientras se ataba los cordones con rapidez y se volvió a poner de pié— me voy..

—¿A dónde? —le preguntó George con confusión— ¿Nos dirás que es lo que sucede?¿Es por Judy? ¿Discutieron de nuevo?

—Si.. —Lee lo siguió— ¿Ahora que le hiciste? La vimos salir de la sala común a la velocidad de la luz..

Fred se volteó un segundo para mirarlos antes de abrir la puerta.

—Judex me dijo que yo le gusto.

Lee y George parecían tan sorprendidos como él.

—¡¿Que?! ¿Ella te lo dijo? —le preguntó George saltando de la cama para pararse frente a su gemelo.

—Wow, Judy lo hizo al fin... Pensé que nunca iba a estar vivo para escuchar esto —Lee murmuró con incredulidad—  ¿Y que le dijiste? ¿Que la amas y que quieres que sea tu esposa?

—Se fue antes de que pudiera decirle algo —Fred les respondió con impaciencia, estaba cansado que contestar las preguntas de sus amigos, solo quería salir y encontrar a Jude— solo salió corriendo.

George soltó una risotada.

—La verdad es que parecía bastante enferma cuando salió de la sala común, parecía como si fuera a vomitar en cualquier momento.

Fred se llevó una mano al cabello y lo desacomodó con nerviosismo.

—¿Donde creen que podría haberse metido? Quiero hablar con ella...

—Podria estar en la biblioteca...

Lee miró la hora en el reloj que usaban para despertarse.

—No lo creo, faltan como cinco minutos para la segunda clase de aparición, Judy debe estar allí. Ya saben que no se pierde ninguna clase aunque el mundo se esté demorando a pedazos.

Fred termino de abrir la puerta y salió con rapidez de su cuarto. George y Lee lo seguían de cerca esperando ser los primeros en saber lo que sucedería si Fred se encontraba a la chica.

La confesión de Jude había tomado completamente desprevenido a Fred pero estaba muy emocionado por verla y confesarle también sus sentimientos.
Antes, nunca se hubiese atrevido a confesarle tal cosa a Jude porque tenía miedo de perderla pero ahora que ella lo había hecho primero parecía que no podía contenerse, simplemente quería gritarlo para que todo el mundo lo escuchará, aunque no entendía porque ella había huido de esa forma y ni siquiera lo había dejado responder.

Un sentimiento extraño se estaba apoderando de todo su cuerpo mientras pensaba en Jude, la sola idea de que ella se sintiera de la misma forma que el lo hacía sentirse demasiado especial.
A medida que fue creciendo, Fred nunca se sintió muy especial, tenía seis hermanos y uno de ellos era su gemelo, ni siquiera era tan especial como para ser único... Pero saber que Jude lo prefería a él entre todas las personas lo hacía sentir increíble.

Al igual que la clase pasada, tuvieron el curso en el jardín al aire libre, así que cuando llego allí lo primero que Fred hizo fue tratar de divisar a Jude entre todos los alumnos del sexto curso. Por un momento le pareció ver su rebelde cabello pero cuando la persona volteó se dio cuenta que no era su Jude.

—No está —Fred dijo con desilusión, volteando para ver si ella llegaba al jardín.

—Quizas si vómito.. —George le dijo, también buscándola en la multitud.

—O quizás solo te está evitando porque está muerta de la vergüenza —Lee soltó, acomodándose en su lugar cuando la clase comenzó.

Fred no había estado prestando mucha atención a la clase por lo que cuando vio a la profesora McGonagall alejarse de dónde estaba en la filas de adelante y dirigirse al final,  se volteo para ver lo que sucedía, con la esperanza de que fuera la chica Potter quién había llegado tarde.

Para su suerte si era ella y ciertamente parecía bastante enferma. Desde donde estaba, Fred no podía escuchar lo que la profesora y la alumna decían, pero McGonagall le puso una mano en el hombro mientras Jude asentía, luego de eso la mujer la acompaño hasta la primera fila y la clase volvió a la normalidad.

Fred pensaba esperar a que la clase terminará para hablar con ella sobre lo que había sucedido antes porque sabía lo mucho que a Jude le importan las clases, pero no pudo esperar más. No era propio de la chica llegar tarde a clases y estabas tan pálida que eso lo terminó de preocupar.

Tomando su aro del suelo, el que usaban para aparecerse, se dirigió a la fila del frente y lo dejo caer cerca del de Jude..

Cuando la chica levantó la vista para descubrir quién había ocupado el lugar a su lado abrió los ojos con tanta sorpresa que Fred pensó que se iba a desmayar.

—Pareces como si acabarás de haber visto a un fantasma —él le dijo con diversión, intentado animarla e intentando calmar sus propios nervios también.

—Fred, escucha —Jude murmuró con pánico, apenas mirándolo a los ojos— lo siento mucho... si me odias hora y no quieres verme nunca más lo entenderé pero..

—¿Judex de que hablas, como podría odiarte? —Fred le preguntó con confusión, interrumpiendola para que no siguiera diciendo cosas sin sentido.

Antes de que Jude pudiera darle una respuesta McGonagall apareció frente a  ellos y los miro de forma severa.

—Estan haciendo quedar mal a Hogwarts con el mago del ministerio. Vuelve a tu lugar Weasley —ella le dijo apuntando hacia el fondo.

Fred estuvo a punto de quejarse pero la mirada de McGonagall la daba un poco de miedo, así que se agachó y tomo su aro, pero antes de irse se acercó a Jude para susurrarle:

—Jude, de verdad, no te odio.

El resto de lo que duro la clase Fred no se pudo sacar a Jude de la cabeza y sinceramente no presto atención a nada de lo que él instructor decía.

En su mente estaba pensando en todo lo que debía decirle cuando la clase terminará, tenía todo su diálogo pensando pero al parecer no iba a ser de mucha ayuda porque cuando la clase llegó a su fin, él corrió detrás de Jude que parecía empeñada en alejarse de el.

—Judex —Fred la llamó, esquivando a los alumnos para alcanzarla. Todos se voltearon a verlo menos a quien el estaba llamando— Jude esperame, por favor..

Al parecer la chica no tenía planeado detenerse pero Fred logro detenerla tomándola de la muñeca impidiendole que siguiera caminando.

—Judex por el amor de Godric —el murmuró intentado recuperar el aliento.

—Fred —ella comenzó sin mirarlo a los ojos, posando su vista en cualquier cosa que pareciera mínimamente interesante— se que eres muy bueno como para odiarme pero yo me odio ahora mismo, fui muy tonta y no pensé las cosas con claridad, ahora las cosas se pondrán incómodas y nunca podremos volver a lo que...

—Jude tu también me gustas —él le dijo haciéndola callar, olvidándose por completo del monólogo que había escrito en su cabeza para decírselo.

El pelirrojo le soltó la muñeca y deslizó su mano para tomar la de ella.

—¿Qué?

—Que me gustas mucho —Fred le confesó sonriendo.

—¿De verdad, o solo lo dices porque sientes lástima por mi? Si es así Fred te pido por favor que..

Fred uso su otra mano para quitarle el cabello de la cara y ponérselo detrás de la oreja. Jude guardo silencio mientras lo miraba con atención.

—Judex, de verdad me gustas. Muchísimo.

Al fin Jude lo miro a los ojos y así se quedaron, mirandose en completo silencio por lo que pareció una eternidad hasta que Fred murmuro:

—Me gustas probablemente desde la primera vez que te conocí —él le confesó— ¿Lo recuerdas, cuando George y yo entramos a tu compartimento? En ese momento pensé que eras la niña más preciosa del mundo y luego cuando Diggory se robo tu atención... no me gustó nada, por eso lo tiré del barquito.

Ella se rió.

—¿Todo este tiempo estuviste celoso de Cedric?

Fred arrugó la nariz.

—No lo negaré ni lo confirmaré.

—Si te hace sentir mejor yo estaba un poco celosa de Angelina.

El pelirrojo la miró con diversión.

—Nunca lo hubiese imaginado... eres muy buena escondido tus sentimientos ¿Eso que me dijiste que yo te gustaba en el pasado? Me lo creí por completo.

Las mejillas de Jude se volvieron rojas.

—En ese momento iba a confesarte que me gustabas.. Charlie me increpó en la cocina y pensaba en decirtelo todo pero hablaste de Angelina.

—¡Pensé que Charlie te había asustado y para que las cosas no se volvieran raras entre nosotros solo hablé de ella..! Lo dije sin pensar.. nunca me gustó Angelina, siempre la vi como una amiga.

Jude negó con diversión.

—Complicamos esto un montón solo por no ser sinceros con nuestros sentimientos.

Fred suspiró.

—Realmente fuimos unos tontos, pero ahora que se que te parezco extremadamente atractivo... —el chico sonrió enormemente—  ¡Te gusto! Godric.. aún es tan raro, espere esto por tanto tiempo que ahora no se que hacer, nunca pensé que realmente me darías una oportunidad.

—Podriamos tener una cita en la próxima salida a Hogsmeade...—ella sugirió, aún tenía la cara roja pero Fred estaba más rojo que ella—.. si quieres, claro.

—Por supuesto que si. Si, si definitivamente si —él respondió con torpeza.

—¡No pueden tener una cita la próxima salida a Hogsmeade!

Jude y Fred se voltearon solo para ver a George y Lee, que estaban apoyados en una de las columnas mirándolos con atención.
Ni siquiera les pareció extraño que los dos hubiesen estado escuchando a escondidas toda su conversación.

—¿Por qué no? —Fred le preguntó a su hermano.

—¡La próxima salida a Hogsmeade cae el día doce, y es cumpleaños de Jude! —Lee respondió como si fuera completamente obvió— se volverá legal. No puedes simplemente robarte toda su atención el día cumpleaños, es nuestra amiga también y tiene que pasar el día con nosotros que tanto la amamos.

Jude negó con diversión, aún sostenía la mano de Fred entre la suya.

—Ahh y yo los amo tanto a ustedes —ella murmuró con diversión, soltando Fred y acercándose a George y a Lee para abrazarlos.

—Pero amas más a Fred ¿Verdad?

—Lee..

—¿Qué? Solo preguntaba.