39.


・゚✧༄ ・゚✧ 
capítulo treinta y nueve !

El primer día del segundo trimestre, Jude disfruto de una clase tranquila de teoría de la alquimia con el profesor Dumbledore, ya que el director se encontraba bastante ocupado con las asuntos del torneo la dejo leer varios libros de su biblioteca privada en torno a la asignatura mientras el completaba algunos pergaminos, ambos disfrutando de una agradable taza de té mientras se ocupaban de sus propios asuntos.

Todavía había una gruesa capa de nieve alrededor del colegio, por lo que cuando Jude salió del despacho de Dumbledore y llego a la comodidad de su sala común se quito la bufanda mientras miraba a el grupo de alumnos del sexto curso amontonados frente al tablón de anuncios.

—¿Por qué tanto alboroto? —ella preguntó, poniéndose en puntas de pie para mirar.

Una mano se aferró a su muñeca y tiró de ella hacia adelante. Fred le regaló una amplia sonrisa.

—¡Clases de aparición!

Jude leyó atentamente lo que decía en tablón de anuncios.


CLASES DE APARICIÓN
Si tienes diecisiete años o vas a cumplirlos antes del 31 de agosto, puedes apuntarte a un cursillo de Aparición de doce semanas dirigido por un instructor de Aparición del Ministerio de Magia.
Se ruega a los interesados que anoten su nombre en la lista.
Precio: 12 galeones.

—¿Doce galeones? —alguien se quejó detrás de Jude— me he gastado todo en Hogsmeade.. tendré que envíale una carta a mí padre.

Para Jude que tenía una gran fortuna heredada por sus padres y antepasados, doce galeones no parecía ser la gran cosa, pero recordó que Fred y George provenían de una familía que a diario luchaba por el dinero. Ella quería ofrecerse a pagarle las clases porque veinticuatro galeones ya era una suma considerada, pero como si le leyeran la mente George se apresuró a comentar.

—Estuvimos vendiendo algunos de nuestros productos así que podremos pagarlo, anota nuestros nombres Freddy.

—Anota el mío también —Lee le pidió.

Fred se volteó para mirarla.

—¿Anotó tu nombre Judex?

Aunque las cosas seguían un poco raras entre ellos parecían estar mejorando lentamente.
La noche de baile de navidad, mientras Jude intentaba dormir había escuchado a Angelina quejarse sobre la poca atención que había recibido por parte de su pareja. En ese tiempo Fred no había vuelto a hablar de Angelina o por lo menos no frente a Jude, así que su corazón se mantenía calmado al igual que su mente.

—Si. Pero escribe bien mi nombre.

El pelirrojo la miró con diversión.

—¿Judith Potter, no? —Jude fue a golpearlo en el brazo y él de rio— Judith Euphemia Potter Evans Dursley.

—Fred ni se te ocurra —ella le dijo, completamente horrorizada de que el se atreviera a agregar el apellido de su tío a su nombre.

—Jude Potter, listo —Fred le dijo, haciéndose a un lado para que ella pudiera leer lo que él había escrito. Junto a su nombre había una carita feliz que la hizo poner los ojos en blanco.

—¿Vamos a comer ahora? —Lee preguntó luego de que casi la mitad de la sala común de Gryffindor escuchará el ruido que hacía su estómago.

Jude miró su reloj, el horario del almuerzo ya había terminado y lo habían pasado por alto completamente.

—Tenemos pociones en media hora —ella le recordó.

—Si nos apresuramos podemos conseguir algo de la cocina —George murmuró, abriéndose paso hacia el retrato de la señora gorda.

Fred y George tomaron cada uno un brazo de Jude y prácticamente la arrastraron mientras corrían. Era sabido que el fuerte de Jude definitivamente no era nada que involucrara algún deporte y francamente era muy lenta como para que las esperarán, además claro de que no tenían tiempo de sobra como para hacerlo.

Cuando llegaron al retrato de un cuenco de frutas; Lee le hizo cosquillas a la pera y luego los cuatro se adentraron a la cocina.

Aunque el almuerzo había terminado los elfos domésticos se movían por todo el lugar probablemente comenzando a preparar la cena aunque faltarán horas. El único elfo que les prestó atención fue Dobby, que se acercó alegremente a saludarlos.

—¡Dobby, que gusto verte! —Jude lo saludó.

—Dobby se alegra de verla también Jude Potter.

—¿Dobby de casualidad no habrá sobrado algo del almuerzo que podamos comer? —George le preguntó con amabilidad— perdimos la noción del tiempo y no alcanzamos a llegar al almuerzo.

El elfo murmuró que si mientras se dirigía a buscar comida para los cuatro.
Cómo la sala común de Hufflepuff estaba tan cerca de las cocinas ninguno se sorprendió de ver a un grupo de alumnos de la casa de los tejones pasar por ahí.

—¡Hey Jude! —alguien la saludó.

Cedric junto a cuatro de sus amigos pasaron a toda prisa, probablemente porque llegaban tarde a clase, lo que hizo que ella misma mirara su reloj.

—Aqui —Dobby apreció de nuevo frente a ellos con una bandeja llena de sandwiches, los chicos tomaron dos cada uno mientras que Jude se conformo con uno.

—¡Gracias Dobby! —los cuatro le agradecieron con rapidez antes de salir corriendo de nuevo mientras intentaban no ahogarse al comer y correr a la vez.

Lee los acompaño hasta el corredor y luego los abandonó porque el no tomaba la asignatura.

Llegaron a la mazmorra justo a tiempo antes de que Snape cerrará la puerta y nos les permitiera pasar. Jude estuvo bien al tomar solo un sándwich porque ahora Fred y George tenían que guardar lo que no pudieron comer en su mochila para que él profesor no los reprendiera.

Al entrar al salón la vista de Jude aterrizó en Bastian Parkinson que parecía muy interesado mirando el caldero vacío frente a él.

—Hey —ella lo saludo con clara diversión, tomando lugar a su lado en la larga mesa— ¿Que tal la fiesta el otro día? ¿Siguieron con la diversión en la sala común?

Obviamente a Parkinson no le agradaba en lo absoluto que ella estuviera haciendo bromas sobre los que había visto la noche de navidad, pero no estaba dispuesta a armar un escándalo ahí. Y por las caras de los gemelos Weasley era obvio que nos les había dicho ni una palabra.

—¡Silencio! —Snape les dijo, entrando al aula y cerrando la puerta detrás de si—Tercera Ley de Golpalott...¿Alguien puede decirme algo sobre eso? ¿Nadie?

Jude fue la única que alzó la mano. Snape le envío una mirada al resto de sus alumnos, era probable que ya estuviera cansado que que la chica fuera la única en participar en su clase.

—Adelante, Potter —dijo con desagrado.

—La Tercera Ley de Golpalott establece que el antídoto para un veneno confeccionado con diversos componentes es igual a algo más que la suma de los antídotos de cada uno de sus diversos componentes.

—Bien —el admitió pero no le dio ni siquiera un punto a su casa— Cómo se supone que ya han estudiado la teoría sobre esto y como es evidente, que suponiendo que hayamos conseguido identificar correctamente los ingredientes de la poción mediante el revelahechizos de Scarpin, nuestro principal objetivo no es seleccionar los antídotos de cada uno de esos ingredientes (tarea relativamente sencilla), sino encontrar un componente adicional que, mediante un proceso casi alquímico, transforme esos elementos dispares…

—Que injusto, eres la única que toma Alquimia —Fred se quejó en voz baja, dándole un codazo con diversión.

—Te ayudaré no te preocupes...

—¡Potter, Weasley. Silencio! —Snape les dijo de forma severa. Con un movimiento de mano hizo aparecer cinco frascos uno frente de cada estudiante— Tienen que preparar un antídoto del veneno que contienen antes de que termine la clase.

Jude destapó su poción y de la llevo a la nariz para intentar descubrir que ingredientes llevaba solo por el olor, los otro cuatro alumnos imitaron a Jude como tontos, esperando ver el siguiente paso que iba a hacer. Obviamente nadie había entendido nada sobre la Tercera Ley de Golpallot y Snape se dio cuenta.

—Mantengan sus ojos ocupado en su frasco. O les restare puntos.

—Ayudanos —le suplico George en un susurró.

—Un veneno debe ser contrarrestado con los antídotos de cada uno de los ingredientes que componen el veneno —Jude le susurró mientras se ataba el cabello— usen en encantamiento Specialis Revelio ¿Recuerdan el movimiento que tienen que hacer con la varita o ya lo aprendieron de forma no verbal?

—Potter ven aquí —Snape la llamó a su escritorio. Cuando Jude se acercó el la miró con los ojos entrecerrados— ¿Quieres ser pocionista en un futuro, no?

—Si, señor —ella respondió un poco confundida por la pregunta.

—Entonces seguramente sabrás que hay algo muy eficaz que se usa como antídoto de todas las pociones...

—El bezoar, obviamente..

Snape asintió con aprobación.

—Pense que eso era tomar un camino fácil, así que estaba a punto de comenzar a...

—Te dejaré tomar el camino fácil por hoy. Tus compañeros parecen dispuestos a imitar cada una de tus acciones.

Jude volteó por un momento solo para verificar lo que Snape decía. Los cuatro estaban mirando sus calderos esperando encontrar una solución sin hacer absolutamente nada.

—Escribe un ensayo sobre el tema —Snape le dijo volviendo a llamar su atención.

Cuando Jude volvió a su lugar, todos se quedaron esperando su siguiente moviendo pero ella se rió mientras sacaba un pergamino de su mochila y comenzaba a escribir.

・゚✧༄ ・゚✧ 

Donde nuestras voces suenan, ven a buscarnos,
que sobre la tierra no se oyen nuestros cantos.
pues son importantes, ¡no sabes cuánto!:
Nos hemos llevado lo que más valoras,
y para encontrarlo tienes una hora.
Pasado este tiempo ¡negras perspectivas!
demasiado tarde, ya no habrá salida.


Jude estaba en la cama de Harry tirando una snitch en el aire y atrapandola continuamente mientras su mente analizaba lo que Harry acaba de recitarle.

—Bueno, obviamente tienes razón, la siguiente prueba es en el lago negro, pero tendrás que prepararte bien, no solo existen las sirenas en el lago negro..

—¿Y como haré para respirar durante una hora en el lago negro? —Harry pregunto aunque fue más una queja mientras se acostaba junto a su hermana.

—Bueno, hace un tiempo leí sobre un encantamiento pero no te puedo asegurar que sea muy confiable es un casco hecho de una burbuja, podría explotar...También podrías transformarte medianamente en un animal, pero no podría ayudarte porque ya no tomo transformaciones... Aunque hay una planta mágica que podría ser de ayuda, Snape podría tenerla en su armario.

Harry bufo.

—Claro y le pediré amablemente que me la de —él dijo con sarcasmo.

Jude sonrió.

—Conste que no apruebo esto, pero es necesario.. solo tienes que robarla, Harry. Quizás ni lo noté.

—¿Y como sabré cuáles son?

—Te darás cuenta, se asemeja a un manojo de cola de rata viscosa, es de un color gris verdoso.

Harry se volteó para mirarla con ojos de cachorro.

—¿No podrías tu robarlas para mí?

Jude puso los ojos en blanco y con su pie empujó a Harry para tirarlo de la cama.

—Lo haré un día antes de la prueba, si Snape se da cuenta que falta ya no podrá reprocharnos nada, a lo sumo nos pondrá a cumplir con una detención.

—Gracias, eres la mejor hermana del mundo —Harry murmuró desde el suelo.

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