34.

・゚✧༄ ・゚✧ 
capítulo treinta y cuatro !

El día de la primera prueba había llegado y Jude seguía sin hablar con Fred, parecía que desde el comienzo del año las cosas habían estado yendo y viniendo entre ellos, fue raro, tanto que George y Lee, que siempre quedaban en medio de la pelea habían comenzado a cansarse de ellos.

—No entiendo porque no se piden perdón mutuamente y solucionan esto. Estoy harto de ustedes dos —se quejó Lee durante la mañana mientras desayunaban.

Mientras Jude y Lee se sentaron junto a Harry en la mesa de Gryffindor, Fred y George estaban un poco alejados. Había sido así desde la discusión que tuvieron en la sala común, a veces se turnaban y George se quedaba con Jude, mientras que Lee se iba con Fred.

—Yo no tengo porque disculparme con él —Jude se quejó— fue él el que comenzó, se cree que por ser mí amigo tiene derecho sobre mí, yo elijo lo que quiero hacer por mí cuenta, nadie me manda.

Lee suspiró.

—¿Entonces ya no te gusta?

De repente la gallardia de la que Jude tenía hace un instante, despareció mientras se volteaba para silenciar a su mejor amigo.

—Puede gustarme y puedo estar enojada con el de igual forma.

—¿Nunca has considerado que a él tambien le gustas? ¿No te parece extraño que se haya molestado tanto al enterarse de que te besaste con Davies?

—Deja de decir estupideces —Jude murmuró, mirando de reojo a Fred, que parecía bastante desganado como para desayunar— se fastidio porque es mí mejor amigo y cree que cualquiera sea la cosa que sucede en mí vida debo acudir a él para tener una respuesta sobre lo que debo hacer..

Lee se llevó una mano a la cabeza.

—¿Realmente Judy? Ni yo ni George nos pusimos así ¿Eso no te dice algo?

—¿Por qué? —ella preguntó mirándolo con curiosidad— ¿Él te ha dicho algo?

El chico se apresuró a negar.

—¿Ves? Solo está siendo un idiota.

—Pero aún siendo así de idiota te gusta..

—Y a él gusta de Angelina —Jude murmuró con pesadez— que patética que soy... sabes el otro día Cedric estuvo a punto de besarme y en lo único que podía pensar es que su aroma era tan.. limpio.. no tenía olor a pólvora como Fred lo tiene.

—¿Iba a besarte? —Lee preguntó con sorpresa— ¿Que sucedió?

—Snape nos interrumpió.

—¿Pero ibas a dejar que te besara?

Jude lo pensó por un momento.

—No lo sé.. A veces me hago la tonta, pero he notado que le gustó un poco. ¿Crees que debería seguir adelante con él?

—No lo sé —Lee fue sincero con ella—  ¿Realmente crees que las cosas entre ustedes dos podrían funcionar?

—Si —ella respondió asintiendo— él es muy bueno.. pero no es igual que Fred y tengo miedo de usarlo para remplazarlo ¿Me entiendes? No quiero lastimarlo pero tampoco quiero perder su amistad si él se me declara.

—Mi consejo es: haz lo que tu corazón sienta.

Jude puso los ojos en blanco y lo golpeó juguetonamente, se puso de pié y miró a su hermano que hablaba en susurros con Hermione.

—Por si no logro verte antes, ¡Suerte! —ella le dijo dándole un beso a Harry en la cabeza.

Su hermano la tomó de la muñeca antes de que pudiera alejarse.

—¿No estarás allí conmigo? —él le preguntó con preocupación.

Jude le sonrió de forma cariñosa.

—Vere que puedo hacer, ahora tengo que irme ante de llegar tarde a mí clase.

En la clase de pociones Jude se sorprendió cuando ninguno de los gemelos llego a clase, pero trabajo en silencio en su poción antes de que la clase se viera interrumpida por la profesora McGonagall.

La mujer se disculpó con Snape y saco a Jude de su clase, una vez afuera ella se sorprendió de ver a su hermano ahi.

—¿Que sucede? —ella preguntó con preocupación notando que Harry estaba pálido.

—El señor Potter se negó a seguir a menos que usted estuviera con nosotros, los campeones tienen que bajar ya a los terrenos del colegio... Tiene que prepararte para la primera prueba, pero insiste en que lo acompañes.

Jude sonrió y paso un brazo por el hombro de su hermano para comenzar a caminar.

—Estare allí todo el tiempo —ella le susurró, inclinando la cabeza para que solo él pudiera oirla— si algo te sucede o si realmente no quieres hacer esto, tu solo hazme una señal y yo te rescate.

Al bajar la escalinata de piedra y salir a la fría tarde de noviembre, McGonagall se detuvo y le puso una mano en el hombro a Harry.

—No te dejes dominar por el pánico —le aconsejó—, conserva la cabeza serena. Habrá magos preparados para intervenir si la situación se desbordara... Lo principal es que lo hagas lo mejor que puedas, y no quedarás mal ante la gente. ¿Te encuentras bien? .

—Sí. Sí, me encuentro bien.

Ella lo condujo bordeando el bosque hacia donde estaban los dragones; pero, al acercarse al grupo de árboles detrás del cual habría debido ser claramente visible el cercado, habían levantado una tienda que lo ocultaba a la vista.

—Tienes que entrar con los demás campeones —le dijo la profesora McGonagall con voz temblorosa— y esperar tu turno, Potter. El señor Bagman está dentro. Él te explicará lo que tienes que hacer... Buena suerte.

—¿Jude no puede entrar? —pregunto Harry.

La mujer negó.

Jude se inclinó y le depósito un rápido beso en la frente.

—Todo saldrá bien —ella le dijo.

Harry asintió y se metió en la tienda dejando a ambas mujeres preocupadas.

—¿Lo ayudaste a prepararse? —McGonagall le preguntó mientras se dirigían con todos los demás para ver el comienzo del torneo.

Jude inclinó la cabeza.

—Le enseñe algunos hechizos pero no quiso mucho de mí ayuda.

McGonagall suspiró.

—Le irá bien —ella dijo tratando de convencerse.

Cuando se dividieron, McGonagall se fue con el resto de los profesores y las autoridades, Jude busco a sus amigos en la gradas y se acercó a ellos. El único lugar libre era junto a Fred así que se sentó en silencio escuchando a Bagman anunciar que los campeones deberían tomar un huevo de oro que los Dragones cuidaban.

Fred la miró de reojo viendo como una de sus piernas subía y bajaba de forma nerviosa. Con cuidado el le puso una mano en la pierna y ella lo miro con una ceja alzada.

—Harry es muy hábil. Lo logrará, Judex.

Ella asintió, poniendo una mano sobre su mano, mientras veían al primero en competir.

El primero en salir de la tienda fue Cedric que tuvo que enfrentarse al hocicorto sueco, él logro transformar una piedra en un perro, que distrajo al dragón, y logró recuperar el huevo de oro, aunque recibió una quemadura en la mejilla. Su puntaje fue de treinta y ocho puntos.

La segunda fue Fleur que le tocó el Galés Verde Común. Ella puso en trance al dragón y se quedo dormido, pero en un momento roncó y le lanzó una bocanada de fuego que le quemó la falda, pero ella lo apagó lanzando un chorro de agua desde la punta de su varita y luego logró recuperar el huevo de oro. Obtuvo treinta y nueve puntos.

El tercero fue Krum y fue él que más fácil lo hizo parecer, le roco un Bola de fuego chino, aunque quedo penalizado porque, al haber echado un embrujo de conjuntivitis a la dragona, esta se tambaleó y rompió algunos huevos, pero de igual forma obtuvo cuarenta puntos.

Y el último fue Harry que  le toco el colacuerno húngaro y uso usó un hechizo de invocación para convocar su Saeta de Fuego. Tuvo que maniobrar por todo el estadio para poder tomar el huevo. Y al igual que Krum, Harry obtuvo cuarenta puntos, por lo que quedó empatado en el primer lugar.

—Mira a Harry y a Ron —Fred los señalo— ya todo ha vuelto a la normalidad. ¿Verdad?

La pregunta iba más allá de la relación de Ron y Harry, obviamente estaba preguntado por ellos.

Jude lo miro directo a los ojos y le fue imposible resistirse. Ella le sonrió y él le devolvió la sonrisa.

—Todo ha vuelto a la normalidad.

George y Lee suspiraron.

—Ahora vamos, tenemos una fiesta que organizar para nuestro campeón.

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