Dos


De Bills y Whis

El dios tuvo una gran fortuna de recibir a Monaka,él solo,aquella tarde. En la clandestinidad fue que ordenó una pócima de amor, con efectividad al cien por ciento, según se especificaba en el anuncio en su revista de manga. Incluso tuvo un descuento del veinte por ciento gracias a un cupón que saco de ahí. Podía parecer estúpido,y quizá lo era, llegar a ese extremo,pero es que Bills no podía darse el lujo de perder esa puesta. Había mucho en juego: su prestigio,su orgullo y su virilidad.

Todo comenzó unos días antes, cuando visitaron la casa de Bulma en busca de platillos deliciosos que degustar. De casualidad,él y Whis,oían una conversación entre Trunks y Goten respecto a la chica,que a este último,le gustaba. El hijo de Bulma compartía su iluso conocimiento de temas amorosos con su amigo,mientras tomaban unos refrescos. Después de un rato Whis decidió intervenir haciendo una observación que los chicos ignoraron. Aquello lo ofendió un poco,pero no tanto como el comentario que le hizo el dios.

-¿Qué quiere decir con eso de que un tipo como yo no sabe de esas cosas?-inquirió el ángel.

-Pues a que eres un afemina...-decía Bills,pero se interrumpió de inmediato. Habló sin pensar.

-¿Afeminado? ¿Eso era la que iba a decir?-le cuestionó duramente.

Bills se mostró nervioso. No era una buena idea hacer enojar a Whis. Intentó desviar su atención cambiando de tema,restándole importancia,pero el ángel no renunció al asunto.

-Al menos mi consejo fue fresco, apostaría que sus métodos de conquista ya no son efectivos. ¿Hace cuanto que no está con una mujer,señor Bills?...

-Ya deja el asunto,Whis.

-Ay,pero no se ponga así...Estoy seguro de que a alguna longeva mujer, podría conquistar sin esfuerzo con sus arcaicos métodos-decía el ángel y siguió y siguió hasta hacer estallar el enojo del dios.

La ráfaga que causó la expulsión de energía de Bills,hizo volar los quitasoles y los papeles al interior de la cabina de la nave,
de Monaka,que había ido a dejar unos dulces a Bulma. Los documentos volaron por los aires llegando hasta la calle,donde una muchacha tomó uno y se detuvo a leer.

Después de su pataleta y para terminar con ese asunto,todavía víctima de su enojo,Bills le propuso una apuesta. Ambos intentarían conquistar a la misma mujer y el primero en lograr algo con ella ganaba.

-¿Y qué pasará con el perdedor?-le consultó Whis.

-¡El perdedor no podrá venir a la Tierra a degustar su exquisita comida por todo un año!-le gritó apoyando el zapato sobre la mesa y a apuntando a Whis con la mano.

-¿Un año? Me parece un exceso-comentó el ángel.

Bills lo reflexionó un momento y terminó diciendo que mejor un mes.

-Mucho mejor ¿Y cuál será la mujer a conquistar?-le preguntó Whis.

Bills miró el jardín. No había mujeres allí. Se elevó un poco para ver en las cercanías al edificio y en la acera,descubrió a una muchacha de cabello castaño,que leía un trozo de papel.

-Ella-le dijo al ángel y Whis uso su cetro para ver sin tener que levantarse.

El ángel estuvo de acuerdo y después de tomar la imagen de la muchacha,para ubicarla cuando fuera necesario, se marcharon del planeta y se olvidaron del asunto por unas semanas. O eso pensó el uno del otro por un tiempo. Lo cierto era que Whis observó a la mujer, con ayuda de su cetro, varios días. No quería perder esa apuesta y privarse de la comida de la Tierra por un mes. En cuanto a Bills,estaba muy seguro de ganar,tanto que descuido el asunto,hasta que este le golpeó en la cara. Se sorprendió bastante de descubrir que la muchacha, sobre la que giraba la apuesta,era la repartidora que reemplazaba a Monaka. No pudo evitar hacer un comentario al respecto cuando la vio.

-¿Nos conócenos?-le preguntó la mujer cuando lo escuchó.

Bills se hizo el desentendido. Pero fue en ese momento que descubrió,ella se llamaba Bell.

Fue motivado por la apuesta con Whis,que Bills aceptó que Bell se quedará en el castillo,mientras el efecto de pócima terminaba. Así,
como su ángel sugirió,tendría la oportunidad de observar a la mujer. Los días que la muchacha se quedó con ellos,ni Whis ni su señor intentaron algo con ella,
pero una vez el efecto de la pócima acabó,era el momento de entrar en acción.

Whis pensaba aprovechar que su señor dormiría un par de días (según vaticinó el Pez Oráculo), para acercarse a Bell. Todo lo que tuvo que hacer para encontrarse con ella,fue hacer un pedido. Pensaba hacer eso antes del incidente con la pócima. Él sabía que ella trabajaba en esa empresa de reparto,sin embargo, aquel evento modificó las cosas.
Había tenido la oportunidad de observarla de lejos y de cerca, más o menos sabía que tipo de mujer era. No pensaba que fuera demasiado difícil acercarse a Bell,pero la idea de insinuarse le era un poco incómoda al ángel. Comenzó a cocinar temprano. A ella no le gustaban los sitios sin luz,asi que modificó un poco la sala para evitar un ambiente sombrío. Incluso puso flores y plantas para darle un toque vivo a ese frio lugar. Después de eso sólo esperó.

Bell estaba en el hangar de una gran nave, esperando la autorización para poder ingresar y entregar un paquete a un Emperador llamado Freezer, quién se estaba tomando su tiempo para recibir su encomienda. Un poco aburrida, por la tardanza,decidió sentarse sobre unas cajas de metal que estaban puestas ahí,justo al lado de donde estacionó su nave. De aburrimiento comenzó a dormirse y su cabeza caía sobre su pecho,a ratos,hasta que una fuerte explosión sacudió el lugar, arrojandola de cara contra el piso. Se golpeó bastante fuerte la nariz y con una mano sobre ella, se levantó para encontrarse con... Una mujer que se presentó como Berry Blue y que se le quedó viendo con mucho interés.

-Disculpe,señorita-le dijo-¿Es usted una Terrícola,no es asi?

-Sí,asi es...-le respondió Bell y le dió a ella el paquete,pues esa mujer le explicó que el Emperador Freezer estaba en una reunión importante.

-Disculpe,pero le importaría...-decía Berry Blue,pero se interrumpió al oír una seguidilla de pequeñas explosiones.

La pequeña mujer tuvo que retirarse y la muchacha aprovecho para irse. Todavía tenía varias entregas que hacer. La siguiente en la lista,le borro la sonrisa. A Bell no le cayó nada bien tener que llevar un nuevo paquete a ese mundo en forma de pirámide invertida. No quería ver a Gokú o Vegeta otra vez . Tampoco a Whis o Bills. Se le hacía bastante embarazoso,pero trabajo es trabajo y no tenía opción.

Era casi de noche cuando aterrizó su nave cerca del castillo. Apenas unos minutos después,apareció Whis que la saludó como se le había hecho costumbre.

-Tengo un paquete para usted-le dijo y le ofreció una caja larga, envuelta en un lindo papel o algo semejante-Por favor firme aquí-le pidió al darle la forma de entrega.

-Por supuesto-le respondió él y tomó el lápiz que ella le ofreció-Se ve mucho mejor que la última vez,aunque luce algo cansada.

-Sí,es que he tenido mucho trabajo-dijo Bell con cierta timidez y bajo la mirada.

-Y yo que pensaba pedirle un pequeño favor...

-¿Un favor?-repitió Bell con curiosidad.

-Sí,sucede que he estado cocinando unos nuevos platillos para el señor Bills. Los aprendí de un libro de recetas de la Tierra y como usted es nativa de ese planeta,pensé que me podría ayudar con el sabor...

-Me encantaría ayudarlo,pero...

-¡Estupendo!-exclamó y la tomó del brazo para ponerse a caminar hacia el castillo,sin darle oportunidad de explicar que tenía mucho trabajo.

-¿No podríamos ir volando al castillo?-le preguntó Bell, mientras sujeta del brazo, se esforzaba en seguir el ritmo de los pasos de Whis.

-¿Volar? Pero si es una tarde muy agradable,perfecta para caminar ¿Por qué no me cuenta de su trabajo? Seguramente a vivido experiencias muy interesantes-le dijo Whis y miró al frente,para evitar que ella viera como sonreía.

Bell no protestó. Él la ayudó cuando sucedió lo de la pócima, así que sentía estaba en deuda con él. Por supuesto nunca iba a sospechar las verdaderas intenciones de ese ángel,que después de una hora la hizo entrar en su cocina para hacerla probar unos platillos muy elaborados. Tenían un aroma y sabor muy agradable también. Hasta ese momento,no había nada extraño. Whis siempre fue gentil y desde luego tenía buenos modales. Bell tampoco vio algo inusual en que le ofreciera una copa de vino,de la que probó un poco por cortesía nada más. Después de un rato,Whis le pidió que esperara en la sala,a que estuviera listo el sufle. La muchacha se sentó en aquel cómodo lugar,que tenía una temperatura muy agradable y poco a poco el cansancio la fue dominando.El suave sofá era un lecho prometedor.Bell no tardó en quedarse dormida.

Whis la cubrió con una manta delgada y se sonrió satisfecho. Su plan había salido bien. La noche era un mejor momento para romper algunas barreras y por lo que había observado,a ella le gustaba bastante la noche. Si la hizo caminar una hora fue para extenuarla más y conseguir que sucumbiera al cansancio. Después de todo,no tenía motivo con el cual retenerla allí,el tiempo suficiente. La suerte estuvo de su lado.

Cuando Bell despertó estaba oscuro. Sólo la luz de los estanques de peces iluminaba aquel espacio,en que sorprendió sola. Llamó a Whis en voz alta y él no tardó en aparecer. Un poco nerviosa le anuncio su partida. Se le había hecho muy tarde y todavía no terminaba sus entregas.

-¿En serio tiene que irse? Y yo que había preparado una pequeña comida especial para agradecerle su ayuda-le dijo con un tono de sutil reproche y un poco de exagerada mortificación.

-Pero si sólo probé comida-pensó Bell-No hacia falta que se tomará esa molestia.

-Pero si no fue ninguna molestia-le dijo Whis,inclinándose hacia ella,poniendo en cetro tras su espalda-Por favor acompáñame. Prepare un picnic. No creo que le tome más de un par de horas, disfrutar de una comida ligera a la luz de las estrellas.

Bell...Tenía hambre. Esa fue la única razón por la que acepto, pero cuando llegó al jardín y vio la comida sobre la manta,por un momento,pensó que aquello se asemejaba a una cita romántica, pero descarto la idea y se sentó allí con el entusiasmo de una niña. Le gustaban mucho los picnic. Por unos minutos ignoró a Whis y se dedicó a comer algunos bocadillos. Él hizo hizo exactamente lo mismo, hasta que noto que Bell se quedó viendo el cielo.

-Había olvidado como se ven las estrellas desde el suelo-comentó la mujer-Honestamente prefiero mirarlas así. El espacio es solitario,callado y frío...

-Sí,lo es-afirmó Whis,pero como pensando en voz alta.

Bell se le quedó mirando con curiosidad. Hace tiempo tenía bastantes preguntas respecto a ese lugar y a él y a su señor.

-¿Puedo preguntar algo?

-Por supuesto...

-¿No hay nadie más en este mundo?

-No,sólo estamos el señor Bills, el Pez Oráculo y yo. Ocasionalmente vienen Gokú y Vegeta-le contestó antes de morder su sandwich.

Aquello si que sorprendió a Bell y Whis lo notó por la forma en que abrió los ojos. Lo que no comprendió es porque ella se sonrió divertida. Le preguntó al respecto.

-Es que me recordó una historia que leí de niña-le dijo Bell, mirando al cielo-Había un principito que vivía solo con su rosa parlante en un asteroide.

-Nadie puede vivir en un asteroide. Son rocas estériles-le dijo Whis.

-Lo sé,pero es una historia de fantasía y en ella un principito vivía en un asteroide.

-¿Y qué hacía ahí?

-Cuidar a su rosa caprichosa.

Whis inclino la cabeza a un costado y se quedó pensando un instante.

-¿Sólo eso?

-También se sentaba en una silla y veía más de una docena de atardeceres en un día.

-Eso es imposible...

-Pero es una historia de fantasía-rio Bell-Hasta que un día se fue volando atado en una bandadas de pájaros.

Whis no hizo comentarios,pero se le notaba en la cara lo confundido que estaba con esas ideas. Bell trato de explicarle, pero terminó diciendo que era un libro ingenuo y pretencioso.
Después de un rato,el ángel la miró de reojo. La muchacha estaba un poco más relajada y pensó en que era un buen momento para intentar algo más, pero...¿Qué era ese algo más? La apuesta decía que tenía que lograr algo con ella ¿Qué? No fue especificado. Un beso le pareció suficiente. Ella había besado a Gokú. La vio hacerlo,sin embargo,llegado ese punto no supo exactamente como hacerlo. No es que no supiera de besos, sino que ella no estaba enviando señales de estar dispuesta a algo así. A kilómetros se notaba que tenía la cabeza en otra parte.

-¿Qué sucede?-le preguntó Bell cuendo notó que él la estaba mirando.

-¡ah nada! Sólo tiene una pelusa en el hombro. Permítame,se la quitaré-le dijo un poco nervioso y sintiéndose ridículo,pues ese tipo de excusas para tocar a alguien eran propias de los libros de manga que leía Bills.

-No hace falta...

-No se mueva. Ya la tengo-le dijo Whis y tomó una hebra blanca sobre el hombro de la muchacha. Tiró del hilo y... Desprendió la manga del overol de Bell-Lo siento...

-¡Whis!-exclamó una voz grave a sus espaldas y ambos voltearon a ver-Asi que estabas haciendo trampa,aprovechando que yo dormía.

-No es trampa...Y no es el momento para discutir eso-señalo Whis poniéndose de pie,
tirando el hilo un poco más y acabando por desprender el costado del atuendo de Bell,hasta la cadera.

-Pero si la éstas desnudando y en el jardín ¿Qué no tienes vergüenza?

-¡¿Qué?! ¡No es lo que está pensando!

-¡No mires!-le gritó la muchacha mientras se sujetaba la ropa-¡Y usted tampoco!-le advirtió a Bills.

-¡Tú no me dices que hacer! ¡Si no querías que alguien te viera te hubieras ido a desvestir a otra parte!...Vaya desvergonzada que resultaste ser,Bell-le dijo Bills.

Whis con la cara roja como un tomate,Bell en un tono semejante intentando no acabar en ropa interior entre esos dos y Bills molesto,eran todo un espectáculo para el Pez Oráculo que los miraba en la distancia.

Continuará...

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