45.
—Quiero que alguien me ame de verdad. Que no se sienta obligado a hacerlo.
—¿En serio quieres eso? —Canadá miró a Alemania con ternura.
—Sí.
—¿Y me dejarías intentarlo?
—¿Qué?
—Amarte.
—¿Cuál era la pregunta?
Canadá solo rio bajito. Alemania era adorable.
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