40.
—No te ofendas, pero vestido así... —Alemania dudó—, pareces promiscuo.
—¿En serio? —Canadá miró sus jeans ajustados y su camisa abierta hasta la mitad, porque hacía calor.
—Pero no quise...
—Eso es genial.
—¿Eh?
—Siempre quise parecer promiscuo.
—¿Por qué?
—Mex dijo que era divertido.
—Can... No.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top